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Capitulo 17: Mañana Con Los Hermanos

La vida siempre es difícil, cuando piensas que las cosas podrían salir bien, una esposa que te ama, una bebe que es la luz de tus ojos, y un bebe en camino, cuando Máximo creyó que estaba en la cima de la vida, y que nunca bajaría de allí, la vida se tomo la molestia de recordó que nadie está en la cima y que tarde o temprano caes.

Un día estaba regresando de la universidad, era diciembre del 2002, estaba por graduarse de Arquitectura y en un año se graduaría de Ingeniería Civil, entre semana estudiaba una y el sábado otra, sus suegros lo apoyaban económicamente y el domingo trabajaba una larga jornada para al menos aportar algo a la casa, además de usar su beca para los gastos del día a día.

Era una vida complicada, eran pobres, viviendo en un pequeño cuarto rentado, donde su esposa no paraba de hacer cualquier cosa para apoyarlo, vender pequeñas joyas hechas a mano, o vender cosas por catálogo, pero aún con todo eran bastantes felices.

Esos dias son los que Máximo siempre recordaría como los más felices de su vida, si le dijeran que se tiene que cortar una mano por vivir solo un día más así no lo pensaría dos veces y metería la mano en una trituradora.

Y aquí estaba él, sentado en una sala de espera, mientras escuchaba como el reloj avanzaba, cerca de él estaba su suegro, quien sujetaba su rosario y susurraba plegarias a un santo, ya ni se acuerda de cual era, era un sujeto con un plato en la mano.

Entonces salió el médico, el muchacho se acercó a toda velocidad, tratando de saber que sucedió "No pudimos hacer nada por ella", el tiempo se detuvo por un momento, sus piernas se derrumbaron y sus manos golpearon el suelo, un maldito conductor borracho había atropellado a Adela mientras regresaba del mercado.

Las noticias siguieron empeorando, en el juicio el infeliz salió libre por un Término legal, algo sobre una falta en el debido proceso, el niño lloraba en juicio, pidiendo perdón y lamentando todo, pero cuando salió de la sala de juicio, estaba sonriendo.

Incluso paso junto a él, le dio una palmada en el hombro y le dijo "A veces se gana, y a veces se pierde", después salió y se fue del lugar, desapareciendo del país, según se dice se instaló en España, sus padres le pagaron la libertad y lo dejaron ir.

Máximo aún permanecía de pie, aún le quedaba algo a que aferrarse, aún cuando sentía que su interior estaba consumiendo por la amargura tenía que vivir y seguir adelante por la pequeña Carlota, se graduó con honores, y por su excepcional promedio se graduó antes que muchos y evitando otros trámites.

Pero la vida parecía que decidió arrancarle lo que le quedaba, Carlota enfermo, una enfermera desconocida que atacó su pequeño corazón, en menos de un mes la pequeña falleció, y fue enterrada en el mismo lugar que su madre, en un cementerio en algún lugar perdido en México. 

Muchos se dejaban consumir por eso, algunos se sumergían en vicios para adormecer el dolor, como paso con su suegro, el hombre se sumergió en la bebida, murió un año después por un ataque cardíaco, su suegra no lo aguanto y enloqueció, fue internada en una institución mental dónde la visito algunas veces, pero dejo de hacerlo ya que al parecer empeoraba su condición el verlo, ya que de alguna manera lo culpaba por lo ocurrido.

Él trabajo con normalidad por seis meses, se sentía muerto por dentro, pero su mente no lo terminaba de aceptar, no podía creer que ella murió, que toda su vida terminó en menos de un año, trato de hablar con su hermano, pero János nunca apareció, no sabía si cambio de numero o solo no quería verlo.

Un día solamente abandono todo, tomo algunas de sus pertenencias, una foto familiar, dos cambios de ropa y el poco dinero que ahorro, se fue de la ciudad donde estuvo viviendo y se enlisto en un grupo de seguridad privada que estaba contratando gente.

