Capitulo 24: Trabajo Extra
Maldito sol, quisiera poder apagar esa estrella y que deje de quemarle las retinas. Se retorció en el sofá, escuchando música de fondo, vaya, no recordaba que le gustará la música Antigua. ¡Un momento! Ella no escucha esa música, ni siquiera escucha música en la mañana.
Se levantó rápidamente y miro a su alrededor, esa no era su casa, tenía otros colores, el sofá no era tan mullido y definitivamente no llevaba esa ropa puesta. Una camisa que le quedaba grande y un pantalón cortó color negro. Miro a su alrededor, pensando en que sucedió, y entonces lo vio.
Era una figura alta, ancha y aunque no lo distinguía debido a la falta de lentes, estaba segura de que no era Teshima. Él la miro por unos segundos y después gruñó, mientras cargaba una bolsa negra al exterior y se iba, ella se levantó de inmediato. Busco sus cosas pero no las encontró en ninguna parte.
Tenía que salir de aquí, no sabía dónde estaba o quien era ese loco, fue al baño y esperando que allí estuvieran sus pertenencias, no tuvo éxito en su búsqueda, ese sujeto debió haber escondido todo o lo robó. Tampoco había teléfono fijo o un celular a la vista, el cual pudiera usar para pedir ayuda.
Esculco las cosas que estaban a su alcance en la casa, al final encontró sus pertenencias en una mesa cercana a la entrada, toda la zona olían a desinfectante y limpiador liquido. Tomo su teléfono y trato de llamar, pero no tenia batería, fue a la entrada y empujo la puerta, movió la cerradura y empujo con mas fuerza, pero no era capaz de abrir.
Estaba atrapada, el departamento estaba insonorizado, ya que no escuchaba todo el alboroto de la ciudad, las ventanas tenían seguro y cuando trato de romper los vidrios estos eran tan resistentes que cuando les lanzo una pieza de metal decorativa esta se cayo al piso sin hacer ni un rasguño.
"Veo que la resaca no te detiene, no soy quien para juzgar, pero deberías medir mejor tu consumó de alcohol, estoy seguro que estabas por sufrir un envenenamiento anoche" —Tenia un asentó raro, como un extranjero, y lo poco que distinguía de sus rasgos lo confirmaba—
Era una voz ronca, hasta cierto punto una combinación de diversión amargada, como sea, ella retrocedió cuando lo vio llegar. Era una figura alta y fornida, estaba frotando sus manos, y por el olor a alcohol supuso que era gel antibacterial.
"¿Quien eres? ¡Y que paso con mi ropa! Esto es obvio que no es mío ¡Si me hiciste algo yo..!" —El hombre solo la ignoró, continuando con las tareas de limpieza en el departamento, tomando un trapo de cocina y un aspersor con liquido limpiador—
"Estoy limpiando, hiciste un desastre, ayer llegaste como una loca, golpeaste mi puerta al tratar de entrar y me gritaste muchas cosas que no se que significaban, pero tu también puedes ir y chingar a tu madre" —No fue exactamente lo que le dijo, pero no planeaba llamar prostituta barata a la madre de esa mujer—
"¿Yo? Ni siquiera se cuando llegue aquí, estaba en mi casa, tu me trajiste aquí, y me dejaste encerrada" —El hombre levanto una ceja, mientras movía una mesa de lugar y tiraba de la puerta, mostrando que estaba abierta—
"Déjame adivinar, empujaste la puerta al exterior del departamento, no, me gusta mas que abra al interior, así que la cambie" —Siguió limpiando las pocas manchas que quedaban y después se alejo, caminando al baño, donde el olor a limpiador era mas fuerte, además de que se escuchaba una lavadora pequeña en acción— "Tu ropa esta casi lista"
Ella lo siguió a distancia, sin confiar en lo que dijera ese loco, pero vio su ropa colgando de un tendedero que estaba sobre la tina del baño. Además de ver ropa del hombre colgando cerca.
