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CAPÍTULO 10. ¡COMIENZA EL PLAN! CLUB DE LO OCULTO VS KOKABIEL

Bueno, aquí Yue con el último capítulo del año. Como saben, High School DxD no me pertenece, excepto los OC's y algunas partes propias de la trama.

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Al día siguiente, las cosas estaban más o menos normal, aunque realmente no era así. Tanto el Club de lo Oculto, así como Sona y el resto del Consejo Estudiantil se encontraban tensos, demasiado tensos más bien. Ésto era notado por Etsuko y los demás, algo que le hizo fruncir el ceño a Tirani, aunque inmediatamente optó por hacer algo con tal de que se le pasara la molestia que tenía con ciertas Rey y Reina del Club de Ocultismo. Metió la mano derecha en la mochila y sacó un libro, una novela que casualmente tenían las palabras 'Demonios' y 'Ángeles' en el titulo.

En primero, Etsuko se encontraba escribiendo algo mientras observaba de reojo a Koneko, que aunque no lo demostraba, la pelinaranja sabía que estaba tan tensa como el resto.

Mientras tanto, en segundo, Yushiko miraba por la ventana mientras escuchaba música a través de unos auriculares. A veces giraba la cabeza para no perder detalle de los movimientos de Issei y Asia, aunque ella era quien menos preocupación tenía, estaban la mayoría de su grupo en ésa clase.

-"Ésto se va a descontrolar en cuanto llegue el receso" -pensó la pelirroja con una sonrisa divertida.

Efectivamente, en cuanto llegó el receso, los miembros del club de Ocultismo salieron a toda prisa a la sala del club. La pelinaranja se fue a comer sentada en su lugar preferido, el árbol frente al club de Ocultismo, pero en otra rama, oculta de la mirada de Rías y los demás, aunque sonrió al sentir la presencia del consejo estudiantil dentro de la sala.

-"Así que ya empiezan, ésto se pondrá interesante. Todo va como planeamos" -pensó imaginando la conversación que se estaría dando dentro, y es que no había que ser un genio para saber el tema de conversación: Kokabiel y el plan de Yushiko. Observó como Rías se acercaba a la ventana y la cerró un poco para dejar la habitación a oscuras- "Bueno, aprovechando ésto, me iré a mi ramita, ésta es un poco incómoda"

Una vez cambió de lugar, sus oídos captaron parte de la conversación del interior.

-Te lo repito nuevamente Sona, Zeraiwiel ya nos ha ayudado antes, son de confianza y el plan que hicieron nos daría la victoria ante él. -dijo Rías con algo de molestia en su tono de voz.

-No niego que sea mal plan, ni siquiera a mí se me habría ocurrido algo así, pero es riesgoso, podría ser una trampa. ¿No has pensado en que podemos ser sus peones para que logre su objetivo usandonos como sacrificio? Ni siquiera sabemos si son aliadas de Kokabiel -Sona intentó hacer razonar a Rías.

-Sé que es riesgoso, pero aún así, Zeraiwiel es de confianza, al menos de momento. Como dices, ni siquiera sabemos su objetivo, pero si fueramos su objetivo, ni siquiera nos habrían ayudado. Zeiwiel tiene cuentas pendientes contra las Excalibur, pero aún así, no con los caídos y nos ayudó a rescatar a Asia, sin siquiera pedir algo a cambio. -argumentó la pelirroja a su amiga.

-Está bien, confiaré en tu criterio, Rias -dijo Sona rindiendose ante la cabezonería de la chica.

Sona salió de la habitación junto a su séquito, desde la rama del árbol, Etsuko las vio abandonar el edificio, antes de fingir que estaba durmiendo. También sintió la presencia del resto del club saliendo del edificio dejando sola a la pelirroja. Rías abrió la ventana sin percatarse de la presencia de la pelinaranja, debido a que estaba sumida en sus pensamientos. Etsuko fingió un bostezo y se estiró, ésto sacó a Rías de sus pensamientos, viendo como la pelinaranja se tallaba los ojos, antes de fingir un nuevo bostezo

-Qué bien he dormido -dijo mirando alrededor, sonrió al ver a Rias, la cual la miraba con el ceño fruncido- Buenos días, Rías. -volvió a estirarse y fingió otro bostezo- ¿Estas bien? Pareces preocupada.

-"¿Acaso habrá escuchado nuestra conversación? ¿Cómo es que no he podido sentirla pese a estar tan cerca? ¿Será por haber estado dormida? ¿O hay algo más?" -la chica salió de sus pensamientos al escuchar la pregunta de Etsuko- Sí, estoy bien, sólo un poco preocupada y estresada por los exámenes.

-"Parece que aún no se da cuenta, bueno, no estaría mal darle una pista, al fin y al cabo, esta noche iniciará todo" -pensó la chica pelinaranja, antes de hablar, mostrando una seriedad impropia de ella, al menos, de cara a los demás- ¿Sabes? Si tienes algún problema puedes soltearlo, pero si no es algo que sola no puedas solucionar, rodeate de amigos, aunque sean pocos, mientras sean de confianza el número no importa, y si es un problema mayor que ni aún de ésa forma sea solucionable, acabarás recibiendo ayuda inesperada, aunque sea alguien que odies o con quien te hayas peleado, al final, siempre llegará esa persona aliada en tu ayuda. -su rostro cambió a una expresión nostálgica e inconscientemente esbozó una sonrisa- Éstas palabras me las dijo una persona a quien le guardo mucho respeto, la persona que hace mucho tiempo fue considerada como mi mejor amiga junto con otra chica, las tres nos separamos, y aún hoy en día, sigo esperando el momento en que volvamos a reunirnos, aunque sé que no va a ser posible.

-¿Qué pasó? Con ellas, quiero decir -preguntó la Gremory con bastante curiosidad en su rostro.

Tras unos instantes de silencio, la pelinaranja decidió contestar, aunque su expresión cambió a una melancólica.

-Digamos que ya no están, al menos no aquí -dijo con palpable tristeza en su voz, que sumado a su melancólica sonrisa, Rias comprendió que era un tema tabú para la chica y no quería hurgar en la herida.

