Capitulo 2: Primer Día De Clases
La asamblea era mejor de lo que esperaba, no era nada comparable a su escuela preparatoria, había un poco más de caos, sin tomar en cuenta todos los estudiantes problemáticos, pero eran muchos menos que en otras escuelas que habia estado.
Cada persona en el auditorio lo veía desde lejos con diferentes expresiones, algunos tenían miradas molestas, otros indiferentes, y para su sorpresa algunas miradas interesadas, permaneció sentado en dónde estaba y espero a ser llamado.
"Este profesor a llegado desde Reino Unido, de la universidad de Oxford, su cuadro curricular es grande por lo que lo dejaré presentarse" —Se retiro del púlpito, dejando que János se acercara para hablar al microfono— "Sea breve, profesor"
Al llegar al lugar se acomodo el nudo de la corbata, los estudiantes murmuraban entre si, buen comienzo, creia que tendria que decirles que guarden silencio a los pequeños monstruos.
"Soy el profesor János Hunyadi, como escucharon vengo de inglaterra, pero tengo estudios en universidades de todo el mundo, creo en la educacion de generaciones jovenes para crear un mejor futuro, asi que nos geremos pronto en las aulas, si quieren una espectativa sobre mi, esperen a conocerme" —Se retiro del lugar, sin aplausos o abucheos, perfecto, tomando su portafolio, solo espero a que el director diera la indicacion para dispersarse—
Desde lejos varios profesores estaban observando al nuevo integrante de la facultad, un profesor en especial estaba irritado al verlo, Koichi Shido, veia con molestia la presencia del profesor, como si fuera una nueva ficha en su juego, una inesperada ya que nunca le dijeron.
No lo veia como un obstaculo inmediato, pero se encargaria de bajarlo de su nube, de que supiera que en ese lugar no era mas que un peon mas, que con todos sus estudios y aspecto exotico no significaban nada.
Los estudiantes eran en su mayoria indiferentes, ademas de un nuevo profesor al que no conocian ni tenian idea de como tratar, algunos de los mas inteligentes vieron eso como una oportunidad de un mejor profesor, algunos con mejores contactos escucharon de un profesor extranjero que tenia varios titulos a sus espaldas.
Ahora mismo el nuevo profesor estaba en la sala profesores, su horario indicaba que su primera clase era en una hora, asi que se tomaria su tiempo para beber cafe y tal vez conocer mejor a los demas profesores, aunque tenia la sensacion de no ser bienvenidos, comenzando por el profesor de Ciencias Sociales, quien solo lo saludo y se sento en otra esquina.
La mayoria lo saludaron con la mano y siguieron su camino, estaban mas ocupados en clases, vio la cafetera y esta se vacio cuando un profesor se sirvio una taza de café, ademas de que no habia mas vasos para servirse, cosa rara, esperaria que hubiera ms presupuesto.
Ignoro ese hecho y se alejo de la mayoria, habia una tetera, supuso que porque habia gente que le gustaba él té, perfecto, fue a su maletin y lo subio a una mesa, escribiendo la contraseña para que los seguros se abrieran.
"Profesor Hunyadi, es un placer conocerlo, lamento esto, creo que nadie calculo un invitado mas en la facultad" —János miro al otro profesor y fue como ver un anatema de si mismo, cabello negro, anteojos de pasta en lugar de aro, tenia una sonrisa, pero la hipocrecia casi se podia saborear— Me presento, soy Koichi Shido, soy profesor tutor del 3 A, y profesor de matematicas, ya sabe, esa ciencia exacta que hace girar el mundo, no como otras areas que si las quitan poco se pierde
Esperaba probocarlo, molestarlo y hacer que solo se humillara, pero el nuevo profesor solo tomo el comentario y lo ignoro, mientras abria el maletin de cuero negro, donde se veia una gran cantidad de compartimentos, la mano del muchacho tomo una pequeña compuerta y al abrirla mostro una taza de porcelana con diseños de Asia, quizas de la ultima dinastia de China.
Despues tomo un sobre de arpilla, el cual con solo abrirlo emitio un fuerte olor a cafe, el cual desato curiosidad por otros profesores, ademas de ver un colador de malla fino que dejo sobre la taza.
