37. Guerra de Corazones: Aurora y Phillip
Aquella era una bella mañana.
Los pájaros cantaban alegres de un nuevo amanecer... Pero en la habitación de Aurora todo era un caos. Se suponía que aquel día de castigo era la oportunidad ideal para impactar a Phillip con su presencia y mostrarle lo que se estaba perdiendo al apartarla de él. Para que se tragara sus palabras, pero su armario, al parecer no quería colaborar.
—Tal vez debería ponerme este vestido negro, o esta falda color beige con esa blusa blanca —Murmuraba para sí misma con frustración mientras lanzaba las prendas mencionadas sobre su cama— O quizás sea mejor ese pantalón negro con la blusa beige... ¡Argg, Por Jane Austen! ¡¿Porque toda mi ropa es tan monocromática?!
Nunca se había percatado de que su forma de vestir era tan aburrida y tan de niña buena.
¿Como se supone que haría un ataque directo a Phillip si su ropa era insípida?
Necesitaba la asesoría de alguien extrovertido y que manejara la compatibilidad de colores como nadie, alguien como...
—¡Mamá, te necesito!
Y como si Leah Basile hubiese estado esperando tras la puerta aquel grito de socorro por parte de su hija, apareció de inmediato en la habitación de Aurora.
—¿Dime cariño, que necesitas?
Aurora sonrió pletórica, como si la mismísima Miranda Priestly se hubiese manifestado frente a ella para socorrerla... Y es que ¿quién más que Leah Basile, alias "amo el estampado más que el chocolate" para asesorarla?... Una mujer que en ese momento se encontraba usando una blusa lila estampada con flores en conjunto con una especie de pantalón suelto de pijama de color vino tinto, dos prendas a su parecer horrorosas pero que su madre hacia lucir de pasarela.
—¡Mamá, necesito que me ayudes a elegir ropa! —Soltó Aurora casi como un ruego— Quiero vestirme para impactar y dejar a un estúpido sin palabras, y me acabo de dar cuenta que todo mi ropero está lleno de ropa simple.
—Espera... ¿Vas a salir con Phillip? —Soltó Leah mirándola con incredulidad.
—¿C-Como lo supiste?
¿Sus sentimientos eran tan transparentes?...
—Bueno, al único estúpido que tu quisieras dejar sin respiración es Phillip. —Le contestó la mayor con una sonrisilla picara. —Entonces pongámonos manos a la obra.
—Gracias mamá.
—Aww, casi puedo sentir en el aire un aroma de romance inminente.
Ante aquellas palabras de su madre Aurora solo sonrió.
Ella esperaba profundamente también sentir aquel aroma.
Mientras Leah entraba a la habitación de su hija y la ayudaba a rebuscar en su ropero, algo no dejaba de revolotear en su cabeza y sin contenerse, porque contenerse no era su estilo, lo soltó.
—Sabes hija, antes de seguir quiero decirte algo —Comenzó a hablar al tiempo que se sentaba en el único espacio libre de ropa de la cama y le hacia un gesto a su hija para que hiciera lo mismo. —Tú no tienes que cambiar tu manera de ser o vestir para agradarle a alguien, si alguien te va a amar lo hará tal cual como eres.
Soltando un suspiro, la rubia miró a su madre de reojo con una expresión triste.
—Es que creo que soy aburrida, tal vez por eso Phillip no...
—No —La cortó su madre con contundencia. —Tú eres perfecta tal y como eres, y si alguien te hace sentir que no lo eres, es porque esa persona no vale la pena.
Aquellas palabras llenaron a Aurora de calidez y sonrió. Su madre tenía razon.
—...Es como cuando Liam acepto que Ryan tenía que beber sangre para poder vivir a pesar de que a él le parecía asqueroso...
—¡Mamá, por favor!, no necesito que me des consejos amorosos citando a los personajes de tu última novela homoerotica.
Yo solo decía...
Luego de eso las dos se soltaron a reír.
Pero dejando de lado los desvaríos literarios de su madre, Aurora le daba toda la razon, ella no tenía por qué cambiar... Después de todo, toda esa ropa monocromática en su armario le encantaba, asi que sin pensarlo más agarró aquel vestido corto de color gris con un corsé negro que era su favorito.
