Capitulo 33: De Vuelta Al Juego
Máximo estaba al volante de su automóvil, había pasado un tiempo desde que tuvo citas del tipo románticas y estaba un poco fuera de práctica. Conoció a su esposa cuándo era demasiado joven y ambos se casaron pronto, así que nunca tuvo demasiadas oportunidades de salir y experimentar algunas cosas que ahora sentía necesitaba.
"A la mayoría de mujeres les gusta un hombre caballeroso, no hables de su cuerpo, quizás sus ojos, pero recuerda los halagos para algo más significativo que algo físico" —La voz de János se escuchaba desde el teléfono, debido a la falta de práctica fue que ahora tenía que pedirle consejos a János—
"Gracias, estaba pensando en iniciar la conversación alabando sus pechos y comentando acerca de que tiene un fabuloso culo" —El sarcasmo era evidente, normalmente no lo era, pero estaba nervioso, y no sabía el porque, hizo y hace cosas más peligrosas antes, esto debería ser nada para él— "¿Algún consejo sobre las mujeres de Japón?"
"Se que estás nervioso, pero se que lo harás bien, mira, muestra seguridad, eso es un buen inicio, demuestra que tienes un plan y también se caballeroso, eso les gusta, hazle un cumplido cuando la veas, como sus zapatos o su peinado" —Max respiró profundamente, mientras veía en la distancia el edificio departamental— "Bueno, te dejo, tengo unos planes que cumplir, suerte"
La llamada se cortó y el muchacho de cabello negro redujo la marcha del vehículo para estacionarse lo más cerca posible del departamento de Kyoko. Bajo del auto y camino por la calle para llegar al edificio donde vivía la profesora, Máximo estaba seguro de su apariencia, ya que János le dijo que esa ropa era mejor que su primera elección, donde llevaría una chaqueta de cuero, camisa de cuadros y sus lentes oscuros.
János hablo sobre dar una mala impresión y que debía dejar de vestirse como en las telenovelas mexicanas, lo que sea que eso significara, como fuera, ahora tenia otro conjunto de ropa. Una chaqueta negra larga, era de una tela lisa y de tonalidad mate, con algunas charreteras y botones plateados, János pensó que eran cromados, pero era plata de verdad. Esa prenda de ropa fue de las primeras cosas que compro cuando entro a trabajar como mercenario, la compro en alguna parte de Turquía.
La camisa de franela no estaba prohibida, pero tomo una de cuadros negros y blancos, al final escogió unos jeans negros simples, ya que nunca puso demasiado empeño en ese aspecto, mas alla de asegurarse de que eran resistentes. Al final llevaba botas, ya no del tipo vaquero, sino del tipo de moda urbana, negras y con ojales de metal negro.
Toco el timbre del comunicador que estaba en la entada, Kyoko dijo que ya bajaba, por lo que Máximo recargo su espalda en la pared y saco su teléfono, mirando su teléfono y revisando los mensajes de algunos conocidos, en su mayoría eran felicitaciones por el retiro y después ofertas de trabajo, solamente ignoro eso y guardo su teléfono.
La puerta se abrió y alli estaba Kyoko, llevaba un vestido verde y blanco, con un escote modesto, además de llevar un suéter azul para cubrirse los hombros. Cerro la puerta cuando estuvo fuera, mientras miraba a Máximo de arriba hacia abajo, analizando la ropa que llevaba.
"Te ves preciosa" —No titubeó o se mostró nervioso, eso se lo dejaba a los que apenas habían comenzado en ese juego, pese a la falta de práctica, aún no estaba lo suficientemente desmejorado en las citas como para temblar— "El carruaje aguarda"
Kyoko rodo los ojos, caminando con él hasta llegar al automóvil, le abrió la puerta y le sujeto la mano, ayudándola a subir, Máximo le ofreció ir a escuchar una filarmónica que llegó a la ciudad, ella misma había pensado en ir, y esa era una buena manera de comenzar una cita, o al menos de intentar salir de la monotonía de su vida.
Aunque todavía no estaba segura de que tan buena idea era seguir al loco hermano de János, congeniaron cuando fueron al karaoke con Shizuka y también ese día que fue a reparar el baño de su casa. Pero no estaba segura de como sería ahora, la manera en que se comportaría ahora que estaban solos, incluso estaba nerviosa acerca de lo que iba a hacer ahora.
