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Regresa a casa pt2

Me senté a escuchar música, ya saben, nada que fuéramos a tocar el día de hoy, me relajé viendo como el viento movía las hojas de los árboles de un lado a otro, empezaba a oscurecer, las lámparas del parque iluminaron el lugar, se veía más lindo de noche, más tranquilo, hacía un poco de frío, pero no me importó demasiado.

Sonreí al notar que, aunque muchas veces todo parece perdido siempre hay un rayo de esperanza, Juls fue ese rayo en mi vida. Si lo pensaba detenidamente, mi vida había tenido muchas cosas buenas, antes y ahora, creo que pocas veces me detengo a pensar en ellas.

Mi celular empezó a vibrar.

Mamá: Hola, cariño, ¿cómo estás?

Y aquí vamos de nuevo.

Yo: Hola, mamá, todo bien, tendré un concierto el día de hoy, sería genial que vinieras.

Mamá: Me encantaría, pero estoy lejos de Bridgen, estoy con Nathan, es un encanto deberías conocerlo.

Yo: Sí, quizá después, si es que duran, claro.

Mamá: Ay, cariño, siempre tan negativo, ¿tan poco confías en mí?

No pienso responder a eso.

Yo: ¿Necesitas algo?

Mamá: A decir verdad, sí, no quiero abusar, pero en serio necesito dinero.

Siempre lo necesita, no entiendo en qué demonios gasta lo que tiene.

Yo: ¿Cuánto?

Mamá: 10,000.

Yo: ¿Sigues en Las Vegas?

Mamá: Sí ¿por qué?

Yo: Ya te dije que no te daré dinero para que termines apostándolo.

Mamá: Y yo te dije que no lo apostaría todo.

Yo: Lo siento, mamá, lo hago porque te amo, si tan encantador es Nathan entonces pídele dinero a él.

El teléfono empezó a sonar, había visto mi mensaje y optó por llamarme, no quería responderle, terminaría convenciéndome y no quería permitírmelo, colgué todas las veces que me marcó, es que no entendía porque hacía esto, se supone que yo soy el que

—¿Adam? —su voz alejó mis pensamientos.

—¿Hailey? —me levanté a abrazarla, sorprendido—. ¿Qué haces aquí? No puedo creerlo, te he echado tanto de menos —la abracé con más fuerza.

—Y yo a ti, en serio —me detuve a verla.

No había cambiado mucho, sus ojos cafés era algo que no podría olvidar, se había dejado crecer el cabello, llevaba una blusa de manga corta y unos jeans negros, el cabello recogido en una coleta, la blusa de manga corta dejaba a la vista un tatuaje, esbocé una sonrisa al ver que era una cámara fotográfica y que de ella salían un par de flores moradas, sus favoritas.

—Teñiste tu pelo —el comentario me trajo de vuelta a la realidad.

—No pareces muy sorprendida.

—Eres una figura pública, apuesto a que me enteré de eso antes que tu madre —bromeó.

Cualquiera se enteraba antes que mi madre.

—¿Qué te trae por aquí?

—Supe que darías un concierto al sur de la ciudad y, bueno, la fecha en especial ameritaba que viniera, veo que no soy la única que molesta a Landon con flores moradas —reí ante lo que dijo.

—Detesta las flores —también empezó a reírse.

—Sí, ya lo sé —sus hoyuelos se hicieron visibles—. Pero sé que lo hubiera tolerado solo porque son mis favoritas.

—Ya lo creo, lo tenías muy enamorado.

—Corrí con suerte.

El pensar en su historia, en lo que juntos pasaron, siempre creí que estaban destinados a más, creí que vería a Hailey vestida de blanco y al idiota de mi mejor amigo usando un traje súper incómodo esperándola en el altar, pero la vida muchas veces no es justa.

—¿Cómo has estado? Hace tiempo que no te veía.

—Bien, todo bien.

—Adam —me atreví a mirarla—. Te conozco, ¿qué pasa? —no puedo decirle, no la quiero decepcionar—. Creo saberlo, ¿drogas de nuevo?

Me sorprendí tanto de que llegara a esa conclusión tan rápido, digo no es como que mi aspecto sea pésimo.

—¿Cómo lo...?

—No preguntes, te ves bien y eso, pero como dije, te conozco. ¿Juliette lo sabe?

—No, no he hablado con ella de esto, no es como que las consuma todo el tiempo ¿sabes?, pero siempre intento mostrarme fuerte, hay cosas que siento que a veces me obligo a reprimir.

—¿Pero?

A veces me pregunto si soy tan predecible o si solo es que me conoce bien.

—Me preocupa que siga haciendo de esto algo constante, que se salga de control y afecte mi relación con Juls, intenté dejarlo por ella, pero —me odiaba por decir esto—. El amor no siempre basta.

—¿De qué hablas?

—Amo a Juls como no tienes una idea, quiero ser mejor para ella, pero lo que está pasando en mi organismo, el efecto que la droga tiene en mí no es algo que se quite solo con buenos deseos y palabras lindas, no importa cuánto me convenza de que amo a Juls, hacerlo no sacará esta porquería de mi sistema.

—Solo tienes que decir dos palabras, Adam, y que lo digas no te hace débil.

Tiene razón.

—Necesito ayuda.

—Sé de alguien muy bueno.

—Sé que la necesito, pero me aterra pensar lo que tenga que hacer, no he hablado con nadie más sobre esto, Hailey.

Pone su mano sobre mi hombro y me da una sonrisa de lado, es como si ese gesto fuera la conversación más profunda que pudiéramos tener.

—Solo no tardes, nunca sabes cuándo empeorará, busca ayuda, no quiero que termines pensando que la droga es lo único que necesitas para aliviar cualquier tipo de dolor. Si cambias de idea, llámame, estaré para ti.

—Gracias, en serio —aprovechando el momento—. Oye, hay algo que quisiera contarte.

Debía decírselo, esto también la involucraba, ahora solo espero que no crea que estoy loco.

—¿Recuerdas que hace unos años tu tratamiento te hacía verlo?

—Sí, por supuesto, creo que esas alucinaciones ayudaron mucho más que el tratamiento en sí —bromeó.

—Yo lo vi hoy —me miró con auténtica sorpresa.

—Tú estás llevando...

—Oh, no, soñé con él —eso pareció aliviarla.

Quizá no nos escribíamos todos los días, pero estábamos al tanto de lo que le pasaba al otro, prometí que cuidaría de ella y sé que ella haría lo mismo por mí, además de que fue Landon quien nos unió, formamos una linda amistad, no solo por las veces que charlábamos en la escuela, sino que después, salí con ella un par de veces, antes de venir a Bridgen, tenernos el uno al otro era algo que nos hacía sentirnos cerca de él de alguna manera.

—¿Y cómo te sientes?

—Tranquilo, sorprendentemente, ¿crees que sea normal?

—Lo es, créeme, a algunos les toma un poco más de tiempo, pero lo que te puedo asegurar es que su recuerdo deja de doler.

—¿Ya no te duele? —negó.

—Solo lo recuerdo de la mejor manera, y cuando recuerdo lo malo es porque aprendí algo de esa situación, ahora cuando pienso en él no siento dolor, solo veo que se trata del amor de mi vida —sonrió de lado—. Creo que tú ya encontraste al tuyo.

—Sí —pensar en ella me ponía de buen humor—. También corrí con suerte.

—Perdón por tardar, Trevor me dijo que —la miró sorprendida—. ¡Prima! —gritó emocionada y la abrazó.

Hailey correspondió al abrazo con alegría.

—¿Qué haces aquí?

—Me enteré que tu novio daría un concierto, eso y que también tengo cosas que hacer, aproveché que venía para acá para hablar con uno de los dueños de una galería de arte de por aquí.

—¿Quién es? Quizá lo conozco.

—Se llama Jasper Taylor, recientemente heredó esa galería y necesitaba un poco de ayuda, yo tengo ganas de mostrarle a más personas mi arte y él necesita a alguien que sepa del tema, creo que podremos ayudarnos.

—Me alegro por ti, Hailey, seguro que le encantará tu trabajo —pasé mi mano por el hombro de Juls y se tensó en cuanto lo hice, se apartó.

—¿Cuánto te quedarás, prima?

—Supongo que un par de días, tengo que volver a Sydney —Hailey notó el cambio de actitud de Juls—. Oye, lindo collar.

—Gracias, me lo regaló Adam —intentó cambiar el tema—. ¿Te veré en el concierto entonces?

No entendía muy bien a qué venía ese comportamiento extraño.

—Por supuesto, si tienen tiempo después podemos ir a comer algo o qué sé yo, necesito escuchar todo sobre la banda y saber cómo te va a ti —miró a su prima—. Mi tía me dijo que conociste a un director de cine que quiere que trabajes con él.

Nuevamente se tensó.

—Sí, supongo que ya hablaremos de eso.

—Me encantará escucharlo todo, bueno, chicos, tengo que irme el deber llama.

Se despidió de nosotros y subió al que supuse era su auto, se alejó de nosotros.

—¿Estás bien? —pregunté mirándola fijamente, mordió su labio.

—De maravilla.

—Juls.

—Oye, ¿podemos ir de nuevo al estudio? Dejé mi bolsa ahí.

—Por supuesto.

Fue la primera vez en mucho tiempo que el silencio entre nosotros se sentía incómodo, no me atreví a preguntar nada y ella se limitó a quedarse callada, llegamos al estudio y la acompañé a que fuera por su bolsa.

—¿Todo bien en el banco? —la detuve en el pasillo.

—Sí, retirar el dinero no fue problema.

—Y entonces, actúas raro porque —esperaba su respuesta

—No estoy actuando raro —jugaba con sus dedos.

—Juls, sabes que puedes contar conmigo para lo que sea.

—Hay algo que quiero decirte —esperé a que hablara, su mirada se había centrado en algo detrás de mí.

Conociéndola estaría viendo detenidamente una pared, mi teléfono empezó a sonar, no hice caso.

—¿De qué se trata, Juls?

—Yo... yo quiero

El teléfono volvió a sonar, lo saqué molesto del bolsillo y le respondí a Trevor.

—¿Qué quieres? Estoy ocupado —escuché lo que tenía que decir—. ¡¿Qué?! ¿Cómo que la posibilidad de que cancelen el concierto? No pueden hacerlo. Ajá. Sí. De acuerdo arréglalo. Bien —colgué.

—¿Qué pasa?

—Trevor dice que hay una posibilidad de que nos cancelen el concierto, no sabe qué pasó, pero buscará la forma de arreglarlo, volviendo a nosotros

—No es nada —aclaró y me besó—. Tengo hambre, ¿podemos ir a comer algo? Tengo ganas de contarte lo que haré en mi nuevo proyecto.

—Claro —respondí dudoso.

Aquella Juls preocupada había desaparecido, subimos al auto y la llevé a un restaurante, aquel en donde la llevé a almorzar un día.

—¿Estás mejor, amor?

—Sí, por supuesto —colocó su mano sobre la mía mientras movía la palanca de cambios y me sonrió.

Haré de cuenta que no noté que, al apartar su vista de mí, mordió su labio.

* * *

Faltan pocos minutos para que empiece el concierto, Trevor tuvo suerte consiguiendo que no cancelaran todo de último momento, no hubiera podido imaginar la decepción de nuestros fans, a veces siento que son a los únicos a los que no debemos fallarles, lo demás sobra.

Todo fue muy extraño, Trevor nos contó que solo le dijeron que había una posibilidad de cancelar todo, no dieron razones, el evento es patrocinado por nuestra disquera así que ninguno entendía cómo es que este evento podía cancelarse, Marcus debía encargarse y no sé si lo hizo o no, solo importa que ahora nos estamos preparando para salir y dar todo de nosotros

—¿Dónde está mi vino? —habla preocupado.

—¿Dónde está mi tequila?

Todos sabemos que ella no puede salir al escenario sin un shot de lo que sea.

Sandra se acerca para tratar de calmar a Johnny, Donovan está tratando de que Chloe no se salga de control y yo estoy abrazando a Juls por detrás, se le ve más tranquila y animada. Chicas, a veces sus cambios de humor pueden ser todo un enigma.

—¿Has pensado lo de la canción con violines?

—Juls, ya te dije que ninguna canción nuestra tendrá violines.

—¿Estás muy muy seguro? Nunca digas ninguna, ay, vamos, será increíble —chilló.

—Amor —sostuve su rostro en mis manos—. Eso no sucederá

—¿Te he dicho que es lindo cuando me dices amor?

—Bueno, amor —beso su mejilla—. Creo que podría acostumbrarme a llamarte así —beso su frente—. ¿Qué dices? —beso sus labios y muerde los míos con suavidad.

—No lo sé, también me siento especial cuando me llamas Juls, nadie más lo hace.

—¡Aquí está la copa de vino, señor! —llega un chico corriendo

—¡Al fin! Espera, muéstrame la botella

El chico hace lo que le piden y Johnny confirma que la botella es nueva así que la acepta y en cuestión de segundos el líquido de la copa desaparece.

—Creo que te tienes que ir a preparar —susurra y solo asiento.

Me aparto de ella, entro a uno de los camerinos y cierro la puerta.

Cambios. Vaya que este último año ha estado lleno de cambios, la oportunidad de que pudiéramos firmar con una disquera importante, que nuestro álbum pudiera estar en Trackmind, nuestra primera entrevista, los primeros autógrafos, la sensación de que por fin estoy haciendo lo que tanto me apasiona, la dedicación de los chicos, nombrar oficialmente a la banda Hidden, ver de nuevo a Hailey, tener un sueño tan vívido con Landon y lo más importante, finalmente estoy con la persona que quiero estar, recibiendo el amor que merezco, cambiando para mejor por ella, alejándome de todo lo que me destruyó en el pasado, siendo la mejor versión que Adam Stone puede ser.

Sí, es todo lo bueno que ha ocurrido en lo que debo centrarme, lo que debe motivarme para salir y darles un show de calidad, no estaríamos aquí de no ser por lo fans, por su amor y apoyo incondicional para con la banda.

Me tomo un par de minutos más para recordar solo lo bueno que ha ocurrido, observo las fotos antes de salir, ese día en el parque con Landon, creo que jamás habíamos reído tanto y la foto donde estoy con Juls en la piscina, tiene que estar loca como para no rendirse conmigo, tengo que admitir que me encanta eso de ella, que sigue estando al pie del cañón a mi lado sin importar lo que suceda.

Salgo y me encuentro con el resto de chicos preparándose, Donovan ha terminado de orar, se levanta y se acerca a nosotros, Chloe deja de practicar con el bajo y lo deja a un lado, antes de levantarse bebe un shot, no tengo idea de qué se está metiendo en el sistema, pero se ve más relajada, Johnny no se conformó con solo una copa de vino y ya está terminándose otra, Sandra y Juls se apartan un poco de nosotros, pero ya son parte de este equipo.

—Acérquense —les pido y lo hacen con cierta timidez.

Nos encontramos haciendo un círculo, esos segundos de silencio e intercambios de miradas dicen más que mil palabras, pero bueno, adoran este momento así que debo hablar, sería más sencillo si solo nos abrazáramos y ya, pero les gusta lo dramático.

—Otro concierto, chicos, y sé que vienen muchos más, la banda siempre está en constantes cambios, para mejor —aclaro—. Ha habido conflictos entre nosotros, pero nada que no podamos arreglar, ¿cierto? Unas cervezas y aquí nada pasó —ríen sabiendo que es cierto—. Entiendo que sean muchas las emociones que tenemos en este momento, pero vamos a enfocarnos solo en las positivas —tomamos nuestras manos—. Hidden —miré a Johnny.

—Consuelo.

—Hidden —busqué con mi mirada a Sandra

—Expresivo.

—Hidden.

—Descubrimiento —responde Chloe y miro al chico a su lado.

—Hidden.

—Logros.

—Hidden —obtengo la atención de Juls.

—Genuino.

—Hidden —hablaron todos al mismo tiempo mirándome.

—Amor —respondo y sonrío—. Hidden.

—Familia —responden a una voz y nos abrazamos.

Escucho que alguien solloza.

—Chloe te juro que si desafinas por llorar

—No soy yo —habla y nos separamos.

Vemos al chico que está limpiando sus lágrimas.

—Lo siento, chicos, creo que el vino me puso sentimental —comenta Johnny y su novia lo mira con ternura.

—Johnny —toco su hombro.

—¿Sí?

—Por favor no vayas a desafinar —suelta una carcajada.

Sandra se queda a su lado, Chloe está con Donovan, alcanzo a escuchar que le está diciendo que necesita hablar con él tan pronto termine el concierto, el chico está encantado con la idea, Juls está a mi lado.

—Ve a lucirte como solo tú sabes hacerlo.

—Solo quiero lucirme para alguien en especial, ¿estarás en...?

—Primera fila —comenta sonriente—. Siempre en primera fila para verte, amor.

—¿Sabes? Creo que yo también puedo acostumbrarme a que me llames así.

—¡Tres minutos, Hidden! —grita uno de los chicos tapando el micrófono de su diadema.

Aparto mi vista de ella, tomo aire, estamos listos y salimos al escenario.

Podré hacer esto mil veces más, pero siempre se sentirá como si fuera la primera vez, estoy más que contento de ver que el estadio donde estamos está lleno, el público grita al vernos entrar y las luces se apagan, vuelven a encenderse cuando les doy la bienvenida a todas las personas que están aquí por nosotros.

Comenzamos el concierto con una canción que fue nueva, está en nuestro primer álbum, es impresionante que en tan poco tiempo la gente ya la sabe de memoria porque dejamos que ellos canten parte de un verso y la energía de todas estas personas solo me anima a que siga cantando con ellos.

Todo transcurre de manera perfecta, sin fallos en el equipo y la gente enloquece al notar que Chloe está dirigiendo una de las canciones, era su momento así que Johnny y yo solo fuimos coros, los mejores, por cierto, están encantados con esta canción, seguro que les encantará saber que será el nombre de nuestro segundo álbum, Chloe lo hace genial, se desenvuelve tan bien en el escenario como el resto de nosotros, estamos por tocar una canción que todos saben.

—¿Alguien de ustedes vio las noticias hoy sobre Chaos? —pregunto al público.

Los chicos quieren asesinarme con la mirada temiendo que diga algo inapropiado. Ay, deberían tenerme más confianza.

—Buuuuu —se escucha en todo el estadio.

—¿Pueden creer que Chaos dice que Hidden tiene pocos fans? ¿Qué opinan ustedes, tenemos poco apoyo? ¡Quiero escuchar a los que les encanta Hidden! —acomodo mi in-ear

El estadio se llena de gritos de emoción

—Entonces, chicos ¿hacemos ruido y le demostramos a Chaos que se equivoca?

Tomo los gritos e insultos que lanzan hacia Jeremy como un «sí».

—Está es una que todos se saben.

Donovan nos marca el tiempo y empezamos a tocar, la gente está eufórica y escucharlos cantar a todo pulmón nuestra canción es todo lo que necesito para estar bien.

Terminamos la canción y nos despedimos asegurándoles que nos veremos muy pronto, eso solo los emociona más, bajamos del escenario y de inmediato la prensa se acerca, lo único que nos salva de ser aniquilados por ellos son las barras que nos protegen y los guardaespaldas que tenemos, eso no impide que escuchemos sus preguntas.

—¿Cuándo será el siguiente concierto?

—¿Es cierto lo que dicen de la rivalidad con Chaos?

—¿Adam, tuviste una relación con la corista de Chaos?

Maldita prensa y su habilidad para saber hasta el más mínimo y jodido detalle de tu pasado.

—Chloe ¿cantarás más canciones para la banda?

—¿Es cierto que te obligaron a ser guitarrista, Jonathan?

—Donovan, ¿tienes alguna relación con Chloe?

No dejan de hacer preguntas, pero por suerte hemos salido con vida de ahí y ya estamos en un lugar seguro, bueno eso esperamos, esta parte detrás del estadio está más asegurada y la prensa no se acerca a ti. Juls me ve y se acerca corriendo a abrazarme, últimamente todos temen que explote, no los culpo.

—Déjame golpearlos —hablo mientras la abrazo con fuerza.

—Quizá después, si golpeas a alguien de la prensa seguro hablaran de ti por semanas.

—Nunca hay mala publicidad —aseguro.

—¿Qué hay con ellos? —Juls mira a Donovan y Chloe.

Es imposible no sentirnos intrigados por lo que pasará así que tomo su mano y nos acercamos discretamente para escuchar lo que dicen, Johnny y Sandra hacen lo mismo.

—Entonces, ¿de qué querías hablar?

—Nosotros.

—¿Nosotros? —pregunta más interesado—. La posibilidad de un nosotros —concluye.

—Sí, nunca he sido buena expresándome, pero siempre me has impulsado a hacer cosas que no quiero, me retas y buscas que sea yo misma.

—Es que me encantas más cuando eres tú misma —ella se sonroja.

¡Oh por dios, Chloe moreno sonrojada! el mundo se acabará.

—Bueno, al punto que quiero llegar es que me gustaría que

—¿Donovan? —interrumpe la voz de una chica.

Es rubia, alta, ojos azules y mi amigo se queda helado cuando la ve.

—¡Al fin te encuentro!

Está de más decir que Chloe se tensa, ¿la conoce?

—Qué —Donovan apenas puede hablar—. ¿Qué haces aquí, Cindy?

Y está no es la historia donde Chloe se queda callada y guarda sus sentimientos dejando a Donovan ser feliz con alguien más ¡Por supuesto que no! Cuando se lo propone Chloe puede llegar a dar miedo, se pone frente a Donovan y encara a la chica.

—¿Se puede saber qué coño haces aquí? —Chloe es más alta que Cindy, ella retrocede al tenerla de frente—. ¿No te bastó joderle ya la vida? ¿O es que eres tan idiota como para lastimarlo de nuevo?

—Yo, eh —sigue retrocediendo.

Afortunadamente Donovan interviene y la sujeta de la mano, Cindy trata de unir las piezas mientras analiza esa acción.

—Oh, ya veo, ustedes son

—¿Qué quieres? —le pregunta molesto

—Necesitamos hablar.

—¿Si? —cuestiona Chloe—. Pues no creo que eso vaya a pasar.

De las sombras saca algo que nos impide respirar por un momento: Una carriola.

—Pues yo creo que sí —afirma la chica mirando a Donovan.

Chloe lo suelta de inmediato y entreabre la boca, se acerca un poco.

—Él es —la chica se quita para que Chloe pueda verlo mejor.

—Nuestro hijo —le responde y vuelve a ver a Dono—. Nunca aborté, te necesitamos.

Todos estamos estupefactos ante lo que ocurre frente a nosotros, esto cambia muchas cosas, veo que nuestra bajista está pálida, los chicos y yo no podemos decir nada. ¿Qué se supone que podemos aportar?, Donovan está observando al pequeño, tiene los ojos de su madre, se ve grande el niño, se le cristalizan los ojos y los cierra con fuerza, ante el silencio Cindy habla.

—Tiene tres años, dentro de poco cumple los cuatro —agrega para que no quede duda en mi amigo.

—No —balbucea.

—Cariño —intenta acercarse y Donovan la aparta como si le quemara

—¡No me llames cariño! ¡Y no vengas con mierdas como estás!

Sujeta la mano de Chloe y se asegura de que esté detrás de él, esta actitud nos toma por sorpresa a todos, Dios, ya no podemos estar más sorprendidos.

—Acabo de decirte que tiene...

—Tres putos años, ya escuché.

—¿Y entonces?

—El padre de Johnny está decidido a quitarle su dinero, la madre de Adam está empeñada en sacarle dinero a su hijo, mi padre tuvo el descaro de pagarte para que te largaras de mi vida y de paso te deshicieras del niño.

—¿A qué punto quieres llegar?

—Que no voy a considerar ni por un momento que esto no se trata de mi familia y el dinero.

—¿Qué quieres entonces que

—Quiero una prueba de paternidad —demanda—. Y yo te llevaré al doctor.

—No tenemos que hacer eso.

—El niño es mío, ¿no?

—Sí.

—Tan pronto se compruebe que yo soy el padre ten por seguro que ni a él ni a ti él les faltará nada.

—Donovan —trata de intervenir Chloe.

Lo único que él hace es sujetar su mano con más fuerza.

—Pero si descubro que me estás mintiendo te pediré que te vayas, que me dejes en paz, esta vez para siempre, y que me dejes ser feliz, porque hasta antes de que aparecieras estaba a punto de hacer algo muy importante.

—Iremos al doctor y lo comprobarás por ti mismo, pero en cuanto sepas que en verdad es tu hijo quiero algo.

—¿Qué cosa?

—Regresa a casa con nosotros.

El silencio era sepulcral en ese momento, miró a Chloe, conocía bien esa mirada, trataba de decirle que todo estaría bien y que no debía de preocuparse por nada, suspiró antes de volverse a la chica con el bebé.

—Hecho.


Vaya, vaya, la cosa se ha descontrolado un poco 

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