-Comprendo. Por otro lado... ¿Qué haces aquí? Siempre te veo en este árbol, ya sea sentada o durmiendo. -le preguntó frunciendo el ceño.

-Este árbol es especial para mi -viendo la expresión de incredulidad de Rías añadió- Desde que entré a Kuoh, este árbol se convirtió en mi lugar de relax, el lugar donde podía tener paz y tranquilidad, los pájaros anidan aquí, y hay algunos insectos que me hacen cosquillas. Tengo todo lo que necesitaba para relajarme. Antes de saber que había un club aquí, pensé incluso comprar madera para hacerme una casita en éste lugar, en ella tendría una cama, y lo básico para vivir cómodamente en caso de que el plazo del alquiler se fuera y no tuviera para pagarlo. Al enterarme de la existencia del club, deseche la idea, fue entonces cuando encontré ésta rama, tanto la forma, como la corteza están tan perfectas que incluso la hace cómoda para dormir. ¡Teniéndola a ella no necesito casa ninguna! -dijo abrazando lo que abarcaba de la rama, de tal forma que hizo que a Rías le saliera una gotita anime cómica.

Etsuko se tumbó boca arriba mirando al cielo, y tuvo que fingir sorpresa al ver un ángel caído sobrevolando la academia. Tal vez en misión de reconocimiento del lugar. Etsuko, sin retirar la mirada del cielo, le preguntó a la pelirroja.

-Rías... ¿Estas viendo lo mismo que yo?

Al ver la mirada de la chica, ella alzó la mirada, sorprendiendose un poco, más que nada porque la pelinaranja estaba muy cerca de conocer el mundo sobrenatural, o éso pensaba.

-"Tsk... Ésto es malo, siento a Murayama y Katase en el club de kendo, a los pervertidos junto a Issei observando a las de kendo. Yushiko y Aika están con Asia en éstos momentos, Tirani está con Kiba, y aunque éste le haga la cobertura para que vaya a por él, Akeno está junto a ellos, y yo estoy junto a Rías. ¿Qué hacemos ahora? Ambos grupos estamos en jaque, sólo queda el consejo estudiantil" -pensó la pelinaranja intentando no aparentar nerviosismo o preocupación, cosa que logró a duras penas.

-Sato-san ¿Qué sabes del mundo sobrenatural? -le preguntó la Gremory seriamente.

-Lo básico, fantasmas, ovnis, leyendas urbanas, conspiraciones, demonología, angeología y rituales satánicos. ¿Qué tiene que ver todo éso con esto? -le respondió sin dejar de mirar al cielo, ya sin fingir sorpresa- De todas formas, creo que no es momento para hablar de parapsicología y ocultismo.

Etsuko sintió que una de sus piezas se acercó lo suficiente como para no ser vista pero si para tener alcance en su ataque, disparando un pequeño ataque que acabó con el caído. la pelinaranja agradeció mentalmente a quien salvó el día, nada más y nada menos que Raynare.

-Bueno, después de que ese... ¿Cuervo? ¿El Mothman? Bueno, lo que sea, sí creo que podemos hablar de parapsicología y ocultismo, me fascinan esos temas. -dijo mostrando una sonrisa bastante entusiasta.

Entonces Rías pasó a explicarle todo sobre el mundo sobrenatural, aunque Etsuko no mostraba sorpresa alguna, lo cual le extrañó.

-Y éso es todo. No pareces muy sorprendida, la verdad.

-No lo estoy, de hecho, después de haber visto ésto no es para estarlo... Además, he visto cosas más perturbadoras -respondió la pelinaranja poniendose blanca, tan blanca que cierta serpiente pedófila y de gustos sexuales raros parecería bronceado a su lado.

-¿Qué puede ser tan perturbador como para que hayas perdido todo el color de tu piel? -preguntó Rias extrañada, craso error.

-B-Boku no p-pico -respondió la chica, haciendo que la demonio tragara duro antes de perder el color y ponerse tan blanca como la otra.

-E-Entiendo -dijo la chica antes de que ambas se quedaran en silencio unos momentos, aunque luego comenzaron a hablar de cosas más triviales, exactamente de mangas y animes, debatiendo que personajes serían más poderosos que otros, si se diera un crossover entre series.

El resto de la mañana concluyó con aparente tranquilidad y nada más tocar la campana, las amigas salieron rumbo hacia la casa de la pelinaranja a terminar de empaquetar las cosas, y a través de un círculo mágico fueron transportados hasta dejar la casa vacía. Etsuko devolvió las llaves al casero y se marchó caminando, podría haberse teletransportado, pero corría el riesgo de que el casero, o alguien más la descubriera. Una vez estuvo en un lugar sin visibilidad, usó un círculo y apareció en una habitación grande, tan grande como su viejo apartamento. Allí estaban todos esperándola, o mejor dicho, casi todos, ya que Aika, Motohama y Matsuda estaban heridos y algo golpeados.

-Vaya... ¿Qué ha pasado aquí? -preguntó la chica alzando una ceja.

-Básicamente, les hemos sometido a un entrenamiento exprés, pero éstos dos... -respondió Raynare señalando a los chicos- trataron de pasarse de listos.

Etsuko suspiró y negó con la cabeza, aunque viendo las manos de los chicos no pudo evitar esbozar una sonrisa orgullosa.

-Al menos ya los controlan, así que el entrenamiento fue efectivo. -dijo Tirani antes de esbozar una sonrisa maliciosa, cogió el cubo de la fregona, fue al baño a llenarlo y volvió sólo para empapar al trío inconsciente, los cuales despertaron al momento- ¡Arriba dormilones!

Todos rieron mientras que los tres lanzaban maldiciones a diestro y siniestro, tras un rato de risas, la seriedad volvió a la sala.

-Matsuda, Kiryuu, Motohama. Quiero ver el resultado de vuestro entrenamiento exprés. Atacadme a matar -ordenó Etsuko dirigiendose al patio interno del templo.

