Uooolas, aquí Yue publicando una nueva parte de éste fic. Como saben, High School DXD no me pertenece, sólo los OC's de esta historia, y algunas cosas extras. Sin más dilación... ¡Que empiece el capítulo!

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CAPITULO 6. UNA DE BROMAS, MAS EXORCISTAS Y UN RESCATE. PARTE 2

Tirani aún seguía dormida, la mañana ya había llegado, Etsuko y las demás habian ido a clases dejando a la peliazul sola en casa. Etsuko tenía un mal presentimiento sobre éste día. Tirani sola en casa solo significaba algo. Peligro, mucho peligro, y es que la peliazul era capaz de hacer muchas cosas por aburrimiento, desde cosas como poner cascaras de plátano en el suelo, hasta travestir a alguien, pasando por bromas mucho más pesadas.

Siendo consciente de la soledad en la que se encontraba, la joven se puso a leer un libro. Amaba leer, pero ese día no podía concentrarse en la lectura, así que optó por salir a dar una vuelta. El día estaba maravillosamente bien, un sol radiante, temperatura propia del otoño recientemente comenzado, había pequeñas nubes blancas en el cielo, cielo tan azul que parecía hecho de finas láminas de zafiros. La joven empezó a causar caos y bromas allá por donde pisaba. Un repartidor de vajillas, perdió toda la mercancía por una cascara de plátano que previamente Tirani habia dejado en ese lugar estratégico. Entre broma y broma, Tirani habia cometido un error. Ese error era pasar por la avenida principal donde Kiba e Issei se encontraban aunque al otro lado de la calle. Afortunadamente no la vieron lo suficientemente bien como para saber quien era, ni la pillaron haciendo alguna broma.

-Hyodo-kun ¿Viste a la chica que apuñalaron en el instituto correr por la acera de enfrente?

-Si. Vi a una chica, pero no puede ser ella

Ambos jóvenes siguieron su ruta, habían sido mandados por Rias a comprar unos víveres para el Club. Entonces ambos sintieron una presencia vigilándolos y empezaron a mirar hacia todos los lados posibles. En la Academia Kuoh, Etsuko estaba en clases de latín.

-Excitate vos e somno, liberi mei. Cunae sunt non, la traducción sería: Despierten de su sueño, hijos mios ya no hay cuna-tradujo la pelinaranja. Se encontraba de pie, ya que era su turno de traducir.

-Excelente como siempre, señorita Sato. Puede sentarse-dijo el profesor

Etsuko se sentó y empezó a mirar hacia la ventana.

La peliazul siguió haciendo bromas una hora más. Debido a la falta de energía se le antojó ir a comer unos dangos, con tan mala suerte que cuando ella entraba a la tienda, la puerta se abrió revelando a Issei y Kiba. El encuentro fue inevitable. A ambos jóvenes se les cayeron las bolsas que llevaban. Tirani se puso nerviosa, aunque su nerviosismo no era perceptible. La peliazul esbozó una sonrisa inocente.

-¿Podrian dejarme paso? Por favor-dijo tímidamente la peliazul

-P-Pero tu eres... -Issei no salía del asombro

-Soy... ¿Quién?-dijo tímidamente la chica.

-La chica que sufría de catalepsia y que fue apuñalada ayer-habló Kiba.

-¿Os referís a Kyoko-chan? E-Es mi hermana gemela-la joven se movió tímidamente.

Kiba e Issei se miraron confundidos, cogieron las bolsas y dejaron pasar a la joven.

-M-Muchas g-gracias-la joven entró en la tienda a por dangos mientras pensaba-"Mierda... me metí en un lío. He de avisar a Etsuko"-la peliazul pagó y cuando vió un lugar donde nadie la vería invocó un zombi y lo mandó a buscar a Etsuko, usando sus sombras para que pasara inadvertido.

En la Academia Kuoh el recreo había empezado, Etsuko sintió el poder de Tirani y no venía de la casa. Una sombra la alertó y se acercó. Un zombi salió de allí y le entregó el mensaje. Pese a la tranquilidad de la chica, la pelinaranja estaba decepcionada. Murayama y Katase se acercaron a ella.

-Hay que respaldar a Tirani. Se ha encontrado con Kiba e Issei. Se las ha ingeniado para hacerse pasar por una hermana gemela. Hmmm... no soy partidaria de mentir, pero no hay más remedio.

-Hai, Bucho-dijeron ambas chicas

-Veamos. Lo que vais a hacer es...-la pelinaranja empezó a explicar el plan.

Kiba e Issei volvían a Kuoh pensativos sobre el extraño encuentro.

-Hyodo-kun, debemos informar a Rias-bucho de ésto.

Ambos chicos fueron directamente al club de Ocultismo para soltar los víveres y contar el suceso. Rias se puso muy pensativa.

-Cuando ocurrió el incidente de Sakurani-san, Sato-san estaba allí. Suele estar en momentos oportunos. Hay que vigilarla.

-Hai Bucho-afirmaron todos.

Los miembros del club de Ocultismo salieron rumbo a sus clases. Kiba se encontraba caminando por los pasillos cuando escuchó una conversación entre Katase y Murayama.