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Phillip realmente no sabía que opinar de Eva Axioma, la niña que le había tocado cuidar junto a Aurora. Cuando pasó al Aula Bosque Encantado a recogerla, porque sabía que Aurora llegaría tarde, como siempre, nunca se imaginó que la pequeña niña que les tocaría sería tan... Tan...
No sabía cómo explicarlo.
¿Inexpresiva?
Cada que la miraba no dejaba de sonar en su cabeza la canción Poker Face de Lady Gaga.
Po po poker Face.... Po po poker face...
No es como si él hubiese tratado con muchos niños, pero suponía que ellos serían animados, curiosos e hiperactivos... Y Eva era...
—Joven Phillip, puedo sugerir varias opciones de donde podemos esperar a nuestro tercer acompañante de manera idónea. Si queremos un sitio fresco la opción uno es bajo el enebro, si queremos un sitio cómodo la opción dos es sentarnos en la banca acolchada de la entrada, la opción tres...
¡Exasperante y robótica!
¡¿Que niña en esta época llamaría a alguien "Joven Phillip"?!
Se sentía como si estuviera hablando con un Call Center.
Casi tenía ganas de quejarse de su servicio telefónico.
En fin. Solo esperaba que Aurora estuviera de mejor ánimo, desde la charla que habían tenido en la fiesta de Naveen no habían vuelto a hablar. El realmente la tenía a ella en gran estima y le incomodaba verla triste, asi que estaba casi ansioso por disculparse con ella y volver a la normalidad.
Y no tuvo que esperar mucho, ya que, al terminar aquel pensamiento, la chica se hizo presente, luciendo una emocionada sonrisa, y viéndose tan radiante como el sol.
¡¿R-Radiante como el que...?!...
—¡¿Estamos listos chicos?! —Soltó una emocionada Aurora al observar a la pequeña de piel pálida, cabellos claros y ropa china que estaba junto a Phillip, y con una sonrisa espero la casi automática respuesta a esa frase en modo Bob Esponja, sin embargo, los dos la miraban como si hubiese perdido la cabeza, sobre todo la niña.
¡Horror nivel dios! ¡¿Qué clase de niño no conocía Bob Esponja?!
Cuando estaba a punto de replicar, la niña levanto la mano, como si estuviera pidiendo la palabra, lo cual la confundió, sin embargo, cuando noto como Phillip rodaba los ojos con fastidio, sonrió sin poder evitarlo. Y procedió darle toda su atencion a la pequeña.
—Puedes hablar cariño, no es necesario que pidas la palabra.
La niña se sorprendió ante la concesión, pero rapidamente ocultó esa emoción.
—¿Es posible que se me pueda comunicar el itinerario de actividades a realizar el día de hoy?
Casi con un tic en el ojo, Aurora inspiro hondamente, y recuperando el entusiasmo le respondió.
—Pues no tenemos itinerario, ni nada por el estilo, pienso que podríamos ir a la feria que se encuentra en el parque Central y divertirnos todo lo que podamos, ¿Qué te parece ese plan, Phillip?
Me parece bien. —Estuvo de acuerdo él sin ningún problema.
—¡Entonces vamos! —Y mientras decía eso, tomo a Eva de las manos y la hizo girar.
Phillip sonrió internamente al ver el entusiasmo con el que Aurora estaba manejando a aquella robótica chica que se veía como si hubiese caído en la dimensión desconocida. Asi que queriendo mantener ese mismo ánimo, se apresuró a llamar a su conductor para que los llevara a la mencionada feria.
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Cuando por fin llegaron al parque, la pequeña Eva miraba todo con una mirada analítica y evaluadora, pero también había algo de curiosidad y Aurora se felicitó por elegir esa actividad.
Phillip también se había fijado en eso y decidió relajarse, tal vez un día en compañía de Miss Romance y la niña Yo Robot no resultaría tan malo, asi que sin esperar a que dijeran algo las encaminó a un puesto de crepas.
Cuando llegaron al puesto de comida y estaba a punto de hacer el pedido, el chico que lo atendía fijo su mirada en Aurora y toda su actitud cambió.
—Buenos días princesa, dime que puedo hacer por ti —Remató con una sonrisa, haciendo que la mencionada se ruborizara. Cosa que molestó al castaño.
—Amigo, yo soy el cliente, asi que presta atencion —Inquirió Phillip con irritación. Él quería tomarse las cosas relajadamente, y ese imbécil ya comenzaba a derrumbar su resolución.