-¿Segura, Etsuko-san? -preguntó el de gafas, algo preocupado- Es un tres contra uno

-Completamente segura. ¡Atacad! -ordenó la chica.

Inmediatamente, comenzó el combate, Motohama fue el primero en atacar, lanzando un rayo verdoso que fue contrarrestado por la pelinaranja, mientras que por la espalda, al mismo tiempo, Matsuda atacaba con una lluvia de flechas, Etsuko las desvió al suelo mientras que esquivaba unas cartas de metal lanzada por la única chica del grupo.

-Nada mal, un poco más y ésas cartas me rebanan un brazo -bromeó la pelinaranja con una sonrisa mientras en su mano izquierda sostenía una de ellas.

El combate continuó durante un rato, para frustración de los tres, los cuales no conseguían acertarle ningún ataque a su líder.

-¡Suficiente! Ya he visto vuestras habilidades, el poder actual que tenéis equivale a un caído de dos alas, más o menos. Kiryuu es la más fuerte, usando el Metal Trasform podría rivalizar con Issei boosteado dos veces, cuanto mejor lo domines mayores cartas podrás usar, o bien, mayor número de ellas, así como modificar su tamaño. Matsuda y Motohama, os quedais un poco más atrás, pero vuestro trabajo en equipo es temible. Matsuda, el Pure Energy Arc puede tomar energía mágica del ambiente, y lanzar flechas de energía no elemental. Mientras más energía acumules, más fuerte será el ataque, pero tiene un riesgo, te cansarías muy pronto y quedarías expuesto al enemigo. Motohama, tu Thunder Cannon Ball es el complemento perfecto para el Pure Energy Arc, puesto que posee lo que le falta al Sacred Gear de Matsuda, puedes hacer daño elemental, no necesitas acumular energía para hacer ataques destructivos, por lo que el defecto se corrige, pero al contrario del Pure Energy Arc, tarda mucho en dispararse por lo que la rapidez en el disparo que le confiere el Sacred Gear a Matsuda puede ser el escudo perfecto para tí. -Les explicó la sonriente chica.

-Pero aún así, no hemos sido capaces de acertar un golpe -dijo la chica de gafas bastante decepcionada.

-¡Idiota! Para que lo sepas, ninguna de nosotras hemos sido capaces de acertarle un golpe a ella -le mencionó la capitana del club de Kendo con una leve sonrisa.

-¿Y qué hay de Tirani-san y de Yushiko-san? -preguntó Motohama con curiosidad.

Las tres chicas se miraron y se encogieron de hombros.

-A decir verdad, nunca nos hemos enfrentado -respondió Etsuko poniendose el dedo índice de la mano izquierda en la barbilla.

-Es verdad, y dudo que lo hagamos -añadió la peliazul mirando a la pelinaranja de reojo- Pero bueno, dejémonos de más enfrentamientos y pasemos a algo más importante.

El patio volvió a sumirse en un tenso silencio, nadie decía nada, hasta que Yushiko tomó la palabra, repartiendo varias hojas entre cada uno.

-Éste es el plan para ésta noche, cada uno tiene una tarea en específico, una vez que las hayamos completado, nos reuniremos aquí -señaló la arboleda cercana al club de ocultismo- Para ése entonces, Sona debe tener vía libre para poner una barrera alrededor mientras que Rías y su grupo enfrentan a Kokabiel y a Balba Galilei. Aquí hay una bifurcación en la estrategia a seguir, que depende de Tirani-chan. Esperar al momento idóneo o bien, que Tirani-chan se abra paso para apoyar a Kiba y Xenovia contra Galilei, ésto último alertaría a Kokabiel de refuerzos y nos veríamos obligados a salir, excepto por un detalle, nuestras capas suprimen nuestro poder, si no siente nada no nos vería como amenazas. -se detuvo un momento asegurandose de que todos han entendido su parte- Finalmente, cuando llegue el momento, Etsu-chan creará una barrera que suprima a la de Sona, éso les obligará a reunirse con Rías, lo que aprovecharemos para encerrarles en una barrera protectora mientras Etsu-chan lucha contra Kokabiel. ¿Entendido?

Cada quien miró su tarea a seguir, algunos con cierta tensión, otros con tranquilidad. Ahí venía todo detallado, tanto lo individual, como lo grupal e incluso el momento en que sus identidades sean descubiertas. Ésto tenía algo nerviosa y preocupada a nuestra pelinaranja, nerviosismo notado por sus amigas. Unas horas más tarde, una enorme presión se comenzó a sentir en el ambiente

-¡Es la hora! ¡En marcha! -ordenó Etsuko mientras cada uno salía hacia su debido lugar.

Raynare fue hacia Irina, la cual estaba siendo curada por Asia, de acuerdo al plan, Rías también debería estar ahí, y efectivamente, allí estaba. Usando el círculo de teletransporte, para ahorrar tiempo apareció en la habitación de Issei y tomó a Irina en sus brazos, desapareciendo en el círculo. Con cuidado colocó a la chica en un futón y Etsuko comenzó a estabilizarla. Raynare asintió y se marchó hacia el punto de reunión, pero tuvo que eliminar a algunos enemigos que impedian el avance de una parte del grupo Gremory y Sitri. Una vez llegó, Yushiko ya esperaba allí.

-Mi parte está hecha, el resto depende de ellos.

Con las chicas del club de Kendo, estas les abría paso a Asia, Rías e Issei acabando con los caídos como si estos fueran simples verduras siendo troceadas. Una vez llegaron a su destino, se reunieron con Yushiko, Raynare y la mayoría que ya habían llegado. Sólo faltaba Etsuko y Tirani, las cuales aparecieron más tarde.

-Sentimos el retraso, Etsuko tuvo que explicarle la situación a Irina, y yo pues... Digamos que me divertí un poquito -dijo la peliazul con una sonrisa entre maliciosa y nerviosa.

Con un movimiento de manos, Etsuko mandó a callar a todo el mundo, puesto que la escuela acababa de ser recubierta con una barrera, el consejo estudiantil entraba en acción, una hora, sólo éso. En una hora, Rías y su séquito entrarían en acción, y ésta les estaba dando un discurso motivador.