-Es una pena, para un día que Ryoko-chan tiene libre y Tirani-chan está en el hospital-dijo Katase

-Una pena, teníamos los planes hechos ya.-suspiró Murayama.

-Disculpen chicas-Kiba se acercó a ambas.

-¡¡¡KYAAAAAH!!! ¡¡Kiba-kun nos está hablando!!-gritaron ambas.

El rubio miraba todo con una gotita anime comica resbalandole por la sien.

-Esto... ¿Quién es Ryoko-chan y que relación tiene con la chica que apuñalaron ayer?-preguntó el rubio.

Ambas chicas se pusieron serias. Miraron a ambos lados y se acercaron al rubio.

-Ryoko-chan es la hermana gemela de Tirani-chan. Hoy es su día libre. Es igual que Tirani-chan pero es mucho más tímida-dijo Murayama

-Desde que el padre de ambas murió ella se encarga de la economía de la familia. Por eso no viene a clases. El dinero solo alcanza para que una de ellas venga-continuó Katase

-Muchas gracias por la información, chicas.

Kiba se marchó de allí, y las chicas lo vieron de marcharse. Entonces Murayama habló.

-Etsuko-chan es increíble. Ha sucedido todo como pensó que sucedería. Pero... solo ella podría acertar con eso.

Katase asintió con un asentimiento de cabeza, completamente de acuerdo con su amiga. Ambas se metieron en clases.

Mientras tanto, nuestra bromista preferida había vuelto a casa de Etsuko. La chica, completamente aburrida cogió un libro y se puso a leer. Tras las bromas, su afición preferida era leer. Si veía a alguien tratar mal un libro se ponía hecha una fiera. El libro que había escogido para leer era una recopilación de libros de Sherlock Holmes. El marcapaginas señalaba el inicio de la historia El signo de los cuatro. Suspiró y se puso a leer la historia.

En el Club de Ocultismo Kiba había informado a Rias sobre su descubrimiento. Rias se quedó pensativa un tiempo.

-Muy bien, puedes ir a investigar esto.

-Hai Bucho

Kiba se marchó de la sala del club dejando a una Rias muy pensativa.

-"Últimamente estan pasando cosas extrañas" -se mordió la uña del pulgar derecho mirando por la ventana.

En la azotea del edificio del Club, Etsuko se encontraba asomada. En su mano izquierda se encontraba una paloma blanca, tan blanca como la nieve. En su pata derecha se encontraba un sobre cerrado. En un movimiento de mano la paloma salió volando.

-"Vuela, pequeña. Te encargo el contenido del sobre" -pensó la pelinaranja con una sonrisa antes de abandonar el edificio a escondidas.

La peliazul seguía leyendo el libro cuando unos golpecitos le hicieron mirar a la ventana. Allí se encontraba una paloma blanca con un sobre cerrado en una de sus patas, más concretamente en su pata derecha. Inmediatamente leyó el contenido del sobre.

-Así que el Club de Ocultismo sospecha de la historia de Etsuko. Bueno, supongo que es hora del teatro.

Tirani invocó un zombi y usando nuevamente sus poderes, transformó al zombi en una réplica exacta de ella misma y la tumbó en un futón. Luego usando sus sombras como sistema de ventilación, simuló una respiración tranquila para el zombi. Con todo listo, solo le quedaba esperar la indeseada visita.

Una vez que las clases finalizaron, Kiba siguió a Etsuko a su casa, según el plan iba a recibir una llamada de Tirani haciendose pasar por su supuesta madre. El teléfono sonó como estaba previsto en el plan.

-¿Diga? Oh, señora Sakurani. ¿Llegó a buen puerto su avión? Así que está esperando el transbordo desde Zurich a París. Entiendo, no se preocupe cuidaré de ambas, y de paso pueden quedarse en mi casa. Oh no, no se preocupe por eso, no es molestia. ¡¡Entendido!! Le informaré acerca del estado de ambas. Mucha suerte en su travesía francesa -Etsuko colgó el teléfono y esperó que la presa cayera en la trampa.

Kiba no era tonto, ni mucho menos, pero cayó de lleno en la trampa de la pelinaranja.

-Bueno... Ryoko-chan ha de estar cuidando a Tirani-chan en casa -la pelinaranja suspiró y siguió caminando directamente hacia su casa.

-Hola, esto... ¿Sato-san? -sonó una voz a espaldas de la pelinaranja.

Ésta sonrió internamente antes de girarse a encarar al rubio.

-Esto... tu eres... ¿Kiba-senpai de segundo? -preguntó la pelinaranja fingiendo perfectamente que no le conocía.

-Hai. Kiba Yuuto, miembro del Club de Ocultismo. ¿Como se encuentra la chica que apuñalaron ayer?

-Esta bien, no era nada tan grave. Ya está en casa. Su hermana debe estar con ella. ¿Quieres venir a venir a verla?-la chica lo observó esperando su respuesta.

-No querría causar molestias-dijo el rubio sonriendo levemente, tenía que cumplir con la misión pero si aceptaba tan a la ligera, sería algo extraño.

