Y ahora si que sí, sabremos parte de lo que Sarah le ha ocultado a Colin¡Empieza la emoción!

COLIN

Desde que hablé con Jordan, la información rondaba por mi cabeza. La noche la pasé entre desvelos y sudores fríos pero quería hacer las cosas bien para hacerle pagar a Sarah el engaño que me hizo. Y lo peor de todo es que Jordan solo me mencionó que me engañó pero no sabía nada más porque no tuvo el tiempo de decírmelo todo. Pero sin que Sarah supiese nada, me había pedido el día libre para que Jordan viniese a casa con todas las pruebas y me contase toda la verdad.

El fingir que todo estaba bien fue lo más duro que había pasado en la vida, nada comparado a las humillaciones de mi familia que tanto me hacían sufrir. Lo que estaba claro es que vivría solo y Sarah saldría escopetada de este piso a pesar de que lo estábamos pagando entre los dos.

Pero tenía la gran coartada de que en los últimos meses me había ocupado en pagarlo yo porque, según ella, le habían reducido bastante el sueldo y aumentado las horas. En un principio me lo creí pero estaba claro que era mentira.

El despertador de Sarah comenzó a sonar con su timbre habitual y sus silbidos de buen humor resonaron por las paredes de la habitación. Cuanto más feliz parecía, más desgraciado me sentía yo. Al ver que no me levantaba, tocó mi espalda y comenzó a moverme suavemente para despertarme:

-Cielo es hora de irnos a trabajar.

-Hoy me toca más tarde, disculpa no habértelo dicho.

Sarah pareció sopesar lo que le dije porque repentinamente se quedó callada pero no se me ocurría una excusa mejor. Finalmente ella dijo:

-No te preocupes cielo, entonces descansa y ten cuidado con el coche cuando vayas al trabajo. Avísame cuanto estés por allí y pasamos el descanso juntos si te apetece.

-Claro, nos vemos allí-Le dije fingiendo la mayor normalidad del mundo.

Ella se marchó al cuarto de baño a ducharse y vestirse para un nuevo día y yo cerré los ojos para fingir que estaba dormido. No deseaba mirarla porque no iba a responder de mí si así lo hacía. Tenía una mezcla de sentimientos cuya mezcla era demasiado explosiva e inestable. Necesitaba la música para volcar mi frustración y enfado y así sentirme libre de la carga que pesaba sobre mí. Tras unos minutos, sentí los labios de Sarah en mi frente y su aroma de la colonia que siempre usaba: se marchaba a la universidad.

Tras escuchar cerrar la puerta, un mensaje sonó en mi teléfono y yo abrí los ojos repentinamente para atenderlo. Era Jordan:

-"Veo que el pajarito abandonó el nido por fin. Es tan genial vigilar a la gente y que no se den ni cuenta que estás justo en sus narices".

-"Tío, ¿Desde cuándo estás fuera?"

-"Llevo unas cuantas horas por si la tía le daba por irse en la madrugada o algo así"

-"Está bien, ya puedes subir, te abro la puerta"

Me levanté de la cama con la cabeza totalmente embotada de no poder dormir y me encaminé a la puerta principal. Ahí estaba Jordan con un portátil y una enorme carpeta entre sus manos: era evidente que eran todas las pruebas que había encontrado.

Le invité a sentarse donde le apeteciera y le ofrecí un café. Tras aceptarlo, fui a la máquina con los ojos prácticamente pegados pero los nervios que sentía me impedían caer redondo al suelo y dormir como un bebé. La voz de Jordan me llegó a los oídos:

-Tío, admito que Sarah me daba mala espina y sabía que había algo mal en ella pero no sabía que tanto.

-Primero quiero saber con quién y cuándo me ha engañado-Le dije con la voz rota mientras sujetaba la cafetera.

Jordan carraspeó ligeramente y comenzó a explicarme el asunto con cautela:

-Tío, ella te ha engañado desde prácticamente siempre. Sarah se ha visto con varios hombres durante varios años y por lo que veo últimamente se ve mucho con uno pero no sé si tienen algún tipo de relación que sea más allá del sexo.

Las tazas entre mis manos amenazaron con caerse. Aquella noticia era más de lo que esperaba pero debía de saberlo todo así que preguntaría hasta la última cosa.

-Necesito saber más sobre el tipo que me ha estado engañando.

-Bueno pues he podido leer los correos que se han mandado. Respecto al tío parece que no quiere nada más que tema de cama pero ella...ella es otra historia. Podríamos decir que ella se ha quedado prendada de ese tipo porque podríamos decir que lo acosa a mensajes durante todo el día.

-¿Sabes su nombre o algún dato personal?-Le pregunté con la mayor tranquilidad que pude.

-Lo sé todo tío; sé hasta dónde vive. Ventajas de saber informática.

Lo miré cansado esperando a que él me contara más pero veía el especial cuidado que tenía para contármelo todo. Agradecía ese equilibrio entre delicadeza y humor porque, en otras circunstancias, hubiera terminado en el hospital por una crisis de ansiedad.

Tras sentarme en el otro sofá, Jordan continuó hablando mientras miraba el contenido de la taza como si fuera lo más interesante del mundo:

-El tipo se llama Adam Peterson y es músico. Por lo que veo trabaja en una academia de música no muy lejos de aquí como profesor de batería.

La descripción que me dio y la localización me hizo pensar, ¿Podría ser...?

-¿Podría ser la academia que queda en frente del parque?

Jordan me miró como si estuviera al borde de un ataque y entonces asintió. El corazón se me partió en dos e intenté no ir hacia allá y partirle la cara a ese tío.

-Ese rubiales no tiene la culpa tío, él no sabía que Sarah estaba con nadie así que si alguien tiene que pagar por esto es ella.

Lo miré de nuevo y tuve que darle la razón a pesar de todo. La culpable era ella y solo ella pagaría por todo lo que había hecho. Pero entonces, Jordan dijo con una voz más seria tras dar un sorbo a su café:

-Y ahora viene lo chungo tío, espero que tomes aire y te relajes porque es grave el asunto.

Lo miré de nuevo con la mirada cansada y le dije sonriendo de forma cínica:

-Tranquilo, no puedo sentir más dolor del que siento.