Capitulo 20: Una Mañana Apresurada (L)
Regresar a clases fue algo que a muchos les molestaba, a János no era algo que le disguste, su alarma lo despertó, estaba en su cama, a su lado se encontraba Shizuka, abrazada a él, aun era muy temprano, la luz del sol apenas estaba llegando para dar paso al día, Shizuka no se levantaría aun, y no quería despertarla, asi que se quedo a su lado.
Durante una hora su mente estuvo trabajando en sus actividades del día, todo era tranquilidad, el ruido en el exterior apenas comenzaba, con la voz de algunas personas despidiéndose mientras se iban a trabajar, pocos autos estaban en esa zona, después de todo, quien necesita auto con transporte publico tan eficiente.
Al fin Shizuka se despertó, tenia el cabello alborotado, parecía todavía somnolienta, se levanto de la cama, mostrando su cuerpo desnudo, János también se puso de pie y fue al armario donde guardo su ropa para ese día, revisando que todo estuviera listo.
"Jan Jan, quiero seguir durmiendo" —Hora de la usual rabieta por tener que despertar temprano para ir a trabajar, en lugar de molestarlo, era una manera graciosa de comenzar el día, con buen humor— "¿Que tal si dormimos un poco mas y no vamos a trabajar?"
"¿Faltar el primer dia? Que irresponsable seria eso, tenemos que ir a trabajar, yo para educar a esos mocosos y tu porque los tendrás que cuidar si se hacen daño, lo cual es probable, no miden el peligro de lo que hacen" —Continuo con la búsqueda de su ropa, para después tomar una toalla e ir al baño— "Hay que apurarnos, tenemos que bañarnos y desayunar"
"Ya voy, ya voy " —Se quejo la enfermera, mientras lo veía irse y sonreía viendo el trasero de su novio, se levanto de la cama y fue tras él— "No es justo, necesitamos vacaciones para recuperarnos de las vacaciones"
"Cuando hablas asi me siento como en casa" —Shizuka le saco la lengua, entrando con él en la cabina que rodeaba la regadera, y mojaba su largo cabello dorado con el chorro de agua—
Continuaron con el baño, hasta que Shizuka se acerco mas y recargo su pecho en la espalda de János, mientras con sus manos enjabonadas recorría el cuerpo del castaño, que se quedo quieto, mientras ella besaba su hombro.
"Shizuka, tenemos que ir a trabajar, no podemos hacer esto" —Pese a sus palabras, su mano derecha fue a su espalda y bajo por el vientre de Shizuka, hasta llegar a su feminidad y acariciar con cuidado, rosando su clítoris y sonriendo cuando la escucho gemir—
Se dio la vuelta y se besaron, la mujer abrió la boca y sus lenguas se encontraron, sintió como János la tomaba de la cintura y de la nuca, acercándola mas a él, mientras ella lo tomaba de los hombros y se inclinaba un poco para estar a la altura del hombre castaño.
"¿Que te parece un rapidito y comemos algo de la Academia?" —Era difícil decirle que no a Shizuka, en especial cuando estaba masturbando a János y la sangre bajo de su cerebro a algo que parecía tener mas poder que su mente en ese momento—
"¿Como me podria negar?" —Una de las piernas de Shizuka rodeo su cintura, mientras él rosaba sus sexos, tomándola de la cintura para que no fuera a perder el equilibrio—
Se cerro el frigo de agua, y el baño se lleno de jadeos, gemidos y algunos gemidos de parte de la pareja, quienes estaban gozando lo mas posible la experiencia, Shizuka estaba frotando su clítoris, mientras el profesor chupaba uno de sus pechos y mordía un poco su pezón.
Normalmente buscarían cambios de posición o juego previo, pero, por el tiempo limitado, tendrían que conformarse con solo un poco de acción rápida, aunque no se equivoquen, esa adrenalina de estar contra reloj estaba emocionando a los dos y les motivaba a aumentar su esfuerzo.
Una de las habiles manos de la enfermera bajaron hasta llega a la base de su pene, presionando una parte de sus genitales que hicieron que János sintiera que estaba a punto de llegar a su limite antes del tiempo que estaba acostumbrado, por lo que regreso el favor y con dos dedos presiono el Clitoris de Shizuka, arrancandole un fuerte gemido.