Quería la muerte, pero no sé atrevía a buscarla por su propia mano, quería algo donde la muerte viniera s por él, no se la dejaría tan fácil, subió a un avión que lo llevó a Inglaterra, esa era su vida, ya no le importaba nada, daba igual vivir o morir, después de todo, la vida ers un juego.

******

Al despertar vio un techo blanco, se sentó en la orilla de la cama y bostezo de manera escandalosa, busco sus botas y las coloco en sus pies, necesitaba ir a su hotel para un cambio de ropa y una ducha, la cárcel casi siempre tenía una mezcla de aromas peculiares, casi siempre el de borrachos.

Se miro al espejo, peinando su cabello y revisando sus dientes para que no tuvieran alguna mancha, tomo una menta de una caja metálica, se puso dos bajo la lengua y salió de la habitación en silencio, era evidente que János no lo quería cerca, muy respetable su decisión, quizás ya era momento de dejar ir el pasado.

"Necesitamos hablar" —En la entrada estaba János, con un cambio de ropa para dormir, tenia algunas ojeras, no era el único que tuvo una mala noche al parecer, estaba por sentarse a la mesa, pero su hermano le señalo la puerta— "Preferiría que fuera en el exterior"

Los dos salieron del departamento, bajando las escaleras hasta llegar al estacionamiento, el cual estaba casi vacío, excepto por tres automóviles, el castaño se recargo en su automóvil, dejando a Máximo ver el auto de Rika.

"Creo que no soy el mejor hermano, no estuve contigo por años y realmente no me moleste en buscarte en estos dos últimos años" —El hombre de cabello negro no lo nego, aunque tampoco diría que fue todo culpa de János—

"Bueno, supongo que es de esperarse que tengamos nuestras diferencias, pasamos mucho tiempo separados en diferentes lugares" —Al fin se recargo al lado de su hermano, observando el edificio donde vivía János, aunque solo era para mantener sus ojos enfocados en algo— "No creo que hablemos de África o de esos años en México ¿O quieres abrir esa caja de gusanos?"

"En realidad no, creo que ninguno de los dos esta listo para eso, pero podríamos intentar convivir un poco mas, al menos mientras estés en Japón" —No era fácil intentar reponer una relacion que había estado mal desde hace años, pero valdría la pena intentarlo—

"En realidad me quedare, al menos mientras Mateo se acostumbra a este lugar, o hasta que me canse del Sushi, es mas barato comer sopa todos los días que poder comer un buen pedazo de carne" —Su hermano se rio, Máximo tardo un par de segundos en darse cuenta que se había tirado de cabeza en un albur— "Ni te emociones, yo te enseñe los albures y no me la vas a voltear"

"Así te gusta" —Fue extrañamente reconfortante que los dos pudieran hablar en español de nuevo, era como volver a casa— "Pero regresando al tema ¿Quién es Mateo y porque te quedaras? Creí que habías dicho que odiabas el pescado y lo japonés"

"Dije que odiaba muchas cosas de Japón, pero no que no me gustara todo, me gustan sus mujeres, algunos postres y quizás encuentre algo mas, así que esta bien por un tiempo, puedo trabajar desde casa después de todo" —Se alejo del auto y miro el auto compacto de Shizuka, tratando de no reír, aunque fue a costa de su hermano— "Veo que a Shizuka le gusta lo pequeño, ya entiendo porque sale contigo"

El castaño estaba por lanzarse a la discusión cuando Máximo se alejo para contestar una llamada, János se quedo en donde estaba, leyendo mensajes y viendo algunas noticias de la mañana, por suerte su cara no estaba en ninguna parte, lo cual era un alivio, odiaría aparecer en las noticias.

Se preguntaría como fueron reconocidos por Shizuka y Yuki, pero no era como si hubiera mucha gente con su peculiar tono de piel y la ropa que usaba normalmente tenia algunas letras grabadas en español, por suerte nadie mas se daba cuenta o la gente del gobierno lo oculto bastante bien.