-¡Esta es una batalla a vida o muerte! ¡No les perdonaré si mueren, vamos a ganar y a seguir asistiendo a la escuela!

Etsuko miró aquella escena y no pudo evitar sonreir, el momento se acercaba lentamente, cada segundo se hacía eterno. Yushiko estaba apoyada en un árbol, mirando en dirección al patio donde se estaba realizando la fusión de las Excalibur en una sóla, Tirani estaba temblando fruto del enojo pero se calmó al sentir la mano izquierda de Etsuko en su mano derecha, mientras le susurraba

-Sé que quieres meterle esas Excalibur por donde no da el sol, pero no es el momento, aún. Haz lo que te dicte el corazón sin importar qué -ante esas palabras, la peliazul sonrió y asintió con energía.

Así, siguieron observando todo, incluso a Kokabiel, el cual estaba volando sentado en un sillón mirando todo con indiferencia y superioridad. Finalmente llegaron al patio, todo iba a comenzar.

-Página 3, Anexo 1, página 3, anexo 2 -dijo Yushiko contemplando el inicio de la batalla.

-Aquí está. En caso de ataque al gimnasio, moverse en dirección oeste hacia el viejo edificio. -dijo Matsuda con el librito de consejos de Yushiko- Ahora el anexo 2. Si Kokabiel llamara a Cerbero, quitarse del camino y subir a los árboles.

-Como esperaba de Yushiko, preparada para todo. -alabó Etsuko a su torre- Ahora, atentos.

Hubo una corriente de viento, que impidió que todos se cubrieran,mientras que Etsuko, Yushiko y Tirani observaban los movimientos de Kokabiel.

-¡Moveos! ¡Ya! -ordenó Tirani, y por segundos, el grupo pudo escapar del ataque de Kokabiel al gimnasio.

-¿E-Eso es una l-lanza de luz? -preguntó Motohama bastante asustado- Comparada con ésas, las de Raynare y Mitelt son simples agujas.

-Hablando de Mitelt. ¿Donde está? -preguntó Murayama bastante extrañada- No la hemos visto desde esta mañana

-Ella... Simplemente está preparando el terreno. -respondió Yushiko de forma misteriosa y con una sonrisa- Sólo éso

-"¿Qué estás tramando, Yushiko?" -se preguntó Tirani observándola de reojo.

-Bueno, si Yushiko la ha mandado a otro lugar, por algo será -respondió Etsuko encogiendose de hombros, quitandole importancia mientras observaba los rostros de terror del grupo Gremory.

En ése momento, el teléfono de Yushiko sonó.

-Dime. ¿Va todo según lo planeado? -preguntó la pelirroja, a la persona al otro lado del teléfono.

-Así es, Yushiko. Todo marcha bien, las comunicaciones entre el mundo humano y el inframundo estarán cortadas durante tres horas. Nadie se enterará lo que se cuece aquí. No podrán contactar con los Maou -respondió la persona al otro lado del teléfono.

-Muy bien, puedes volver -La chica suspiró tranquila, el eslabón débil del plan había sido solucionado. No confiaba plenamente en Akeno, por lo que tomó esa medida drástica. Mitelt apareció en un círculo mágico bastante acalorada.

Un chasquido de dedos alertó a todos, Cerbero iba a aparecer.

-Issei, tú harás de apoyo. Vas a transferirnos tu poder aumentado. El Boosted Gear es un Sacred Gear que aumenta tus poderes y también aumenta el poder de tus compañeros en una batalla de equipo. -explicó Rías- Incluyendo el encendido, ¿cuántas veces se puede transferir sus poderes?

-Bueno, con mi resistencia actual podría hacerlo 2 o 3 veces... No, a la tercera me desmayaría. -le respondió el castaño, algo preocupado.

-Ya veo, no podemos desperdiciarlo entonces -añadió la Gremory.

Mientras tanto, con los espectadores de incógnito, los amigos de Issei estaban flipando en colores.

-Cerbero, creí que sólo era un mito -dijo Motohama sin quitar la vista de la criatura.

-Estas en un mundo de criaturas sobrenaturales, tú mismo eres demonio. Deberías esperarte cualquier cosa -le respondió Aika mientras se subía a un árbol cercano a seguir viendo el combate entre los Gremory y el enorme can- Además, Yushiko le mencionó en el Anexo 2, tú mismo lo leíste.

-Esto es raro, Cerbero son dos -mencionó Yushiko, poniéndose en alerta, al igual que sus dos amigas- En guardia, esto puede ponerse feo...

Mientras ésto pasaba, el grupo Gremory peleaba con todo lo que tenía, Tirani se encontraba con los puños tan apretados que le sangraban, aunque una mirada de Yushiko le bastó para tranquilizarse y no hiciera una tontería. Miró a la capitana del club de Kendo, que se encontraba a su derecha

-Kaori... ¿La trajiste contigo como te pedí? -le preguntó la peliazul con claro nerviosismo e impaciencia. La chica sólo asintió y le entregó lo que parecía ser la funda de una guitarra flamenca.

-Excepto a Yushiko y a mí... Tirani nunca ha llamado a nadie por su nombre de pila... ¡Es el fin del mundo! ¡Estamos perdidos! -bromeó la pelinaranja para aligerar el ambiente.

-Disculpa, Tirani-senpai, pero... ¿Qué es eso? -preguntó Aika observando la funda.

Etsuko y Yushiko se alarmaron al ver la funda

-Tirani... ¿¡Estás consciente de lo que vas a hacer!? -preguntó Etsuko con bastante nerviosismo, lo que sorprendió a la mayoría, pues nunca la habían visto tan nerviosa como en ésos momentos.- ¡Llamarás la atención más de lo necesario!

-Lo estoy... O mejor dicho, lo estaba, pero no puedo evitar querer destruir esas Excalibur a base de espadazos, soy consciente de que vendrán preguntas -admitió la chica, mirando la funda, entonces pasó algo inesperado, se la devolvió a Murayama- Toma, no creo necesitarla... Hoy. Guárdala donde la tenías.