"Profesor Koichi, nunca escuche de usted, pero asumo que es importante, como el gran pez en un estanque privado, me imagino que todos los profesores lo conocen por algo, aunque no se porque sera" —Levanto la barbilla, acercandose a Shido e invadiendo su espacio personal, y su figura era lo suficientemente fuerte para hacer que el peli negro retroceda—
"Me imagino que no es alguien muy conocedor de la zona, sali en un par de artículos del periódico de la prefectura, ya sabe, mi equipo de matemáticas llego a las finales del concurso regional y mi equipo de atletismo fue clasificado a un concurso nacional, nos confirmaran nuestro lugar en una semana" —Esperaba que pudiera cerrarle la boca, y lo logro por algunos segundos, mientras se alejaba para tomar la tetera—
Coloco la mitad de los granos en el colador y después vertió un poco de agua caliente, los granos se desintegraron, mientras el chorro estaba cayendo a una velocidad lenta, girando en Angulo para que llegara a su mejor punto el cafe, regreso la tetera y tras enjuagar el colador lo regreso a su posición.
"Entonces, a la salud de los jóvenes, cuyo esfuerzo los a llevado a donde estan, espero que lleguen lejos, aun mas que sus profesores" —Levanto su taza de café para beber un pequeño sorbo, era una combinación buena entre acides y amargura— "Debería probar el café de Etiopia, es delicioso, es un placer que de vez en cuando no esta mal"
Con eso se termino la conversacion, se sento en una silla y saco un ejemplar de una prestigiosa revista de antropologia y arqueologia, la abrio y busco una pagina en especial, el cual serviria para que pudiera dar su clase de ese dia, acerca de la colonizacion de japon por los primeros seres humanos.
"No puede ser, otra vez olvidaron colocar mas café" —Esa voz la conocía, bajo la revista y vio a la enfermera Shizuka Marikawa, quien estaba viendo la jarra de vidrio vacía—
"Hola señorita" —Se levanto de su silla y se acerco a ella, dejando su revista sobre el portafolio y la saludo como si ya la conociera a la perfección— "Tengo un poco mas de café, y el agua aun esta caliente, puedo servirle una taza"
"János-Sensei. no esperaba verlo tan pronto" —No había corregido el error sobre que János era su nombre y no su apellido, pero la dejo por ahora— "Y si, me encantaría una taza de café, huele muy bien"
"Dudo que sea necesario, había colocado agua para una taza mas de café para mi, pero seguramente se la puedo ceder a nuestra estimada coleta. Marikawa-Sensei" —La enfermera estaba pensando en decir algo, pero János ya estaba colocando otra taza en la mesa y vestía agua caliente—
"Lo siento, Shido-Sensei, pero creo que el profesor János ya lo preparo" —El profesor apenas pudo contener su desagrado, la profesora tomo la taza entre sus manos y bebió un pequeño trago, llevándose una mano a la mejilla— ¡Pero que bueno esta!
"¿Verdad que si? Y aun no pruebas el cafe colombiano, lo compre en una visita a Bogotá, es delicioso, mañana podríamos compartir una taza de café" —Su reloj sonó con una alarma de que debía comenzar a moverse, así que bebió el resto de su café— "Quédese con la taza, después la puedo recoger, me gustaría quedarme, pero me tengo que ir"
Mientras estaba enjuagando su taza varios vieron la revista, en la portada estaba el mismo profesor, sentado sobre una roca, con su espalda mirando a una pirámide en un lugar del desierto, mientras mostraba vasijas y artefactos antiguos, con la leyenda "Descubre mas sobre los Faraones".
El profesor regreso y guardo sus cosas, despidiéndose de la enfermera y partió rápidamente del lugar para no perder tiempo, Shido estuvo a punto de pedirle a Shizuka que se sentara con él, pero ella se retiro, hablando sobre que en la enfermería alguien la podria necesitar.
Nadie decía nada, pero por lo bajo se estaban burlando del profesor, un lobo que quiso atacar a un cordero y termino trasquilado, y estaba furioso, aplasto el vaso de papel que tenia en la mano y gracias a eso se quemo con el café caliente.
Entre los pasillos se encontraba el profesor, buscando su salón de clases, estaba andando cuando choco contra un muchacho de anteojos que estaba caminando mirando al suelo.
"¡Perdón!" —El profesor solo asintió, realmente no lo habría notado mas allá de sentir que toco a alguien, pero lo dejo pasar—
"No te preocupes, en realidad me podrías ayudar, estoy buscando este salón" —Le mostro la dirección, el muchacho la reviso y se sorprendió, sacudiendo su largo cabello y se acomodo los lentes—
"Justo ese es mi salón, es por aquí" —Señalo en la dirección contraria, y el profesor se fue tras darle las gracias, János se quedo afuera unos minutos mas, mientras esperaba a que saliera el profesor en turno—
Miro su teléfono, tenia un juego de una serpiente en su teléfono, y de momento era bastante entretenido, la puerta se deslizo y salió del salón, los alumnos se quedaron en silencio hasta que se fue el profesor y comenzaron a hablar, espero cinco minutos para entrar, escuchando a escondidas algunas conversaciones, tratando de comprender como funcionaba todo.
