Chào các bạn! Vì nhiều lý do từ nay Truyen2U chính thức đổi tên là Truyen247.Pro. Mong các bạn tiếp tục ủng hộ truy cập tên miền mới này nhé! Mãi yêu... ♥

Dos

La cena finalizó sin más precedentes, aliviando a Jisung enormemente. Minho se despidió de él con un simple asentimiento y de Jihyo con un beso en la mejilla.

Su madre parecía realmente encantada y su sonrisa lo reflejaba.

—Cariño, ¿qué opinas de Minho? —le preguntó luego de que este ya se había ido minutos atrás.

Jisung lo meditó por varios segundos, inseguro. No le desagradaba, pero había algo en él que no lo convencía. Y tampoco podía sacarse de la cabeza el extraño suceso que había pasado. Tenía la sensación de que había sospechado algo de su gen, aunque sonara realmente descabellado.

—No está tan mal. —Fue lo único que respondió, y titubeó por unos segundos en preguntar lo que realmente le daba curiosidad—: ¿Cómo lo conociste?

Jihyo detuvo sus movimientos, mientras regresaba una silla a su lugar. Su madre le evitó un poco la mirada y tardó varios segundos en responder, dejando un silencio tenso en el ambiente.

—Eso... Lo conocí por Hyunjin. No hace mucho. —Jisung alzó las cejas sorprendido. Tenía sentido, Hyunjin era un farmacéutico reconocido, pero para él, seguía sonando muy extraño. Más por el temblor en la voz de Jihyo.

Suspiró, diciéndose que estaba pensando de más. Ya se estaba volviendo paranoico.

—Hablando de él, me avisó que mañana tenía las pastillas, para que vayas a recogerlas a primera hora. —Han asintió, terminando de lavar los últimos platos. —Jisung, —lo llamó, luego de una pausa. Y sonó tan seria que cerró la llave para hacer contacto visual—: ¿No tuviste ningún efecto por sus feromonas, cierto?

—No, no realmente. —Contestó, un tanto inseguro. Y hasta cierto punto era cierto, Jisung percibía que seguía como un simple beta y no sentía raro su cuerpo en lo absoluto. Pero aun así había algo que lo dejaba intranquilo, pero no quería preocuparla.

Jihyo suspiró aliviada, dándole una sonrisa más calmada.

Y Han no pudo evitar sentirse algo culpable.

—Toma, -Hyunjin le estiró la mano, entregándole un nuevo envase, —es una dosis para un mes.

Jisung aceptó las pastillas y dándole un vistazo, quedó estupefacto: —¿No era esta misma cantidad para dos meses? —preguntó, dándole una nueva mirada a la cantidad de supresores, para ver si se había equivocado.

El rubio frente a él hizo una mueca—: Respecto a eso, Jisung... El efecto va bajando, como ya te he dicho. Si quieres continuar de la misma forma en la que estás actualmente, tu dosis debe incrementar. —Han suspiró resignado, pero entendía la razón tras ello.

—Está bien, gracias. Jihyo te envía saludos. —Se despidió, guardando las pastillas en la bolsa de sus pants holgados. No tenía nada más que hacer en ese edificio donde trabajaba Hyunjin. Ya que era sábado, podía aprovechar para ver series o anime todo lo que restaba del día en su cama.

—Seguro. —Escuchó la vaga voz del rubio, pero antes de que Jisung pudiese abrir la puerta del laboratorio para irse, Hyunjin lo detuvo: —Han, espera, —se detuvo con curiosidad, volteando— olvidé mencionarlo, pero no has estado en contacto con ningún alfa estos últimos días, ¿verdad?

—¿Te refieres a contacto físico? —el rubio asintió—. En ese caso no, ¿por qué?

—Según mis investigaciones, los omegas que nunca han pasado por un celo, —le dió una mirada significativa—, pasan por un pre-celo si tienen algún tipo de contacto o roce con un alfa que no esté controlando sus feromonas.

—¿Cómo es el pre-celo? —preguntó por pura curiosidad.

Hyunjin encogió los hombros: —No se sabe muy bien, podría ser algo como un golpe de calor o más leve que el celo, pero es algo que nunca sabremos. Los supresores que te preparo son para evitarlos. Y en todo caso, si un alfa normal te toca no va a pasar nada, no te preocupes. —Le sonrió tranquilizador—. Solo cuídate.