La plática de Máximo estaba centrada en temas que tenían en común, hasta que le pregunto por ella, Kyoko no era fanática de hablar mientras alguien manejaba, pero el trafico era demasiado y apenas podían avanzar, por lo que comenzó a hablar con Max acerca de su pasado.
"Tuve una vida estudiantil buena, pase cada examen, un historial académico perfecto, no hay mucho que explicar por ese aspecto ¿Qué hay de ti?" —Max silbo, mirando a otra parte mientras esperaba su turno de pasar la calle— "¿Por que no me sorprende?"
"De mas joven nunca me interesaron demasiado las calificaciones, nunca encontré satisfacción en buenas calificaciones, además, era mas divertido hacer otras cosas, aunque me lleve un récord de invicto en peleas escolares" —Kyoko estaba considerando que estaba lidiando con alguien como su ex novio, genial, al parecer estaba condenada a escoger pésimas compañías— "La universidad es donde me tuve que hacer mas responsable, tuve que trabajar muy duro y además estudiar, así que dejaba poco espacio para otras actividades"
"Si, recuerdo que me contaste sobre ese tema, me parece que es una idea interesante, yo no tuve que trabajar, aunque tuve que pedir un par de prestamos universitarios" —Vaya suerte, el único prestamos que le habrían dado a Max era el embace de una soda, aunque no dijo lo que pensó, ya que dudaba que ella entendiera el chiste— "¿Y como esta el trabajo?"
"Bien, tengo mucho tiempo libre ya que mi trabajo no requiere mas que algunas horas, al menos hasta que me entreguen otro proyecto, pero de momento soy poco mas que un supervisor" —Imaginaba que seria así, Kyoko sabia que la manera de pensar de alguien como János era que no moriría por el trabajo y mandaría al demonio a quien no quiera pagarle lo justo, curioso en donde estaba, pero quizás tenia lógica de donde venían— "¿Como fue la semana?"
"Ya te puedes imaginar, fue un manicomio la escuela, padres enojados, una mujer que me quería atacar, por suerte tu hermano pudo poner a todos en su lugar, es de mucha ayuda alguien que dirige sin miedo y que tiene experiencia en esos asuntos" —Max estaba seguro que lo era, mas de una ocasión lo vio discutiendo con gente de la ONU y si János no murió en un "Accidente", entonces tenia sentido que esto fuera fácil para él—
"Hablando con mi hermano, supe que te dieron una especie de asenso, te felicito, parece que al fin alguien reconoció tu trabajo" —Eso ultimo se lo dijo János, Max espero la reacción, noto una sonrisa, que intento ocultar rápidamente, al parecer Kyoko no era muy expresiva, o intentaba no serlo tanto—
La charla no se detuvo, hasta que llegaron al lugar donde seria el evento, Máximo se estaciono a unas pocas calles, aunque de todas formas el muchacho de ojos plateados pidió un taxi, ya que con los tacones de Kyoko, una caminata como esa seria un martirio, y no planeaba cambiar de zapatos con ella, dudaba que fueran de la misma talla.
Al llegar al lugar ambos miraron mas o menos las mismas cosas, aunque no desde la misma perspectiva, ya que Kyoko admiraba el arte, la belleza de los diseños que había ante ellos, mientras Máximo ponía mas atención a los detalles de la estructura, pensando en las cosas que pudieron hacerse diferentes desde su perspectiva.
La sala de conciertos era un lugar inmenso, lleno de butacas acolchadas, palcos y un gran escenario donde ya se podía ver a los músicos colocándose en posición, Kyoko siguió a Máximo, hasta llegar a un pasillo, por un momento se pregunto que sucedía, hasta que subieron las escaleras y llegaron a uno de los palcos, cercanos al escenario.
