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Capitulo 21: Regreso A Clases

La vida no era nunca como se planeaba, cuando era una joven estudiante se veía como la próxima gran científica galardonada, a medida que crecía se imaginaba como una trabajadora productiva y exitosa, bueno, nada de eso salió como esperaba, su carrera en ingeniera química ahora se sentía diferente.

Al final termino encontrando un trabajo como profesora de las areas de física y química, pero como no era suficiente para pagar sus cuentas también era la supervisora del club de Pingpong, cabe decir que en su mayoría eran vagos que buscaban una actividad extracurricular para perder el tiempo y que contara para su solicitud a la universidad.

El primer año lo comenzó con emoción, considerando que podria llegar lejos, que aunque no era el trabajo de sus sueños podria avanzar lo suficiente para resaltar, y quizás conseguir un trabajo en lo que verdad amaba, pero la vida seguía con la rutina de atacarla mas y mas, desgastando su espíritu, como una roca golpeada por el mar.

Cada entrevista de trabajo era peor y peor, al inicio era por falta de experiencia, y después por no estar enfocada en ese campo desde hace años, pronto estaba haciendo solicitudes para trabajos que no pagaban lo suficiente para llegar a fin de mes, y cada año escolar la cansaba mas, viendo a estúpidos jóvenes engreídos arruinar sus vidas.

No esta segura cuando fue que se rindió, quizás a los veintisiete años, a esa edad ya se sentía acabada, solo se dejo llevar por el sistema, abandono solicitudes, dejo de pensar en ala búsqueda de trabajos de su área profesional, y se conformo con la estabilidad de un buen trabajo, pero aun así se sentía mal, como si la vieja ella aun estuviera recriminando lo que estaba haciendo con su vida

Se sentía fracasada al conformarse con ser una simple profesionista, así que trato de hacer su trabajo de manera adecuada, pero sus esfuerzos solo encontraron a un montón de jóvenes estúpidos que desperdiciaban su potencial o no eran capaces de tomarla en serio.

Cuando paso al terreno romántico, se dio cuenta que no serbia para eso, quizás era demasiado exigente, no encontraba a nadie que cumpliera todas sus expectativas, y quienes lo aparentaban fueron divertidos, pero perdió el interés tras algunos meses y terminaban, no encontraba algo que le gustara por demasiado tiempo o se daba cuenta que eran idiotas.

Ahora estaba aquí, treinta años, saliendo con un profesor de educación física, un idiota al que le encontró mensajes de otra mujer, sintiendo lastima de si misma, vaya manera de pasar su vida, como le gustaría que algo pasara, algo que volviera la vida un poco mas emocionante.

Ahora estaba en su descanso, bebiendo una amarga taza de café, ya que se acabo el azúcar y el suplemento de crema, así que solo quedaba café negro, estaba viendo a los demás profesores, y logro ver a Shizuka, casi nunca estaba allí, pero la veía siempre tan sonriente, se preguntaba cual era su problema, quizás la falta de intelecto serbia para ignorar las cosas, y no pensar demasiado en las cosas era algo que hacia bien.

Entonces llego su colega, Hunyadi, saludando a la mayoría de profesores con una sonrisa, era curioso, casi nunca interactuaba con él, aunque cuando lo describían decían que era un hombre de mundo, bastante amigable, con quien nunca te aburrías hablando, quizás necesitaría algo de eso, se levanto de la silla y fue a donde estaba.

Como siempre, usaba ese maletín negro de donde siempre sacaba sus pertenencias, esta vez llevaba todo el equipo para preparar café, vio un frasco con azúcar morena, una botella sellada con crema y pequeños paquetes de arpilla, los dejo en la barra y espero a que el agua estuviera hirviendo.

"Hola, Hunyadi-Sensei" —Se le acerco con tranquilidad, viendo como preparaba las bebidas y parecía muy concentrado, ya que tardo algunos segundos en responder al llamado—

"Buenos días, Hayashi-Sensei" —La volteo a ver, se acomodo los lentes, algo que ella imito, era unos cuantos centímetros mas alta que él, pero el profesor parecía no notarlo, de alguna manera la miraba siempre a los ojos y ella era quien inclinaba la cabeza— "¿Gusta una taza de café? Hay que comenzar bien en el trabajo, después de las vacaciones"

"Se lo agradecería, este café creo que ya caduco" —El profesor tomo otra taza de la alacena y la enjuago en un pequeño lavadero que tenian en la sala de profesores, comenzando el proceso de preparar la bebida— "Huele muy bien, no veo la marca en esos paquetes ¿Qué marca es este café?"

"Son granos de café de diferentes lugares, hoy traje café colombiano, lo más cercano a lo que bebía de niño" —Termino la preparación y le devolvió la taza, dejando el azúcar y otros complementos en la mesa— "Puede tomar el complemento de su preferencia

La profesora tomo solo un poco de azúcar, miro el empaque del suplemento de crema, cuando se aseguró de que no tenía nada a lo que fuera alérgica sirvió una pequeña cantidad, le dio el primer sorbo y se maravillo del sabor y la consistencia que tenía.

Era un cafe dulce, no solo por el azúcar, sino porque la misma mezcla de granos de café parecía ser dulce, un poco acido al final. Combinado con el azúcar y la crema dio como resultado un sabor y consistencia cremosa, que le hacia sentir reconfortada.

Miro a la zona donde estaban las otras dos tazas, el profesor tomo una y dejo una para que se enfríe un poco más, Kyoko se preguntaba porque prepararía una taza de mas y lo desperdiciaría, hasta que vio a la enfermera entrar a la sala de profesores. 

Shizuka se acercaba a paso rápido, sus senos se movían de un lado a otro y llamaba la atención de varios profesores, algunos eran mas sutiles que otros al momento de mirarle el escote o el trasero, algunos miraban de reojo y otros parecían perros, babeando al verla. János no fue la excepción, aunque él fue mas difícil de notar ya que lo hizo por un espejo en la pared, tipo listo.

La rubia tomo la taza sin cruzar palabra alguna, sujeto el asa con tres dedos y la inclino un poco, abriendo ligeramente los labios para permitir el paso del liquido, haciendo un ruido peculiar para mostrar lo mucho que disfrutaba bebiendo el contenido de la taza.

"Es tan delicioso como siempre" —Ahora lo entendía Kyoko, el profesor había preparado la taza antes de la llegada de la enfermera, para evitar que se quemara la boca al beber siempre el primer trago de manera tan precipitada— "Hola Hayashi-Sensei"

La profesora le devolvió el saludó, comenzando una conversación acerca de las vacaciones, en realidad la profesora no tenía mucho que decir, salió un par de veces con Teshima, aunque nada que llame la atención, casi todo el tiempo lo paso en casa. 

La enfermera le contaba acerca de lo divertido que era el mar, el profesor estuvo hablando acerca de vacaciones insuficientes y le hubiera gustado un solo día más, todos quisieran eso, pero no era posible y todos lo sabían.

János estaba contando algunos historias, Kyoko no era del tipo que escuchaba patrañas, pero eran historias interesantes, aun faltaba media hora para que comenzara su siguiente clase, pero cuando la puerta se abrió vio a Teshima, solo lo iba a pasar por alto, eso le resultó imposible ya que arrastró una silla y se sentó en la misma mesa.

"Hunyadi-Sensei, nunca hablamos ¿Por qué será?" —János apuntaría a que no le agradaba al profesor de educación física, no era un crimen, simplemente hay veces en que no te interesa interactuar con alguien— "Mire, algunos colegas y yo planeábamos reunirnos para beber algo en un bar, ya sabes, para relajarse ¿Le gustaría venir? El director dijo que sería bueno para comenzar bien el periodo escolar, el viernes a las siete"

Le gustaría poder declinar la ocasión, pero con él director de la Academia invitando sería difícil negarse sin parecer mal educado o apático, así que acepto ir, un poco de interacción social nunca estaba de mas, Teshima celebro, dándole un golpe en la espalda con la palma abierta, al parecer consideraba eso amistoso, le recordaba a su hermano.

"Ya verás que es divertido, unas rondas, se van las mujeres y nos podremos divertir" —La siguiente media hora fue un incómodo ir y venir en la conversación, la cual terminó por si sola, ya que al fin era momento de ir a impartir clases—

Se despidió de todos y salió de la sala de profesores, Kyoko terminó lo que quedaba del café y se levantó de la mesa, el profesor de educación física intento hablarle, pero solo fingió que no pasó nada y salió de la sala de profesores.

*****

Realmente fue un buen inicio, se presentó, tomo la primera clase y de momento todo estaba bien, apenas había gente que se moleste en hablar con su persona y eso era lo positivo, nunca fue una persona que necesitaría tanta atención y de momento era buena la soledad, le ayudaba a comprender mejor el entorno.

Algo bueno que le enseño su padre, era que siempre debía conocer su entorno, cada parte y detalle era de vital importancia para alcanzar el éxito en cualquier objetivo que te propongas, y en este caso tenia buenos prospectos para infiltrarse en la estructura social, solo había que jugar bien sus cartas y hola vida tranquila.

Las clases fueron fáciles, nada que no hubiera aprendido con tutores privados o que su mismo padre no le hubiera enseñado en casa, según Máximo, la vida tenia que tener mas que un sueño, había que tener una garantía de que tenias mas puertas disponibles si el primer plan fracasaba, y aunque lo llamaban mata sueños, en el fondo sabia que tenia razón.

Ahora estaba en el descanso, veia a la gente pasar y comía una manzana picada, dejando que sus pensamientos fueran libres, su Blog estaría a salvo al menos hasta las vacaciones, tenia muchas fotos listas para subir periódicamente y podria subir algunas fotos y Blogs de su vida en Japón, al menos mientras estudiaba.

Observo a algunos profesores caminar entre los jardines, algunos parecian amargados, enojados o quizás ambas, otros mostraban indiferencia, era lo que esperaba, y también a un par de profesores que se tomaban de la mano y estaban demasiado juntos, lo contrario a otra pareja de profesores que estaban a punto de explotar.

Todo era demasiado divertido, se rio por esta situación, hasta que escucho a alguien acercarse, volteo la cabeza solo un poco y vio a un chico gordito acercándose, parecía cansado tras lo que parecía correr un maratón, así que se movió del lugar y dejo espacio para que se sentara en la banca.

"¿Entrenando duro" —El muchacho de anteojos asintió, sentándose y tomando una botella con agua, buscando beber al menos un poco para regresarse, miro de reojo al muchacho moreno, que estaba comiendo esa manzana y agregaba un polvo rojo a la fruta— "Ten cuidado, este chile si que pica, te derrite el estomago sino estas acostumbrado"

"¿Eres el nuevo chico que llego del extranjero? Quien lo diría, me encontré con la persona que esta en boca de todos" —Eso es nuevo, no esperaba causar tanto revuelo, era solo una persona llegando a otro pais, bueno, eso explicaba todo, y era el frijol en la bolsa de arroz— "Soy Hirano Kohta, mucho gusto"

Acepto el apretón de manos, presentándose como Mateo Sánchez, parecía una persona agradable, y a medida que hablaban parecía ser que era verdad, aunque llegaron a un tema interesante para los dos, armas de fuego.

Hablaron de ese tema y se sorprendió mucho mientras lo hacia, ya que no esperaba encontrar a alguien asi, pero era entretenido, no jugaba muchos videojuegos, pero si conocía los más populares y le bastaba para iniciar la conversación y que Kohta siguiera.

Era una persona amable y su charla agradable, se entusiasma demasiado cuando son temas que le gustan, entre ellos estaban las armas, un tema que conocía bastante bien.