Escucho a algunos discutir sobre un programa de televisión, un reality sobre gente que trataba de ganar fama cantando, pero combinado con concursos raros, no le intereso, escucho a algunos hablar de mangas, eso era de esperarse, también temas de la escuela, sobre relaciones de gente popular y quienes les parecían atractivos.
Y lo admitía, no eran tan diferentes, algunos se estaban preocupando por el futuro, como sus calificaciones y esas cosas, apago la pantalla de su teléfono y al fin decidió entrar, apenas puso un pie en el salón todo fue silencio y todos se colocaron de pie, recordaba que en su preparatoria el salón era mas caótico, pero tanto mejor.
"Pueden tomar asiento, estudiantes, como saben, soy el nuevo profesor, János Hunyadi, tomare diez minutos de mi clase, en caso de que tengan preguntas sobre mi, mi manera de trabajar o lo que me capacita para estar aquí" —Vio varias manos levantadas, logro ver al muchacho y lo señalo— "También les pediré me digan sus nombres, así que adelante"
"Quisiera saber mas acerca de su curriculum, saber sobre sus estudios o sus logros" —El estudiante de lentes parecia avergonzado, pero el profesor sonrio y asintio, esperando que se presente— "Soy Kohta Hirano, es un placer"
"También es un gusto conocerlos, mis estudios los realice en diferentes paises, los estudios básicos fueron en Venezuela, mis estudios medios superiores en Hungría, la universidad y post grados los realice en paises como Inglaterra, Alemania, y diplomados en todo el mundo, incluyendo China y Egipto" —Varios estudiantes estaban sorprendidos, pero noto a cierta estudiante que parecía mas aséptica, una buena cualidad— "Mis logros, no muchos, e trabajado para la ONU, algunas instituciones privadas y expediciones en busca de artefactos arqueológicos"
Otra mano se levanto, antes de que los demás pudieran hacer algo mas, el profesor se acomodo los lentes, sentándose en el escritorio y esperando la puñalada.
"Profesor, me llamo Takagi Saya, quisiera saber si tiene alguna formación pedagógica, e escuchado de mucha gente que estudia por años pero no tiene la capacidad de educar de manera adecuada" —Una buena pregunta, tenia que saber donde estaba sentada para lanzar una pregunta que seguro podria ser un ataque—
"¡Excelente pregunta! La respuesta es fácil, no tengo ninguna oficial, pero si experiencia practica, enseñe a niños a leer en Afganistán, prepare universitarios en Sudan y e dado clases de regularización para visas americanas en California, no tengo títulos, pero les pido una oportunidad para demostrar mi capacidad" —Su voz era siempre calmada, no saliendo de donde sabia estaba a salvo, y asegurándose de no dejar cabos sueltos— "Yo prometo hacer lo mismo por ustedes, ayudar siempre que tenga la capacidad"
Algunas preguntas mas aparecieron, pero fueron mas personales, como su edad o sus gustos, cosas que quizás ayudaban a que lo vieran mas como una persona y no esa entidad que les daba calificaciones y a veces los reprobaba.
Su clase fue rápida, introduciendo temas simples antes de extenderse, los estudiantes estaban fascinados escuchando temas como ese, ya que los expresaba de manera adecuada y en varias ocasiones saco figuras de su portafolio, como replicas de las pirámides, o incluso monedas romanas verdaderas, incluso un pergamino antiguo de Japón, aunque aseguraba era una replica.
Con eso comprobaban que de verdad tuvo mucho que ver con esa clase de expediciones, aunque lo sorprendente era que los mostrara con tanta naturalidad, su reloj sono cinco minutos antes de que terminara la clase, permitiendo que pudiera despedirse y terminar a tiempo.
"Me gusto, son un grupo increible, pero me tengo que ir, mas clases me esperan, portense bien, nos vemos mañana o cuando nos toque otra vez" —Abrio la puerta y cerro tras de si, caminando por los pasillos, mientras Kohta estaba mirando su cuaderno, pensando en el profesor—
Le gustaba ver a alguien así, tan entusiasmado por su clase, los alumnos también estaban felices, pero para el muchacho fue algo familiar, conocer a alguien con una visión tan amplia, que explicaba todo de manera pragmática, por primera vez en mucho tiempo disfruto una clase, incluso les dejo libres de tareas, mas allá de estudiar la siguiente clase.