—Lo siento chico, no sabia que era tu novia.
—¡No es mi novia! —Contestó tan rapidamente que Aurora se sintió un poco dolida y ofendida.
—Entonces cual es tu problema —Le contestó el chico a Phillip, para nuevamente fijar su mirada en la rubia— ¿Y dime primor, que deseas? ¿Una crepa? ¿mi numero de teléfono? ¿la luna? ¿mi Instagram? Tu solo dime que yo lo hago posible.
Aurora solo sonrió, aquel chico era muy divertido.
—Por el momento solo quiero tres crepas, pero gracias por todo lo demás —Contestó de manera dulce, haciendo sonrojar al chico, y, por otro lado, sin darse cuenta, fastidiando aún más a Phillip. — Me das una de Kiwi con chocolate y dos de Fresa con crema chantilly.
El darse cuenta que Aurora conocía que el kiwi con chocolate era una de sus combinaciones favoritas le hizo experimentar una sensación de superioridad sobre aquel chico.
Tu no tienes oportunidad con ella. Ella no sabe nada de ti, y, por el contrario, nosotros nos conocemos desde siempre...
—Aquí tienes cariño —Dijo el chico entregándole el pedido a la rubia, pero Phillip se adelantó y lo recibió el pagándole enseguida.
—Gracias y ahora nos vamos —Soltó sin mas instando a que Aurora y la pequeña lo siguieran.
Aurora no podía dejar de pensar que aquel había sido un momento intenso.
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Mientras caminaban por los alrededores, Phillip no podía dejar de preguntarse porque le irritaba tanto que otros chicos se acercaran a Aurora. Tal vez era porque sabia que ella era una ingenua y romántica empedernida, y sentía el deber de protegerla, pero...
—¿Aquel chico le preguntó si eran novios, y usted dijo que no, eso quiere decir que no se quieren? —Le preguntó Eva sacándolo de sus pensamientos y deteniendo sus pasos.
—¿Q-Que? —¡Como se supone que el debería de contestar esa pregunta!
Pero Aurora fue más rápida que él y se hincó frente a la niña.
—¿Por qué lo preguntas?
—Es que en mi aula hay un niño llamado Wall-e, es un buen estudiante, su altura es idónea para su edad y su comportamiento en clases es aceptable, el me pasó una solicitud de noviazgo alegando que me quería, entonces, ¿si la personas no sostienen un noviazgo, quiere decir que no se quieren?
En el interior de Aurora se estaban llevando a cabo varias explosiones de flores y muchos colores.
¡Ay Dios! ¡Estaba en presencia de un amor de niños!
Aquel era lo mas dulce e inocente del mundo.
¡Casi sentía ganas de vomitar arco iris!
—Eva, el amor no solo se manifiesta en una relación romántica, también está el amor a tu familia, a tus amigos, a tu mascota... Y todos son validos e igual de valiosos.
—Lo que ella quiere decir —Intervino Phillip— Es que no es necesario ser novio o novia de alguien para quererlo. Y por cierto, dile a ese niño que venga a hablar conmigo, tu aun eres muy pequeña para pensar en esas cosas
Aurora se enterneció ante la actitud paternal y protectora que Phillip había tomado con Eva.
Ya se imaginaba como sería de padre cuando algún chico se quisiera involucrar con su hija...
Awww... una tierna visión.
Cuando la pequeña asintió, en actitud de entender el mensaje, reanudaron el paseo, sin embargo repentinamente se vieron interceptados por una chica enfundada en un vestido rojo y llevando un micrófono en las manos y acompañada de un camarógrafo.
¡Ay no!
—¿Hola que tal amiga, ustedes son pareja? ¿Si no lo son les gustaría participar de nuestro programa?, es una versión ligera de Enamorándonos.
Aurora hizo una imperceptible mueca de fastidio, sin embargo, Phillip ya se estaba preparando para verse involucrado en aquel raro programa, y es que conociendo la inclinación de la rubia por el romance, ya podía imaginar que los arrastra...
—Asco tu programa amiga.
¡¿Qué?!
El shock lo paralizó.
—¿Porque amiga?, yo solo quiero ayudar a gente a enamorarse en un buen ambiente controlado.
—¿Y?, ¿quieres que te aplauda o algo? —Respondió la rubia con brusquedad y con un gesto desdeñoso.
