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Capitulo 32: Investigación Y Reconciliación (L)

Saeko siempre fue una persona que sabía lo que quería en un hombre, decidido, fuerte, tanto en manera física como en carácter. No le gustaba la gente que se desmoronaba ante un poco de presión, por eso siempre rechazo a varios intentos de pretendientes que tuvo en el pasado, muchos no dejaban de temblar como gelatinas cuando se acercan a ella y otros parecían demasiado entusiasmados por otros motivos.

Se dijo que cuando encontrará al hombre adecuado no dudaría en tomarlo y evitar que alguien se le adelantara en tomarlo, y vaya manera de encontrar a ese hombre. Una clase normal, un día normal, para que en menos de un minuto todo todo se fuera al demonio, la puerta básicamente fue derivada por un cuerpo y entró ese nuevo estudiante de intercambio del que se hablaba porque no dejaba de tomar fotos de todo en la escuela.

Ella lo ignoraba ya que no parecía interesante, pero se llevó una escena extrañ, herido y con gente tras de él, pero no parecía asustado, ni siquiera titubeó, solamente busco el primer arma que encontró y la uso contra el atacante más cercano. Era evidente que no era una persona familiarizada con la esgrima, pero si alguien con experiencia, porque vio ese movimiento para hacer que el oponente no se levante y la saña con la que tomo al siguiente muchacho, la sangre brotando de la nariz y dientes rotos.

Tuvo que cubrirse la cara para que nadie viera su sonrojo, era fantástico, ver ese despliegue de violencia tan natural, después lo vio cuando salió del edificio, caminando orgulloso y sin vergüenza de una victoria total contra un grupo más grande que lo atacó. Sin dudas quería saber más de él y por eso es que no dudo ni un segundo en ir a buscarlo después de que terminara sus deberes como prefecta provisional durante el evento de emergencia.

Ahora estaba en la cafetería, aún era demasiado temprano para que hubiera gente, más que el personal que acababa de llegar, los que preparaban el desayuno para miembros de clubs de atletismo, siempre tenían un menú especial para los deportistas de la academia, ya que no querían ver que bajara su rendimiento por una mala elección de dieta. La ventaja de esto era que así podía comer tranquila, pocos desayunan a las seis de la mañana, después de un entrenamiento extenuante y una ducha fría.

Por eso es que pudo encontrar a Yuki Miku con tanta facilidad, la famosa zorra de la academia Fujimi, no la llamaba de esa manera personalmente, pero era evidente que la reputación se labró con esfuerzo, ya que era algo universalmente conocido, era una chica problemática que se metería en los pantalones de un hombre que le resulte interesante. Ya habló con ella un par de veces, era una chica agradable, centrada cuando era un tema relevante para ella, como sus metas para llegar más lejos en su carrera de atletismo.

Regresando a la tierra es que Saeko actualmente se sentaba frente a Yuki, quién parecía un poco sorprendida de la repentina presencia en su mente de la capitana del club de Kendo, ya habían hablado una vez, pero nunca profundizó demasiado en ese tema. Desde la perspectiva de Yuki, no había nada que pudiera ofrecerle a Saeko, así que la dejo ir directo al grano, mientras ella comía una gelatina de agua con sabor a fresa, quizás solamente quería un consejo sobre pintura de uñas o algo así, pese a su fiera disciplina en Kendo era evidente que Saeko aún gustaba de conservar su posición femenina.

"Quiero tu conocimiento de hombres, sobre como puedo acercarme y hacer que permanezca a mi lado un muchacho que llamo mi atención" -Eso era nuevo, Yuki casi se atraganta con la gelatina que estaba comiendo, pero tomo un respiro profundo y pasó el bocado de gelatina- "Quizás lo conoces, se llama Mateo, moreno, atlético, cabello pintado de azul"

"Si, su lo e visto, aunque realmente no interactúe con él, más allá de saludarlo una vez y verlo cuando estaba cerca... De alguien" -Se trataba del mejor amigo de Kohta, y usaba el título de mejor amigo, ya que era el único amigo de la edad de Kohta, aunque también era quien barrio a la pandilla de Kou- "¿De verdad? No tiene nada de malo, pero no esperaba que fuera de tu gusto"

"Si, es fuerte y hasta donde e sabido en los pasillos, es inteligente y amable, tiene virtudes que me agradan en un hombre, quiero adelantarme a las demás, tengo una cita con él hoy en la tarde, así que quiero tu consejo acerca de citas y como tratar con hombres" -Yuki al final no supo que decir y guardo silencio por algunos segundos-

Mientras tanto Saeko dio algunos bocados a su desayuno, deja si que Yuki termine de comer y también permitiendo que pudiera pensar en una manera de darle una respuesta satisfactoria. Comieron en relativo silencio hasta que Yuki termino de comer y dejo de lado la bandeja usada, más tarde podría dejarla en su lugar.