"Esto parece demasiado costoso" —No pudo contener sus pensamientos, ella había ahorrado en muchas cosas, y esto parecía que costo mas de lo que gasto en comida la semana anterior—
"No tanto en realidad, estaban rematando los palcos, y los lugares allá abajo eran muy malos, pensé que seria bueno dar una primera impresión positiva" —Se sentó al lado de ella, mientras miraba al escenario, donde el director estaba subiendo a su posición— "Esta por comenzar, mejor guardamos silencio o podíamos incomodar a alguien"
Y con eso logro que ella dejara de preguntar por el costo de esta cita, la música era muy bella, Máximo amaba la música clásica, este tipo de sonidos fue lo que le mantuvo cuerdo por muchos años. Cerro los ojos y movió un poco su pierna, dejando que la melodía llevara su mente a un lugar tranquilo.
Kyoko observaba a la orquesta al principio, hasta que se dio cuenta de lo que hacia el hombre de cabello negro, se pregunto que estaba pensando, observo su postura, parecía algo rígido aun cuando se supone que lo relajaría la música. Ella misma disfrutaba mucho de esta clase de conciertos debido a cosas que sucedieron en su pasado, por un momento recordaba su juventud, y esos momentos felices donde la gente a veces se refugia cuando algo parece demasiado difícil.
En la función no ocurrió nada que pareciera preocupante, en realidad fue un momento agradable para ambos, Kyoko había pasado un largo tiempo sin ir a estos eventos, pero era algo que lograba calmarla. Máximo por otra parte, gozaba de las interpretaciones, la manera en que esos músicos se esforzaban para mostrar sus habilidades con cada interpretación.
Mientras escuchaban la orquesta, Max hizo su primer movimiento, moviendo su mano izquierda para acercarse a la mano de Kyoko, quien no lo rechazo, y cuando termino el concierto Max logro tener su mano sobre la de ella. El evento fue algo que disfruto. aunque no fue el tipo de diversión convencional que buscaba.
"La noche aun es joven ¿Te apetece cenar algo? Hay muchos lugares buenos en el área" —Kyoko camino al lado del hombre de ojos plateados, quien permanecia un poco separado de ella, mientras miraba al frente—
La profesora de cabello rojizo miraba a las personas pasar de lado, algunas parejas jóvenes, otras mayores, parecía ser que ese día fue uno para citas. despues penso en lo que dijo Maximo, ella no queria un lugar caro, ya que tenia planeado pagar la mitad de la cuenta.
"Esta bien, quizas podamos comer sushi en uno de esos lugares de cinta transportadora, no se si lo conozcas" —Para confort de la profesora, él parecia estar familiarizado con ese concepto, por lo que fueron en direccion donde estaba el automovil— "Hablame de ti, nada demasiado personal, solamente algo que quieras compartir"
"No hay mucho en mi pasado, trabaje para una agencia de seguridad internacional, viaje por muchos años, principalmente en zonas de conflicto, adopte a mi hijo hace varios años, es colombiano, pero lo traje de aqui para alla por años, hace poco mas de un año cambie al ambito administrativo, trabaje de planta en China, en Filipinas y ahora estoy aqui, planeaba pedir mi cambio a algun pais de america, pero creo que me quedare algunos años mas si me es posible" —Kyoko pensaba que era una vida interesante, viajar tanto debería ser interesante, al menos emocionante ver tantos sitios diferentes—
"Eso suena a muchas aventuras, parece interesante la idea de viajar fuera del pais, y recuerdo que me dijiste algo sobre Mexico ¿Como es?" —La explicación fue curiosa, nunca escucho que alguien dijera que era confortable un agujero infernal—
"Y por eso es que no planeo volver de manera permanente, lo visito de ves en cuando, pero no queda mucho para mi por alla, ya sabes, pierdes tus raices y continuas con tu vida por donde puedas" —Al fin llegaron al estacionamiento, donde Max una vez mas le ayudo a subir y se incorporo en el trafico para ir a la direccion que le dijo Kyoko— "Pero quiero tambien saber mas cosas de ti, por ahora se que eres profesora y que tienes un titulo universitario en quimica, pero poco mas"
Fue turno de la profesora para sentirse un poco incomoda, no porque creyera que cruzo los limites, pero no se le ocurria nada que quisiera que supiera algo de su pasado. Ser una marginada social en la secundaria, en el instituto fue mas de lo mismo, agregando acoso escolar y ser la chica de los mandados de unos idiotas que actualmente estaban muertos o en la carcel.