"¿Pero que paso aquí?" —Se toco la cabeza al sentir una punzada, era como si su cuerpo recordara que se tenia que sentir horrible por culpa de la resaca, no debió beber tanto—
"Bueno, después de balbucear, gritar y golpearme, vomitaste, la distancia no fue importante, el volumen fue impresionante, manchaste tu ropa, la mia y mi entrada fue un desastre, gracias de nuevo, muy fino de tu parte" —Ni siquiera la estaba viendo, parecía mas enfocado en que su casa dejara de oler a vomito— "¡Y no te toque! Te derrumbaste en mi ducha y te di ropa para que te cubras y no duermas sucia"
Esto tenia que ser el fondo, había hecho muchas cosas estúpidas en el pasado, pero esto sin dudad rompía récords, deambular borracha por la ciudad, entrar al departamento de un desconocido y después vomitarlo. Ahora solo quería que se abriera un agujero en el piso y se la tragara para no sufrir esto.
El hombre llevo un vaso con agua y una caja de analgésico, no le dirigió la palabra, ella reviso el paquete y tomo dos de las pastillas para tratar con esa horrible jaqueca que la molestaba.
Se sentó en la sala, sin saber que hacer, por suerte pudo llegar a la casa de una persona decente, entre las muchas pesadillas que sufría era la de terminar en garras de algún degenerado. Como sea, iba a tomar sus cosas y se iba a ir, pagaría por los daños y trataría de pensar que nunca sucedió esto.
Lo busco, caminando a tientas y golpeándose los pies con los muebles ¡Meñique! Maldita sea, esto tenia que ser el infierno. Se sujeto a la mesa con la que se golpeo el meñique y se mordió el labio para no gritar de dolor.
"Si vas a gritar hazlo, contener las emociones de esa manera no es sano, solo te harás daño" —En sus manos llevaba un gran tazón donde estaba revolviendo algunos huevos, no lograba distinguir bien su expresión, pero sonaba condescendiente— "Como sea ¿Vas a desayunar o te vas a ir con la ropa mojada?"
Ella no le contesto, solo se quedo sentada en la sala, algo que el anfitrión involuntario solo continuo cocinando, solo lo dejaba continuar con su trabajo. Lo vio abrir el refrigerador y sacar diferentes ingredientes para preparar el desayuno.
"No te mortifiques por esto, no es la primera vez que me pasa, esto me a ocurrido muchas veces en el pasado y cosas peores, conocí a mi albañil de confianza cuando traba de robar mi tanque de gas, mi mejor amigo lo conocí en una pelea de bares, mejor no te digo donde conocí a mi medico" —Tomo dos platos de porcelana blanca y los dejo en la mesa, mientras colocaba un par de tortillas españolas en ellos— "Puedes comer o me lo dejas para que lo almuerce, como sea, mas tarde iré a un trabajo y me vendría bien algo extra"
Era en definitiva un idiota, ella llego, dice que le grito, creo un escandalo e hizo un desastre en su entrada ¿Qué clase de persona estaría de buen humor tras eso? En definitiva esa persona era alguna clase de loco.
Solo se quedaría allí, no diría nada, esperaría a que su ropa este lista y después se iría, el problema era que el olor de la comida llegaba hasta donde estaba ella. Olía el pimiento, champiñones y no sabia que era lo otro, pero era delicioso.
Miro sobre la barra de la cocina como él hombre comía con tranquilidad, mientras escuchaba una serie, en otro idioma que no conocía, no era ingles, eso seguro.
Podria permanecer orgullosa, esperar media hora e irse, pagar si aceptaba y retirarse, si, eso haría, no había forma en que aceptara algo así, seria vender su orgullo.
No sabe como, pero ahora estaba devorando la comida, tenia tanta hambre y sed que devoro lo que le ponía en frente, y había incluso una pila de panqueques esperándola. No ceno la noche anterior por salir a la Reunión de profesores y tras beber tanto se deshidrato.