-No serás molestia alguna. Además, así no me vuelvo sola a casa-la pelinaranja sonrió fingiendo inocencia.

Ambos chicos se pusieron en marcha hacia la casa de Etsuko.

-Ahhh-la pelinaranja suspiró-Cualquier día Tirani me mata de un disgusto.

Kiba no dijo nada, se mantuvo pensativo durante el trayecto. Al final llegaron a una casa pintada en color blanco.

-Bienvenido a mi casa, Kiba-senpai-dijo Etsuko abriendo la puerta.

-Tirani, Ryoko, estoy en casa y traigo visita. ¿Estais visibles?

-S-Si-dijo una voz tímidamente desde una de las habitaciones. Etsuko le hizo la señal a Kiba de que podía pasar. Ambos entraron en la habitación donde estaba Tirani y su marioneta.

-¿Como está ella?-fue la primera pregunta que hizo la pelinaranja, fingiendo preocupación

-Está dormida, ha despertado hace unas horas, ha desayunado y ha vuelto a dormirse. Su pulso es estable y su respiración es normal. El médico dice que para mañana podrá volver a clases -respondió Tirani con una sonrisa leve.

-¡Genial!-gritó la pelinaranja, pero se contuvo al momento y miró a Kiba-Lo siento, perdón por mis modales. Os presento, Ryoko, éste chico es Kiba-senpai.

-U-Un placer, s-soy Ryoko Sakurani. Aunque ya nos conocimos antes-juntó sus dedos tímidamente y desvió la mirada al suelo.

Kiba se sorprendió ante la reacción tan natural de la chica a pesar de sus sospechas. El rubio se acercó a ella y le dió un beso en la mano derecha provocando un sonrojo en la chica

-Siento mi comportamiento descortés y no haberme presentado antes. Soy Yuuto Kiba, un placer conocerte-dijo el rubio con una sonrisa.

Viendo el sonrojo, Etsuko solo sonrió pícara y burlescamente. Una vez el rubio se hubo marchado, Tirani deshizo la marioneta y suspiró.

-¡A Tirani le gusta Kiba! -canturreó la pelinaranja- ¡Tirani tiene novio!

-¡Urusei baka! ¡Era parte de la actuación!-dijo la peliazul completamente segura

-Sí, claro... Y yo soy un dragón -siguió chinchandola la pelinaranja, luego puso un rostro serio- Hoy es el día...

-Así es... ¿Cual es el plan para ésta noche? -preguntó Tirani poniendo el mismo rostro serio-

-El plan ya lo discutiremos en cuanto ellas lleguen -Etsuko se dirigió a su armario y sacó varias capas con capuchas, como la que solian llevar los monjes gregorianos o los templarios.

-Esas capas... Etsuko, creo que últimamente has jugado demasiado al Assassin's Creed, pero bueno, lo importante es que cubre nuestros rostros -Tirani esbozó una sonrisa maliciosa adivinando el plan de la pelinaranja- Pues a partir algunos huesos.

-Pero no te pases, contrólate Tirani y no te emociones demasiado -dijo la pelinaranja- Tu nombre en clave ahora será... Ezio

-¡¡Y un cuerno!! El Assassin's te ha afectado demasiado -exclamó la peliazul indignada-

-Entonces, habrá que pensar en nombres, tu serás Zeiwiel -dijo la pelinaranja fingiendo pensar posibles nombres.

En ese momento, en una luz rojiza aparecieron Murayama y Katase.

-Justo a tiempo, chicas. Estabamos repasando el plan de ésta noche, tomad asiento -dijo Tirani-

-Nos cubriremos con estas capas que ocultaran nuestros rostros. Murayama, Katase... Apoyareis a Kiba y Koneko, Tirani y yo apoyaremos a Rias y Akeno. Usaremos nombres en clave, Tirani será Zeiwiel, Katase -la pelinaranja miró hacia la chica- tu serás Elelilian, Murayama, tu nombre clave será Elalian, por último, mi nombre en clave será Zeraiwiel.

-Hai, Etsuko -asintieron ambas-

-Nos vemos aquí en unas horas, y sobretodo, poneos el collar que os dí. Ya sabeis que tenemos el oído muy desarrollado y podrían reconocer vuestras voces.

Dicho ésto ambas se marcharon, Etsuko y Tirani se quedaron solas nuevamente.

-Ahora empieza a complicarse las cosas para todos -dijo la peliazul mirando a la pelinaranja-

-Sí... -murmuró la pelinaranja preocupada visiblemente-

-Preocuparse ahora es inútil, Etsuko. Lo que tenga que pasar, pasará. No te quiebres la cabeza ahora -la peliazul sonrió acariciando la cabeza de su amiga, la cual recostó su cabeza sobre las piernas de Tirani.

La peliazul se acomodó junto a la pelinaranja y ambas se quedaron dormidas, la noche seria larga así que mejor dormir lo que restaba de tarde.

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Bueno, chicos. Hasta aquí el capítulo. Próximamente el séptimo, aunque puede que tarde unos meses. ¡Nos vemos! *-se coloca un abanico delante del rostro al más puro estilo de Urahara y sacude la otra mano en señal de despedida-*