Cuando regreso parecía mas animado, así que comenzaron a hablar sobre porque estaban en Japón, en general era porque era el punto mas alejado que encontraron de sus problemas en occidente, János le hablaba acerca de su trabajo como profesor, algo que a Máximo no le llamaba la atención, pero puso suficiente atención para hacer algunos comentarios o preguntas educados sobre ese tema.

Subieron las escaleras de vuelta al departamento, mientras Máximo hablaba de algunos asuntos como remodelaciones que tendría que hacer y que se peleo a gritos con su jefe hace unas horas, pero que no lo podían despedir por su contrato y porque de hacerlo le pagarían una fortuna. Aunque estaba seguro de que ocultaba mas cosas o prefirió no decirlo 

"Que me va a estar gritando a mi un mondrigo chino enano, era mas pequeño que tu y quería lucirse en mi visita a la oficina, como si fuera mi duelo" —Como estaban las cosas Máximo se reia mientras contaba la historia a su hermano, quien se preguntaba como lo fueron a contratar en Japon— "Mañana enviare mi diseño final, una revisión de algún godines y listo, una comisión mas a mi bolsillo"

"Vaya suerte tienes, pero esta bien ¿Y pensaste en donde vas a vivir? ¿Vas a conseguir ese departamento gigante del que hablabas cuando éramos niños?" —Llegaron a la puerta del departamento, mientras el castaño buscaba su llave—

"Nha, muy caro y poco practico ¿Para que quiero un departamento gigante si seré yo solo? Mateo se quedara en la escuela y yo estaré en casa, no vale la pena un lugar tan grande, aunque para impresionar a una dama no estaría mal" —Tan desvergonzado como siempre, János entro al departamento y saco su teléfono, para mostrarle su actual numero de teléfono— "Ya me tengo que ir, fue bueno verte otra vez hermano"

János le ofreció la mano, pero en su lugar su hermano lo abrazo con fuerza, haciéndole creer que colapsarían los pulmones por la presión, además de escuchar sus vértebras salir de donde se supone debería esta, hasta que al fin lo soltó y dejó que recuperará el aliento.

"Bueno, ya me voy, creo que sí estoy lejos de mi hotel, tengo que tomar un tren y después un taxi" —Se dio la vuelta para bajar las escaleras, hasta que llamo su atención su hermano, ya lo esperaba, pero quería escucharlo pedirlo—

"Puedes quedarte a desayunar, el lunes regreso a trabajar y tengo que hacer algunas compras, quizás un día de estos podamos salir a beber algo" —Al fin abrió la puertas y el aroma de comida llego a ellos, al parecer alguien se adelantó a preparar el desayuno—

"¿Te parece si te acompaño a tomar algo? Me debes una salida" —János volteo a ver quién era, y confirmo lo que pensaba, Roja estaba de vuelta en la ciudad— "¿Que pasa? ¿Quién es tu amigo?"

"Mucho gusto, soy Máximo Sánchez, pero me puedes llamar solo Max, soy hermano de János" —Extendió su mano como saludo, algo que Rika acepto y sacudió la mano, sintiendo esa mano pesada y fuerte— "¿Con quien tengo el gusto?"

"Mi nombre es Rika Minami" —János entro a la casa, como de costumbre, Yuki estaba haciendo ejercicio y Shizuka estaba también haciendo estiramientos y ejercicios de Yoga, los otros dos entraron y él fue por algo de beber en el refrigerador—

Shizuka fue a la cocina, abrazando por la espalda a su novio, quien se dio la vuelta y le dio un corto beso en los labios a manera de buenos días, dejando su jugo de naranja, mientras su novia veía lo que había en el refrigerador, en busca de algo para comer antes del desayubi, pero no encontró nada.

"Ya estas hablando de nuevo con él, me alegra ver que me escuchaste anoche" —Ella se rio, mientras recordaba a János aceptar todo lo que decía en la noche mientras chupaba su pene, era despistada, pero a veces sabia como manejar las cosas— "¿Que quieres desayunar hoy? Planeaba una sorpresa con Yuki, pero quizás en la cena te gustaría verme, aunque quizás tuviste suficiente de mi"

"Sabes que nunca me canso de ti, aunque gracias por no hacerlo frente a mi hermano, no estoy seguro de como sea, hace años que no lo veía en buenos términos y no quisiera que te pudiera ofender o algo así" —Ella solo asintió y tomo un vaso para servirse jugo de naranja, besando la frente del castaño y fue ala sala, donde Máximo estaba hablando con Rika—

"Si, bueno, no e viso a János en algunos año, me siento feliz de ver que tiene tantos amigos, aunque lo de su estudiante viviendo aquí con él es extraño al inicio creo que esta bien que ayude" —Se recargo en el sofá, viendo a su hermano llegar, al parecer no había nada para preparar y llamo algo para la comida—

"¿Y a que te dedicas? No pareces como el profesor, pulcro y refinado, pareces de otro tipo, mas... no se ¿Rudo?" —Máximo se rio ante las confianzas de la chica, pero acepto contestar, tratando de decirlo de la manera menos horrible posible—

"Soy Contratista Militar Privado, o lo era hasta hace año y medio, actualmente conseguí trabajo en una forma de arquitectura, tengo dos carreras como arquitecto e ingeniero civil, así que a veces verán mi trabajo, de hecho, ese nuevo puente es en gran parte mi diseño, estará listo en unos meses" —Rika se retiro al escuchar acerca de su primer trabajo, ella entendía bien el termino, era la palabra moderna para mercenario, y eso eran solo problemas— 

"No tengo suficiente para tantas personas, así que pedí que trajeran los ingredientes, quiero algo especial para el reencuentro con mi hermano" —Noto muy fácil el cambio de actitud de Rika, y tomo los hombros de su hermano para llevarlo a la cocina— "Quiero que me ayudes, que prueben el sazón de algo que preparemos nosotros dos"

Ante la situación actual lo arrastro lejos, hasta la cocina, donde comenzó a buscar cazuelas, recipientes y a sacar ingredientes de la nevera, preparado para cocinar carne, quizás algo fuera de lo común, pero le emocionaba, algo en él seguía molesto por el pasado, pero la voz era menos fuerte que antes y no quería ahorcarlo.

"Creo que el tema de mercenario puede quedar fuera de la mesa, no estoy seguro que todo el mundo este feliz de esa situación, y puede generarte problemas" —János coloco limones sobre una tabla de madera, mientras su hermano los cortaba con un cuchillo recién afilado— 

"¿Por que me causaría problemas? Fuera de incidentes aislados en los que estaba involucrada la compañía donde estaba, no cause ningún crimen, y si creen que porque pueden juzgarme se pueden ir al demonio, así de fácil funciona" —Exprimió limones en un recipiente, mientras su hermano colocaba sal, pimienta y ajo en polvo en un  recipiente grade— "¿Serán fritos? Me gusta como va esto"

En la sala estaba las mujeres, Shizuka hablaba con Yuki acerca de las cosas que queria aprender en sus últimos días en la casa de János, aunque no hubiera conseguido su puesto como estudiante pasante de hospital ahora parecía feliz de poder enseñar algunas cosas a Yuki, en especial relacionados a la enfermería.

"Quizás los fines de semana podria ayudarte a aprender algunas cosas básicas de enfermería, veo que tienes facilidad para algunas cosas, aunque creo que tienes mas facilidad para sociología, quizás psicología" —La enfermera estaba sentada en medio del sofá de tres, mientras Yuki estaba recargada en el reposabrazos y parecía un tanto insegura de las palabras de la rubia—

"No se, quizás pruebe algunas cosas contigo y si de verdad creo que podria funcionar, además, me quedaría solo un año para estudiar, los exámenes de admisión serian pronto y hay gente que estudio por años" —La enfermera solo asintió, mientras dejaba que Yuki se tomara su tiempo para decidir que es lo que quería—

Pero entonces noto algo raro en Rika, ella estaba cruzada de brazos, mirando al suelo, hasta que Shizuka le movió el hombro y la saco de sus pensamientos.