La capitana del club de Kendo asintió, aunque con una interrogante en su cabeza, al igual que la mayoría. ¿Qué era tan importante lo que ocultaban como para hacer que Etsuko y Yushiko se alarmaran a ése nivel? Aunque ciertas caídas estaban divagando acerca de ése objeto que iba a usar la peliazul.

-Raynare, ¿Ésa era...? -preguntó la rubia con cierto asombro.

-Sí, no hay duda de ello... Creo que ésas tres ocultan algo -contestó la pelinegra observando al trío.

-¿Empiezas a desconfiar de ellas? -volvió a preguntar Mittelt.

-No. Ellas deben tener sus motivos, si aún no lo dicen no es por desconfiar -respondió Raynare.

-Comparto tu punto de vista, pero sea lo que sea que ocultan es muy gordo. Y creo que, también, tu intuición te dice que es mejor vivir en la ignorancia -la pelinegra asintió a las palabras de la caída de rubios cabellos.

Mientras las caídas divagaban, el combate de los Gremory con Cerbero continuaba. Un golpe de Koneko y un rayo de Akeno debería haber sido suficiente para acabar con el perro hormonado, pero no fue así. De un momento a otro, un rugido alertó a Issei, el segundo Cerbero había aparecido tras él, tomó a Asia, Rias le dio permiso a Issei de usar el boosted gear pero una cabeza del chucho fue cortada en dos por Xenovia. Cerbero aulló de dolor y antes de poder hacer algo, la peliazul de mechón rubio acabó dándole el golpe fatal. El guante rojo se materializó.

-¡Bucho! ¡Akeno-san! ¡Ya tengo el poder para derrotar a Cerbero! -gritó el castaño y ambas se acercaron a él. Con un movimiento, Akeno levanto sus dedos al cielo y Cerbero comenzó a huir, pero apareció Kiba desestabilizando a Cerbero con un corte y recibió de lleno el rayo de Akeno. Cerbero desapareció y Rias apuntó al caído.

-Toma ésto, Kokabiel -dijo lanzando su ataque, pero éste fue detenido por Kokabiel usando simplemente una de sus manos.

-Ya veo, el poder de Rías Gremory aumentó por el poder del Sekiryuutei. Interesante kukuku -habló el caído desviando el ataque al cielo.

Etsuko sólo frunció el ceño con bastante molestia reflejada en su rostro, lo que extrañó a todos los que se encontraban con ella, excepto Tirani, que alzó una ceja y Yushiko sólo suspiró. Ambas se miraron y negaron con la cabeza.

-A saber que tontería va a soltar -susurró la peliazul a su compañera, la cual asintió.

-¡Me cago en Dios!... Ése Kokabiel... ¿¡Cómo...!? ¿¡Cómo...!? ¿¡COMO SE LE OCURRE REÍRSE ASÍ!? Ésa risa sólo la puede tener la serpiente pedófila de Orochimaru -exclamó indignada la pelinaranja.

Tirani hizo un facepalm, Yushiko soltó otro suspiro y el resto la miraba con una gotita anime cómica. Después de ése momento, volvieron a poner la vista en el combate

-¡Está completa! -quien habló fue Balba Galilei

-Las cuatro Excalibur se van a convertir en una sola -dijo Kokabiel aplaudiendo.

Tirani se volvió a tensar, mirando a Balba y a la Excalibur con furia en sus ojos, si las miradas tuvieran el poder de la Destrucción del Clan Bael, la Excalibur y Balba estarían hechas más que cenizas. Yushiko le puso la mano derecha en el hombro izquierdo y Etsuko en el derecho.

-Escúchame, Kyoko, si quieres ir no te detendré, puedes hacerlo. No te preocupes por el plan ahora, tengo otras opciones. Ve -le dijo la pelirroja con una sonrisa.

-Completamente de acuerdo con Yushiko, Kyoko. Si te hace feliz participar en la destrucción de las Excalibur ¡Ve! -secundó la pelinaranja sonriendo igualmente.

La peliazul se sorprendió, ellas sólo la llamaban por su nombre de pila en situaciones especiales y por lo visto, ésa era una de ellas.

-Debido a la luz creada por la Excalibur cuando se convirtió en una, el hechizo en la tierra está también completo. Esta ciudad se vendrá abajo en 20 minutos. La única forma de detenerlo es venciendo a Kokabiel -habló Balba haciendo que todos se tensaran.

-"Maldición, Zeraiwiel... ¿¡Qué estas haciendo!? ¿Fue un error confiar en tí?" -pensó Rias algo frustrada.

-Freed -Kokabiel mencionó el nombre del sacerdote loco con tendencias sexuales raras.

-¿Qué sucede, jefe? -respondió saliendo de la oscuridad.

-Usa la Excalibur del círculo. Este será tu último entretenimiento. Lucha utilizando la Excalibur que ha fusionado las cuatro Excaliburs

-Sí, sí. Caray. Mi jefe usa a la gente de forma imprudente. ¡Pero, pero! ¡Estoy muy honrado de utilizar la Excalibur-chan que se ha vuelto súper maravillosa! ¿Algo por el estilo? ¡Uhejeje! ¡Me limitaré a cortar algunos demonios ahora! -dijo el sacerdote con una sonrisa loca mientras sostenía la Excalibur que se encontraba en el centro del campo de la escuela. Así que la podría utilizar. Él dijo que había recibido un elemento de Balba. Xenovia luego habló con Kiba.

-Caballero de Rias Gremory. Si la cooperación es aún válida, vamos a destruir esa Excalibur juntos.

-¿Está bien? -Xenovia rió sin temor por las palabras de Kiba.

-En el peor de los casos, no será un problema si recojo el fragmento de la Excalibur, que actúa como el núcleo de la misma. Desde que Freed la está manejando, desde que es una espada sagrada, pero ya no es una espada santa. Incluso si es una espada sagrada, es lo mismo que cualquier otra arma. Esto cambia en función de la persona que la usa. Es una espada de herejía.