"La universidad fue una locura, mucha diversion aqui y por alla, creo que me deje llevar porque sentia que debía vivir, no tengo mucho contacto con mis padres, no tengo hermanos, trabajo como supervisora del club de pingpong y trato de que los jóvenes entiendan los conceptos básicos de química" —Era un dolor de cabeza, pero trato de sonar como si estuviera conforme con su vida, el automóvil se movió entre el trafico, hasta llegar a un sitio donde bajaron y caminaron a un lugar que Kyoko conocía—
Llegaron a la barra, donde Máximo se sentó al lado de Kyoko y observo el entorno, parecía que todo estaba bien. La comida pasaba frente a ellos, tomaban el platillo que les llamaba la atención y lo comían, Máximo comía con mesura, no le llamaba la atención casi nada, ya había comido sushi antes, pero no era algo que le volviera loco.
"¿Y está ya es la peor cita que tuviste?" —La broma juguetona de Máximo logro que Kyoko se riera un poco, mientras tomaba un poco de anguila y la probaba—
"No lo sé, quizás, aunque aún te falta beber hasta vomitar en mis zapatos nuevos" —Su tercera chica con un muchacho también fue la última, Max se río un poco, mientras trataba de escoger algo que pareciera llevar dulce, y lo encontró en un rollo de arroz— "¿Que hay de ti? ¿Soy la peor cita que tuviste?"
"Bueno, aún no llega tu novio para golpearme, así que aún nos es mi peor cita" —Pidio algo de beber, de preferencia sin alcohol ya que iba a conducir y tenía algo que hacer— "¿Cuál es tu color favorito?"
"Me gusta el rojo, aunque no hay muchas oportunidades para usar ropa de ese color, es demasiado llamativo" —La plática continuaba en voz baja para no molestar a otros comensales, no paso mucho más durante la cena, solamente una plática tranquila entre los dos—
El final de la velada llegó cuando Máximo llevo a Kyoko a su departamento, no entro al edificio, solamente se quedó en la entrada del edificio, ella lo observo con detenimiento, penso en hacer algo mas, pero no queria dar ningun paso en falso. Max se acerco hasta ella y le beso la mejilla, la miro a los ojos y tomo una de sus manos.
Por un momento penso en ese dia, al inicio no habia estado tan emocionado, pero resulto mucho mas divertido de lo que habia planificado, Kyoko le miro a los ojos y se quedo cerca de él, aun no se despedia.
"Han pasado muchos años desde mi ultima cita, y creo que resulto mejor de lo que esperaba, gracias por una fantastica noche" —Kyoko le sonrio y se acerco para besarle la mejilla, aunque fue muy cerca de los labios, y Max le devolvio la sonrisa—
"Fue bueno tener una cita tranquila tras mucho tiempo, ojala podamos repetirlo alguna vez, esperare la llamada" —Se separo de él y cerro la puerta, el hombre de ojos plateados se quedo alli hasta verla desaparecer en el pasillo—
Cuando se alejo, Maximo tomo un segundo telefono y lo encendio, las coordenadas de encuentro llegaron de inmediato, tenian mucho trabajo antes de la mision. Eran casi las once de la noche, subio a su auto y fue a su edificio de departamentos, el camino fue corto, menos de veinte minutos y estaba en ese sitio.
Bajo del automovil y miro a los lados, miro su reloj y una camioneta negra se detuvo unos metros adelante, en la mente de Maximo solamente podia pensar en que por un momento tuvo una noche normal, se olvidaba de que vivio en el infierno por muchos años, por un momento parecia que tendria una aburrida vida normal, pero ya estaba por regresar al infierno, solamente vio que las puertas se abrieron y unas manos tiraron de él hacia dentro.
*****
Mas temprano ese día, Saeko siempre mostraba una apariencia tranquila y relajada, pero por dentro estaba muy nerviosa, era la primera vez en mucho tiempo que tenía una cita. Era difícil encontrar a pretendientes que le interesen y que sea recíproco, ser campeona nacional de Kendo era un honor, pero la alejaba de mucha gente.
Por un lado estaban los que se sentían intimidados por ella, otros que sentían que era alguien inalcanzable, y si bien era cierto que tenía expectativas considerables, pues la realidad era que no era alguien tan difícil de complacer. Por eso fue que decidió tomar la iniciativa con Mateo, tenía atributos deseables y no se intimidaba por ella, así que dio el primer paso, faltaba ver cómo actuaba.
