Tenía frente a mí un bello atardecer, lástima que mi esposa se encontraba en una entrevista y vendría más tarde, los chicos vienen a cenar, admito que nunca me han caído bien los niños, pero sus hijos son encantadores, la próxima semana celebraremos el cumpleaños número 8 de Leander, está creciendo demasiado rápido, es curioso que resultó ser justo como creímos que sería, un chico decidido, creativo, fuerte, con talento y que le gustan los riesgos, por supuesto que es un niño atractivo, sacó mis ojos verdes y el cabello café de su madre, a diferencia de su hermana quién tiene los ojos de su madre y mi cabello rubio.

—¡Papá! ¡Papá! ¡PAPÁ! —gritaba con desesperación.

Por supuesto que entré en pánico, me levanté de inmediato y corrí hacía ella, Leander y yo llegamos al mismo tiempo, Katie estaba cerca de la piscina, en cuanto me vio se aferró con fuerza a mí.

—Hay un tiburón ahí.

Leander se acercó y sacó al tiburón, era de juguete, Juls lo había traído del set de grabación.

—Es falso, Katie —habló su hermano —siempre nos asustas, ya me cansé —se cruzó de brazos.

Este par era todo un caos, se amaban sin duda y sé que harían cualquier cosa el uno por el otro, pero había días donde se molestaban constantemente o se hartaban del otro, y mira que aunque se llevan 3 años es un lío.

—No fue mi culpa, eso es un tiburón ¿Verdad que sí, papá?

—Por supuesto, cariño, pero ¿Por qué estabas cerca de la piscina? Se suponía que estarías en la sala de juegos.

—¡Pudiste morir, hermana!

Sí, también sacó lo dramático de su madre.

—Lo siento.

—Ya, no pasa nada, vamos adentro, sus tíos no tardan en llegar.

—Quiero seguir jugando, papi ¿Puedo?

—Claro que sí, hermosa, iré a preparar la comida —Leander carraspeó su garganta —iremos a preparar la comida, te avisamos cuando lleguen los demás ¿Vale?

—¡Sí! —exclamó emocionada y se fue a jugar.

Mi hijo y yo nos dirigimos a la cocina y empezó a ayudarme con todo lo que podía, había intentado hacer cosas sencillas y la verdad es que le quedaban deliciosas, todos aseguraban que el talento en la cocina lo sacó de mí.

Y yo también concuerdo en que lo sacó de mí, aquí entre nos, cuando Juls estaba bastante distraída se le terminaba quemando la comida, los niños felices porque ordenábamos otra cosa para comer.

—Papá.

Él estaba terminando de cortar un poco de lechuga.

—¿Hum? —estaba buscando un buen vino.

—¿Te puedo hacer 2 preguntas?

—Por supuesto, campeón ¿De qué se trata?

—¿te gusta lo que haces? Ya sabes, dar giras, conciertos, grabar música y eso.

—Me encanta —confesé —siento que nací para hacerlo.

—Y tú... te sentiste mal cuando —piensa demasiado las cosas —cuando dejaste un tiempo a Hidden ¿Por nosotros?

Me detuve en seco y me giré para verlo, él dejó de cortar y se enfocó en mí.

—Leander, no pienses ni por un segundo que me arrepiento de haberme dado un respiro de la banda, tu madre, Katie y tú son la más importante para mí, eres muy listo, sé para dónde va la conversación y desde ahora te digo que no, deja de pensar en eso, porque en el momento en que naciste fui el hombre más feliz, y 3 años después llegó tu hermana y pensaba ¿Qué hice para merecer esto? La familia es lo más importante, Leander, no lo olvides.

—Pero hicieron muchas pausas como banda.

—Claro que hemos hecho pausas, los chicos también debían cuidar de sus hijos y está bien, lo importante es que aún somos una banda, Hidden sigue teniendo tanto éxito como al principio, hemos sabido mantener un equilibrio con nuestro trabajo y la familia, es por eso que han disminuido los conciertos constantes y las giras que parecen eternas, porque si me dieran a elegir, escogería a mi familia una y otra vez.

—Hay algo más que quiero preguntar.

—Dime.

—Sabes que toco la guitarra.

—Y lo haces muy bien —aseguré.

—¿Cómo te sentirías si te digo que quiero ser músico?

—Feliz, sabes que te apoyaría, aunque igual es pronto para decidirlo.