Hasta que sintió un fuerte golpe en su nunca, sus lentes se le cayeron de la cara y miro a un estudiante mas alto cerca de él, era otra vez Tsunoda, esto era realmente muy molesto, ya ni siquiera escucho lo que decía, de seguro cosas sobre su peso.
Otra vez solo apreto los dientes y sus puños, lo odiaba, ya no era solo aversión, sino odio en su estado mas puro, desearía poder acabarlo, hasta que vio la cara del alumno cambiar.
"Salga un momento, joven Tsunoda, tenemos algo de que hablar, es mi primer dia y no quisiera perder mi tiempo, pero tendremos algunas palabras" —Se veía muy serio, eran ojos muertos, los ojos de alguien que no estaba bromeando—
Lo saco del salón cinco minutos, suficiente para regresarlo al salón y que se quedara sentado en su asiento, mirando a la nada, no sabia que estaba pasando, pero ese debería ser su día de suerte.
Las demás clases continuaron con normalidad, el profesor extranjero continuo con las clases sin incidentes, llego la hora de la comida, aun tenia tres clases mas antes de que terminara su jornada e irse a casa, asi que tomo sus cosas y busco un lugar donde comer.
Los estudiantes corrian de un lado a otro, hasta donde sabia ese era un internado, desde su perspectiva era la clase de escuela donde mandabas a tus hijos para que no te causen problemas, si bien enseña cierto grado de independencia, crean un nucleo familiar bastante inetable, al haber poca cercania, ese estudio sobre sociedades que hizo en oriente proximo si que lo afecto.
llevaba su almuerzo aun en su portafolio, un emparedado simple, miro a los lados y cuando vio una banca vacía se sentó en ella, estaba a la sombra de un árbol y eso ayudaba a que se quedara fresco, abrió su maletín y de uno de los lados abrió un compartimento donde estaba su emparedado, tenia lechuga, jamón, tres tipos de queso, tomate, todo en pan de grano.
Le dio una mordida y miro a los demás estudiantes, todos corrían de un lado a otro, hablando, otros jugando, algunos fueron a comer, pero se guardaba cierto grado de orden.
Estaba disfrutando su almuerzo cuando escucho pasos acercándose, abrió los ojos y miro a Kohta, estaba viéndolo desde la distancia, quizás esperando a que termine de comer o no tenia la suficiente voluntad para dirigirle la palabra, así que decidió comenzar.
"¿Se le ofrece algo, joven Hirano?" —Le dio otra mordida a su comida, esta vez mas pequeña para poder pasar el bocado rápido si llegaba a preguntar algo—
"Solo agradecerle por ayudarme, aunque me temo que de todas formas formas tarde o temprano me seguirán molestando, o encontraran a alguien mas" —No lo nego, así era el ciclo de abuso, no terminaba nunca y si querías salir de allí tenias que alejarse o enfrentar el conflicto de alguna manera—
"No lo voy a negar, en especial en esta etapa, recuerdo que algunos se burlaban de mi, y aun recuerdo algunos apodos, mantecas, el tinaco, llamaban mi cinturón el talla ecuador" —El chico se rio un poco, realmente no negaba que fuera gracioso, pero en una época difícil emocionalmente eran como cuchillos en su espalda— "Pero nada es eterno, la única constante es el cambio"
"Dijo que estuvo en la ONU ¿Alguna vez estuvo con los Cascos azules?" —Bueno, muy rápido se desvió del tema, pero decidió seguirle la corriente, y asintió algunas veces— "Republica Democrática del Congo, Uganda y Somalia, aunque estuve en otras partes, pero son algunas de las ultimas"
"Me sorprende que estuviera en tantos lugares ¿Tuvo la oportunidad de entrenar con los Cascos Azules?" —No le gustaba hablar de eso, pero supuso que no le haria daño explicar algunas cosas sobre sus actividades pasadas—
"Un poco, ya que eran lugares peligrosos tuve una pequeña capacitación, entrenaba todos los días y me enseñaron lo básico de armas, además de una temporada que pase en Blackwater, para un trabajo en Siria" —Termino su emparedado y cerro el maletín, notando que el muchacho parecía cada vez mas emocionado— "¿Quieres un consejo? el humano tiene tres formas de reacción, atacar, escapar o quedarse paralizado, escoja como enfrenta sus problemas"
Le dio una palmada en la espalda, quito la combinación de su maletín y se dispuso a caminar, pero de nueva cuenta Hirano parecía poco dispuesto a dejarlo ir.