El chico casi no podía creer que esa fuera la dulce Aurora que conocía.
—¿No quieres enamorarte? ¿Encontrar tu amor verdadero y todo eso?
—No... Y por favor podrías borrar todas esas imágenes que acabas de grabar.
La chica del micrófono estaba re incomoda y un tanto molesta.
—Claro amiga, como tú quieras —Y luego centro su mirada en Phillip—¿Y tu amigo, no quieres encontrar el amor?
Phillip casi hizo una mueca de asco.
—Él no quiere, ahora vete —Interrumpió Aurora con fastidio.
—¿No quieres una chica para ti? —Insistió la chica.
—Él ya tiene todo un club de fans, ahora vete.
Al notar la mala vibra que estaba emergiendo de ellos la chica sabiamente se retiró.
Un silencio incomodo reinó por unos segundos.
—Whao —Soltó el chico— Y yo que estaba pensando que tu serias la primera en correr a un programa asi.
Para ese momento Eva también habló.
—¿No quieres encontrar amor?
Aurora respiro hondo, tratando de obviar que se sintió algo ofendida por el comentario del castaño y decidido contestarle a la niña.
—Claro que, si cariño, todos queremos encontrar el amor.
—Entonces porque no aceptaste la ayuda, no sería esa la manera más fácil y rápida.
—Eva, esos programas no buscan el verdadero amor, solo quieren rating, y dar de que hablar, lo menos que hacen es ayudarte a encontrar tu alma gemela.
Al escuchar esas palabras Phillip se sintió algo culpable, por pensar que Aurora sería tan superficial. Para él, el asunto del amor era algo estúpido, pero para ella era algo serio., y acababa de darse cuenta de que debía respetarla.
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A pesar del accidentado inicio de su día, los tres se estaban divirtiendo, mas aun cuando Eva les reveló que nunca había ido a una feria y aún menos se había montado en algún juego mecánico, asi que tanto Phillip como Aurora, habían decidido subir a todas la Atracciones, hasta el momento ya le habían mostrado el Carrusel, los carros chocones, una pequeña Noria para niños y ahora se encontraban viéndola dando un paseo sobre un tren, mientras la chica sacaba fotos.
Casi pudieron notar una pequeña sonrisa en aquel rostro inexpresivo.
—Creo que solo por esa pequeña sonrisa el día a valido la pena —Comento ella con total emoción.
—Asi es. Quien diría que esa pequeña nunca había venido a una feria —Comentó Phillip algo contrariado— A veces damos muchas cosas por sentadas.
Como él con Aurora...
—Sabes, yo... —Comenzó a decir el castaño, sin embargo, se vio interrumpido por un grito.
—¡Cuidado Majo! —Y en cámara lenta notó como una chica bajita se tropezaba y como el paquete con una especie de comida rápida salió volando y aterrizó en el pecho de Aurora, manchándola con algo rojo antes de terminar por caer al suelo.
—¡Mis Dorilocos! —Grito otra voz, llorosa, junto a la chica que tropezó, que no dejaba de ver lo que acaba de ocurrir en la ropa de la rubia.
La chica no le prestó atencion a su amiga y se dirigió rapidamente hacia Aurora.
—Lamento mucho haberte ensuciado, no sé qué hacer para disculparme... Ehh... Lo siento de veras, Tal vez debería limpiarte, pero seria raro que yo limpiara tu pecho.
Ante la evidente vergüenza de la chica, Aurora sonrió y le dijo que no se preocupara.
—Un accidente le pasa a cualquiera... Aunque te recomendaría que rescates a tu amiga de entrar en coma por llorar.
Cuando Majo se volteó notó como su amiga aun se encontraba llorando, ante la comida caída... Como si fuera el fin del mundo.
—No te preocupes, ella es asi de dramática con la comida —Y con una sonrisa y una nueva disculpa, ella se dio la vuelta junto a su amiga, a la que prácticamente comenzó a arrastrar— Vamos Lauren, te comprare otros.
Y asi como aparecieron, también se fueron.
—Vaya... Si que eran raritas —Comentó Phillip, con una sonrisa.
—Ni que lo digas —Contestó Aurora, al tipo que se pasaba el dedo por la zona manchada y le daba una probada a aquello— Por cierto, esto esta delicioso.
Y nuevamente constató la gran persona que era Aurora.