"Lo primero es que debes saber la clase de hombre que es, ya sabes, me encontré con muchos hombres antes, pero no todos son iguales, unos son más tímidos, otros más decididos, algunos iban directamente a su negocio, pero otros eran más recatados, ya sabes, debes conocer al oponente antes de enfrentarlo" -Saeko estaba sorprendida de que Yuki supiera una frase como esa, aunque no era por los motivos que pensaba la espadachín, en realidad conocía esa frase porque la dijo un cantante que le gustaba- "¿Que sabes de el?"

"No mucho, lo cité hoy en la tarde, así que apenas voy a averiguar algunas cosas sobre él, solamente se que le gusta la fotografía y ya" -Yuki sintió una gota de sudor pasar por su nuca, era oficial, está chica sé lanzo al río sin saber nadar, pero la tecnología tenía la solución-

Reviso los alrededores para asegurarse de que no la veían y saco su teléfono, entro a internet y busco el nombre de Mateo en internet, el resultado fueron varios miles de resultados y ninguno era él. Quizás era un nombre demasiado común de dónde venía y por eso aparecieron tantos resultados, eso no la podría detener, la ventaja de wue János hablara con ella era que sabía cosas que los demás no, y una de ellas era que conocía el parentesco del profesor con Mateo.

Así que entro al perfil de redes sociales de János y busco en la lista de amigos, tenía de amigos a muchos ancianos, algunas personas jóvenes y otros que no conocía, pero eso no era lo que buscaba. Escribió el nombre de Mateo en el buscador de la lista de amigos, se llevó una desagradable realidad, había también otros seis Mateo Sánchez, la mayoría fueron desechados, hasta que quedó en un perfil que tenía la imagen de un azulejo en un fondo de montañas.

"Si este no es Mateo entonces no me llamo Yuki" -Saeko de río un poco por la actitud de la joven de cabello corto, entro al perfil y lo confirmo con una foto de Mateo junto a su padre, había algunos mensajes- "¡Cómo que un millón de seguidores!"

Su grito llamo la atención de la gente, algo que no quería, así que se encogió en su lugar y entró al perfil, había un enlace a una página de internet distinta, miro de reojo a Saeko y ella asintió con la cabeza. Entraron y fueron mandadas a un sitio web de fotografías, había mucho contenido clasificado en carpetas de temas distintos, fechas, localizaciones geográficas y salas de conversación. La página inclusive contaba con un test para saber tus gustos y el contenido que podría ser de tu interés.

Todo tenía un gran esmero en la organización que mostraba, contaba con casi dos millones de seguidores y varios de ellos suscritos para recibir boletines y fotografías especiales de lugares. Con eso solamente confirmaban la idea de que Mateo viajaba demasiado, Yuki entro a la página donde venía el nombre "Yo de Viaje", encontrando un mundo de fotografías del muchacho en diferentes lugares, pintándose el cuerpo con tribus en África, bailando con algunas personas en Europa del norte y algunas lo mostraban realizando actividades como depeotes extremos.

"Bueno, tu interés amoroso es una persona que sube contenido a internet, que tiene millones de seguidores y que al parecer le gusta mucho viajar ¿Que tal?" -Yuki no parecía optimista ante las espectativas de Saeko, aunque igual no sabía que esperaba, era un estudiante extranjero, era de esperarse que viaje y no tenga un apego especial por los lugares-

"No se que esperaba, pero no es exactamente lo que creía que sería... No me molesta, aunque creo que es un tanto... Extravagante" -Saeko siempre fue una chica tradicional, viajo pocas veces al extranjero, la mayoría fueron por torneos, donde no tomo su tiempo para actuar como turista, su padre siempre le decía que debían realizar sus tareas y después retirarse- "Aunque esto puede ser útil, quizás exista algo que le interese y podamos realizar, como eso, escalar en un muro, hay varios de esos lugares en el centro, esa podría ser una buena idea"

"Eso imagino, aunque ¿Que tanta experiencia tienes en eso? La primera cita es también la primera impresión, así que puede resultar en tu, viéndote como alguien fuera o siendo una damisela que necesita que la socorran" -Era un punto de vista simplificado, pero Yuki por experiencia sabía que muchos hombres y mujeres basaban sus relaciones en los primeros encuentros- "¿Cómo quieres que te vea?"

