KAPITEL 31: RONRONA, KITTY
Foto especial de Colin por ser el gran momento Colin-Alexa¡Que lo disfruteís!, espero vuestras impresiones en los comentarios(L)
Maratón día 3 (1/2)
COLIN
Alexa temblaba bajo mis dedos y eso era lo más excitante del mundo. Sentía que mis manos estaban hechas para acariciar sus curvas y llevarla al cielo sin ningún problema. Ella seguía siendo testaruda a pesar de la creciente humedad que se me adhería a la pierna que tenía apostada en su entrepierna.
Alexa intentaba no gemir y ese juego me estaba volviendo loco. Ella bien sabía el efecto que causaría en mí y la gran satisfacción a mi ego que sería, por esa razón esta diabla tan sensual me estaba retando. Pero yo no tenía ninguna prisa y ella no saldría de esta casa.
-Veo que te me resistes,gatita-Le dije al oído mientras que mis manos ascendían por su estómago rozando sus senos por debajo.
Noté un pequeño respingo en su trasero cuando llegué a esa zona altamente sensible. Era evidente que deseaba que la tocara justo ahí, pero si ella era mala yo iba a ser peor.
Hizo el amago de levantarse al intentar deslizarse entre mis piernas para escapar, pero fui más rápido de que ella y decidí que los juegos debían de continuar en la cama.
Forcejeando como una bestia, Alexa se movía retorciéndose entre mis brazos pero esos movimientos, en vez de molestarme, me estaban poniendo cada vez peor haciéndome más audaz.
-Si pretendes que deje de tocarte, vas mal Alexa-Le dije riéndome suavemente.
-¡Eres un gilipollas,Colin!¡Suéltame ya!¡No quiero acostarme contigo!
Sabía que había algo más aunque ella no me contara porque podía sentirla realmente excitada, pero había algo que le impedía liberarse y disfrutar sin tapujos.
Abrí la puerta del dormitorio de una patada haciendo temblar la pared al ser golpeada por la puerta. La acosté boca abajo y me puse encima apretándome contra su firme trasero.
-Vamos a comprobar si mi gatita realmente no quiere hacerlo conmigo o por el contrario es una mentirosa...
Recordé que aun tenía las esposas en la mesilla del cajón, por lo que estiré el brazo y las tomé con una sonrisa. Al estar con su cara contra el colchón,Alexa no se dio cuenta de mi juego, pero en cuanto notó el frío y duro metal, en seguida se sobresaltó:
-¡Colin,basta!¡BASTA JODER!
-Pararé ésto si realmente no lo quieres, pero ése no es el caso y te lo voy a demostrar.
Tomé un cojín y lo coloqué debajo de su vientre para que su trasero estuviera más elevado y expuesto a mí. Entonces, abrí aún más sus piernas viendo aquel delicioso lugar donde mi lengua iba a jugar durante mucho rato.
Sin avisar de mis intenciones, la tomé por las caderas y mi lengua fué a parar a su clitoris hinchado por el deseo que ella tenía. Ella seguí apretando los labios y se notaba por su cuerpo tenso que estaba conteniéndolo, pero no duraría mucho más.
Apreté su traser con mis manos e introduje mi lengua totalmente y con fuerza: ahora sí que Alexa estaba mostrando lo que tanto ansiaba ver:
-¡AHHHH,AHHHH JODER!¡MIERDA!¡AHHH, COLIN!
Sonreí mientras saboreaba el sabor de Alexa; ese sabor que sabía a lujuria y a fuerza. Su carácter se reflejaba en su aroma y sabor; era contundente e inolvidable.
Mi cabeza comenzaba a volar mientras que Alexa gritaba sin poder contenerse y su cuerpo temblaba contrayendo sus músculos. Su cabeza estaba enterrada en una almohada que mordía cuando el orgasmo iba y venía:
-¡Colin.....Ahhh.....dios!¡Te vas...a arrepentir!...ahhhh
-Eso quiero ver Alexa; quiero ver como me castigas.
Ahora comencé a succionar los labios de su vagina como si la estuviera besando en la boca.el movimiento de su trasero me dificultaba la tarea de seguir lamíendola, por lo que tenía que agarrarla más fuerte.
Era el momento de seguir explorando a mi hermosa gatita. Quería aprovechar cada momento que teníamos disponible y disfrutar como nunca en mi jodida vida había disfrutado.
Cambié a Alexa de posición, volviendo a poner las esposas de nuevo para seguir torturándola dulcemente. Al estar tan extasiada, no pudo oponer demasiada resistencia para mi gran ventaja.
-Ahora, voy a jugar con estos pechos tan tentadores que tienes...
-Colin, te lo digo en serio...no soy buena en esto...te aconsejo que pares-Me dijo suplicándome, pero yo sabía bien que era simplemente el miedo.Alexa estaba aterrada y no le hacía falta decirme la razón porque yo bien lo sabía. Los abusos que sufrió hace varios años de seguro le habían provocado unos traumas que no había superado por culpa de estar tan sola.
