KAPITEL 28: EIN UNERHALTENER BESUCH
Maratón día 1 (2/2)
Llega un momento cabreo de la historia y la foto no podía ser más adecuada jaja, espero que os guste^^
ALEXA
Tras pincharme no sé cuántas veces en el brazo derecho, el médico por fin levantó la cabeza y me dijo las palabras mágicas:
-Ya estás bien y puedes irte.
Casi salgo volando en forma de cohete o reviento allí mismo de la alegría que me suponía el saber que no iba a estar más tiempo apostada en esa camilla cuyos muelles parecía que atravesarían mi espalda de un momento a otro.
El médico sabía que no soportaba más estar aquí y, aunque lo intenté, mandé a la mierda a toda enfermera y enfermero que se me acercara. Mis modales no solían ser tan descorteses, pero era pisar un hospital y me transformaba completamente en alguien que parecía sacado de un manicomio.
El doctor antes de irse, se giró en mi dirección y me dijo:
-Tienes visita, les diré que entren y así pueden ayudarte a salir del hospital.
Pero antes de poder contestar, una bandada de gente entró de golpe a la sala y casi ocasiona un tapón humano en el marco de la puerta. Al enfocar mi vista pude ver de quienes se trataban. Excepto un chico que parecía ser amigo de Colin, el resto los conocía bien; Hanna me miraba preocupada y Adam...Adam más bien con una culpabilidad que le estaba comiendo las pelotas. Pero si algo me caracteriza es de ser realmente orgullosa e incapaz de perdonar. Cuando alguien me hacía algo, lo pagaba realmente caro.
No deseaba verles a ninguno de los dos y a Colin...bueno tampoco me apetecía mucho después de lo que había pasado hacía un rato pero era el único salvable y que me podía llevar lejos de ellos. Mi paciencia estaba llegando a un límite tan elevado que temía colapsar y explotar delante de todos, entonces Colin se dio cuenta de mi estado realmente molesto.
-Alexa,¿Te ayudo a coger las cosas?, necesitas descansar.
Asentí sin mediar palabra y me bajé de la camilla con mi bata aún puesta. Debía de cambiarme y salir corriendo de allí; no quería escuchar más excusas.
-Alexa...quiero hablar contigo-Me dijo Adam, a lo que yo me giré violentamente y lo miré con un odio que no contuve en absoluto. Era hora de cantarle las cuarenta a ese gilipollas, pero no era tan rastrera como para dejarlo en ridículo delante de todos, entonces les dije a todos:
-Marcharon y dejadnos a solas; no tardaré.
Parecían sorprendidos ante mi petición pero era algo que tenía que hacer.Adam se había pasado de la raya, me había costado mi amistad y mi casa y para colmo el estilo de vida que llevaba. No podía volver a la academia porque no soportaba tenerle cerca y encima el tema del concurso se había evaporado.
Me senté en la cama y él se acercó para hacer lo mismo, pero yo me levanté antes. Pero entonces, su mano se cerró en mi muñeca y me dio un leve tirón para quedarme sentada.
No quería dar más vueltas así que acepté quedarme sentada a su lado, pero no le di el gusto de mirarle. Él intentaba elegir las palabras adecuadas, pero yo bien sabía que era inútil.
-Alexa, por favor necesito que me perdones. Me siento una mierda...me siento realmente mal te lo digo en serio. Nunca antes me había importado nadie de la forma en la que me importas tú. Aunque me acueste con cualquier tía es que no siento nada en comparación a lo que siento por ti. Pensaba que era simple deseo, pero no es así; dios me pones realmente cachondo te lo juro, pero...es algo más que eso. Siento lo de la foto, eso tiene una explicación de la que me siento horriblemente culpable. Yo...yo te llevé a casa una noche que acabamos muy borrachos, pero Hanna no estaba en casa porque había salido por ahí. Yo te acosté en la cama, pero...pero no pude evitarlo y comencé a desnudarte porque...porque joder es que quería tocarte, ¿Vale?, quería saber lo que se sentía tocar tu piel y si era tan suave y cálida como parecía. Cuando te desnudé, no pude evitar acariciarte, tranquila solo te acaricié el estómago y las piernas, pero nada indecente. Recuerdo que te besé el cuello pero tú no reaccionaste entonces supe que no tenía nada que hacer, pero estabas tan...preciosa,sexy...¡dios parecías una maldita diosa!. Necesitaba tener algo tuyo para cuando...cuando te echara de menos en soledad y entonces...entonces te eché la foto. El problema vino después cuando, cuando uno de mis amigos vino a mi casa y me pilló el móvil para llamar a alguien y entonces...entonces vio la foto.
-No...no jodas... ¡NO JODAS ADAM!
-Entonces, le pedí que borrara la foto y lo hizo, pero...pero mandó copias al resto de mis amigos y entonces...entonces se corrió la voz, lo siento de verdad Alexa... ¡He sido un completo gilipollas!
Mi mano fue a parar a su mejilla con una fuerza terrible, ¿Cómo se atrevía haberme tocado cuando estaba en ese estado?
- ¿Cómo pudiste hacerlo, pedazo de cabrón?¡Sabes perfectamente que odio la mentira, me gusta que la gente sea directa conmigo!, pero tú...tú preferiste ser un sucio mentiroso y pervertido que en vez de decirme que querías un polvo conmigo te limitaste a casi violarme.
- ¡Alexa, no iba a violarte!¡Te piqué un poco por si reaccionabas y querías algo conmigo!
-¡¡NO ESPERASTE A QUE ESTUVIERA EN MIS CABALES PARA PEDÍRMELO!!¡¡ERES UN SUCIO TRAIDOR Y UN GUARRO!!
Adam se abalanzó sobre mí quedando entre mis piernas. Comencé a temblar porque temía de lo que fuera capaz sabiendo lo que sabía de él. Su boca atrapó la mía mientras que me tenía sujeta por las muñecas y no podía moverme por culpa de su peso y su fuerza. Entonces le di un cabezazo y me dio la oportunidad de intentar escapar, pero él me agarró más fuerte.
-Alexa...estoy loco por ti... ¡Loco, entiéndelo! No sabes cómo siento lo que hice e intentaré arreglar las cosas para que Hanna y tú os llevéis bien de nuevo, le explicaré lo de la foto y haré lo necesario para demostrarte que me importas de verdad. Debes saber que incluso dejé de acostarme con chicas, incluso esa que te dije que era profesora. Las dejé a todas Alexa, porque ninguna es como tú.
Entonces, antes de que comenzara a gritar como una posesa, él se levantó de encima de mí y abrió la puerta marchándose de la habitación. Mi enfado mezclado con una sorpresa extraña me hizo quedarme de piedra porque Adam no era de los que decía como se sentía, pero esta vez, yo he sido testigo de que su frialdad e indiferencia es una simple fachada.
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