"Cómo una mujer ¿Puedo ser franca? Ya me cansé de que todos me vean como una espada solamente, quiero alguien que me valore, pero que reconozca que no soy solamente una persona fuerte, sino también alguien que puede tener intereses más allá de mi espada" -Yuki tuvo que guardar silencio, ya que Saeko le hablo en voz muy baja, para que ninguno de los otros dos estudiantes en la cafetería la escuchará- "Tal vez otra cosa"

"Se de una persona que podría ayudar, pero no estoy en buenos términos con él... Pero creo que si te podría responder algunas dudas sobre Mateo" -No podía ser János, ya que hasta donde sabe no interactuó nunca con su sobrino, pero sabía de un gordito agradable que era el amigo de Mateo- "El problema es que tendr que despertarlo, y no se si quiera verme"

Esa era noticia de un exnovio o alguien con quién estaba pasando un momento difícil, Saeko intento persoadir a Yuki para que no lo hiciera, pero la muchacha insistió, tarde o temprano tendría que enfrentar a Kohta y decirle la verdad de lo que pasó, y aunque la odie, no podría estar tranquila hasta dejar todo en claro y no preocuparse porque nunca le fue sincera.

Las dos salieron del edificio, la academia estaba muy silenciosa a esa hora del día, el sol apenas se asomaba en la distancia y las luces nocturnas de la academia se estaban apagando para dar paso a un nuevo día. Yuki se separó de Akeno, le dijo que la vería en dos horas en la entrada de la biblioteca, eso le daría tiempo de hablar con su amigo y calmar los ánimos antes de que llegaran.

*****

Kohta se había dormido tardw el día anterior por jugar con Mateo y el profe János un simulador de batalla en línea, era muy realista y aunque los gráficos apretaban fue agradable jugar el rol de agentes de fuerzas especiales con ellos. Mateo se sumergió en el juego muy bien, actuando como un buen operador de radio, mientras el profesor actuaba como jefe de escuadrón y Kohta er ael tirador designado.

Ese tiempo desvelado fue lo que hizo que los golpes en la puerta fueran como un taladro en su cerebro, por un momento pensó en no abrir, ya que seguramente eran Tsunoda y su grupo buscando a quien molestar, pero entonces recordó que él estaba fuera de la academia hasta fin de mes, por lo que tenía que ser alguien más, por un momento pensó en el profesor o Mateo, pero seguramente ellos también estaban rendidos tras dormir solamente tres horas, así que se fue a abrir.

Salió en su pijama, un pantalón corto negro y una camisa de manga larga color rojo, eso ocultaba parte de los resultados de su entrenamiento, su estómago había bajado su volumen y sus brazos junto a sus piernas ahora tenían una consistencia más firme, aún no se marcaban músculos, pero sentía quería más fuerte.

Se colocó los lentes y abrió la puerta, esperaba ver a todos, menos a Yuki, la joven llevaba su típico shorts verde y la chaqueta de entrenamiento que uso durante las vacaciones en el mar, parecía nerviosa y él mismo sintió un dolor en el pecho ante la visión de la chica que le rompió el corazón y que no contesto ninguno de sus mensajes durante días.

"¿Puedo pasar?" -El muchacho no le contesto, solamente se movió y la dejo entrar a su habitación, nadie estaba vigilando, los prefectos estaba fuera de servicio de momento y solamente había reglas que debían seguir- "Lindo cuarto, es diferente a lo que esperaba"

A decir verdad, aunque conocía un poco mejor a Kohta aún esperaba la habitación del típico virgen japonés, lleno de figuras de plástico coloridas con chicas de anime semi desnudas, pañuelos desechables tirados en el suelo y un desastre en general, pero no, todo parecía demasiado ordenado, bueno, lo más ordenado que podría estar ese sitio.