—¿Y cómo te sentirías si te digo que no quiero ser músico?

—Feliz, porque harás lo que te apasiona, no tienes que seguir mis pasos, oye que orgullo que otro Stone sea parte del mundo de la música, pero también será un orgullo que un Stone destaque en cualquier otra cosa —miré a nuestro alrededor y lo supe —aunque creo que ya sabes que quieres hacer ¿No es así? Por eso quisiste hablar primero conmigo —se mordió el labio. Otra cosa le hubiera aprendido a su mamá —no hablaste primero conmigo —concluí.

—Quería saber qué pensaba mamá, y quería me dijera cuál podía ser tu reacción.

—¿Y qué te ha dicho?

—Que te daría un infarto —comentó entre risas —después me dijo que era broma, y que me apoyarías en cualquier cosa.

—Tienes talento, apuesto a que serás el mejor chef.

—¿Cómo sabes qué...? Ah, sí, lo olvidaba, papá lo sabe todo.

—Quisiera hacerlo, pero es obvio, te gusta cocinar conmigo y te gusta hacerlo por tu cuenta, el brillo en tus ojos al estar aquí es el mismo que tuve yo cuando empecé a tocar la guitarra, te apoyo, hijo, escojas lo que escojas.

—¿Y si quiero vender solo hamburguesas?

—Te apoyo igual, además te harás millonario, apuesto a que la tía Chloe te compraría por montones.

—¡Amor, ya llegué!

—¡Sí, estamos en la cocina!

Juls se acercó con nosotros y dejó en la silla su bolsa, cada día que pasaba se veía muchísimo más guapa, es que ella siempre sería perfecta ante mis ojos.

—Mira nada más —se acerca a darme un beso corto —si no estás en el estudio estás en la cocina.

—No mientas, Juls, paso más tiempo contigo en el cuarto.

—¡Adam!

—No me canso de esto —la abracé por detrás.

—Cariño ¿Has ayudado a papá de nuevo?

—Sí, he preparado un postre que les encantará.

—Muero por probarlo.

—¡Mamí! —salió Katie a abrazarla.

—Hola, mi amor.

—Encontré un tiburón esta tarde.

—¿Un tiburón?

—Te culpamos a ti, amor, trajiste un tiburón del set de grabación y Katie lo encontró, se llevó un buen susto.

—Sí... creo que fue mala idea dejarlo en la piscina.

Tocaron el timbre de la puerta y me acerqué para abrir.

—¡Os he extrañado demasiado! —me abrazó —parece que no te he visto en años.

—Ruidosa, te vi la semana pasada en el estudio.

—Vale, déjame disfrutar de este momento ¿Sí? Mira, pero si son mis sobrinos favoritos.

—¡Oye! —Se escuchó detrás de ella.

—Viejo —me abrazó.

—Dono, que bueno verte, pero mira quién está aquí, si es el pequeño Dylan —me dio un saludo militar, este chico mantenía en control a sus padres, debería ser al revés.

—Capitán.

—Soldado —me abrazó también —¿Qué tal van tus pinturas?

—Muy bien, tía Hailey me ha estado ayudando, les tomé unas fotos te las enseño más tarde.

—Perfecto, pasa.

—Por favor, cállalos —bromeó Sandra —no han dejado de hablar de música, que si Beethoven, que si Mozart, se pasan a Set It Off y luego a Palaye Royale.

—Por eso eres la sobrina con mejor gusto musical.

—¡Tío! —la levanto en el aire —venía hablando con papá de música y mamá se ha desesperado, otra vez.

—Adam —palmea mi hombro.

—Teclitas, le has enseñado bien a Alice ¿Qué tal va el piano?

—Genial, papá me enseña todo lo que sabe.

—Me alegro, otra Miller que tocará el piano.

Dejo que pasen y me encuentro con Jasper.

—Haber si tú la convences de que Romeo no puede verla.

—¿De qué hablas?

—Que lo explique la niña —responde Hailey mientras me abraza.

—¡Romeo! ¡Oh, Romeo! ¿Dónde estás que no te veo?

—Lily

—Hola, tío, estoy practicando para una obra de la escuela.

—Creí que las obras solo se hacían para los niños de 11 años.

Aunque el hecho de que fuera alta le beneficiaba.

—Vieron mi talento y creo que puedo conseguir el papel de Julieta.

—Adivino, Juls te está ayudando —asiente emocionada.