Kukuku -Alguien se estaba riendo de la conversación del dúo. Fue Balba.

-Balba Galilei. Soy un superviviente del Proyecto Espada Sagrada. No. Yo soy el que fue muerto por ti, para ser más precisos. He continuado viviendo siendo reencarnado en un demonio. -dijo Kiba tranquilamente pero con los ojos llenos de furia.

-Hou. El superviviente de ese proyecto. Esto es una desgracia. Para conocerlo en un país del lejano oriente como este. Siento que fue el destino. Fufufu.

Tirani miró a sus amigas y éstas asintieron en señal de comprensión. La peliazul se echó la capucha y salió corriendo y antes de que nadie se diera cuenta, de un puñetazo derribó a Freed estrellandolo contra el suelo.

-Espero que me dejéis participar en la masacre, yo también tengo cuentas pendientes contigo, viejo de mierda -dijo Tirani mostrando una sonrisa bajo la oscuridad de la capucha.

Si bien es cierto que al principio, Balba y Kokabiel se sorprendieron, recuperaron la compostura al ver que la recién llegada no transmitía poder alguno.

-¡Zeiwiel-san! -exclamó Kiba estirando la mano en señal de saludo, correspondido por la chica.

-Necesito un favor, Kiba. ¿Podrías hacerme una espada con el Sword Birth? Me gustaría una negra, ligera y de longitud media, con un diamante rojo en el mango y la empuñadura repujada en rojo, al igual que el filo, rojo con tres centímetros de rojo respecto al negro. -habló la chica y Kiba se la creó, una copia perfecta de la verdadera Fragarach.

Desde su escondite, Yushiko y Tirani sonrieron.

-¿Alguien quiere palomitas para ver el espectáculo? -preguntó la pelirroja.

-Pero... Tirani-senpai ¿Estará bien? Nunca la he visto usar una espada -mencionó Katase, y Murayama asintió.

-Tal vez no la haya usado aún... Aunque es una posibilidad que lo hubiera hecho -dijo Raynare mirando analíticamente las reacciones de Etsuko y Yushiko, las cuales se tensaron un poco. La caído sonrió satisfecha, antes de añadir- Al fin y al cabo, estuvo en el proyecto Espada Sagrada.

-En éso Raynare-san lleva razón. Veamos que tal lo hace -Murayama apretó la funda- Y más cuando me pidió que trajera ésta espada en específico y no la tiene.

Yushiko sólo sonrió desconcertando a los demás, y Etsuko se encogió de hombros.

-Pero tiene una copia creada por Kiba, ha hecho una gran jugada... Así parecerá que ha sido fruto del azar.

En el campo de batalla, el sacerdote se puso en pie.

-Vaya, ése golpe si que dolió, tú... Te recuerdo muy bien, eres la puta que se bebió mi té en aquella iglesia -dijo con cara de, lo que era, un sacerdote loco.

-No sé si alegrarme de que me recuerdes o no, pero da igual, no eres mi tipo -respondió la chica mientras, dentro de su túnica presionaba un botón, al instante algo hizo explosión y al disiparse el humo, Freed tenía pintura verde y roja goteandole desde la cabeza- ¿Nunca te han enseñado que hacer el ridículo en público no es forma de llamar la atención?

Hubo una carcajada colectiva para enojo del peliblanco, pero al instante, la seriedad apareció de nuevo, aunque Rías y Akeno estaban con el ceño fruncido.

-Me retracto, dos supervivientes del proyecto, ¿Huh? Me gustan las espadas sagradas. Me gustan tanto que aparecen hasta en mis sueños. Posiblemente porque mi corazón estaba fascinado por la leyenda de Excalibur desde que era un niño. Por eso, cuando me enteré de que no podía usar a Excalibur me deprimí. Admiraba a aquellos que podían empuñarlas, porque yo no podía. Esa sensación se hizo tan poderosa que empecé un experimento para crear gente que pudiera utilizarlas. Luego fue completada. Es gracias a ustedes y a los demás.

-¿Qué? ¿Se completó? Se deshizo de nosotros después de enterarte de que éramos un fracaso. -Kiba alzó las cejas en duda y Tirani apretó los puños

Balba negó con la cabeza

-Me di cuenta de que no era un factor esencial que se necesita para manejar las espadas sagradas. Así que usé el valor numérico de los factores para investigar su capacidad. La mayoría de los sujetos tenían los elementos, pero no tenían el valor numérico necesario para empuñar la Excalibur. Entonces llegué a una conclusión. ¿Hay una manera de tomar los elementos y reunirlos?

-A nadie le importa tu vida, viejo... No es como si alargarlo te salve el cuello, ni siquiera explicar lo hará. -habló Tirani con su espada en la mano derecha.

-Oh... Pareces saberlo todo. ¿Qué tanto sabes? -preguntó Balba con una sonrisa burlesca sacando una esfera.

-Sé que vas a morir aquí, tú y ese sacerdote de mierda... Aunque, si quieres lo digo. Kiba, no pierdas los estribos como lo hice yo en su día, es duro. Lo que tiene las espadas sagradas al recibir su bendición es el Elemento, mataste a todos para extraerles los elementos necesarios para hacer lo que llamas Aura Santa, ésa esfera que sostienes. -explicó con bastante calma en su voz, pero sus manos indicaban el enojo que tenía.

-Es correcto, sin embargo, ésta es la última. Las otras tres ya las he utilizado en Freed

-¡Hyajajajaja! ¡Los otros chicos, además de mí, murieron porque sus cuerpos no se pudieron sincronizar con los elementos! Hmmmmm. Si lo pienso de esa manera, eso me hace especial.

Las caras de los presentes era un poema, y no era de extrañar ante la ola de información recibida.

-"Si era como lo que Freed había dicho, el resto de los que robaron las Excalibur murieron. ¡Chi! ¡Hubiera sido mejor si Freed fuese el que hubiera muerto! Los tipos como él terminan siendo difíciles." -pensaba el castaño.

