KAPITEL 36: FORTSETZUNG MEINES KALVARIENVERGS
Capítulo extra(L), no os perdaís la canción que puse en el capítulo^^
ALEXA
Tras un desayuno cargado de atenciones donde Colin no me dejó coger ni un solo tenedor, nos dimos un buen baño relajante que, a pesar de lo caliente que notaba el ambiente, no acabamos teniendo sexo.
Era extraño porque Colin parecía bastante receptivo pero había algo en él que le impedía acostarse conmigo en ese momento.
A diferencia de eso, me trató con una gran ternura masajeando mi espalda tensa por el estrés provocado por la horrible semana que había tenido. Aun no había salido el tema pero debía de decirle a Colin sobre el accidente que tuve con respecto a esa mujer que vino reclamando cosas extrañas. Pero, aunque me esforzaba, no podía recordar bien su nombre y eso de seguro era por el shock que sufrí en ese momento. Pero debía decirle acerca de lo que recordaba para que encontraran a esa criminal y dejara de dar navajazos a las pobres chicas que se acercan a Colin.
Casi me dio pena al recordar sus palabras y el veneno que salía de ellas. Parecía estar muy desesperada hasta tal punto que nada le importaba en el mundo. Bien sabía que si sobrevivía le contaría a Colin lo sucedido pero su desesperación le hizo dar un paso equivocado sin pensar.
Cuando terminamos de bañarnos era bien entrado el mediodía pero yo estaba exhausta. Con un cierto temor, Colin me dijo que iría a hacer una compra y que por favor no abriera a absolutamente nadie la puerta. Antes de caer rendida de sueño, sentí sus labios en mi frente y el cosquilleo de su cabello en mi espalda.
Suspiré de alivio y eso me sobresaltó; si algo me decía mi hermano es que si una mujer suspiraba era porque había alguien en su corazón que lo provocaba. Mi hermano era ñoño a más no poder pero nunca conocí novia alguna a pesar de ser tan extremadamente romántico.
Comencé a reirme de aquella estupidez pero ese era uno de los recuerdos que me enternecía el corazón. Con la imagen de mi hermano, me quedé dormida.
El mundo de los sueños se abrió ante mi como un telón que se abre en un escenario. Me vi a mi misma sobre él con mi inseparable guitarra colgada y una sonrisa carnívora que demostraba quien era la loba de la manada. Los baffles estaban en su pleno apogeo, vibrando con fuerza y extendiendo el sonido a toda la sala enfebrecida por el virus del rock. Yo estaba con el corazón en el estómago y mis manos sobre las cuerdas con el alma saliendo por los poros de mi piel. Estaba en mi elemento, en el planeta de dónde pertenecía y hablaba mi idioma natal: la música. Como cada vez que mis dedos comenzaban a emitir melodías, mi piel se erizaba como si la fuerza de la música me recorriera la piel.
Entonces una canción que nunca había escuchado comenzó a salir de mis dedos y mi boca. Después de unos instantes, una voz que reconocí al instante entró en escena:Colin estaba cantando y tocando la guitarra a mi lado como una bestia salvaje que rivalizaba con la mía propia. Ambos éramos como dos leones peleando por el mismo trozo de carne en el escenario y esa fiebre que nos recorría a ambos podía verse en nuestras caras cubiertas de sudor.
https://youtu.be/0MWiDWY5hzc
El nombre de mi hermano sonaba una y otra vez en esa canción que para mí era maravillosa: tenía fuerza, tenía un gran mensaje y mencionaba aquellas cosas que mi hermano pensaba de la sociedad. Era perfecta y todos éramos perfectos tocándola. El público estaba en nuestras manos gritando, moviendo sus cuerpos bajo los neones y dejando sus pulmones junto con los nuestros. Cada vez que mencionaba Alex, mi corazón daba un latido más fuerte que otro y le daba más ímpetu a mis manos cuando eso ocurría.
Pero la magia de repente desapareció y las luces se apagaron. Me vi a mi misma cuando era una cría de 17 años en el estudio donde el productor me dijo que fuera para grabar el disco. Pero las intenciones eran espeluznantes y, ahora que sabía la razón de la cita, me encontraba aun más enferma. Mi cuerpo temblaba y mi guitarra ya no estaba entre mis manos y mi ropa....se había ido. Estaba desnuda, amoratada y me encontraba encima del escritorio donde estaban las pilas de contratos de diferentes grupos que aquel tipo firmaba casi diariamente. Cuanto recogí lentamente la ropa, miré aquellos papeles y el corazón se me destrozó aun más.
Aquel tipo ya no estaba,estaba sola en la sala caminando con una ligera cojera debido a que yo era virgen cuando fui violada. A pesar de como me ponían los medios de comunicación, yo no había tenido novio aun. Tras ese suceso, hubo un tiempo en el que podía mantener alguna relación pero...pero la oscuridad me encerró de nuevo como si estuviera viviendo dentro de una pesadilla.
Y entonces me desperté enredada en las sábanas con un grito de angustia. Cuando miré alrededor di gracias a que Colin no estaba por allí porque lo que menos me paetecía hacer era dar explicaciones. Me froté los brazos y me dejé llevar llorando sobre mis manos; era aterrador cuando volvía a revivir aquel momento tan horrible. Era como si no lo hubiera superado aunque seguía viviendo como si nada me hubiera ocurrido y como si la decisión de retirarme de la música hubiera sido por voluntad propia.
Pero bien sabía que no era así porque echaba de menos los conciertos y el sentir a mi público pero no podía volver para pasar por todo aquello.
Las preguntas acerca de mi retirada por todos estos años era algo que iba a suceder me gustara o no y las respuestas no solo las daría a la gente sino a mi propio grupo. No estaba lista para sincerarme porque ni siquiera lo estaba para sincerarme conmigo misma o para perdonarme. Si eso fuera así hubiera acudido a un especialista pero, simplemente, le puse una tirita a una herida de bala que, tarde o temprano, vuelve a sangrar porque no cicatrizó.
Mientras que respiraba profundamente para calmarme, un nuevo mensaje sonó en mi teléfono. Quizás era Colin que quería preguntarme algo.
Pero tras ver el remitente, mi cuerpo se heló instantáneamente y un mensaje tan horrible como el que recibí hace varios días me asaltó:
"veo que no tardas en ser la putita de tu casero, es como si no hubieras perdido la costumbre de cerrarte de piernas,Alexa"
Con el móvil aun en la mano, comencé a temblar como si me hubieran encontrado. Tenía la sensación de que estaban jugando conmigo y con mi pasado como si quisieran vengarse de mí. Tal era mi estado que no me di cuenta de la mirada desencajada de Colin cuando comenzaba a hiperventilar.
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