"¿Que te pasa? No has dicho nada desde hace un buen rato, incluso llego la comida y sigues pensando en algo ¿Es otra vez el trabajo?" —Rika no quería decir lo que le molestaba, en especial porque era al parecer la única familia de János, pero la realidad era que le incomodaba convivir con un mercenario— 

"No es nada, solo me sorprendió que János tuviera familia, nunca hablaba de nadie" —Aunque no lo veía sospechoso, nunca hablaba de su familia tampoco y Shizuka ni se diga, solo veía a su familia en ocasiones muy contadas y a veces era incomodo—

"A veces tienen razones para no hablar de su familia, no toda la familia es grata o es un tema de que salga a flote en una conversación común" —Ella sonaba algo molesta, aunque no era contra ellas, era como un recuerdo de esa persona molesta en un mal momento—

"¡La comida esta servida! Laven esas manos y vamos a comer" —Máximo llego al lugar, era curioso ver a un hombre de apariencia tan severa con un delantal sobre esa camisa blanca— "Los esperamos en el comedor"

Las tres fueron a lavarse las manos, mientras János y su hermano llevaban la comida a la mesa, había piezas de carne asadas, puré de papa con pimienta, János preparo Arepas y Máximo preparo algunas tortillas de maíz para acompañar todo, todo acompañado de agua de horchata de arroz y canela.

 Todos se sentaron alrededor de la mesa, como era costumbre en casa de János, cada quien se sirvió la porción que pensó podria comer, Máximo se sirvió suficiente, aunque lo que mas hizo fue beber agua, hablaba de vez en cuando en español, olvidaba que no todos entendían ese idioma, aunque János estaba hablando en diferentes idiomas, como una ruleta aleatoria.

"¿Cuantos idiomas hablan ustedes?" —Yuki le dio una mordida a un bistec, saboreando feliz por disfrutar de una buena pieza de carne antes de volver a la Academia— 

"Yo hablo 20 idiomas,  varios dialectos y muchas mas lenguas muertas, son requisitos de mi carrera, siempre me a gustado esa carrera" —Se sirvió una porción de puré de papas y también tenia una arepa en la boca apenas termino de hablar—

"Yo solo hablo español, ingles, hebreo, árabe, italiano, ruso, chino, japonés, un poco del diosma de la india, hebreo y también francés, pero lo odio, se siente raro" —Coloco carne en una tortilla, la tomo con la mano y la comió con gusto, extrañaba el sabor de un taco de carne, que bueno que no dijo eso en voz alta— "¿Que hay de ustedes? ¿Qué sorpresas esconden?"

"Nunca fui buena en idiomas, me confundía mucho, aunque logro entender bastante bien el ingles" —Shizuka estaba animada hablando con un trozo de carne queriendo escapar de su boca, pero lo sorbio como un fideo—

"No soy buena en ingles, pero hasta ahora nunca me han criticado como hablo francés y ruso" —Shizuka se rio ante el comentario de Yuki, lo que ocasiona que casi se ahogue, Rika se sintió incomoda por eso, pero solo lo ignoro, pero János entro en pánico—

Máximo siempre dijo que la hora de la comida era sagrada, en especial cuando la comida comenzó a faltar, una vez dijo una grosería en la mesa y casi le tira los dientes de la bofetada que le dio, por lo que se preparo para lanzarse contra él y derribarlo apenas moviera su cuerpo, pero paso algo inesperado.

Levanto la mano hasta su boca y se rio alegremente, era raro verlo feliz, en especial reír por una broma y una tan infantil como esa, Yuki le sonrió y se recargo en la mesa, mostrando su escote.

