🍨 TRES 🍨
· Seokjin -> 11 años
· Yoongi -> 10 años
· Hoseok -> 10 años
· Namjoon -> 9 años
· Jimin -> 8 años
Los dos se miraban fijamente el uno al otro. El iris de sus ojos se cerraba en torno a su pupila al enfocarse en el otro solamente. El aire estaba cargado entre ellos dos, como una bomba a punto de explotar. Sus párpados se mantenían quietos y abiertos exageradamente. El uno se centraba solamente en el otro, atento a cualquier movimiento. La tensión se palpaba en el aire.
En ese momento, el mayor pestañeó sin poder evitarlo. El menor frente él cerró los ojos por fin y alzó los brazos hacia arriba en signo de victoria, gritando de alegría. El otro se cruzó de brazos e hizo pucheros. No le parecía justo que un niño menor que él le ganara en un juego tan simple. Quería una revancha, pero era la quinta ya y esta vez había prometido que sería la última.
Namjoon fue a abrazarle, pero se apartó rápidamente. No podía tocarle. Todo aquel tiempo había estado vigilando que no le tocara, encontrando siempre la excusa perfecta. Esta vez fingió que era por el enfado de haber perdido. Seokjin miró de reojo al niño que le hacía pucheros a su lado para que dejara de estar enfadado y sonrió. Le guiñó un ojo y le prometió que en el siguiente juego él ganaría.
Pero en vez de jugar, al menor se le había ocurrido la brillante idea de llevarle fuera de la casa, a un bosque en el que había una colina desde la cual se podía ver todos los alrededores. El mayor permaneció reacio a salir de la casa. No le parecía buena idea, pues solo una vez había salido de ella y las consecuencias habían sido desastrosas. Además, no tenía ni idea de a donde quería llevarle el menor.
Finalmente accedió a ir pero si iban por las sombras, que nadie les viera. Namjoon podía ser muy insistente y Seokjin era incapaz de resistirse a sus encantos a su vista tan adorables. Solo esperaba que sus hermanos no despertaran antes de que él volviera.
Caminaron entre las sombras de las casa y luego entre las de los árboles. Cuando llegaron a la cima de la colina, totalmente desierta de árboles; Namjoon echó a correr como pájaro en libertad y dio varias vueltas sobre si mismo gritando de alegría. Seokjin permaneció bajo los árboles susurrándole que le podrían oír. No muy convencido por las excusas del menor de que tan lejos nadie les escucharía, cogió una gran hoja de un árbol bajo la cual salvaguardarse y que le ocultara entero, y fue con él.
Las vistas le dejaron maravillado. Namjoon tenía razón, ese sitio era hermoso. La luz del sol iba subiendo lentamente mientras iluminaba el cielo, las casas y la vegetación en un tono anaranjado. Se podía ver todo lo que había a su alrededor. Era maravilloso.
El menor le miró mientras este observaba el paisaje con la boca literalmente abierta. Se preguntaba porque se escondía tras esa hoja y por qué no permitía que le tocara. Se quedó observando sus facciones. Era hermoso. Nunca había visto a un chico tan guapo. Le admiraba en todos los sentidos. Era una buena persona amable y educada, y al mismo tiempo divertida. Por si no fuera poco, tenía el rostro más bonito jamás visto. Quería tomar su mano por siempre y estar con el toda su vida. No se podía imaginar cuanto dolor le supondría separarse de su hyung.
Acercó la mano hasta la suya, pero este le vio por el rabillo del ojo y la apartó rápidamente. Le miró con miedo. No quería asustarle y tampoco alejarle de él. Si le tocaba, podría perder al menor para siempre y eso no lo podía permitir.
- El sol daña mucho mi piel. Si nos diéramos la mano ahora tendía que sacarla y me quemaría - se excusó el otro. No dijo nada que no fuera mentira, pero no era buena excusa para Namjoon.
- Pues entonces meteré mi mano bajo la sombra- sonrió. El mayor no tardó en fijarse en los lindos hoyuelos que se formaron en sus mejillas. Era tan lindo. No podía resistirse. No quería dañarle.
- Bien pero... tengo frío. ¿Tienes unos guantes? Te daré la mano después de ponérmelos.
El niño sacó unos guantes de los bolsillos de su cazadora y se los ofreció. Después de que el mayor se los pusiera, se dieron la mano y contemplaron juntos el atardecer. Se sentía bien. Por parte de los dos. No solo por el precioso paisaje, si no por poder compartirlo con el otro de aquella forma, tomados de las manos, sintiéndose mutuamente con aquel simple gesto. Sabían que el otro estaba a su lado porque sus manos estaban entrelazadas, incluso con la tela del guante de por medio. Esa sensación era reconfortante.