"Te pagare todo, apenas me paguen a inicios de mes, pero prometo hacerlo" —Estaba segura de que se quedo sin dinero, por suerte pagaba su renta y demás gastos a inicios de mes, de otra manera tendría que sacar de sus ahorros para el retiro—
"No te preocupes, no me hace falta, de todos modos no habría dormido nada, así que al menos tuve algo que hacer" —Bebió un trago de su vaso con jugo de naranja, mientras murmuraba algo que no logro escuchar— "Me llamo Máximo Sánchez, me puedes llamar Max, aunque hasta donde se me llamaras por mi apellido, te pido que como pago solo me llames Max, será incomodo para ti y estaremos a mano"
Eso sonaba justo, y adecuado para su cuenta bancaria, aunque tenia razón en que seria muy incomodo, pero en este punto pocas cosas le importaban.
"Si tienes problemas deberías soltarlos, no te desquites con mis cubiertos" —Ella al fin puso atención y se dio cuenta de que estaba sujetando con demasiada fuerza sus cubiertos, doblando un poco la cuchara— "Te apuesto la cena a que tus problemas son, hombres, te diría que trabajo pero es muy cliché, quizás sueños que parece nunca se harán realidad"
"¿Nadie te a dicho lo entrometido que eres y que es de mala educación meterse en asuntos donde no te involucraron?" —Max solo se rio, mientras probaba su tortilla española, saboreando el chorizo, cocinado justo en su punto— "No es tu problema, y deberías no involucrarte en problemas ajenos"
"Tienes razón, pero me han dicho que soy un chismoso de lo peor, pero así soy cuando no tengo nada que hacer" —De repente se estaba volviendo de las personas menos favoritas de Kyoko— "¿Y como se llama mi depresiva residente?"
"Soy Kyoko, y no soy depresiva, afronto la realidad, aunque la odie ¿Qué te capacita a meterte en los problemas de los demás?" —Max levanto los hombros, pero por lo poco que veía de su cara, no parecía molesto, era mas diversión— "Olvídalo, solo quiero irme y fingir que esto nunca sucedio"
"Como quieras" —No sonaba molesto, era mas complacencia, no se le borraba esa sonrisa que se asomaba entre su barba negra, como le molestaba— "Tengo que irme a trabajar, tus cosas deben estar en esa mesa de centro, me ire a bañar, si necesitas algo mas toca la puerta"
Máximo se fue a lavar los dientes, tomo un maletín y se fue al trabajo, diciéndole a ella que solo cerrara la puerta al salir. Kyoko fue a la zona de lavado y encontró su ropa lavada y su bolso, salio del departamento, dándose cuenta que era el mismo edificio donde vivía Teshima. Que coincidencia, bueno, nunca tendría que volver a ese lugar de todas maneras.
*****
Ahora odiaba a Shizuka, en definitiva estaba en la punta de su pirámide de odio, antes creía que era solo la idiota que consiguió su empleo con suerte, pero ahora veía que si quería, podria ser una persona diabólica. Habían salido al centro comercial con la amiga de Shizuka, quien parecía igual de consternada que ella.
Comprar ropa, zapatos, visitar baños públicos, aun tenia dinero para eso, estaba en su presupuesto, le alegraba que ese sujeto no le pidiera pagar. Pero ahora estaba aquí, atrapada con Shizuka, quien hablaba de cosas sin sentido y fingía que eran amigas.