-Pensabas que los tipos como yo acaban siendo difíciles, ¿no Issei-kun? No, no. No moriré tan fácilmente como esos -dijo el loco

-"No leas mis pensamientos, Sacedorte de mierda" -pensó indignado el castaño.

-No leas mis pensamientos, Sacerdote de mierda -habló ahora Tirani mirando a Issei- Lo tienes escrito en la cara

-Balba Galilei. ¿Cuántas vidas has sacrificado por tu codicia y experimentos? -Kiba tenía un aura de furia rodeandolo.

-Hm. Si dices eso, entonces te voy a dar este orbe a ti. Mi investigación ha llegado a la etapa en la que es posible producir en masa en el entorno adecuado. En primer lugar, voy a destruir esta ciudad con Kokabiel. Y entonces, voy a recoger las legendarias espadas sagradas guardadas alrededor del mundo. Entonces voy a producir en masa usuarios de espadas sagradas y empezaré una guerra contra Michael y el Vaticano con las Excaliburs combinadas. Les mostraré el resultado de mi investigación a los tontos ángeles y sus seguidores, que me han condenado.

-¡Imbécil! Me importa una reverenda mierda lo que pienses hacer, no vas a salir vivo de aquí... Y me aseguraré de que no queden ni tus cenizas. -habló Tirani con un tono que congelaría incluso el infierno más ardiente que existiera, dándole escalofríos a Kiba, a Xenovia y a alguno de los presentes.

Balba tiró el orbe, como si hubiera perdido el interés en él. Rodó en el suelo y se fue a los pies de Kiba. Kiba se inclinó en silencio y lo recogió. Acarició el orbe con tristeza, amor, y cariño.

-Todo el mundo... -Había una lágrima en la mejilla de Kiba. Su expresión se llenó de tristeza y rabia. Tirani le abrazó por la espalda... Entonces sucedió, el orbe que Kiba sostenía, todo lugar empezó a iluminarse. Las luces comenzaron a extenderse y con el tiempo cubrieron todo el campo de la escuela. Desde el suelo había luces que salían y se empezaron a formar una figura. Entonces, se moldearon de forma adecuada. Tomó la forma de personas. Había chicos y chicas que las luces azuladas y rodeaban a ambos.

-Los diversos poderes que están presentes en este campo de batalla hacen que aparezcan los espíritus dentro de las esferas -dijo Akeno observando la escena

-Espadas demoníacas, espadas sagradas, demonios y ángeles caídos. Todo está aquí presente. -explicó Etsuko a sus compañeras.

-Así que es normal que esto sucediera. Se viene lo interesante... -añadió Yushiko viendo como las figuras movían los labios.

-Es el canto sagrado -murmuraron Asia y Etsuko al mismo tiempo.

-¿Listo Kiba? -le preguntó Tirani mientras lo soltaba- Lo has alcanzado. El Balance Breaker...

-Sí... -respondió mirando a los Gremory, los cuales le estaban animando

-Vamos, es hora de meter Excalibur por el culo de Balba y del loco éste, les violaremos analmente... Antes de matarlos -habló Tirani con un tono tan sádico que heló hasta a Freed

-Balance Breaker Sword of the Betrayer -Kiba se lanzó contra Freed, usando su velocidad, mientras que Tirani se lanzó en diagonal, chocando su espada contra la Excalibur, pero ésta se agrieteó y salió disparada.

-"Ya veo... Así no lograré nada... No tengo otra opción" -pensó Tirani yendo por la verdadera Fragarach. Al llegar, literalmente se la quitó de las manos a Murayama y la desenvainó, y volvió al ataque, apoyando a Kiba.

Al impactar Excalibur y Fragarach se produjo un breve destello dorado y negro.

-¿Qué sucede? -preguntó Freed sorprendido.

-Al parecer, mi teoría era correcta, si refuerzas con magia el filo de una espada creada con el Sword Birth es lo bastante resistente como para resistir a Excalibur -respondió Tirani con una sonrisa y una mentira piadosa retrocediendo para que Kiba sorprenda a Freed. Al colisionar ambas espadas, el aura que cubría a Excalibur estaba siendo borrada por la espada de Kiba.

-¿Esa espada supera el creador de la espada sagrada? -dijo el loco sorprendido.

-Si esa fuera la verdadera Excalibur, entonces no podría haber ganado. ¡Pero esa Excalibur no puede cortar los sentimientos míos y de mis compañeros! -Freed chasqueó la lengua y dio un paso atrás después de empujar a Kiba, Tirani fue a atacar pero la espada de Freed se estiró.

-¿Por qué? ¿Por qué no lo está golpeando? Se supone que es la Espada Sagrada-sama sin igual, ¿no es así? ¿No se supone que tiene un montón de leyendas de ser la última espada? -Freed estaba impaciente- ¡Entonces! ¡Entonces tengo que añadir esto también!

La espada de Freed desapareció, la Excalibur Transparent.

-¡Vaya! Éso es peligroso -dijo Tirani deteniendo la espada con la suya- Pero no sirve de nada si escuchas como corta el aire.

El siguiente en detenerla fue Kiba.

-Sin olvidar el instinto asesino que emana -dijo soltando chispas, Freed entrecerró los ojos e hizo una mueca de sorpresa. Xenovia comenzó un cántico

-San Pedro. San Basilio el Grande. Saint Denis. Santa Madre María. Por favor, escuchen mi voz -Xenovia puso la mano en el centro del espacio distorsionado. Puso la mano en él, y sacó algo justo fuera de la brecha dimensional. Lo que apareció era una sola espada que emitía aura sagrada- En el nombre de los santos a los que residen en esta hoja, voy a liberarte. ¡Durandall!