En las paredes había varios posters de películas americanas, historia bélica en general, un póster de los Indestructibles firmado por todo el elenco. Si había algunas figuras de chicas de anime, aunque solo eran dos en una repisa, lo que noto fueron muchos libros de programación y una computadora muy bien equipada, además de algunos artículos de ejercicio, como pesas para una sola mano y bandas elásticas, se notaba que el ejercicio no lo tomaba solamente como un juego.

"Se que no quieres verme, que me consideras una basura humana y te entiendo, pero solamente quería..." -No pudo terminar su frase, ya que Kohta ya la estaba abrazando por la cintura y la estaba besando, ella era más alta que él por algunos centímetros, pero se inclinó y acepto el beso-

Eso fue diferente a lo que esperaba, creía que encontraría a un Kohta molestó con ella, tal vez el inseguro muchacho que solamente le diría que si a todo lo que quería, pero en su lugar se encontró con esto. No rechazo el acercamiento y ella misma jugo con el cabello del chico de anteojos.

"No puedo odiarte, me sentí muy triste, y realmente quería acercarme, pero pensé que quizás tenías algo que resolver antes y no quería arruinar nada, aunque planeaba buscarte el lunes" -El muchacho parecía apenado, pero aún así su abrazo no flanqueo, en realidad parecía decidido-

La realidad era que le hizo muchas preguntas a Mateo, quién tenía más experiencia en esta clase de cosas, fue el que le dio la idea de darle su espacio a Yuki y sino ir con ella para solucionar cualquier problema o al menos ser consciente de que había sucedido. Aunque estaba claro que no una a decirle eso a Yuki, al menos no ahora que al parecer estaba feliz y lo abrazaba con fuerza.

Yuki estaba muy feliz de saber que Kohta al parecer estaba bien y no la odiaba, lo miro a los ojos y le dio otro beso, fue un momento que la hizo sentir tranquila, como si lentamente los problemas que parecían interminables estuvieran siendo disipados.

"Ese día que debíamos vernos tuve un problema, no te quiero meter en problemas, y necesitas creerme sobre que es algo muy malo de mi pasado, pero que ya terminó... No se que haré ahora, pero el tiempo que esté aquí quiero que estemos bien tu y yo" -El muchacho le sonrió y asintió, eso debió preocuparle, pero Kohta sabía que tendría más tiempo para saber que pasaba-

"Esta bien, no te preocupes por eso, haré de cuenta que no te dio dio tiempo de llegar... Aunque algunas vez me gustaría saber que sucedió, cuando creas que es adecuado" -Fue quizás la mayor muestra de madurez que pudo dar, y estaba feliz con eso-

Pasaron media hora juntos, apenas hablando de las cosas que hicieron, la rutina de Yuki se baso en ejercicio, hacer tarea y hablar con algunas conocidas de la academia. Kohta fue más o menos lo mismo, acompañado de hablar mucho con Mateo y el profesor en el Club, Yuki había olvidado por completo ese club que János había abierto antes de las vacaciones, las cosas debieron ir muy mal en su cabeza para olvidar el martirio que fue reparar ese lugar.

Cuando terminó ese tiempo Yuki busco las palabras para hablar con Kohta sobre ayudar a Saeko, quizás no era lo mejor empezar a hablar una vez más y pedirle un favor, pero esto era más un favor para Saeko y a la vez para ayudar a Mateo a tener una cita más exitosa. Le hablo del tema y tras pensarlo un momento el muchacho de lentes acepto reunirse con Saeko y hablarle acerca de Mateo y sus intereses en general, no lo conocía demasiado, apenas llevaban un par de días hablando de manera recurrente, pero el muchacho tenía una manera de actuar que hacía que lo consideres un amigo muy rápido.

"Ya veo, parece que te has estado divirtiendo, me alegra eso" -Yuki apoyó su cabeza sobre el pecho de Kohta, actualmente estaban en la cama del dormitorio, aún faltaba una hora para ver a Saeko, podría ir a buscarla, pero no sabía cuál era la habitación de la chica-

"Se podría decir, tengo suerte de que el profesor me ayude y que Mateo me encontrará ese día, se a vuelto alguien muy amigable conmigo" -En realidad no sabía cómo era que estaba en esta situación sin estar sangrando por la nariz, quizás tuvo suerte y algo de la confianza de Mateo se le contagio- "Aunque también me siento mejor de saber que estás de vuelta ¿Que te parece si salimos un día a correr a la pista?"