Hasta el momento era realmente encantador a su parecer, la trataba como una dama y era entretenido escuchar sus conversaciones, algunas de sus anécdotas parecían demasiado fantasiosas, pero al recordar las fotos y ver cómo actuaba, parecía que eran de verdad, aunque ella también aprovecho la oportunidad para hablar y contarle de ella, mientras el escuchaba con atención cada detalle.
"En una ocasión tenia que ir a una competencia, en Bélgica, estaba todo bien, no había nada malo, pero nadie me dijo que había algo mal con la cerradura, me quede atrás, y en un descuido tuve... digamos que un accidente con el picaporte antiguo, para ahorrar mis intentos de comunicarme con alguien, termine bajando por una ventana de un tercer piso" —La historia de Saeko hizo que se riera el muchacho, al imaginarla teniendo que escalar, pero a la vez le dio una idea de la agilidad que tenia para lograr eso— "Tengo curiosidad ¿Cómo es que viajas tanto?"
"El trabajo de papá requiere que viaje por todo el mundo, no siempre puedo estar cerca, pero como no quiero estar en un solo lugar o demasiado lejos de él, pues lo sigo, eso me da la oportunidad de ver el mundo" —Se ahorro la parte donde su padre trabajaba como mercenario y lo llevaba a zonas cercanas a campos de combate o zonas en guerra— "Una vez por accidente me confundió con un niño pakistaní, ya te imaginas su expresión"
Se habían reunido en un café para platicar un rato, la idea de Mateo era reunirse con ella en ese lugar y conocerse un poco, en diez minutos le preguntaría si quería hacer algo en especial. Investigo como pudo y hasta ahora tenia tres planes, un espectáculo de drones en el parque, visitar lugares turísticos, ver una película en el cine o preguntarle que deseaba hacer.
Saeko tiene una idea semejante, aunque también considero llevarlo al Dojo de su padre para que viera sus habilidades, aunque eso también podria ser contraproducente, aunque no este su padre, aun había posibilidades de que alguno de los demás estudiantes cometiera un acto de impertinencia contra Mateo, eran buenos, pero tenían las ideas de su padre demasiado metidas en la cabeza y eso era problemático.
"Bueno, tenemos muchas opciones por delante, aun quedan algunas horas de luz ¿Hay algo que te gustaría hacer?" —Mateo fue el primero en preguntar, eso le agrado a Saeko, pensó en decir sus ideas, pero decidió ver que podria planear Mateo, así que lo dejo decir sus opciones—
Al final decidieron ir al parque para ver el espectáculo que planeaban hacer, además de ver un festival de cometas y globos. Mientras caminaban interactuaban con normalidad, la joven camino a su lado, dándose cuenta con que facilidad el se familiarizaba con ella, era diferente a la mayoría de muchachos que conoció aquí, debía ser por no le resultaba familiar la manera en que se comportaba.
Mientras caminaba la conversacion no paraba, ella disfruto eso, escuchar y responder, las inibiciones de Mateo eran escasas, parecia detenerse cuando ella mostraba la mas minima incomodidad, parecia ser de los que leen rapido el ambiente, aunque no noto que el muchacho tambien hacia su propio analisis.
Él se alejaba de las citas por una razon, no esperaba una relacion a largo plazo, cuidaba tanto de Maximo que sabia que era poco realista la idea de una relacion largo o inclusive mediano plazo. Pero ahora tenia una mejor oportunidad de vivir con estabilidad, pronto se iria a la univerersidad, y podria tener la oportunidad dequedarse en un solo lugar, quizas tendria la oportunidad de tener al fin una relacion estable, y esta era una buena manera de comenzar a practicar correctamente.
Al inicio pensaba que seria muy dificil, pero esto era como las veces en que sales con una amiga, la tratas de manera apropiada, no dejas que el momento sea incomodo y lo mas importante, auqneu creas que cometiste un error, no dejes que te consuman los nervios. Al fin el entrenamiento para situaciones de rehenes que le dio Maximo le sirvio de algo, ademas de sobrevivir, claramente.
