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Cuatro

Jisung estaba estático, inseguro de lo que debía hacer a continuación. Se removió en el asiento, y haciendo un esfuerzo sobrehumano logró retener el bajo gemido que por poco deja escapar. Repentinamente se sentía demasiado sensible.

Tragó saliva con fuerza, mientras observaba que ni su madre o Minho habían notado algo extraño.

Casi temblando estiró su brazo para agarrar el vaso de agua que no había tocado desde que se sentó a comer. El líquido fresco se deslizó por su garganta, reduciendo algo del calor que empezaba a sentir. Tenía que hacérselo saber a Jihyo... tenía que hacerle saber que los supresores no habían hecho la función que se suponía. Su madre era un beta, por lo que realmente no se daba cuenta de las feromonas leves.

Y también debía salir de ahí cuanto antes: la presencia de un alfa no significaba nada bueno cuando se encontraba con aquel estado.

Nunca le había sucedido algo parecido y temía saber lo que se había deslizado por su muslo segundos atrás, incluso si ya intuía lo que era. La única posibilidad que se le venía por la cabeza era que se trataba de un pre-celo, como lo que Hyunjin le había mencionado.

Mordisqueó su labio con ansiedad, maldiciendo aquel día. No podía negarlo más y no le importaba que sonara paranoico: había gato encerrado. Había algo raro en Minho, sospechaba demasiado de sus intenciones.

Sabía, o al menos tenía la idea, de que era demasiado extraño que casualmente contrajera noviazgo (y no dudaba de que su madre realmente lo atrajera, ella era una diosa), sino más bien la rapidez o los hechos que la mismo Jihyo evitaba cuando Jisung le preguntaba cómo se había desarrollado su relación. Eran respuestas muy vagas.

Arrugó la nariz, aferrándose aún más al vaso que envolvía con su mano. Sentía mucho calor, demasiado; tenía que actuar ya. Cuidando que la pareja de su madre no lo viese, Han deslizó su pie hacia la pierna de su madre por debajo de la mesa, dándole toques urgentes sin fuerza. Jihyo estaba por mencionar de ello algo confundida, pero antes alzó la mirada y contempló los rasgos de alarma de su hijo.

Lo entendió al instante, sin necesidad de decir algo y girando hacia su novio como si no ocurriera nada, habló:— Cariño, olvidé mencionarte algo importante acerca de lo que dijimos antes de que mi hijo llegara, ¿podemos hablarlo por unos minutos afuera? —habló su madre, utilizando un tono dulce y a la vez serio que sorprendió a Jisung.

Han no se enfocó en la reacción del pelinegro, demasiado concentrado en tratar de no derramar feromonas. Sabía que pronto las soltaría y eso iba a ser muy malo si el alfa continuaba ahí.

El más joven sentía la necesidad de jadear, correr o abalanzarse al novio de su madre (ese pensamiento lo escandalizó hasta el borde) en aquel momento. Dolía. Dolía lo mucho que lo ansiaba a pesar de que no estaba de acuerdo y de que no le terminaba de agradar el hombre.

Minho se levantó junto con Jihyo, mientras recogía el saco que había dejado colgado en el respaldo de la silla donde estaba sentado:— Por supuesto Jihyo, luego puedes resolver tu pequeño dilema. —Finalizó, enfatizando las últimas dos palabras con un vistazo hacia Jisung.

Han evadió su mirada, agradeciendo infinitamente a su madre por lo que estaba haciendo. Dios, la amaba tanto.

Cuando Jihyo salió por la puerta luego de que Lee Know saliera, le dió un pulgar hacia arriba antes de cerrar. Y en seguida, Jisung se desplomó sobre la mesa, dejando salir sus quejidos llorosos y las feromonas que había estado conteniendo.

No eran tantas, el medicamento todavía estaba haciendo efecto, así que el olor que se dispersó fue muy leve.

Solo rezó porque el alfa no las captara estando afuera.

Por supuesto, Minho no volvió. Jihyo se había encargado perfectamente de que no entrara de nuevo, dando una excusa lo bastante creíble que el alfa se tragó sin replicar. Si Han era honesto, casi podía apostar a que el hombre sabía algo.

Aquel pensamiento le sabía muy mal y solo ocasionaba que desconfiara aún más.

—Cariño, ¿te sientes mejor, que síntomas tienes? —abrió la puerta su madre, con expresión preocupada, acercándose hasta su cama:— llamé a Hyunjin para preguntarle lo que podíamos hacer...

Jisung exhaló, tratando de calmarse y escuchar la noticia que no sabía si quería saber.

—¿Cuánto dura este pre-celo?

Jihyo le sonrió cálida, tratando de tranquilizarlo—: Hyunjin mencionó que sería contraproducente darte supresores, que afectarían aún más tu pre-celo. Dijo que no sería fácil para ti porque nunca has tenido un celo y es la primera fase, cariño. —Acarició su cabello, observándolo con mucho afecto—. No sabe muy bien qué va a ocurrir, eres un omega luego de... no sé, muchos años dónde no existía ninguno. Solo debes estar atento y si tus feromonas se descontrolan tienes que alejarte de cualquier alfa o beta, sin excepción.

Han suspiró, asintiendo. No estaba realmente feliz con los hechos, pero no había otra opción. Se enterró aún más en sus sábanas, perdido.

Apenas estaba en pre-celo y ya quería morir. Se sentía mareado y necesitado... de una forma que nunca se habría imaginado. No quería ni saber cómo pasaría la fase completa.

Luego de que Jihyo revisara que estaba estable, salió, yéndose a su cuarto para dormir. Ya había anochecido y por fin tenía la oscuridad y la soledad para investigar lo que había estado rondando por su cabeza desde hacía rato.

Incluso aunque se sentía desfallecer y con la incomodidad de sus glúteos y muslos totalmente húmedos, la curiosidad era aún mayor. Agarró su celular, metiéndose al cuadro de búsqueda y tecleando un nombre que enseguida arrojó miles de resultados.

Había artículos, muchos artículos. Noticias, páginas, curiosidades, notas... Pero al omega solo le interesaba cierta información: el tipo de empresa de la que Minho se hacía cargo. No fue muy difícil encontrarlo, estaba en varios sitios.

Jisung no se sorprendió al leer que el hombre era dueño de varias farmacéuticas o empresas relacionadas al campo de medicina. Curioseó un poco más, dando con cierto dato que agrandó aún más su recelo.

Las empresas de las que estaba a cargo tenían convenios muy buenos y una relación bastante estrecha con la misma farmacéutica en la que trabaja el amigo de su madre, Hyunjin. Han entrecerró los ojos, sintiendo su interés crecer.

Ahí había algo escondido y Jisung estaba dispuesto a descubrirlo. Aunque claro, no en ese momento donde estaba atravesando un periodo hormonal deseoso de sexo. (Primero tenía que pasar por ello y ya luego se encargaría de descubrir la verdad). Eso seguro.

No sabía si actualizar
hoy, pero ey! al final sí
<33

¿les va gustando? la vdd
a mí me empezó a gustar
más escribirla, quizá suba
caps más pronto... ¿tienen
algunas teorías?👀

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