"Si, podría ser divertido, aunque, por ahora creo que me gustaría hacer algo distinto" -La mano de Yuki bajo por el estómago de Kohta, quién tembló un poco antes el contacto repentino y la manera en que se poso sobre su entrepierna- "Ya paso un tiempo desde tu cumpleaños, y seguramente me has extrañado"

Kohta se sintió como gelatina en manos de Yuki, quién beso sus labios lentamente, mientras la jovén se levantaba de la cama y se quitaba la chaqueta, dejándola caer al suelo y dejando ver su sostén deportivo. Miro al muchacho y sonrió al ver la carpa que se estaba levantando en el pantalón corto, gateo sobre la cama y tomo los bordes de la prenda, bajando lentamente la tela junto a la ropa interior. Libero el pene de Kohta, el cual salio disparado como si fuera un resorte.

Se acercó y beso la punta primero, logrando estremecer al muchacho, repitió la acción varias veces, repartiendo besos por la punta del pene y por el tronco, hasta la base y después le dio un par de besos a cada una de sus bolas.

Había pasado un largo tiempo desde que Kohta había tenido contacto con ella de esta manera, y ahora recordaba lo increíble que era. Yuki paso su lengua lentamente por los costados, dejando que una cantidad abundante de saliva bañara el miembro, mientras sorbia de manera ruidosa y dejaba que Kohta disfrute del espectáculo.

El muchacho cerro los ojos un momento y llevo su mano al cabello de Yuki, acariciando su cabello mientras disfrutaba de la sensación de esa lengua que viajaba por su miembro, hasta que al final lo engulló por completo. Su cabeza subía y bajaba, mostrando su habilidad para controlar su reflejo de náuseas, dejando que la cabeza del pene tocará la entrada de su garganta.

La resistencia de Kohta no había mejorado mucho, por lo que Yuki pronto sintió el sabor del semen llenar su boca, era una cantidad considerable, sello sus labios y succionó hasta que dejó de sentir los chorros de semen. El muchacho de anteojos respiraba rápido, se había quedado sin aliento, mientras Yuki se reía un poco por lo tierno que lo veía.

"Aún tenemos algo de tiempo, y parece que aún tienes suficiente carga" —Kohta paso saliva cuando la vio sonreír así, pero mentiría si dijera que no se emocionó por la idea de poder volver a ser uno con ella—

"Claro que tengo energía" —Yuki se sorprendió cuando Kohta la tomo de la cintura y la dejo debajo de él, besando sus labios y sus manos acariciaban su cuerpo por todas partes—

Yuki sonrió y se separó un momento para quitarse la ropa, mientras él hacía lo mismo, miro a Yuki, quién llevaba unas bragas negras, las cuales le lanzo a la cara, logrando que el muchacho se sonrojara y las dejara de lado. Para Kohta aún parecía demasiado irreal que Yuki se fijaría en él, pero esas ideas eran cada vez menos fuertes en su mente y eran reemplazados por la idea de que tenía que seguir mejorando para no quedarse atrás de ella.

El muchacho estaba sobré Yuki, quién disfrutaba de la manera en que Kohta parecía adorarla, besando su cuello y bajando, primero enfocándose en sus pechos, chupando sus pezones hasta que estaban duros y después bajba por su estómago, hasta que llegó a su pubis. Ella solía afeitarse, pero no lo había hecho en varios días y ahora había inicios de un pequeño arbusto castaño sobre la línea de su vagina.

Kohta comenzó a lamer y Yuki tembló un poco, sus dedos acariciaban sus pliegues, separaban sus labios y tocaba con cuidado su entrada. Los labios del muchacho fueron a su clítoris, sacando la lengua y tocando el sensible botón en la feminidad de la joven.