"Como me gusta una salida relajante con mi amiga y la mujer que me mira feo en el trabajo, este día es difícil de mejorar" —Aun no tenia sentido que la quisiera allí, como rayos aportaba algo en este lugar, al menos que fuera porque disfruta ver su miseria—
"Shizuka, sabes que aceptó todas tus excentricidades, y que eres mi mejor amiga, pero no se porque la invitaste, ella misma admite que no quería estar aquí" —La mujer de cabello castaño rojizo asintió, mientras la mujer de cabello purpura y piel bronceada suspiraba—
"Me pareció divertido aumentar mi circulo de conocidos, veo que János es capaz de llevarse bien con otros colegas, y quisiera hacer eso, además, Kyoko es la única que se acerca a mi edad" —El resto eran profesoras mayores, demasiado, y en general se notaba que no la tomaban muy en serio—
"¿No consideraste pedirme venir en lugar de estafarme?" —Shizuka cruzo sus brazos bajo sus pechos, haciendo que se vieran mas, su expresión mostraba lo evidente— "Ya entendí, no soy accesible, como sea"
Kyoko continuaba pensando en lo que decía Shizuka y entonces se percato de algo, nadie esperaba que János tuviera tanta fuerza al boxear, debería al menos tener un tipo de entrenamiento en Box, para haber superado al profesor de educación física.
Además, Shizuka lo llamo por su nombre, y parecía algo mas natural que uno de los acostumbrados descuidos de la enfermera, entonces era cierto el rumor. Acerca de una relacion mas que amistosa ente Shizuka y el profesor Hunyadi.
Una larga y tediosa explicación después, Kyoko escucho suficiente para entender un poco mejor la manera en la que estaba atrapada. Al parecer, Shizuka trataba de impresionar a János, mostrando su capacidad de socializar, o esa fue la lógica borracha de la enfermera.
"No esperaba que salieras con el profesor, aunque eso explica porque tan amigables" —Se toco el puente de la nariz, Rika mientras tanto estaba bebiendo un sorbo de su soda— "Entonces, tu plan es mostrarle que también puedes ser sociable ¿Te sientes preocupada de que te reemplace por alguien mas sociable o con características mas cercanas a él?"
"Lo dudo, conozco bien a János, cada que estamos juntos nunca a mostrado algún indicio de que sea ese tipo de hombre, dudo que le tome importancia a que tan parecidos son" —Rika dejo de lado la soda y suspiro cansada, realmente consideraba la idea de proponer algo que alejara a Kyoko, que le diera la oportunidad de retirarse—
"No lo hago por eso, solo que me gustaría ayudar a János con su hermano, se nota que lo quiere, a su extraña manera, y Máximo parece una buena persona, el problema es que no se como reunirlos sin que termine en una pelea, investigue en internet y es cierta la historia de ellos en una pelea de bar de Inglaterra" —Aun recordaba la foto de los disturbios y a los dos hermanos arrestados, no debió ser tan grave— "¿Ideas?"
Ninguna idea era viable y realmente no tenían idea de como hacerlo, Kyoko no tenia hermanos cercanos, la mayoría estudiaron fuera de la prefectura. Rika al igual de Shizuka era hija única, solo que la mujer pertenecía a una familia disfuncional, tenia algunos medios hermanos, pero ninguno con el que compartiera una relacion estrecha.
"Déjalo con sus problemas, los hombres no lo piensan dos veces con mucha frecuencia, seguro van a pelear si los intentas juntar solos, quizás eso sirva, mételos en un cuadrilátero y que reparen sus diferencias" —Al imaginarlo Shizuka sintió que el estomago se iba hasta sus pies, Máximo era enorme, seguramente de un golpe mandaría a János al mundo de los sueños—
"En definitiva no, eso es una mala idea, es la peor idea posible" —Kyoko no trataba de ayudar, le quedo claro a Shizuka, pero debía haber algo que ellas supieran de reconciliar personas con problemas familiares—
"Bueno, muchas veces los problemas se agravan porque la gente no quiere hablar, mándalos a terapia de parejas, de preferencia uno con experiencia militar y con un equipo de Marines afuera para atraparlo a la primera oportunidad" —Al escuchar a su amiga, Shizuka hizo un puchero, aunque el inicio de la idea no era lo único que podria causar problemas—
"El problema no es ese, Máximo si quiere estar cerca de János, pero no logran encajar en ningún lugar, y menos hablar" —Además de que seria incomodo para los dos, necesitaban algo que los distraiga, quizás si hablaba con Máximo...—
Entonces tuvo una idea interesante y esto podria resultar de provecho, no se consideraba una genio, pero sabia como hacer que algunas cosas resulten bien. János siempre hablaba de la importancia de la familia, y le ayudo con muchos problemas, así que era momento de ayudarle, miro a las demás chicas y se preparo para actuar.