No sabían que alguien les espiaba desde los arbustos. Los dos amigos se miraron extrañados. ¿Qué hacía Namjoon agarrando la nada y observando un amanecer solo? A parte de que le habían escuchado hablar con el aire. Pareciera que tenía una conversación con los árboles o algo así, pues era como si contestara a otra persona que no estaba allí.
- Creo que el mocoso se ha vuelto loco - susurró Yoongi.
- Tal vez sean solo amigos imaginarios - contestó su mejor amigo - Igualmente si no nos lo ha dicho será porque no quiere que lo sepamos. No deberíamos estar aquí Yoongi, esto es una violación de la privacidad. Nos podrían denunciar.
- Lo primero, soy tu hyung irrespetuoso. Lo segundo. Solo me preocupo por mi amigo y ahora también por su salud mental.
- Mejor volvamos a casa, por favor. Estar tan cerca de esa casa me da escalofríos.
- Vete tú, yo me quedaré un poco más.
- ¿Solo?
- Sí, miedica, solo.
- Eres malo Yoongi.
- Hyung. Yoongi-hyung.
- Eres malo Yoongi-hyung - dijo con burla sacándo la lengua.
- Así mejor, renacuajo.
- Tan solo soy un mes menor que tú.
- Sigues siendo menor.
EL menor suspiró y se fue de allí con cuidado. Intentó irse lo más rápido posible, ya que aquello era demasiado tenebroso para él. Mientras tanto, su mejor amigo seguía observando la sonrisa estúpida de Namjoon mientras miraba el amanecer y tomaba de la mano a la nada. Al ver que no hacía nada más, se fue de allí molesto por no haber conseguido más información sobre lo que hacía exactamente su amigo allí.
Mientras baja las escaleras, un sonido llamó su atención. Alguien cantaba. ¿A esas horas de la mañana? Era como un susurro demasiado bajo para entenderlo bien, pero podía percibirlo. Siguió el sonido movido por la curiosidad. Estaba en la mansión. Alguien cantaba desde la mansión. De pronto, tocó la pared de la casa para poner el oído en la pared y escuchar a través de ella.
Sintió algo extraño, pues de pronto todos los sonidos se volvieron más fuertes. Podía escuchar a la perfección una dulce voz cantando una suave melodía. Era increíble. Nunca había escuchado una voz tan bonita. Buscó al dueño por todas partes hasta que sus ojos repararon en una sombra que había en la parte de arriba de la casa y se veía desde la ventana. Solo fue un segundo, pero aquel rostro de mejillas regordetas y rosadas se le quedó grabado en la mente. Y aquella voz no salía de su cabeza. Siguió escuchando, absorbido por la música de sus palabras.
Quiero que seas tu luz. Tú deberías ser tu luz.
Para que no vuelvas a estar herida. Para que vuelvas a sonreír.
Quiero que seas tu noche. Tú deberías ser tu noche.
Seré sincero contigo esta noche.
El sonido de unas hojas siendo pisadas llamó su atención entonces. Intuyó que sería Namjoon, así que buscó un sitio donde esconderse. Se metió tras una estatua del jardín de la casa y observó atento. Sus ojos se abrieron. Namjoon estaba con alguien. Un chico más mayor que él con gruesos labios. ¿De dónde había salido aquel chico? ¿Y qué hacía con le menor?
Dejó aquellas preguntas para más tarde. En cuanto los dos chicos desaparecieron de su vista sin que él fuera descubierto, salió de allí lo más rápido que pudo. Aquella era demasiada información que analizar, mejor si la consultaba con la almohada. Sí, la almohada era la solución a todos los problemas. Pero ni siquiera la almohada pudo sacar esa voz de su memoria.
Nota: A pesar de que llevo años estudiándolo, acabo de caer en la cuenta de que en mi región somos leístas y laístas; es decir, ponemos los pronombres le/les y la/las en frases en las que iría otro pronombre por norma general. Por eso cuando escribía; el ordenador y el teclado del móvil me corregían cosas como "dejarle" porque eso no es gramaticalmente correcto. En realidad es "dejarlo", aunque yo lo halla dicho de toda la vida "dejarle". Así que si ven que se actualiza la historia; es porque he estado corrigiendo ese fallo y poniendo "lo" donde había puesto "le".
Nota 2: He decidido cambiar y ahora al final del cap. en vez de haceros una pregunta os voy a pedir que pongáis un emoji diferente. Es que lo de la pregunta lo hacía porque me pareció buena idea tras verlo en un fanfic que se llama I'm not Gay (es Changlix) y está genial (lo recomiendo mucho). Pero prefiero ser original y hacer algo original :v Así que...
__Pongan su emoticono favorito__
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