—Sabes que quiero ser actriz, y ella es de las mejores, tengo mucho que aprender.

—Encontraste a la mejor maestra.

Me siento feliz que detrás de ellos vienen mi padre y Ellen tomados de la mano, superaron algunos obstáculos para estar juntos de manera oficial, incluso un hombre se opuso en su boda, pero esa ya será historia para otro momento.

—Hijo.

—Papá —soy yo quien lo abraza.

—Adam.

—Ellen, te ves preciosa.

—Muchas gracias.

Entraron todos y nos sentamos a la mesa, Leander y yo nos lucimos con la comida.

No cabe duda que nuestros hijos hacían nuestra vida más linda, y no seríamos nada si no tuviéramos las esposas que tenemos, estuvimos hablado de cómo le iba a Sandra en la empresa que puso, Hailey y Jasper nos hablaron de lo bien que iban las distintas galerías de arte que tenían, y que cada vez más gente iba a ver Esencia en la galería de Bridgen, Ellen y mi padre tomaron el control de Trackmind por completo, querían hacer cosas diferentes para que se le presentara a más personas la oportunidad de triunfar en la música, Juls triunfando como siempre en las películas que grababa, los chicos y yo dando lo mejor de nosotros día a día, Hidden se mantendrá en boca de tantos un buen tiempo.

Los niños ni se diga, vivían cada aventura en la escuela y nos hablaban de las cosas que les apasionaban.

—Los chicos tienen muchas anécdotas —comenta Dono.

—Vosotros podéis hacer lo que quieran, niños, vivan la vida.

—También podría formar una banda como tío Adam —comenta Alice —sería feliz tocando el piano.

—Y lo harías mejor que nadie —asegura Sandra.

—¿Qué hay de ti, Dylan? ¿Quieres seguir los pasos de tía Hailey? —cuestiona Ellen.

—Sí, creo que puedo llegar a ser bueno si me esfuerzo, me encanta pintar.

—Y créeme que tomarás cursos y yo te daré lo que necesites, tendrás éxito. —responde Hailey y Jasper toma su mano sonriéndole.

—Nuestra actriz en potencia podrá promocionar tus pinturas, Dylan —comenta Juls.

—¿Crees que soy buena, tía? —pregunta Lily.

—Por supuesto que lo eres y, además, aun tienes tiempo para estudiar y mejorar tu técnica.

—¿Y tú Leander? —habla Dylan, me alegra que sea tan amigos.

—Chef, ya se lo dije a papá.

—Y te irá estupendo, hijo —le sonríe su madre.

—Yo no sé qué quiero —habla Katie.

—Ya habrá tiempo para eso, hermosa —respondo.

Seguimos con el postre y todos están de acuerdo en que a Leander le ira más que bien siendo chef, es un postre exquisito.

—¿Seguirás haciendo más música, tío? —me mira Alice.

Mi esposa toma mi mano, sabe que he tenido miles de planes para la banda.

—Por supuesto que sí, los chicos tendrán que soportarme un rato más cantando, de hecho, mañana daremos un concierto.

—Y espero que las horas de ensayo valgan la pena, con trabajo y respiramos —bromea Chloe.

—Siempre tan perfeccionista —comenta Dono.

—Creí que ese era mi papel —intervine Johnny.

—Lo haremos bien, chicos, somos Hidden.

—Y familia —asegura Juls.

—Sí, y familia.

Los demás siguen burlándose de Chloe y Dono, no entienden cómo es que un niño tenga más control que los propios padres.

—Se vienen cambios importantes —susurra Juls

—Mientras sostengas mi mano, sé que todo estará bien.

—Te amo, Adam.

—Y yo te amo a ti, Juls.

Comprendí que Marcus se equivocó en algo, la mejor música no viene del dolor, lo sé, veo a mi esposa, a mis hijos, mi padre, mis amigos, ellos son la respuesta, ahora entiendo que la mejor música viene del corazón.

FIN.

Gracias a todas las personas que se tomaron el tiempo de leer esta historia, por reír, llorar y emocionarse conmigo. Hidden siempre será el gran tesoro que no sabía que llevaba dentro de mí, y ya que hemos llegado al final, Adam Stone siempre será mi favorito. Espero que lo hayan disfrutado tanto como yo. 

De corazón, gracias por la oportunidad, nunca dejen de perseguir sus sueños. 

—Sara Rufino Mejia