Mientras andaban caminando noto que Saeko parecia una persona bastante femenina, pese a la brutalidad de sus combates, vio la mirada que tenia, de haber sido las cosas diferentes o ser otra epoca, no le sorprenderia verla en campos de batalla. Ella tenia una mirada como Maximo al inicio, esos ojos de loco cuando mataba para defenderlo, diferente a los ojos frios del final, donde matar se volvia demasiado mecanico y monotono.
"¿Cual seria tu idea del futuro ideal?" —Sabia que en ese lado del charco la mayoria de personas tenian grandes ideas acerca del futuro, el mismo tenia sus propios planes acerca de que hacer en el futuro—
"Planeo seguir adelante con mis competencias, conseguire una beca deportiva en una universidad. aunque.... no me convence la idea de ama de casa, no lo desprecio, pero siempre me e visto en una situacion activa" —Sabia que podria tener una vida como la de su padre, compitiendo y ganandose la vida de esa manera, pero siempre era bueno tener un plan B— "Cual es tu idea sobre tu vida futura"
"Fotografo, iniciar mi propio negocio, ya sabes, fotografías y diferentes temáticas, como las grandes revistas pero en internet y quiero ser mas independiente, en lugar de tener que rendir cuentas a un jefe que es mas incompetente que yo" —Eso hizo reír a Saeko, quien no era ajena a esa clase de cosas, uno de sus tíos era oficinista, y cuando bebía demasiado se la pasaba quejándose acerca de algún jefe abusivo—
Al fin llegaron, el lugar estaba rebosando de personas, gradas con muchas familias y personas que habían apartado su lugar desde hacia un buen rato, mantas en el suelo para sentarse y ver mejor el espectáculo. Saeko ni él esperaban ver a tanta gente congregada en ese lugar, encontrar un lugar desde donde ver seria complicado.
"Hay mucha mas gente de la que esperaba, pensaba que hoy trabajaria la mayoría" —Ya habia salido los fines de semana y casi no habia personas, pero esta vez parecia que las cosas eran diferentes, por lo que fueron a la sombra de un arbol y contenplaron el espectaculo—
"Es un lindo espectaculo, gracias por traerme" —Al parecer no le molesto quedarse de pie, fue bueno, Mateo se quedo a su lado, mientras trataba de leer el ambiente, para saber si era buen momento para realizar alguna otra accion—
Mateo dejo pasar media hora, mientras contemplaba el espectáculo aerea, entonces fue cuando busco en su bolsillo, de donde saco una pequeña caja, la abrió y mostro una pequeña pulsera con cuentas de cristal purpura, pero entre las cuentas estaba un par de esferas de jade.
"Te queria dar esto, pense que te podria gustar" —Le mostro la pulsera, la cual Saeko miro con atencion, tomando en su mano derecha el articulo, noto las cuentas de vidrio, y le llamo la atencion los detalles en las cuentas de jade— "Lo compre en un viaje que tuve en china, me gusta comprar chucherias y recuerdos, alguna vez podria mostrarte la coleccion que e acumulado, no es que sea acumulador, son solo, recuerdos"
Hacia el final de la frase se sintio un poco precionado cuando Saeko no contestaba, y olvido cerrar la boca, pero eso no molesto a la joven de caello morado, que hizo una señal a la pulsera, como si esperara que Mateo le dijera que se la pusiera, algo que acepto de inmediato, asi que ella tomo un nudo que estaba en la pulsera y la aflojo, colocandola en su muñeca izquierda.
"Es un lindo detalle, aunque ahora me siento mal por no darte nada" —Ella termino de ajustar el obsequio en su muñeca, mientras Mateo se sentía aliviado de que su obsequio hubiera sido bien recibido—
"No te preocupes, fue algo que quería traer, y que quizás te podria gustar, me alegra que funcionara" —Deslizo su espalda contra el trnco del arbol, desendiendo hasta que se sentó en el césped, Saeko lo habria hecho, pero traia falda, pero Mateo se quito la chamarra roja que llevaba y se la paso—
Ella se quedo a unos centímetros del cuerpo de Mateo, mientras lo escuchaba tararear una canción, todo estaba en paz y con el final del espectáculo el parque se desalojo muy rápido, las personas se fueron por su lado. Cuando se quedaron atrás, Saeko volteo a ver al muchacho, quien había tomado su teléfono y tomo una foto al sol que se estaba poniendo.