Se acercó hasta él, aferrada a su espalda, estaba muy cerca, sentía como su interior recibía al castaño, tocando ese punto que lanzaba oleadas de placer que llegaban directo a su cerebro.
"Vamos Jan Jan, deja salir mucha leche" —Sentia que estaba pasando por algunos espasmos antes del orgasmo, y Janos no parecía en mejor condición, jadeando y sujetándole con fuerza, mientras trataba de mantener los pies firmes en el suelo—
János sabía que estaba en su límite, sentía como su polla estaba siendo apretada por el interior de Shizuka, el cual parecía que solo lo comenzaba a apretar más, a un cierto ritmo, sabía que era a propósito, así que su mano siguió jugando con su clítoris y moviendo su cadera.
Tras un minuto más los dos llegaron al fin a su clímax, János respiro de manera pesada, sintiendo como su fuerza lo abandona por un momento, Shizuka sintió algo semejante, teniendo que sujetarse al cuello del castaño mientras recuperaba el aliento.
"Esta debe ser la mejor manera de comenzar el dia" —Dijo János, mientras se separaba lentamente de ella y se acercaba a la llave del agua para que se abriera el chorro de agua tibia—
"No me molestaria poder despertar asi todos los dias, aunque es una lastima que no podamos" —Beso de nuevo a János y al fin pudieron seguir con el baño, necesitarian apresurarse para llegar a tiempo al trabajo, aunque Shizuka estaba poco preocupada, seguro llegarian a tiempo—
*******
Yuki despertó temprano, pero no sintió ánimos por salir a entrenar en la mañana, solo se quedó acostada en la cama, con la vista puesta en el techo, se preguntaba que cambiaria ahora, no se sentia como antes, quizas solo pensaba demasiado las cosas, de seguro era eso.
Se levanto de la cama cuando faltaban dos horas para que comiencen las clases, busco su cosas para darse una ducha y poder comenzar bien el día, salió al pasillo, mirando los pasillos aun vacíos, la gente normalmente no se despertaba tan temprano el primer día, llegarían a tiempo, pero despertaban mas tarde.
Entro al baño y fue a una de las cabinas, donde cerro y se quito la ropa, abriendo el grifo de agua fría, el cambio de temperatura la despertó de inmediato, lanzando un pequeño gemido, pero logro recuperar pronto la compostura, dejo que el agua la mojara por completo y después tomo un Shampoo para lavar su cabello.
Tardo algunos minutos hasta que quito el jabón de su cabello, entonces tomo una navaja para afeitar y se dispuso a cortar los molestos vellos de su cuerpo, se tomo su tiempo hasta que estaba lista, era muy satisfactorio terminar un baño, aunque no fuera precisamente ese su baño favorito.
Cuando termino de bañarse salió de la cabina, y para su sorpresa se encontró con una chica de cabello morado que estaba saliendo de otra de las regaderas, ni siquiera noto cuando entro al baño, como sea, no era importante.
Saeko miro a Yuki y solo hizo un ademan para saludar, algo que Yuki contesto de la misma forma, acercándose a un espejo, donde tenia su secador de cabello y lo uso por un par de segundos, cerciorándose de que su cabello quedara perfecto.
Escucho un ligero quejido tras ella y vio a Saeko buscar algo en su bolsa, supuso que olvido algo importante, ya que seguía buscando, hasta que solo exhalo el aire en sus pulmones y tomo su blusa, con que eso era, no era necesario ser un genio para saber que el cabello debía secarse antes de ponerse la ropa o la dejarías húmeda.
"¿Necesitas un secador? Tanto cabello no se va a secar solo con una toalla" —Le ofreció la pistola de aire caliente, Saeko lo pensó por un par de segundos y extendió su mano para aceptarlo— "Cuando se regresa a clases podrías olvidar la cabeza sino estuviera adherida al resto del cuerpo"
"Ni que lo digas, olvide algunas cosas en casa, tendré que salir el fin de semana" —Contesto con normalidad, parecía que los rumores de que Saeko Busujima era una perra que no hablaba con nadie por creerse mejor que los demás no eran tan ciertos— "Soy Busujima Saeko"
"Lo se, tu nombre se escucha mucho desde que ganaste el torneo nacional de Kendo, tengo que admitir que eso es muy impresionante, llegaste muy lejos" —El ruido de la secadora hizo que la conversación muriera por algunos minutos ya que no seria fácil ni cómodo hablar sin gritar—
Yuki se vistió durante ese tiempo, no era el uniforme, ya que no quería que sufriera un accidente y se mojara antes de llegar a clases, Saeko termino de secar su cabello y entonces se quito la toalla, tomando sus bragas y subiéndolas, mientras la otra chica estaba guardando su toalla.