Construcción
Si, se quejo en el pasado de cubrir a idiotas en el trabajo, pero era satisfactorio estar en dónde estaba la acción. Daba indicaciones sobre algunos ajustes a los trabajadores, no era ajeno a esos trabajos, antes estuvo en el lugar donde estuvieron ellos, así que sabía cómo moverse en el medio y no ser visto solo como un burócrata molesto.
Sus zapatos y pantalón ya estaban sucios por lodo, tierra y otros materiales de construcción. Reviso las instalaciones eléctricas una por una hasta que estaba todo listo, probó el equipo de soldadura y ahora estaba en la oficina. Por ahora parecía ser que las instalaciones estaban en condiciones optimas, pero había irregularidades en los materiales usados en los sistemas eléctricos y las maquinas.
Tenían condiciones y normas de calidad que usaban en todos sus trabajos, pero los materiales que estaban allí no eran todos de la mejor calidad, eran buenos, pero no los que se esperaba, parecían buenos, pero imaginaba que había problemas en esas marcas que no conocía de la lista de proveedores autorizados.
El trabajo de escritorio era agotador a nivel mental, estaba seguro que para el final de la noche parecería un camarón. Paso las hojas de los contratos y especificaciones de construcción. Se trataba de un edificio departamental, lo tuvieron que demoler y ahora levantaban un nuevo edificio, mas departamentos y con mejor estructura para resistir terremotos.
Muchos sueños rotos y esas cosas, le alegraba no tener que desalojar gente. Máximo entonces llegó a la parte donde tenía que revisar los permisos de construcción. Todo estaba en orden, permiso de trabajo nocturno, nota sobre los Decibeles aceptables a cierta hora de la noche y estaban lejos de la mayoría de edificios departamentales.
También encontró fallos en el papeleo, se equivocaron de número al escribir el mes, por lo que el permiso se vencía en un mes, en lugar de dos. Tendría que llamar al abogado de la empresa y decirle que hacer, podría obtener por su cuenta el servicio, era solo una extensión. Pero no le pagaban por eso, mejor que los abogados se encarguen de tramites legales.
Era el turno del medio día hasta las ocho de la noche. Después alguien mas podría encargarse de la limpieza del desastre administrativo que realizo el encargado original, no sabía porque lo mandaron aquí, su trabajo estaba en el puente y no en un trabajo a medias.
La puerta fue golpeada varias veces de manera poco amable, estaba seguro de que alguien la pateo, genial, esto tenia que ser una broma, nadie con medio cerebro se atrevería a hacer eso si sabían que el estaba dentro, pero ignoraba quien estaba del otro lado, quería saber si gritarían, así que no contesto aun, esperando molestar al recién llegado.
"¡Sal de allí, Junior! Nos debes dinero, ya pagaron todos sus cuotas, y sabes que hay que pagarle al jefe si quieres trabajar en paz" —Y el que pensaba que el cobro de piso era solo cosa del primer mundo, esto seria divertido, abrió la puerta sin decir nada, golpeándola contra el marco con tanta fuerza que tembló el vidrio—
"¿A quien estas llamando Junior?" —Quien estaba en la puerta no esperaba eso, Máximo era muy alto para la mayoría de ellos, en general no median mas de un metro setenta— "No se cual es tu negocio, tampoco me importa, solo me mandaron para supervisar el lugar y protegerlo, así que espera a que el otro idiota regrese, así te arreglas con él"
"Pues ahora es tu problema, Junior nos debe dinero y dijo que la compañía de papi pagaría todo ¿Qué dices a eso?" —El mas alto y al parecer, uno nuevo, de seguro queria mostrar a sus compañeros lo que valía, ya que se acerco mas a él, casi chocando su cara con la de él, pero Máximo ni se inmutaba ante un ruidoso estúpido— "¡Que!"