"¿Por que te gusta tanto tomar fotos?" —Normalmente no hacia preguntas que parecieran entrar a la vida personal de la gente, pero Mateo parecia demasiado contento con conversar de cualquier tema, Mateo lo penso un momento y asintio—
"Cuando comence a viajar con mi padre me llevo a lugares increibles, y temia que alguna vez se acabaran los buenos momentos, asi que tomaba fotos, ya que si algo sucedia podria recordar los buenos momentos, pero ahora lo veo como inmortalizar belleza, un momento que puedo compartir con mas gente" —Le mostro su camara, donde aun tenia fotografias que no habia tenido tiempo de pasar a su computadora— "Alli tengo algunas fotos alli, si quieres verlas"
La joven tomo el artefacto y paso las fotografias, habia fotos de lugares de la ciudad que ella conocia, y encontro las fotos del ultimo festival al que asitio para una demostracion de artes marciales. Estaba pasando las imagenes, cuando se encontro con una imagen de ella, era una foto en la que se veia como pasaba la espada a traves del bambu, de tal manera que se veia como se separaban los troncos.
"Esta foto me gusta mucho, no me di cuenta de que la tomaste" —Trato de hacer memoria de ese dia, pero no recordaba mucho del tema, mas alla de que su padre hablo con uno de sus estudiantes, acerca de que habian causado problema un grupo de extranjeros— "Me gustaria que me enviaras esta foto"
"Por supuesto, solamente llegue a mi habitacion podre hacerlo" —MIro a la distancia y se dio cuenta que el sol se estaba ocultando, seria mejor regresar a la Academia, ya que el toque de queda comenzaria pronto— "Gracias por la cita, pero creo que es mejor regresar a la Academia"
"Bueno, tenia miedo de que pensaras que era una chica facil, solo actue por impulso" —Se levantaron los dos y Mateo recupero su chaqueta, la acomodo y camino con ella a la carretera, ya que los esperaba un servicio de taxi—
"No me atreveria a pensar eso" —Llegaron al lugar de encuentro y tomaron el taxi que pidio por acplicacion, la noche termino con tranquilidad, cenaron en la cafeteria de la academia y no ocurrio alguna otra novedad—
Al final, Mateo la invito a otra cita el siguiente fin de semana, Mateo llego a su habitacion y le mando un mensaje a Kohta, para decirle que habia sido un gran dia, aunque su amigo no le contesto, quizas porque ya era tarde en la noche, o tal vez estaba jugando. Él se conectaria a los servidores, pero estaba agotado y queria dormir.
*****
János estaba en su departamento, era de esos extraños días donde Shizuka estaba en su casa porque tenía cosas que hacer y Rika estaba de guardia, dejándole un día libre para hacer lo que quería. Así que decidió que sería su día de trampa, preparo un bufete de comida chatarra, llevo varios de sus DVD, casetes de VHS y conecto su computadora al televisor, planeaba divertirse como cuando tenía la mitad de su edad actual.
Normalmente no lo hacía, ya que era consciente de su salud y a que no quería verse mal para Shizuka, pero su ella estaría todo el fin de semana ocupada, entonces él podría portarse mal ese día y volver a su vida sana el lunes. Así que se sentó en la sala y colocó la primera película del VHS, fue la primera película que compró de ese tipo cuando vivió en Venezuela, fue de los pocos tesoros que conservaba de esa época.
La mañana transcurrió con normalidad, nadie llamo ni le mando malas noticias, solamente fue un día donde podría relajarse y olvidarse de las cosas horribles que solían suceder y de alguna manera lo involucraban. Comió suficiente y ya se sentía indigestado, cerro los ojos y se acomodo en el suelo, cambiando de formato a formato, dependiendo de que tenía ganas de ver en ese momento, a veces acción, aventura o drama, había de todo en su colección.
El día transcurrió sin mayores insistentes y se alegro de que su hermano no lo llame para sacarlo de la cárcel, así que siguió jugando con su vieja Nintendo hasta caer dormido, ese si que había sido un buen día.
Por desgracia, el día domingo siguiente lo despertó el sonido de su teléfono, la migraña lo estaba destrozando, seguramente por desvelarse, comer mucha sal y olvidar beber agua. Tomo el teléfono de la mesa de centro del departamento y oprimió el botón para contestar la llamada.