"Solo una ultima cosa, dijo que tenia sobre peso ¿Cómo bajo de peso?" —En la mente del muchacho rogaba a todos los dioses que no dijera algo como que al crecer bajo de peso, porque sino estaba fastidiado—
"Bueno, hice mucho ejercicio en las vacaciones antes de la universidad, medí mi alimentación, un nutriólogo que es amigo mío ahora me ayudo, aunque no adelgace, de inmediato, solo me hice fuerte, tardas un poco mas de tiempo en bajar la grasa y reemplazarla en musculo, pero lo importante es comenzar y no esperar construir roma en un día" —Se alejo de allí para ir al edificio principal y preparar su segunda taza de té del día—
No quería ir a la sala de maestros, seria incomodo, pero no conocía otra área donde pudiera haber agua caliente, quizás la cafetería, pero quizás se termino el horario o estaban dando mantenimiento a las maquinas, como sea, probaría suerte allí.
Paso por la enfermería y vio a Shizuka recostada sobre algunos libros, se detuvo un momento y saco su block de notas, escribió su numero y una pregunta "¿Quieres que te deje en casa de Shizuka al salir?", dejo la nota a un lado y después fue a la cafetería.
El resto del día no tuvo nada relevante, repetir la clase, resultados diferentes, tomo notas para ajustar sus estrategias según los grupos a los que enfrentaba, por un lado tenia a grupos mas serios, que buscaban solo aprender, otros estaban mas emocionados, pero tenia que mantener el control, y después estaban los grupos equilibrados entre esos dos.
A mitad de su ultima clase Shizuka le mando un mensaje, pero primero termino su clase, termino cinco minutos antes de la hora y salió para contestar el mensaje.
Shizuka: ¿Estas seguro de que no te molesta? El autobús pasa cerca de la Academia y ya remolcaron mi auto al taller 😅😅
János: No tengo problema, creo que nos llevamos bien, me gustaría poder ayudarla si me es posible 😃
Los mensajes permanecieron en silencio un par de segundos, el profesor tomo sus cosas y fue a la sala donde estaba el registro de entradas y salidas de los profesores, cuando escucho el sonido de las notificaciones.
Shizuka: Entonces sino le molesta, le agradecería la ayuda 😋
János: la espero en la sala de registros de entrada
Guardo su teléfono y se termino de registrar, saliendo por la puerta principal, pasando al lado de Shido e ignorándolo, tenia algo mas importante que hacer.
Al salir allí ya estaba la enfermera, quien llevaba una mochila en la espalda, al verlo lo saludo y bajaron al estacionamiento, los estudiantes se movieron entre los edificios, saludando a la enfermera y al nuevo profesor, al llegar al auto el profesor le abrió la puerta y la ayudo a subir, para después subir él, varios estudiantes los vieron salir de la academia en el auto del profesor y pronto las voces se esparcieron.
Mientras manejaba la enfermera permaneció en silencio, parecía un poco incomoda, por lo que János encendió la radio para escuchar música.
"¿Que tal le fue hoy, señorita Marikawa?" —La enfermera lo volteo a ver y pensó en su día, realmente no había pasad nada especial—
"Creo que normal, no paso nada, eso es bueno, pero me da mucho sueño, algunos males estomacales, resfriados, chicos tratando de faltar a clases, chicas con dolor por el periodo y esas cosas, no es la gran cosa" —El hombre giro en la calle que llevaba al edificio donde vivía Shizuka, y penso en lo que dijo—
"Vaya suerte, pero al menos no hay nadie grave, por lo que vi esta estudiando muy duro" —Logro ver un lugar de estacionamiento y se detuvo frente al edificio que ella le señalo, ella bajo del auto y lo miro desde la entrada del edificio— "Fue un gusto verla, nos vemos mañana en el trabajo"
"Gracias por la ayuda, y espero que después le pueda devolver el favor" —Se alejo del auto y entro al edificio, cuando estuvo dentro el profesor emprendió su marcha a casa—
Ese día fue un éxito, al menos así lo registro, en casa el edificio estaba en silencio, solo entro a casa y recurrió a su rutina nocturna, se baño, preparo la cena, comió ligero y después a dormir, el siguiente día seguiría siendo bueno, así pasaría, se quedo dormido, ignorando las cosas que le esperaban en el futuro.
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