Cualquier otra persona estuviera de mal humor, o le hubiese gritado a aquella chica patosa, pero ella solo la había tranquilizado, sin importarle que ahora se encontraba con una mancha roja sobre su pecho.
Se sentía tan orgulloso de ella.
Asi que sin pensarlo se quitó su chaqueta y se la ofreció.
Ella la recibió como si le estuvieran entregando un premio Nobel, y eso le hizo sentir una calidez en su interior.
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Mientras se encontraban involucrando a Eva en el bajo mundo de las Fruchettas, la musica que estaba sonando le dio paso a un anuncio de un concurso de canto, el cual el premio era unos pases libres a todas las atracciones durante los días que durara la feria.
Aurora se emocionó, ella quería ganar esos pases para que Eva pudiera venir nuevamente, pero esta vez con sus padres, para que vieran la alegría de su hija. Para que compartieran un momento en familia, ya que por lo que la pequeña les había contado sus padres eran ingenieros de una empresa de tecnología y por lo visto también eran igual de rígidos que la pequeña.
Asi que poniéndose de pie, decidió encaminarse al lugar del concurso.
Phillip ya había notado el brillo en los ojos de la rubia y supo que iba a hacer algo loco.
Cuando llegaron a la tarima, ya se encontraban varias personas, listas para participar.
Mientras esperaba su turno y veía como Phillip le estaba dando ánimos, y la pequeña Eva la miraba intrigada, una idea comenzó a rondar su mente. ¿Por qué forzar a Phillip a una relación? ¿Por qué tenia ella que insistir en algo que para el no era importante o que no sentía? Como amigo, él siempre ha estado allí para ella, a pesar de ser brusco y tener sus choques de creencias sobre el amor, el nunca la repudió o apartó.
Asi que... ¿Por qué no podía conformarse con solo ser amigos?
¿Por qué pedir tanto de él?
Ya era hora de dejarlo ir...
—Chica, es tu turno —Le dijo uno de los encargados del concurso, sacándola de sus pensamientos turbulentos— ¿Que canción eliges para cantar?
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Cuando llegó el turno de Aurora, Phillip sabia que ella iba a arrasar con todos esos principiantes, después de todo, ella era la mejor del Club de Canto de la HSD, sin embargo le preocupo ver una expresión de derrota en su rostro, tan diferente a la llena de emoción que tenia cuando subió.
Y de pronto ella comenzó a cantar, con una voz rota, que lastimaba.
—...A partir de hoy, le vendaré los ojos a mi corazón, no quiero que te mire y vuelva a enamorarse
Y aunque duela extrañarte...
No le gustó como ella parecía tan triste y derrotada.
—...Mi vida entera, te prometo que a partir de hoy voy alejarme y no escribirte como un perdedor, al fin y al cabo, ya no hay nada que contarte, yo ya di mi parte...
Todos a su alrededor, la alababan y apoyaban... ¿Porque nadie parecía notar como ella se estaba derrumbando? ¿O ella era tan buena interprete que lo estaba haciendo sentir asi?
En un momento ella hizo contacto visual con él... Y lo supo.
—... Y es que para ser sincera sabes que es mentira, tu siempre estarás conmigo vida de mi vida...
Ay dios Aurora, porque... ¿Como puedes sentir algo tan profundo por un chico que no sabe nada de amor? Y darse cuenta de aquello lo hizo sentirse peor.
Cuando ella terminó de cantar, los aplausos y vitoreo no se hicieron esperar, sin mucha deliberación entre el jurado la declararon ganadora.
El ya lo sabía, ella era la mejor.
El asunto ahora era como debería enfrentarla ahora que sabía sus sentimientos.
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Wiiiii
Espero que les haya gustado
Por cierto en este capi hizo una aparicion especial Maria Jose Zarate, una fiel seguidora de HSD, espero que te haya encantado hahahah (Me debes unos Dorilocos)
Aqui algunas referencias:
La cancion que canta Aurora es: A partir de Hoy de Sebastian Yatra y David Bisbal.
Enamorandonos: Aca en Colombia se trataba de un programa donde trataban de unir personas romanticamente (Un programa horrible a mi parecer, creo que en Mexico tambn lo pasan)
Fruchetta: Es un pincho de fruta cubierto de chocolate
Y como Siempre los invito a unirse a nuestro grupo de Facebook High School Disney Fic
Chauuu
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