"Yo escuche algunas cosas de ti, Miku Yuki, eres del grupo de Atletismo, escuche que fueron a las finales regionales" —Ella la volteo a ver, no queriendo tocar ese tema, algo que Saeko entendió y para su suerte dejo el tema en paz— "Iré a comer algo, espero llegaran los cocineros ¿Gustas acompañarme?"
"Claro" —No habia nadie a quien le quisiera hablar en ese momento y quizas Saeko era alguien interesante mas allá de su habilidad para pelear, por lo que acepto de inmediato— "Solo dejare esto y me pondre el uniforme ¿Nos vemos en cinco minutos en la entrada?"
La otra chica asintió y ambas se separaron para ir a sus habitaciones, Yuki estaba intrigada sobre la peculiar suerte que traía, con algo de suerte podria comenzar bien ese periodo escolar y mandar al diablo a Tsunoda para no soportarlo ni tener que interactuar con él el resto de lo que le quedaba de estudios.
*******
Otra vez solo, bueno, no se quejaba, sabia donde estaba su hijo y no le preocupaba su seguridad, al menos en el sentido de que no tenia que pensar que alguien le dispararía desde un auto en movimiento, pero no le gustaba tenerlo tan lejos, extrañaba su compañía, en lugar del solitario silencio que siempre estaba cerca de él.
Sabia que estaba por ser mayor de edad y pronto seria independiente, pero no le gustaba admitir eso, y como siempre que estaba solo, su cuerpo dormía cinco horas cuando mucho y lo despertaba, no le había afectado hasta ahora ya que tomaba siestas a lo largo del día, pero era muy molesto.
Por ese motivo ahora estaba en una tienda de auto servicio, la encargada fue a la parte de atras a buscar mas agua caliente, ya que aparentemente no la tenia lista, como sea, le quedaban como cinco minutos antes de tener que pensar en como perder el tiempo por el resto del día.
La puerta se abrió y pronto se escucho ese molesto timbre de sonido agudo, entro entonces un grupo de vándalos, el típico grupo de jóvenes que juegan a la pandilla, no tienen necesidades que los hagan tomar ese camino, muchas veces incluso tienen dinero mas que suficiente, solo lo hacen por diversión o porque se sienten poderosos de esa manera.
Eran demasiado ruidosos, gritando palabras que no entendía, lanzándose latas de bebidas energéticas, además de otras cosas, como frituras y uno trataba de alcanzar los cigarrillos que estaban en un aparador elevado. Pero al ser tan pequeño no alcanzaba, eso le hizo reír un poco, algo que llamo la atención del intento de ladrón.
"¿Te crees muy gracioso, idiota?" —El muchacho lo empujo, o al menos coloco sus manos en el pecho de Máximo, quien no se movió ni un centímetro, así que se paro derecho, mostrando al fin la diferencia de tamaño en todo su esplendor—
"Claro que sí, soy el rey de la comedia, pero no necesitas estar de rodillas ante mi, puedes ponerte de pie" —Prometió estar tranquilo y no provocar problemas, pero era difícil cuando te encuentras con está clase de cretino— no quiero problemas, quiero comenzar bien el día, solo comeré mis fideos y no nos tenemos que volver a ver
El más bajo parecía querer pelear, pero sus rodillas temblaban cuando veían al oponente, demasiado grande para él, y grande en todos los sentidos de la palabra, esos hombros anchos y la silueta fornida. Pero entonces llegó uno de sus compañeros, quien parecía mas emocionado y optimista en sus posibilidades de victoria.