"Solo te quería decir, que si querías besarme no lo hagas, a mi solo me gustan las mujeres y te llevaras una desagradable sorpresa" —El chico retrocedió, mientras un hombre suspiraba, parecía ser el que tenia experiencia— "Creo que ahora me dirigiré a ti ¿Quieren entrar? Te ofrezco un trago, debe haber algo aquí que podamos beber, pero no tengo leche para tus nenes"
Uno de ellos estaba por hablar, pero Máximo no le presto atención a ese idiota e ingreso de vuelta a la oficina. Entraron a la oficina y el hombre de cabello negro escucho como colocaban el seguro a la puerta. La oficina no tenia cámaras, seguro era porque Junior traía mujeres o hacia tratos sucios en ese lugar.
Busco en los cajones y saco un par de vasos de vidrio y una botella de Bourbon, el dueño era un idiota pero tenia buen gusto. Como prometió, sirvió dos vasos, ofreciendo uno al jefe y otro se lo quedo él. Mientras jugueteaba con su teléfono, usando un dedo para deslizar la pantalla, cuando termino lo dejo en su camisa.
"Ahora, hablemos del asunto que los trae hasta aquí, para comenzar, no, no me importa lo que hizo mi predecesor, solo estaré aquí unos días, básicamente soy un trabajador temporal, no me importa el trato personal de Junior" —El hombre tomo un sorbo de su bebida, mirando a Max con una expresión analítica y desconfiada—
Era un sujeto raro, era evidente que se trataba de un extranjero, y eso era raro, ya que normalmente no había muchas personas de fuera por aquí, y tampoco parecía el típico supervisor, logro ver algo extraño en su persona, caminaba con confianza y no parecía ni siquiera atemorizado por su presencia, como si estuviera seguro de su capacidad para salir entero de ese problema.
"La cuestión es esta, nos debe dinero, y algo me dice que no tiene suficiente para pagarnos, nos ofreció piezas de equipo de la obra, y tenemos que llevarlo, maquinas de mezcla, plantas generadoras y creo que un camión" —Con que era eso, bueno, eso cambiaba las cosas, ya no era como antes que solo buscaban efectivo—
"Entonces llévenla, cuando termine mi turno y llegue ese idiota, de seguro se fue para que alguien cargue con la culpa, y no quiero tener que hacer aclaraciones con mi jefe, me contrato para resolver problemas, soy un conserje glorificado con un salario competitivo" —Se comportaba con normalidad, bebiendo un solo trato de la bebida color ambas, bajando solo un poco el nivel del licor—
El hombre era un sujeto con el que hablaba se encontraba a comienzos de los cuarenta, usaba un traje negro, aunque desalineado, peinado hacia atrás y mostrando algunos tatuajes que sobresalen en su cuello, parecía haber visto mucho en el bajo mundo.
Max solo sonreía, una camisa de franela de cuadros negros y grises, con un pantalón de mezclilla negro y botas de trabajo con un refuerzo de metal. Su piel apiñonada, bronceado por el sol, destacaba contra el color pálido del hombre.
"Ya me agradaste, pero me temo que no podemos retrasar esto, llevo un récord de siempre pagar a tiempo, pero mira, que te parece esto, nos llevaremos algunas maquinas, un camión y lo borras de los registros, además de que te daré una parte, ya sabes, por hacer todo mas fácil" —Abrió un paquete de cigarrillos que guardaba en el bolsillo interno del saco, notando la mirada de Max— "No te molesta ¿O si?"
Max recorrió la habitación con los ojos, analizando la escena, tres personas, sin tomar en cuenta al jefe que estaba muy confiado mientras fumaba. La indicación primaria era muy clara, no dejes que esta construcción se vaya al carajo y si alguien se mete en nuestros asuntos con violencia, la regresas.