"¿Una señorita tan buena en tantos idiomas? Ja, eso debe tener a los hombres haciendo fila para solo hablarte" —Le dio la ultima mordida a su comida y tomo su plato vacío, pidiendo permiso para levantarse— "Solo ten cuidado, una vez me acosté con una chica que su novio era campeón amateur de Box, me pele con él y sus amigos, gane, pero no vale la pena, hay que tener cuidado con quien nos enredamos"

Un mes tarde a decir verdad, pero Yuki solo asintió y también termino de comer, tomando su plato y llevándolo al lavadero, mientras János parecía desconcertado de esa situación, alguien debió raptar a su hermano y cambiarlo por un alíen. Uno feliz y que se llevaba bien con la gente.

Rika observo de reojo a Máximo, preguntándose si se precipito al juzgarlo, es decir, ella es policia y ya había matado gente, pero no se confiaría, era un mercenario, alguien que mata y hace cosas horribles por dinero, lo mantendría lejos de momento, pero no quitaría su mirada de sobre él.

En la cocina Máximo lavo su plato y el de Yuki, después lo guardo todo en su lugar. Tuvo que saber donde iba todo, János siempre tenia sistemas complejos para acomodar todo y odiaba que se saliera de su lugar. Mientras la chica de cabello corto lo observaba con atención, curiosa por saber si era semejante al profesor.

"¿Y que te trae a Japón? ¿Trabajo, familia o placer?" —El la volteo a ver, moviendo un poco ese bigote que temblaba un poco, le recordaba un poco a Luigi, aunque con un toque exótico por el color gris de sus ojos—

"Siempre que me preguntan si hago el amor o la guerra les digo que me gusta hacer ambos" —Busco en los cajones y encontró lo que buscaba, leyó las etiquetas y encontró un Vino que seguro no extrañaría, hasta donde recordaba a János apenas y le gustaba el Vino británico, prefería lo francés o italiano— "Pero vine por familia, mi hijo estudiara aquí en Japón, y aprovecho que mi trabajo tiene una oficina central aquí para mudarme y que al fin podamos estar cerca ¡János! ¿Te molesta que tome una o dos copas de este vino británico?"

"Por mi bebe la botella entera, solo la tome porque me la regalaron, no me gusta su fermentación y esa en especial esta muy cargado, creo que lo mezclaron con algo" —El castaño le respondió desde el comedor, dejando a Máximo tomar un saca corchos y abrir la botella, escuchando el característico pop—

Olio  el contenido y sonrió feliz, podía oler el vino, pero la persona que se lo regalo seguro lo mezclo con Borbón, había siempre un idiota que pensaba que agregar un licor destilado a un vino aumentaba su robustez, o los que tomaban soda con bebidas fuertes, no sabían disfrutar un buen trago.

Pero necesitaba un trago, quería probar algo antes de salir, así que sirvió una copa, notando que Yuki no dejaba de ver esa copa, Máximo miro hacia el comedor y János estaba hablando con Rika y Shizuka, tomo otra copa de la alacena y la lleno de vino.

"¿Tienes más de 18? ¿Eres alérgica al vino? ¿No le dirás a János, verdad?" —Ella tomo la copa, bebiendo el primer trago, haciendo una mueca por el sabor tan particular que tenia— "Ya veo porque lo regalaba, sabe horrible, me gustaría un tequila o quizás un buen mezcal, aunque un vino bueno no estaría mal"

"No esta mal, aunque prefería algo mas atractivo" —Se termino la copa y Máximo la tomo para lavarla y dejar todo en su lugar, mientras ella revisaba su teléfono— "Gracias por el trago, te debo una"

Le lanzo un beso y se fue del lugar, posiblemente a su habitación, mientras el hermano del profesor se retiro del lugar, se despidió de su hermano y tras intercambiar números de teléfono se fue a su hotel, tenia poco tiempo antes de que llegara Mateo y quería tener todo listo, las cosas estaban mejorando, al menos János ya lo estaba perdonando y al salir el dia era soleado, al fin la suerte comenzaba a sonreírle.

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