"¿Quien es este anciano? ¿Te está molestando? Porque tiene cara de que quiere una paliza" —Al fin llego la encargada y dejo la sopa instantánea en la mesa, dándose cuenta muy tarde de que las cosas estaban mucho mas tensas de lo que esperaba—
"Te ahorrare el dolor, tomare mi sopa, pagare y nos vamos todos a cualquier parte menos aqui" —Saco el dinero exacto para la compra y la dejo en el mostrador, donde la joven se apresuro a guardarlo en la caja y entregar el comprobante de pago— "Gracias señorita, hagamos de cuenta que nunca paso esto"
"¿Crees que te puedes ir así como si nada? Mira, pagaras por todo lo que traemos y después veremos sino te mandamos al hospital, aunque... ese abrigo me gusta, también lo quiero" —Máximo levanto una ceja, un tanto intrigado por la situación, pero solo lo dejo pasar, si comenzaba una pelea allí podria causar daños o hacer que lastimen a la dependiente, y no quería problemas extra a los que ya tenia—
Le dio un empujón en el pecho, con la suficiente fuerza para moverlo de su camino y salir del lugar, era realmente patético todo eso, uno de ellos trato de golpearlo por la espalda, pero dio un codazo hacia atrás y atino en el pecho de un flacucho, esos espejos eran muy útiles para guiarse, con los dos mas valientes en el suelo, los otros se echaron para atrás, esa era la naturaleza de los parásitos, se aferran a los fuertes y corren cuando alguien tira a las bestias.
"Y no causen problemas a una mujer tan bella, porque sino vengo y les parto la madre a todos" —Y con eso se retiro del lugar, nadie se atrevió a seguirlo, Max se sintio decepcionado, de verdad esperaba poder golpearlos en un estacionamiento y mandarlos a casa llorando—
Camino por las calles del vecindario, nada interesante, vio algunos departamentos con las cortinas abiertas, donde se veía el interior con gente preparándose para el día, paso al lado de gente que no conocía, era raro, no sentía que nada fuera familiar, en realidad ya pocas cosas le resultaban familiares, todo el tiempo moviéndose sin tiempo de conocer gente, ya le era extraño quedarse en un lugar y poder relajarse por mas que un par de días.
Mientras andaba entre las calles comió de sus fideos, vio a algunos estudiantes corriendo porque se les hizo tarde para ir a la escuela y a asalariados que tenían cara de estar muriéndose, casi se ríe, por eso amaba su trabajo, algunas horas trabajando en la computadora, a veces haciendo revisiones de planos y supervisando algunas construcciones cuando quería trabajar algunas semanas de manera continua. Sin tomar en cuenta cuando el jefe quería que fuera un Auditor de las acciones del personal de liderazgo.
Sus pasos llevaron hasta el edificio una vez mas, igual de viejo que lo recordaba, subió por las escaleras y se detuvo un momento para beber el caldo de los fideos, le faltaba picante, pero dejo su chile en polvo en casa y como tenia hambre decidió comer en el camino, necesitaba algo mejor, quizás comería la carne que guarda en el congelador.
Estaba subiendo cuando vio a una mujer corriendo por los pasillos, se hizo a un lado, para que pasara, parecía molesta, o quizás solo era así su cara, que molesto, siguió avanzando por el pasillo y se encontró con un hombre
Otra vez ese vecino molesto que le hablaba acerca de que se equivocaba, como le gustaría poder romperle la boca de un puñetazo, pero no podía causar escándalos ahora, no seria tan fácil mudarse de pais ahora que Mateo estaba estudiando.
"Buenos días, vecino" —Lo saludo, maldita sea, porque tenia que saludarlo, porque no podía ignorarlo y seguir su día en paz— "Veo que le gusta madrugar, yo tuve que hacerlo, ya sabe, mujeres, a veces parecen insaciables, por desgracia se tuvo que ir a trabajar"
"Buenos dias" —Lo saludo de una manera tan seca que era mas probable encontrar agua en el desierto de Pachacamac— "Ya veo, pues que buena suerte, parece una mujer encantadora"
"Algo amargada, lo mismo de siempre, espera su principe azul y cree que todos tenemos que doblarnos para conseguir lo que quiere, jeje, seguro sabes de lo que hablo" —En realidad si, pero no como lo esperaba, Max solo se acomodo el cabello y dio señales de que estaba por irse— "No a dicho nada de usted en todo este tiempo que lleva aqui, no somos tantos inquilinos en el edificio, deberiamos hablar mas"
"Soy Máximo, soy ingeniero civil y arquitecto en una importante constructora, trabajo a distancia, tengo 31 años, espero podamos darnos los buenos días y no tener mas incidentes desagradables como el primer día" —Ese primer día, su vecino tomo valor con el alcohol y se le ocurrió gritarle en la cara, de no ser porque lo acompañaba Mateo, le habría tirado los dientes de un puñetazo—
"Ah, eso, si, ya sabe, perdió mi equipo de Beisbol favorito ¡Perdí mucho dinero! Debe entenderme, tienes cara de que te gustan los deportes" —El idiota no entendía nada, pero era mejor ser civilizado, continuar con la conversación y después irse, quizás después se daría cuenta de que era mejor no hablarle—
De manera discreta activo una alarma en su reloj, fingiendo que veía la hora, diría que iría a trabajar y así se libraría de todo sin tener que recurrir a las groserías, lo cual lamentaba, ya que aun tenia preferencia por el conflicto y la lucha.