"¡Ahh! Kohta, donde aprendiste a hacer eso" —El muchacho sonrió, mientras separaba más las piernas de Yuki y se acercaba más, lamiendo y está vez introdujo dos dedos, tocando un punto sensible en su interior—

"Investigué mucho, quería sorprenderte si esto volvía a suceder" —Le preocupaba que ella no lo disfrutará, pero al escuchar sus gemidos se dio cuenta de que investigo bien por lo que continuo lamiendo—

Los fluidos de Yuki eran abundantes y Kohta descubrió que era muy dulce, por los que siguió lamiendo con gusto, hasta que sintió que sus dedos eran apretados por los músculos vaginales y después había un aumento de lubricante, Yuki se cubrió la boca para no gritar y después se quedó recostada. Fue una visión interesante, de la hermosa joven recostada en la cama, con una pequeña capa de sudor sobre su rostro y con sus piernas aún temblorosas.

Yuki tardo unos minutos en recuperse por completo, sus ojos voltearon a ver a Kohta, quién estaba duro otra vez, así que se levantó y fue hasta su chaqueta, busco en los bolsillos y saco un preservativo, ella sabía lo que quería cuando llegó y estaba emocionada de haberse reconciliado con él y poder divertirse. Se acercó a Kohta, tomando su pene para colocarle el condón de látex transparente.

Se apoyo en la cama con las manos y dejo sus piernas rectas, inclinándose solamente un poco para estar a la altura de Kohta, ya que tenía al menos once centímetros de diferencia en altura con él. Creyó que volvería a ayudarlo para guiar el pene a su entradas, pero sintió como la punta comenzaba a abrirse camino en su interior, jadeo en voz baja y espero hasta que sintió como la pelvis de Kohta golpeaba su trasero.

El muchacho la tomo de la cintura, jadeando suavemente mientras entraba y salía con un ritmo lento, disfrutando la sensación de calor que le daba el interior de Yuki. Mientras tanto, la joven de cabello rojo movía sus caderas también, girando un poco su cintura para ayudar a Kohta para complacerla, el choque de piel contra piel era constante y ambos estaban disfrutando mucho de esa reconciliación.

Una de las manos de Kohta se separaron de la cintura de Yuki y se deslizaron sobre el abdomen de la chica, ella volteo un poco la cabeza para verle la cara y vio una sonrisa en su rostro. Un segundo después se dio cuenta de lo que estaba haciendo, ya que con dos de sus dedos atrapó su clítoris y lo froto entre su dedo pulgar y medio. Eso fue suficiente para que sintiera que la llevaba al borde del orgasmo, las embestidas del muchacho de anteojos aumentaron en velocidad y fuerza, finalmente sintió como se contraía y el condón se llevaba.

Los dos se quedarían quietos un momento, estaban sin aliento, Yuki se recuperó más rápido que Kohta, pero el muchacho aún así se sento en la cama, se sentía mucho mejor rápido, estaba feliz de correr casi todos los días, la primera vez que lo hizo con Yuki. La joven de cabello corto se sentó sobre sus piernas y se acercó para besar sus labios, logrando que Kohta la abracé y devolviera el beso.

"Kohta, aún queda algo de tiempo y tengo más condones en mi chamarra" —El muchacho sonrió nervioso, mientras Yuki bajaba besos por su cuello, hasta su estomago y hasta su miembro— "De verdad que te recuperas rápido"

*****

Saeko había esperado ya quince minutos, le molestaría eso en otras personas, pero era Yuki, no la conocía más allá de unas cuantas veces que hablo con ella y saber de una mala reputación que no había mostrado hasta ahora. Estaba por levantarse e ir a buscarla cuando la vio llegar hasta donde estaba ella, seguida por un muchacho robusto que recuperó el aliento tras una larga carrera.

"Este es Kohta, es el amigo de Mateo, el único al parecer, nos puede ayudar a saber más de tu Romeo" —Yuki llegó con una sonrisa y abrazo al muchacho por el cuello, logrando atraerlo hacia ella y sofocando al muchacho de lentes en su escote— "Y también es mi novio, es Hirano Kohta"

"Mucho gusto, Hirano, mi nombre es Busgujima Saeko, imagino que Yuki ya te ha informado del motivo por el cual necesito tu ayuda" —Saeko era formal como siempre, observó a Kohta a los ojos, quién agradeció su presentación e hizo una referencia—

"Si, me dice que te interesó Mateo, bueno, las veces que salimos fueron para ver festivales, fuimos al cine, y una ocasión me llevo al campo de tiro, él sabe usar bien el arco, yo preferí una ballesta" —Saeko tomo nota del interés de Mateo por cosas manuales, eso era bueno, quizás podría invitarlo a disparar con arco al Dojo de su padre— "Le gusta también otras cosas, como leer, juegos mecánicos y ahora lo miran feo en los puestos con juegos de habilidad"