Pero ya no iba a estarlo más, porque aunque intentara echarme de su vida, sabía bien que era una forma de defenderse.
La abracé con fuerza pegando mi cuerpo al suyo, susurrándola amorosamente para que se calmara:
-Si te soy sincero, yo tampoco soy bueno en esto Alexa, no he tenido buena esperiencia en el tema pero eso es algo que no importa. Lo que cuenta es disfrutar y sentirse bien el uno con el otro; prometo no hacer nada que realmente no quieras hacer pero para eso, debes de relajarte conmigo.
Ella intentó apartar la vista pero no quería que ella se fuera a otro planeta; quería que se quedara conmigo. Tomé sus labios entre los míos con una pasión desbordante, sorpreindiéndome que Alexa lo aceptara. Con mis manos, comencé a masajear suavemente sus pechos, ahogando los gemidos de mi dulce gatita.
-...Uhmm....gatita....cómo ronroneas...
-Ah....ahhh....
Mientras que con una mano masajeaba uno de sus pechos, mi otra mano bajó hasta la entrada de su sexo. La entrada estaba tan lubricada que su cuerpo aceptó mi dedo sin reservas.
-....Joder Alexa...cómo me estás poniendo...
-....¡Uhmm Colin!....
-Eres toda mía...toda mía-Le dije y la besé con pasión introduciendo mi lengua dentro de la boca. Aquella experiencia era más que increíble; era tan excitante ver como su rostro estaba desencajado de placer y sentir mis dedos húmedos contra ella.
-¡Dios....voy a follarte como nadie lo ha hecho nunca...!
-¿A qué esperas?-Me dijo con la voz ahogada.
Entonces no había más que decir. Tomé un preservativo de la caja que reposaba sobre mi mesilla y me lo puse en toda mi longitud. Alexa me miraba de arriba a abajo relamiéndose los labios sin ningún pudor y eso me estaba enloqueciendo.
Su mirada encendida se reflejaba en la mía sin poder evitar fijarme en sus curvas tan suculentas que solo yo podía ver para mi gran suerte.
Le quité las esposas porque quería darle libertad de movimiento y, de un empujón, le dí la vuelta quedando de espaldas a mí. Mi boca se acercó a su cuello y le susurré:
-A cuatro patas, gatita...voy a castigarte por haberte negado a hacerlo conmigo. Voy a enseñarte modales...
Ella me sonrió y me mordió en el lóbulo de la oreja antes de darse la vuelta y quedarse a cuatro patas sobre el colchón.
Me deslicé en su profundidad, agarrándola fuertemente de sus senos erizados; eso era el paraíso y yo me había muerto.
-¡Colin!¡Ahhh!¡Más fuerte!
-Eso haré gatita....todo lo fuerte que quieras...
Comencé a deslizarme dentro de ella tirando suavemente de sus pezones sensibles. Mi cabeza daba vueltas como cuando una pequeña chispa provocada por el alcohol se instala en tus sentidos. Ella era lo que siempre había necesitado; sensaciones fuertes, pasión,carácter, juegos...
Yo no había tenido prácticamente nada de eso sino más bien algo tradicional y, para colmo, Sarah nunca me había lamido en mi entrepierna porque le resultaba desagradable.
Quizás debí de haberle pagado por hacerme una simple mamada...
Cada vez más, el ritmo se intensificó y Alexa también se movía a mi compás para llevarnos a ambos a un fuego que quemaba y marcaba en la piel. Nuestros gemidos eran gritos salvajes; dos leones en celo montándoselo como si la raza dependiera de que follaran como animales. La sujeté de su cabello notando como estaba a punto de correrme con fuerza. Ella ya había tenido tres orgasmos desde que comenzamos nuestro juego: para mayorde mis suertes, Alexa era multiorgásmica.
-Alexa....Ahhh....ya casi estoy....ahhhh
-¡SI COLIN!¡SIGUE ASÍ!¡POR FAVOR SIGUE, NO PARES!
Y la sensación de un rayo me atravesó el pecho cuando todo el deseo que sentía por Alexa se vertió desde mi interior. Había sido...fantástico,increíble...no había palabras para la liberación que sentía.
Salí de ella y la volteé para que quedara boca arriba. Al ver su rostro sereno, sus mejillas enrojecidas, su cuerpo ligeramente perlado de sudor y su pecho subiendo y bajando por el esfuerzo que habíamos compartido, me pareció la mujer más preciosa del mundo. Siempre ertaba impresionante, pero en su desnudes y naturalidad, era exquisita.
La besé con una ternura correspondida, sintiendo la calma tras la tormenta.Alexa no iba a irse porque si lo hacía, me pegaría a ella como una garrapata.
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