"Me gusta el Box, un poco las artes marciales mixtas y también el tiro con armas, mi récord es de poco mas de un kilometro y medio, aunque prefiero practicar los deportes en lugar de verlos, es mas emocionante, pero veo algunas funciones de vez en cuando" —Saco su lado mas carismático, que no fuera tan evidente que se quería ir y quizás así lograba decir que se tenia que retirar antes de que se escuche su alarma—
"El viejo box, como me gusta, nada como dos hombres mostrando su fuerza y resistencia" —El vecino hizo un par de fintas, no era alguien sin conocimientos, pero no era tampoco profesional— "Quizás algún día te invite a un bar deportivo que esta cerca, veras que buen ambiente hay"
"Claro, solo que a veces el trabajo me atrapa, no tienes idea, algunos trabajos solo necesitan dejar de pagarte centavos para ser considerado un esclavo" —El suyo no, pero sabia que a la gente le gusta creer que trabajan peor de lo que realmente es, aunque era Japón y tenia entendido que era verdad a medias—
"Ni lo digas, yo soy profesor, todo el dia tratando con niños que esperan que les limpies la nariz, a veces creo que no me pagan lo suficiente" —Al fin sonó la alarma y se pudo disculpar, para retirarse, caminando a su departamento— "Me puede llamar Teshima"
Y con eso regreso a su departamento, cerro la puerta tras de si y fue a su oficina, el lugar estaba lleno de papeles y folders con documentos importantes, tiro la basura que quedaba después de comer su sopa instantánea, se quito los guantes negros que acostumbraba llevar, revelando algunas marcas en los nudillos y el dorso de la mano, marcas de guerra.
Encendió el CPU de la computadora y presiono el interruptor para que su monitor de alta definición estuviera en marcha, se sentó frente a la pantalla y espero por algunos segundos a que se iniciaran todos los programas, era una computadora muy potente y la refrigeraba era por liquido, por lo que podía trabajar con tranquilidad.
Su bandeja de mensajes estaba llena con diferentes planos que tenia que revisar, algunos diseño por aprobar y su jefe le mando una propuesta para supervisar una obra, tenia que ser el tercer ingeniero en aprobar el diseño y si era posible que supervise las obras en el lugar, estaba cerca de casa, así que tendría suficiente tiempo para trabajar.
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Era oficial, Yuki comprobó que al parecer la profesora estaba de mal humor, llego al salón, y comenzó a dar instrucciones apenas los volteo a ver, era la profesora Kyoko Hayashi, quien estaba dando instrucciones para resolver algunos ejercicios que según ella, había dejado antes de salir de vacaciones.
Recordaba ejercicios, pero los que estaba escribiendo en la pizarra tenia un nivel de complejidad superior al que recordaba, de inmediato sintió un nudo en el estomago, mientras la profesora seguía hablando, sentía que estaba por explotarle la cabeza ante la presión.
Pero no era la única que sentía eso, otros estudiantes tomaban nota y se preguntaban cuando vieron eso, esto era algo que puso nerviosos a todos, trataban de contestar pero no era de la manera en que era necesario para el ejercicio, era como si estuvieran siendo el chivo expiatorio que pagaba por algo que no conocían.
Yuki trataba de completar los resultados lo mejor posible, pero sentía que estaba fallando en algo, todos estaban saliendo mal, regresando a sus lugares con circulas rojos resaltando todos los errores que cometieron a medida que elaboraban las formulas químicas.
Buen inicio de periodo, como sea, no es como si fuera a morir por una prueba mal, ya estaba acostumbrada a esa clase de cosas, intento realizar el ejercicio lo mejor que podía, al final estuvo cerca de poder terminar el ejercicio de la mejor manera posible y logro una calificación aceptable, tendría que estudiar mas, se sentía como un nuevo inicio y quería hacer todo bien.
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