Era estúpido, lo sabia, pero la empresa no era solo una cuestión de tratos limpios, buscaba siempre conservar una reputación que le ganara el respeto o temor de los que le rodean, y Max tenia que contribuir para que continuara de esa manera
La empresa era subsidiaria de su antigua compañía contratante, pero tenia problemas de manejo, y estaban planeando cambiar al director. Lo importante era ganar dinero, no perderlo, y si perdían trabajos se reflejaba mal en la cabeza, y era probable que si los haces enojar lo suficiente, tengas a un sujeto como él en tu habitación en la noche.
"Lamento decir esto, por ti, no por mi, yo estoy genial" —Sirvió el vaso hasta que casi desborda de licor, y se rio al ver como esos gamberros estaban mirándolo con irritación— "Ese idiota no aposto algo suyo, no es su propiedad, es de la compañía, soy leal a esa compañía, y me temo que dejar ir el equipo podria causar problemas que no se imaginan"
"Pues que mal, porque de verdad pareces un sujeto agradable, creo que nos pudimos llevar bien y hacer negocios" —Sus hombres sacaron armas, eran tubos, bates y al parecer un cuchillo, por la apariencia de este sujeto, no traía armas de fuego, tal vez también traía un cuchillo— "Si te quedas quieto, prometo que podrás irte caminando"
"Solo una cosa mas, quiero saber quien me mando estos regalos, de una paliza gratuita" —El hombre se rio, mientras dejaba a los demás avanzar y dejaba su mano sobre el escritorio—
"El señor Sato es quien nos manda, dile a Junior que sino regresa lo buscaremos y tendrá suerte de salir vivo" —Movió su chaqueta negra, mostrando la empuñadura de un cuchillo largo con una funda de madera—
La mano de Max permanecía quieta debajo de la mesa, tomo un abrecartas y antes de que el hombre pudiera decir algo mas, su mano fue clavada a la mesa. Grito de dolor, pero el licor fue lanzado a su cara, y gracias al cigarrillo su cara estaba ardiendo, no serian tan graves ya que era relativamente poco combustible, pero lo dejaría rojo y con algunas ámpulas.
Todos estaban conmocionados de ver a su jefe arder, pero Max no se detenía, con una fuerza devastadora lanzo el escritorio hacia adelante y derribo al jefe y al gamberro cercano, le robo la barra de metal y se lanzo contra el tipo del cuchillo, le falto alcance para ser amenazante para Max, quien le decoro la cara con una tubería.
Dos golpes y la mandíbula era un desastre, el otro tipo con el bate trato de golpearlo en el cuerpo, era el mas joven que trato de intimidarlo, estaba temblando y cada abanico dejaba espacio para que Max pudiera contestar. pero no lo hizo, le dio tres oportunidades. pero cuando voltio a fallar le dio un puñetazo que lo tiro al suelo.
"¡Tres Strike y estas fuera! ¿De verdad? ¿Quieres ser pandillero con una quijada de cristal?" —Lo pateo en el suelo y después camino en dirección al jefe, que se saco la navaja de la la mano y con la extremidad sana tomo una especie de cuchillo samurái, parecía una katana, pero corta— "Dejaría eso si fuera tu, no quieres problemas mas grandes de los que ya tenemos"
Pero estaba tan enojado que no escucho razones y se lanzo a la pelea, Max esquiaba los ataques, no quería matar a nadie, seria mas complicado limpiar ese desastre y la policía seria un problema si es que alguien denunciaba.
Así que tomo el tubo del suelo y le golpeo la mano, escucho un crujido y después gritos, cuando le miro las manos el cuchillo largo no estaba y tres dedos estaban torcidos en ángulos anti naturales, lo pateo en la espinilla. Un puntapié con un casquete de metal le causo una pequeña fractura que lo hizo caer.