-Zeraiwiel no mentía, realmente eres la dueña de Durandall -habló Kiba

-Por supuesto, ella jamás mentiría en los asuntos importantes. A por ellos -murmuró Tirani mostrando una sonrisa bajo la oscuridad de la capucha- "Fragarach, Durandall y una espada especial luchando a la par, ésto será interesante"

Antes incluso de que alguien pudiera decir algo, Durandall empezó a emitir un aura sagrada, aura que alimentó a Fragarach, entonces, la espada de Kiba comenzó a brillar como respondiendo a las dos. Los tres se lanzaron a atacar y rompieron la Excalibur, tal fue la presión que agrieteó el suelo. Kiba cortó a Freed. Habían ganado, pero faltaba Balba Galilei. Kiba y Tirani se acercaron a él.

-Tú al corazón y yo a la yugular -habló Tirani seriamente. Ambos asesinaron a Balba a sangre fría.- Por fín acabó... Ahora todos podrán descansar en paz

Desde el cielo Kokabiel se mofaba e instó a Issei a transferir su poder de Sekiryuutei a alguien más. Éste miró a Tirani, pero ella negó con la cabeza, ella ya había hecho su parte. Finalmente, Rias fue la elegida para hacerlo, pero el ataque fue repelido pero Kokabiel no salió ileso, Akeno lanzó un rayo aprovechando que Kokabiel estaba distraído con el ataque de Rías, pero su ataque fue repelido por un movimiento de las alas de Kokabiel.

-¿Va a estar en mi camino? ¿La que heredó su poder de Barakiel? -se burló el caído

-¡No me pongas en el mismo grupo que él! -grito Akeno furiosa

-¡Para que te convirtieras en un demonio! ¡Jajaja! ¡Usted tiene grandes siervos, Rias Gremory! ¡Sekiryuutei! ¡Los restos del proyecto Espada Sagrada que alcanzó el BalanceBreaker! ¡Y la hija de Barakiel! ¡Usted tiene gustos extraños, al igual que su hermano! -siguió burlándose el caído

-¡No te voy a perdonar por insultar a mi hermano... nuestro Rey Demonio! ¡Más que eso, los insultos que has dirigido a mis siervos te costarán la vida! -Rias estaba furiosa.

-Vamos, ¡Intenta destruirme! ¡Hermanita del Rey Demonio! ¡La ama del El Dragón Galés! ¡Aquel a quien te enfrentas es alguien que ha sido un enemigo mortal de los demonios desde hace mucho tiempo! ¡Si no ves esto como una oportunidad, entonces tu reputación caerá! -habló provocativamente.

-Ya casi está... -murmuró Tirani siendo escuchado por Kiba y Xenovia- Distraedle un poco más.

Ambos se lanzaron al ataque pero fueron repelidos fácilmente. Koneko fue a atacar a Kokabiel pero sus alas se volvieron cuchillas.

Desde la lejanía Yushiko y Etsuko le asintieron entonces se puso en posicion. Con un rápido movimiento, y un salto digno de Dragon Ball, Tirani bloqueó las cuchillas y sacó a Koneko de la línea de ataque.

-Antes de atacar debes pensar, no conoces las habilidades del enemigo y tu eres atacante físico -aconsejó la chica- Quedate aquí.

-Interesante... -dijo el caído con una sonrisa- Fragarach, una de las espadas demoniacas, se dice que está a la par con Caliburn. Dime donde la conseguiste

-¿Asi que su nombre es Fragarach? Para mí era una simple espada que me encontré en una cueva al norte de Dinamarca -respondió Tirani, con tono desinteresado y mirando al caído

-Bueno... ¿Eso es todo lo que podéis hacer? Pero... ¡Al ver que incluso después de perder a los señores que servían, demonios y seguidores de Dios todavía pueden pelear, eh!

-¿Qué quieres decir? -preguntó Rías con duda.

-¡Fujajaja, fujajajajajaja! ¡Eso es! ¡Se me había olvidado por completo! ¡La verdad no fue revelada a ustedes, los rangos más bajos! Entonces voy a decirte. En la guerra entre las tres grandes fracciones, no sólo Los Cuatro Reyes Demonio, sino también Dios murió. Es normal para ustedes que no lo sepan. ¿Quién puede decir que Dios ha muerto? Los seres humanos son un grupo incompleto. Sin Dios no pueden controlar su corazón y obedecer las leyes, ¿sabes? Incluso nosotros, los ángeles caídos y demonios no podíamos decirles esto a aquellos por debajo de nosotros. Ustedes sabrán dónde está la información acerca de Dios que se filtró y...

Entonces una voz sonó, una barrera más poderosa apareció, Sona hizo acto de aparición, y otra barrera cubrió a Xenovia y a ambas noblezas.

-Hablas demasiado, Kokabiel... Para nuestro gusto. -poco a poco un grupo de encapuchados apareció- Yo, Rias, siento el retraso pero tenía que observar algunas cosas.

-Zeraiwiel, pensé que no vendrías. Creí que nos habías traicionado -dijo la Gremory.

-Para nada, además, tenía una promesa que cumplir y por cierto, no le hagáis caso al tiburón alado, seguramente tiene alzheimer y se está inventando cualquier cosa para desestabilizaros mentalmente. -dijo la pelinaranja acercándose al grupo Gremory y Sitri. Ante el apodo a Kokabiel todos rieron y Kokabiel estaba furioso, pero había algo raro, no podía sentir el poder de ninguno de ellos.

-Pero, Zeraiwiel... ¿Qué teníais que observar? -interrogó Akeno frunciendo el ceño.

-¿Zeraiwiel? No... -dijo retirandose la túnica con capucha incluída, vestía el uniforme de Kuoh, su cabello naranja se mecía al compas del viento que hacía al caminar, hasta que se detuvo frente al escudo- Etsuko Sato, primer año de la Academia Kuoh

Todos estaban en shock, aunque Kiba menos, desde que Tirani se descubrió ante él, ya tenía sus sospechas. A partir de ahora, nada sería igual en ésa academia.

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Y hasta aquí el último capítulo del año. Como ven se va acercando el fin de la saga de Kokabiel. Poco a poco se desvela el pasado de Tirani. ¿Por qué Raynare y Mittelt estaban tan alarmadas?

Nos vemos de nuevo el año que viene. ¡Felices fiestas y próspero año nuevo! Bye bye

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