"Buenos días ¿Me dirijo con el señor János Hunyadi?" —El profesor confirmó su identidad, esperaba alguna clase de molestias del banco, pero la respuesta fue algo que le hizo sentir un vacío en el estómago— "Soy Kabuto Izuku, soy el abogado del señor Hirano Aoto, se me comisionó la triste noticia de notificarlo del reciente fallecimiento del señor Hirano"
János olvidó por completo la migraña y se sentó correctamente en el sofá, escuchando la noticia. Al fin la enfermera venció a Aoto, la madrugada del día anterior falleció a causa de una complicación de las vías respiratorias, esto fue muy repentino. János sabía que estaba ya muy enfermo, pero realmente no esperaba que le avisarán directamente de su muerte.
"Se le informa por deseo del señor Hirano, pero también para notificarle que deberá presentarse al evento velatorio, será el día martes próximo, y la lectura del testamento será al día siguiente, deberá estar presenta en ambos, además de que le fue mandada una carta electrónica a su correo electrónico, en caso de que no sea su dirección le pediría que me proporcioné otra dirección electrónica, de no generar, podría explotarse una via de entrega alterna" —Janos reviso su teléfono, en efecto, allí estaba la carta, descargo el archivo y confirmo que estaba bien—
"Si, llegó el archivo completo, le agradezco la información" —El hombre continuo hablando un poco más, sobre el cronograma que mandaría después, espero un poco más antes de despedirse— "Que tenga buen día"
Corto la llamada y suspiro, de levantó y fue al gabinete donde guardaba el licor, saco una botella de whisky Escocés y sirvió una medida, levantó el vaso para brindar por el viejo Aoto y bebió el contenido. No practicaba ninguna religión, Aoto era básicamente ateo, pero como fuera, le deseaba un buen viaje a la otra vida.
Espero un par de minutos para revisar el archivo que le mandaron, fue a la computadora y tras cerrar los juegos que tenía abiertos fue a su correo y abrió el documento que le mando el abogado. Era una simple carta, parecía algo elaborado en el último momento, la fecha era de un mes atrás, posiblemente Aoto ya sabía que se acercaba la hora.
"Mi querido amigo, si estás leyendo esto es porque ya parti de esta vida, no te preocupes ni te lamentes, tuve una vida plena y me voy sin lamentar nada, aunque hubiera querido morir en un acto heróico, pero que se le va a hacer" —El muchacho de lentes casi se ríe ante las palabras del viejo, siempre fue así, contando todo como una gran historia— "Quiero pedir perdón por las molestias que te causa este viejo loco, pero no podría irme en paz sin saber que Kohta estará bien, se que ya te hice prometerlo, pero esto es solamente un consuelo para mí"
"Sabes cómo es Kohta, siempre a necesitado más ayuda que otros, ya es un hombre pero necesita dirección, un ejemplo, y quiero que lo ayudes, en especial en estos tiempos difíciles, ya se que lo prometiste, pero solamente me iría tranquilo si escribo está carta" —El castaño de froto los ojos, aún no despertaba por completo y el dolor de cabeza estaba regresando— "Me despido, mi querido amigo, te daré un consejo, nunca sobrepongas tus negocios a tu familia, no tienes idea del dolor que pasarás y que pasarán ellos, esa bella chica, te recomiendo ponerle el anillo, no vas a querer que te ganen, lo haría yo, pero ya me esperan allá arriba y no quiero recibir un golpe con un rodillo. Se feliz, ayuda a tu prójimo, sigue siendo el que eres o incluso se mejor, por siempre tu amigo, Hirano Aoto"
János dejaría su computadora en ese estado un momento y apagaría el monitor, bueno, las cosas fueron como esperaba, pesé a la juventud impetuosa, Aoto siempre fue sentimental, János solamente fue al sofá otra vez y se sentó, sabía que Kohta estaría destrozado. Tendría que ir a verlo, pero esperaría a estar más consciente, así que se sentó y encendió la televisión, tendría que pensar en que decirle al muchacho, hasta donde sabía era muy cercano a Aoto, así que esto sería un drama, aunque, no lo culparía, el paso lo mismo cuando su abuelo murió, así que trataría de que Kohta pudiera pasar esta situación lo mejor posible.
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