Jisung asintió, agradeciendo y salió del lugar, caminando por donde había llegado. El ascensor no tardó en arribar y entrando, presionó el botón de planta baja. En la pantalla, observó cómo se marcaban los pisos por los que bajaba, pero se detuvo en el séptimo. Han hizo una mueca inconscientemente, no era muy fan de estar junto a otras personas en un elevador. Era incómodo.

Se pegó a la esquina, sacando su celular para evitar el contacto visual.

Las puertas se abrieron y por los pasos, dedujo que solo era una persona. No le prestó atención y navegó a lo tonto por la pantalla de su celular, metiéndose a la calculadora y al bloc de notas, incluso si no había nada para revisar.

El olor de un perfume masculino lo golpeó en la nariz. Olía bien, muy bien. Incluso se tentó a preguntar por la marca de la colonia, pero le daba vergüenza.

—¿Vas a tu casa? —Jisung se sobresaltó, y despegando la mirada de su celular, se encontró con una expresión indiferente.

Minho estaba al otro extremo del espacioso elevador, apoyado contra la pared metálica con los brazos cruzados.

—Sí. —Casi murmuró, mientras volvía a regresar la mirada a su pantalla. No lo conocía realmente, así que no había razón para hablar con él. Aun así, le dio curiosidad de haberlo encontrado en aquel lugar.

Realmente no sabía muy bien en que área trabajaba Minho, solo que era dueño de empresas importantes. Tampoco estaba interesado en saberlo, por lo que nunca había investigado. Así que era una sorpresa encontrarlo en una farmacéutica.

—¿Quieres que te lleve? Voy de camino hacia allá. —Preguntó, observándolo fijo. Jisung se removió nervioso.

Contempló las opciones, podía regresar como había venido, en transporte público. Pero sinceramente le daba flojera y también habría mucha gente. No tuvo tantos problemas en aceptar.
Cuando el ascensor llegó a planta baja, salieron juntos en un ambiente un tanto incómodo.

Han no era una persona extrovertida con personas que apenas conocía y eso parecía ser lo mismo para el pelinegro.

Jisung siguió obedientemente a la nueva pareja de su madre fuera del edificio hasta el estacionamiento, donde se detuvo frente a un auto negro que lucía realmente nuevo, incluso si no fuera un conocedor de modelos.

Antes de que pudiese abrir la puerta del coche, Minho lo interceptó y rozando su cintura con su mano, estiró la mano para jalar la manija de la puerta. Momentáneamente, Jisung sintió su respiración entrecortarse.

El tacto había sido cálido, incluso si había ropa interponiéndose.

El pelinegro abrió la puerta, indicando que pasara, como una orden. Han desvió la vista rápidamente y agradeciendo, entró en el carro.

Cuando el auto avanzó, Jisung se sintió aliviado de que podría distraerse con la ventana. Estar junto a un alfa en un lugar cerrado no era una de sus actividades favoritas. Y a eso se sumaba el aroma del perfume que Minho usaba. Era un olor muy agradable y que se pronunciaba con el paso de minutos.

—¿Qué colonia usas? —preguntó, en un momento de impulsividad, mientras observaba su casi perfecto perfil.

El pelinegro, al estar manejando, no lo miró directamente, pero le dio un vistazo rápido antes de hablar: —Los alfas no usamos perfumes, ¿tal vez hablas del shampoo?

Jisung se sintió sonrojar. Era cierto, ¿cómo se le había olvidado algo así?

Asintió, mientras reía para mitigar la vergüenza.

Minho no hizo ningún comentario de su metida de pata, y solo respondió con el nombre de una marca que Han no conocía pero que se oía muy cara. Probablemente costaría un riñón. Decidió no hablar más y desbloqueó su celular, así al menos se notaría indirectamente que ya no buscaba conversación.

El silencio se hizo presente por un largo rato, sin que ambos hombres tuvieran intención de romperlo.

En un semáforo rojo, cuando Jisung no prestaba atención, Minho contempló al pequeño chico, que lucía concentrado leyendo algo. No lo observó por tanto tiempo, pero si lo suficiente para percatarse de las mejillas rosadas del chico.

Pensó que estaba siendo mucho más fácil de lo que había considerado en un inicio y estaba empezando a creer que era divertido.

Sentía demasiada curiosidad por él. Curiosidad que no estaba seguro fuera buena para Jisung.

ojo con el Minho🧐

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro