Durante el fin de semana quiso adaptarse a su nueva casa, pero se le hizo complejo, aunque al menos pudo organizar todo lo que trajo de su casa.

Pero ya estaba más alegre, llegó el lunes y por fin iría a la facultad. Estaba ansioso por ver lo que le esperaba durante el año y conocer amigos nuevos aunque también se sintiera pequeño ante esa experiencia.

Mientras esperaba fuera del aula asignada para su clase, veía que algunos ya se conocían y estaban hablando muy amigablemente, otros simplemente estaban en silencio mirando sus teléfonos.

Era el momento decisivo, tenía que hacer un amigo. Debía elegir bien.

Se acercó un poco más a un chico pelinegro y se armó de valor ㅡ ¡Hola! ¿Tú también vas a esta clase? ㅡ Preguntó San de forma amable.

El contrario levantó su vista de la pantalla para dirigirle una mirada a San.

Por un momento sintió miedo, recordando como habían sido las cosas con Park, tal vez la gente en Seúl era muy antipática o antisocial. Pero de inmediato, el de cabellos negros le sonrió y guardó el teléfono.

ㅡ ¡Sí! ¿Vamos juntos entonces? ¿Podemos ser amigos? ㅡ

Choi pudo destensarse y formar otra sonrisa en sus labios ㅡ Sí, yo me llamo Choi San ㅡ

ㅡ Yo soy Jung Wooyoung ¿Puedo llamarte solo San? Tu mecha es muy bonita ㅡ Dijo refiriéndose a la mecha azul del flequillo de San, que destacaba ante el negro del resto del cabello.

ㅡ Claro Wooyoung ㅡ

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Fue muy agradable encontrar a alguien así, con quién pudo pasar el resto del día, además de conocer a otro amigo más, Jeong Yunho, un chico alto castaño e igual de simpático.

ㅡ ¿Por dónde vives? ㅡ Preguntó Yunho de camino a casa.

ㅡ Bueno en realidad no soy de aquí, pero tengo una habitación alquilada en una de las urbanizaciones del final de la calle ㅡ Dijo señalando.

ㅡ Ah... ¿En serio? ㅡ La expresión de Wooyoung parecía vacía, que aunque quería ocultar su desagrado, era muy transparente.

ㅡ Mmm sí, ahora vivo con un chico un año mayor que nosotros ¿Pasa algo por esa zona? ㅡ

ㅡ No lo sé, solo que hay rumores sobre un chico nuevo, hará un año que se mudó aquí y prácticamente no se le ha visto ㅡ

ㅡ ¿Acaso esto es un pueblo? ㅡ San comenzó a reír, recordando que esas cosas se hablaban mucho en los pueblos donde todo el mundo se enteraba de todo al ser tan pequeño, y era tan gracioso que se tratase del propio centro de Seúl.

ㅡ Bueno yo me voy por aquí, es un gusto chicos ㅡ Yunho apretó la mano de sus dos nuevos amigos y se fue por su dirección.

Más tarde, San y Wooyoung también se despidieron.

♦️

ㅡ ¿Seonghwa? ㅡ Preguntó cuando entró a la casa, viendo todo oscuro y sin ninguna presencia, parecía que el dueño de la casa no estaba en ese momento.

Subió a su habitación y aprovechó de darse una ducha relajante, tan relajante que cuando salió, el sueño lo venció y acabó durmiendose en la cama.

De nuevo ese sueño, ni siquiera se encontraba en un prado verde, simplemente era todo negro y esa rosa roja que destacaba entre toda la oscuridad.

Era tan hermosa que no podía controlar sus impulsos de cogerla entre sus manos, apesar de ver esas espinas cada vez más afiladas.

Sabía que se las clavaría, pero de todas formas, la tomó con la palma de su mano. Podía quedarse horas mirando el rojo intenso de sus pétalos, sin darse cuenta de que la sangre corría por su muñeca, con el mismo rojo intenso que la rosa, pareciendo que quien sangraba no era él, sino la flor.

Ahora empezaba a sentir el dolor, pero conforme lo sentía, quería apretarla más, no podía detenerse.

Su cuerpo comenzaba a desaparecer en la oscuridad, comenzando por los pies, como si la oscuridad lo tragara para siempre, conforme subía, sentía la presión sobre su cuerpo, algo estaba encima suya.

Quería moverse, gritar, cualquier cosa que le permitiera despertar de ese sueño, pero sus esfuerzos fueron en vano.

Lo veía todo negro, y aunque no sentía nada en su cuerpo, todavía podía notar el dolor de la palma de su mano.

Hasta que se despertó. De nuevo se encontraba agitado y con una gota de sudor caer por su frente, la pesadilla se repetía.

Miró su mano, estaba intacta, pero seguía teniendo un sabor extraño en la boca.

Llevó un dedo a los labios, comprobando después que se había manchado de un líquido rojizo, sangre.

Nada podía ser más raro que esto ¿Acaso era tonto? Parecía que estaba tan tenso en esta casa que incluso durmiendo se mordía la lengua o lo que fuera. Aunque como la otra vez, no tenía ninguna herida visible.

Miró la hora, aún era temprano y decidió que era buen momento para hacerse algo de cenar. Así que bajó a la cocina, viendo todos esos alimentos un poco desordenados sobre la mesa. Seguramente Seonghwa lo quería dejar todo a la vista de su inquilino, pero así era un desastre.

Decidió guardarlo todo en los armarios, que sorprendentemente, estaban muy limpios y vacíos. Apesar de su gran tamaño, no podía quejarse de la limpieza de la casa.

Cuando lo organizó un poco, se preparó unos sándwiches que comenzó a comerse ahí mismo.

ㅡ ¿Ya estás aquí? ㅡ

San se sobresaltó, sintiendo la presencia de alguien muy cerca de él de repente.

ㅡ Ah, que susto. Sí, hace un buen rato ¿Quieres cenar algo? ㅡ

ㅡ No, no me gusta ㅡ

ㅡ Puedo hacerte un sándwich de otra cosa ㅡ

ㅡ No me gustan los sandwiches ㅡ

ㅡ Ah bueno, entonces nada ¿Y qué te gusta? ㅡ

Park caminó hasta la silla que se encontraba al otro lado de la mesa, justo frente a San, y se sentó. Apoyo ambos codos sobre la mesa y se quedó observándolo ㅡ Soy un poco especial con la comida, no me gusta cualquier cosa ㅡ

ㅡ ¿De verdad? Yo era así cuando era un niño, pero ya he aprendido a comer casi de todo ㅡ

ㅡ Es bueno que estés bien alimentado ㅡ

ㅡ ¿Te cuento un secreto? ㅡ Preguntó San entusiasmado, creyendo que tal vez podría llevarse bien con él. Apoyó el codo sobre la mesa y cubriendo su boca con una mano como si no quisiera que nadie más se enterara, siguió hablando ㅡ Hay una cosa que no soporto y odio comer, la zanahoria ¿A tí te gusta? ㅡ

ㅡ Tampoco me gusta ㅡ

San estaba muy emocionado, tanto que levantó su mano para chocarla con Seonghwa, pero éste no hizo nada, haciendo que el menor se incomodara y estirara su brazo como si estirarlo hubiera sido su intención desde el comienzo.

Cuando terminó de cenar y se despidió del dueño de la casa, empezó su primera laguna.

[...]

Le costaba levantarse por las mañanas, de hecho muchas veces llegaba tarde y se avergonzaba de ello, él siempre había sido puntual y que las primeras semanas del curso llegara tarde era vergonzoso cuando sentía la mirada de los profesores y compañeros.

Pero no podía, cuando abría los ojos se sentía mareado y con su cuerpo adolorido, como si le faltase algo, la energía.

Sabía que la universidad era cansada, pero no imaginó que hasta esos límites, y aún más cuando ni siquiera habían empezado los exámenes.

Así que llegó a la conclusión de que estaba enfermo. Avisó a Wooyoung y Yunho de que hoy no iría a la universidad y se quedó en la cama descansando.

ㅡ ¿Hoy no vas a clase? ㅡ

San miró hacia el lado, Seonghwa estaba en la puerta, apoyado sobre el marco y mirándole.

ㅡ No, creo que necesito descansar, estoy tan agotado... ㅡ

ㅡ Tienes mala cara ㅡ

En un parpadeo, el mayor ya se encontraba a su lado. Toda esa situación le parecía extraña, había algo raro en él.

Seonghwa se sentó en la cama con total confianza y acarició la frente de San con suavidad, apartándole los cabellos. Pero su mano no se detuvo ahí, siguió acariciando su rostro y luego su cuello.

San levantó su mirada para verle, dándose cuenta de la forma en que lo miraba mordiéndose el labio inferior, como con deseo. Se sintió avergonzado, pero con un nudo en su garganta debido al temor que le transmitía, aunque algo de él le atraía.

ㅡ Me gustaría dormir un rato... ㅡ

♦️

Después de unas pruebas en el médico, le diagnosticaron anemia, sus niveles de hierro eran bajos y debía tomar suplementos para aumentarlo y volver a la normalidad.

Parecía recuperarse muy rápidamente, no tenía ningún sentido, ya que el tratamiento era para unos meses.