"¿Y cuáles son sus intereses? En cuanto a mujeres, me refiero" —Llvaron la plática hasta una mesa donde no pasaba la gente, donde era más fácil hablar sin ser interrumpidos o espiados—

"Ummm, no lo se, no era algo que hablemos, pero mientras veíamos anime mostró interés por personajes de carácter fuerte, decía que es un buen atributo en una mujer que no se amedrente y mantenga los pies de un hombre sobre la tierra, realmente no se a qué se refiere" —Tomo su teléfono y busco un poco, entrando a la página donde Mateo subía sus fotos, hasta encontrar una— "También le gusta la fotografía artística"

Había fotos de Mateo y de personas, había ángulos e inundacion, algo que no se hacía solamente por pasatiempo, Saeko noto en las fotos que parecía gustarle mucho la actividad física, a ella también, no sería un problema, y le daba algunas ideas sobre lo que podría hacer.

"Así que eras tu, ayer Mateo me dijo por mensaje que necesitaba saber si había algún evento importante en la ciudad al que pudiera ir con alguien" —Sin darse cuenta, acababa de mencionar los planes de Mateo, algo que no se le escapó a Saeko, quién se sintió aliviada de que Mateo tuviera sus propios planes, ya que mostraba intereses en su cita—

"Agradezco mucho su ayuda, si en algún momento necesitan algo y puedo ayudar, estaré feliz de hacerlo" —Yuki le sonrió y entonces recordó algo importante, busco en el bolsillo de sus shorts, sacando un pequeño estuche de aluminio azul— "¿Que es eso?"

"Es algo que me agradecerás si decides llegar más lejos" —Saeko no estaba segura de como contestar, pero agradeció el gesto, aunque en realidad no estaba segura de que pensar, ya que solamente esperaba salir y pasar un buen rato con Mateo—

Se despidió de esa peculiar pareja y se fue del lugar, ya que tenía que arreglarse para la cita. Abrió el estuche para ver qué era y lo cerró casi de inmediato, guardando el regalo de Yuki en el bolsillo de su falda, saco el aire de sus pulmones, quizás Yuki tenía espectativas muy diferentes sobre lo que haría en una cita.

*****

Shizuka siempre se sintió orgullosa de su capacidad para ayudar a otras personas a prepararse para sus citas, le ayudo a varias amigas del instituto y la universidad. Por eso es que estaba ayudando a Kyoko a prepararse para su cita de esa tarde, quedó de ver a Max a las tres de la tarde en la entrada del departamento, por lo que tenía tres horas para que estuviera radiante.

Kyoko nunca fue una mujer mal vestida o que descuidaba su apariencia, era solo que su ropa no le favorece para verse más alegré. Ahora estaban en el centro comercial, llevaban algunas bolsas con cosas para su cita y faltaba solamente visitar un lugar.

"Ahora solamente falta una cosa ¿Que tan lejos planeas llegar?" —La sonrisa atrevida de Shizuka y su tono burlón lograron exasperar a Kyoko, quién se tocó el puente de la nariz con dos dedos— "Oh, vamos, sabes de que hablo, todo salió tan bien que llegas a casa y no le puedes quitar las manos de encima"

"Marikawa, pese a mi juventud alocada y las cosas estúpidas que hice en la universidad, no está en mis planes llevarme a la cama a un extrañó en la primera cita" La enfermera hizo un puchero, más por la idea de no ir a la tienda de lencería y molestar a Kyoko que por su desición de no llegar más lejos—

"Esta bien, entonces vamos a uno de nuestros departamentos, te voy a volver una chica irresistible" —La enfermera la tomo de la mano y la llevo al estacionamiento, donde las esperaba el auto de Shizuka—

Viajaron por la ciudad hasta el departamento de Kyoko, no había mucho de que hablar entre ellas, más allá de las bromas ocasionales de Shizuka sobre la cita de la profesora. En realidad Kyoko si estaba un poco nerviosa, fue un impulso repentino el aceptar salir con esa persona, y realmente no lo conocía, así que era una apuesta, la cual esperaba no fuera tan desastrosa como pensaba que sería.

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