"Siempre voy a opinar que para sobrevivir en el fin del mundo la habilidad más valiosa es cazar y cultivar, de que sirve trabajar en equipo si se van a matar en cuanto tengan hambre" —Kohta se sujeto la mandíbula mientras sonreía, pensando en lo que decía Mateo—

"Si, pero aquí está la parte interesante ¿Qué arma usarías? Y hablo de realismo, porque esa idea de que con un ametralladora serás Rambo te manda a la morgue" —El chico de lentes se los acomodó, mientras esperaba la respuesta de Mateo, que se sujetaba el mentón mientras pensaba en una buena respuesta—

"Me quedó con mi ballesta, compacta, potente y eficiente, aunque creo que el arco tiene ventaja en simpleza, si se trata de fabricarlo" —El mas bajo no esperaba esa respuesta, pero tenía sentido, vio al muchacho y parecía de ese tipo de persona— "¿Que hay de ti?"

El chico se lentes estaba por contestar que esperaba tener una escopeta Remington 870, cuando vio pasar a alguien, Tsunoda, se veía molesto, de inmediato trato de decirle a Mateo que tenían que irse, pero el adolescente de cabello teñido lo tomo por los hombros y rodeo su cuello con el brazo derecho.

"Pero si es mi viejo amigo, Kohta, mira, necesito algunos billetes, perdí mi billetera, no te negaras a prestármelos ¿O si?" —El adolescente de lentes trato de hacer una señal para que Mateo se retirara, aunque este parecía no entender, o al menos fingía no hacerlo— "Quien es tu amigo? No recuerdo haberlo visto antes, recordaría una barra de chocolate con patas"

"Soy Mateo Sánchez, mucho gusto" —No se molesto en usar primero su apellido, ya que era fácil leer lo que estaba sucediendo, pero se quedo en silencio— "Deberías aflojar tu agarre, esta mal hecho y parece que lo lastimas, de seguro es un accidente, nadie puede ser tan estúpido"

Cuando se levanto fue mas evidente su altura, media 1.78 metros, era de una altura semejante a la de Tsunoda, aunque en apariencia un poco mas delgado, lo miro a los ojos, y guardaron silencio un par de segundos, como si analizara uno al otro.

"Te pediré que lo sueltes, nadie quiere problemas, si no tienes dinero para comer deberías ser mas amable al pedir limosna" —El rubio teñido hizo una expresión de desagrado al escucharlo, soltando a Kohta, pero enfocando su atención en el moreno— "¿Que pasa? ¿Toque una fibra sensible o ya fastidie tu ego?"

"¿A ti quien te invito a la conversación? No me importa como sea de donde vienes, pero aquí deberías mostrar mas respeto a tus superiores" —Le dio un empujón, apoyando su mano en el pecho del moreno, pero apenas logro moverlo un poco, ya que Mateo había puesto sus pies con mas firmeza en el suelo y resistió el empujón—

Otra vez iba su mal habito de meterse en los problemas de otros, si fuera en la calle podria seguir discutiendo, pero esta era la Academia, no quería una pelea en su primer día en la Academia, su padre se esforzó por encontrar el lugar mas seguro posible, y en especial, lejos de todo el mundo violento del que venían los dos.

Tuvo que tragarse su temperamento y solo tomo a Kohta de la chaqueta y tiro de él hasta quedar a sus espaldas, mientras el castaño no le quitaba los ojos del delincuente de poca monta que parecía querer pelear.

"Mira, hoy estoy de buen humor" —Busco en su bolsillo y tomo un par de billetes sueltos que solía llevar para casos como este, donde era mejor dar dinero sin mostrar la billetera— "Hagamos esto, tomas el dinero, te largas, y ninguno de los dos tendrá que mancharse de sangre, y hablo de mis puños bañados de tu sangre"

Tsunoda tenia la intención de seguir hablando, pero se percato de algo raro en Mateo, no parpadeaba, y lo miraba a los ojos, no había enojo, miedo o alguna clase de emoción, era raro, así que tomo el dinero y se retiro del lugar, no le importaba eso, pero seguramente algún profesor se podria acercar al lugar.