Lo siguió pateando en el suelo, hasta que dos el sujeto del cuchillo de antes se levanto y trato de golpearlo, pero solo lo atrapo por las manos y le torció la muñeca hasta que trono un hueso, el sujeto grito de dolor y fue silenciado por un cabezazo que le rompió la nariz.
El jefe estaba en el suelo, apenas se movía, Max lo dejo bocarriba y apoyo sus rodillas en los brazos para que no tuviera un accidente con algún cristal roto, el tipo se retorcía, hasta que le tomo la cabeza entre las manos.
"Si intentas morderme el pene, juro que te sacara cada diente con unas pinzas" —Al fin se quedo en silencio, y entonces coloco el filo del cuchillo sobre el parpado, abriendo el ojo para que viera el filo muy cerca— "Te dije que volvieras en unos días, que no me molestes, pero querías mostrar que eras un gran hombre malo, aquí esta tu recompensa"
Escucho como sus trabajadores golpeaban la puerta varias veces, y Máximo solo grito que prepararan el camión para salir por un rato. Los matones pensaron lo peor, que estaban por ejecutarlos.
"Esto es lo que va a pasar, los sacare de la ciudad y los dejaran botados en el camino, regresaran caminando, para que piensen en lo estúpidos que fueron, me dejaran sus teléfonos y contraseñas, y se irán como hasta ahora, si quieren, peleamos y entonces saco esta" —Movió su camisa y mostro una pistolera con un arma dentro— "Con esta peleamos los tipos grandes, y no quieres escucharla en tu cabeza, vuelvan después con Junior, no queremos problemas, nos atacan, y será la muerte para todos ustedes"
El hombre asintió, mostrando aplomo, algo que Max respeto y no le saco un ojo por eso, así que se levanto y le dejo conservar su dignidad al no ofrecerle la mano para levantarlo.
Hicieron lo que les pidió y entregaron sus pertenencias, Max envió un mensaje a la oficina central, informando que tenían problemas por resolver en la ciudad y que quizás deberían preparar al sistema legal para reaccionar.
Al abrirse la puerta un hombre mayor, como de cincuenta años, entro, acompañado de unos chicos de dieciocho años, quienes vieron la escena y no preguntaron, de inmediato sacaron material de limpieza y comenzaron a borrar evidencia, hasta el ultimo rastro.
"Me sorprende lo que son capaces los veteranos ¿De donde vienes?" —El hombre mostro un tatuaje en su muñeca, una Flor de vientos roja, a lo que Max contesto abriendo su camisa para mostrar un circulo con la letra Alpha en el fondo, la cual estaba en su hombro— "¿Que ordena?"
"Déjenlos lo mas lejos posible, tiren su auto por allí, y reportare esto, les espera un bono este mes, además de que tendré que preguntar por Junior y arreglar este problema con quien mando a estos idiotas" —Su teléfono sonó y solo lo dejo pasar cuando noto que no era Mateo, entonces siguió conversando con su trabajador—
Tras aclarar las cosas termino todo, se despidió de todos y abandono del lugar, avanzo por las calles aledañas a la construcción, hasta llegar su auto y tras revisar que no dejaron bombas entro, regresando la llamada.
"Que milagro que llames, no lo esperaba... si, si estoy disponible en la noche, ya termine mi trabajo... ¿De verdad? Pues me encantaría... ¿Con quien Cres que hablas? Soy el alma de la fiesta cuando logro entender el lugar" —La respuesta no le hizo mucha gracia, pero estaba bien, dejaría que esto termine como sea— "Esta bien, te ayudare, pero no prometo nada, esa amiga tuya suena divertida y podria ayudarte a que tenga mas confianza"
La llamada termino y regreso a casa, dispuesto a arreglarse, tenia algunas gotas de sangre y solo podía pensar que estaba destinado a estar en conflicto. Pudo no hacerlo, dejarlos llevarse todo, que alguien mas lo haga, pero no podía, se volvió adicto a ese tipo de vida, sin paz, lleno de sangre y pelea, ojala pudiera cambiar esto.
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