"No importa a donde vayas, siempre habrá idiotas" —Se reacomodo el uniforme para que no se notara la discusión y recogió las cosas que había llevado para el almuerzo, ya que el tiempo que tenia para descansar se había acabado— "Nos vemos después, Hirano, tengo algunas cosas que hacer, pero espero nos podamos ver después"

"¿Por que me ayudaste?" —El moreno lo volteo a ver y levanto los hombros, mostrando hasta cierto punto que no tenia idea del motivo real— 

"No se, supongo que odio a los abusivos, no es justo que agredan a quien solo quiere estar en paz" —Camino en dirección a los edificios donde estaban las aulas, dejando a Kohta con una sensación extraña, al parecer su suerte estaba mejorando—

Camino a los edificios donde estaban los dormitorios,  sus clases eran en una hora y media, así que se apresuro para bañarse, estaba tan concentrado en avanzar que se sorprendió al ver a Yuki cerca, se detuvo, pensando en lo que sucedió en las vacaciones, pero entonces se dio cuenta que estaba hablando con alguien mas.

Quería saber que sucedió, estaba confundido todavía, no sabia básicamente nada de ella, pero a la vez, sentía que no quería alejarse, era un embrollo, pero antes de que pudiera actuar ella se fue, de nuevo su indecisión, no sabia porque no podía actuar ahora que era necesario, que nada se lo impedía, y aun así dejaba que las cosas se alejaran de él.

 Ahora solo entro y se ducho lo mas rápido que pudo para ir a clases, le gustaría que alguien pudiera darle algún consejo, pero no sabia de nadie que le pudiera dar un consejo, o quizás si... tendría que pensarlo, no estaba seguro de que tan buena idea era pedirle consejos al profesor Hunyadi, bueno, no perdía nada con hacerlo, él debería saber de mujeres, era novio de la mujer mas atractiva de la escuela, y eso que llevaba pocos meses en la Academia.

*****

"Entonces dices que te has portado como un títere cada vez que ella habla contigo y te paraliza la idea de acercarte a ella, además del miedo de perderla...." —Por cosas como estas era que János no quería tener hijos, pero le hizo una promesa a su amigo, y ahora estaba aquí, escuchando problemas románticos de un adolescente— "¿De verdad?"

"Básicamente esa es mi situación, se que no es normal preguntarle esto a un profesor, pero me gustaría saber su opinión acerca de este tema, no si si perdí mi oportunidad o aun tengo chance de hacer algo" —Seguro lo había arruinado, conocía a Yuki, y por ahora el patrón que mostro en interés de una persona, y hasta ahora insistía en la necesidad de buscar terapia profesional—

Según lo que le conto la joven castaña y sus propias conjeturas, la infancia y juventud temprana de Yuki llevo a que busque en sus parejas una figura fuerte, ya fuera físicamente, como el idiota de su ex novio, o con mentalidad fuerte, como él cuando la ayudo, incluso Kohta cuando le ayudo puede que generara esa respuesta en ella, ya fuera consiente o inconsciente.

Esa información se la guardaban él y Shizuka, podria ser usada para mal si alguien se enteraba, posiblemente alguien manipulador se daría cuenta de ese hecho, después trataría con ese problema en el Club, en que estaba pensando, tenia que ver como ayudar a Kohta, lo cual era igual de difícil a su manera.

"Primero, pon los pies en la tierra, hagas lo que hagas no escuches esa voz que dice que ella ya te odia, o que te reemplazo, o cualquier cosa semejante, no te tienes que precipitar" —Era la parte mas complicada de ser joven, que siempre tenias la tendencia a imaginar lo peor y ser un idiota— "Lo único que te puedo aconsejar de momento, es que solo intentes hablar, una cualidad indispensable en los hombres y en las personas en general es la determinación ¿La quieres? Actúa y habla con ella"

"Lo hace sonar demasiado fácil, pero el miedo me paraliza cuando la veo, y no puedo parar de temblar y pensar en lo que sucederá" —No lo culpaba, por cosas como esas es que János tuvo su primer beso hasta los 17 años, no se quejaba, pero le frustraba pensar en las posibles oportunidades que perdió por ser un cobarde—

"¿Quien te dijo que las cosas que valen la pena son fáciles? Que te devuelva tu dinero, si algo es bueno, entonces te va a costar, pero cuando lo obtengas no querrás soltarlo" —Le dio una palmada en la espalda y se levanto de la mesa donde estaba, observando el patio, lleno de tantas personas como era de esperarse— "Ahora ve a clases, te queda poco tiempo y no quisiera tener que justificar retrasos"

El muchacho robusto miro la hora y tras el susto inicial, solo pudo correr, tenia poco tiempo antes de que comenzara la siguiente clase, János se quedo allí, quizás iría con Shizuka, tenia una hora libre y hasta donde sabia no había nadie en la enfermería, saco su teléfono para enviar un mensaje a su novia cuando alguien se sento a su lado, esto seria un dolor de muelas.

"Hunyadi-Sensei, veo que has estado acercándote mucho a los estudiantes, debe sentirse muy bien de ganar la confianza de las futuras promesas del pais" —El castaño volteo su cabeza, encontrándose con un pelinegro, el idiota cuatro ojos, ambos profesores de anteojos se miraron y si el desagrado fuera fuego, el lugar seria el infierno—

"Shido-Sensei, usted es tan sutil como siempre, al ocultar su desagrado ¿Qué es lo que desea? ¿Ahora cual de sus títeres tiene problemas y necesita mi apoyo? —El desagrado mutuo de estos personajes era evidente, y cada que se encontraban algo malo sucedía, en general para Shido—

"Para nada, solo planeaba algunas cosas, entre ellas que me ayudara con una serie de eventos importantes, como reprobar a una chica problemática, también su apoyo ante la mesa directiva para mis propuestas educativas y de mi puesto, después, pues ya veremos" —János lo habría mandado a la mierda de inmediato, pero solo dejo que el profesor Shido continuara con su monologo y fantasías, a espera que se ahorque solo— "Me encontré con cierta información comprometedora, del tipo que si sale a la luz podria ser la ruina de toda una carrera, por suerte, si somos amigos, nadie debería enterarse de este tema por mis labios"

Esto no podía considerarse mas estúpido solo porque Shido parecía creer que contarle todos sus planes al profesor era una buena idea. Es decir, lo estaba intentando chantajear, pero primero tenia que regodearse en su propia fantasía de poder sobre el castaño, y decirle todo lo que tenia la intención de obligarlo a hacer.

János se quedo cruzado de brazos y levanto la barbilla, con un gesto serio, esperando a que dijera algo relevante, Shido era lo suficientemente inteligente para saber que no creía nada hasta verlo. Algo que era un error, si planeas chantajear a alguien primero le tienes que mostrar de que se trata el material comprometedor.

Para saber si era algo importante para la victima, es como llegar a aun asalto, asustar a todos, y después muestras que tu arma es una bola de algodón, simplemente no es prudente entrar a un gran evento, y después mostrarte desarmado, o terminaras apaleado, literal o metafóricamente, en el caso de János, no le molestaría golpear en la cara a Shido y romperle los lentes.

El profesor de ropa negra saco su teléfono y mostro una imagen del auto de János, abrazando a una chica de cabello naranja en su automóvil, de fondo solo estaba un muro de roca. Así que le tomo una foto cuando fue a dejar a Yuki, el profesor Shido parecía que estaba por romper su boca por el tamaño de su sonrisa.

Movió la foto, pasando a otra imagen donde se veía la cara de Yuki cuando le besaba la mejilla, János al fin parecía mas serio, al observar la imagen en el celular y darse cuenta que tenia cierto sentido la amenaza de Shido,

"El profesor Hunyadi, el que es llamado el mas amado de la escuela ¿Qué cree que pasara cuando sepan que se ve con una de las estudiantes de la academia?" —Guardo su teléfono, acercándose mas a János, quien permanecía en silencio y su respiración parecía que se corto por momentos— "Ahora soy tu dueño, harás lo que te diga, y si te desvías aunque sea un poco, te voy a arruinar ¿Quedo claro? Te dije que lamentarías meterte conmigo"

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