Chào các bạn! Vì nhiều lý do từ nay Truyen2U chính thức đổi tên là Truyen247.Pro. Mong các bạn tiếp tục ủng hộ truy cập tên miền mới này nhé! Mãi yêu... ♥

34 | Una gran despedida

Juliette

—¡Meses! —exclaman las chicas al mismo tiempo.

Mientras tanto yo sigo viéndome frente al espejo con el vestido puesto, todo esto ha sido una locura, sigo sin creer que falte solo una semana para el gran día, a veces el simple hecho de pensarlo me pone más nerviosa.

—¿Me escuchaste, Juliette?

—Lo hice, Chloe.

—Es que, ¿quién rayos organiza toda una boda en dos meses?

—Me parece que subestimaste a Adam —interviene Hailey.

—Sí —suspira Sandra—. Ventajas de ser famoso.

—Y rico —añade Karla—. ¿Sabes cuánto costó planear todo esto en dos meses?

—Quisiera tener tanto dinero como Adam.

—Tú también eres famosa, Chloe —acomodo el velo y me veo unos segundos en el espejo.

No imaginé que esté día llegaría, se siente extraño, hemos pasado por tanto y sigue pareciéndome irreal el estarme probando el vestido para la boda, mi boda, pero que Adam sea el hombre que me espera en el altar es todo lo que importa.

No es perfecto, tampoco yo, es impulsivo, egocéntrico, tiene un carácter de los mil demonios cuando se enoja, se le acaba la paciencia con facilidad, pero aún con eso lo sigo amando, porque, así como hay cosas que no me gustan de él también hay otras que me encantan, como el hecho de que sea sincero, que tenga metas y no descanse hasta cumplirlas, que pese a todo siga amándome y la comunicación entre nosotros fluya.

Esa es la base, amor y comunicación. Como solía decir Stella Remington «ambos hablan, ambos escuchan» ojalá que todos pudiéramos tener ese final feliz con el que tanto soñamos, bueno, yo estoy cerca de cumplir el mío.

—Sí, Chloe, no te quejes.

—Lo sé, pero desde que el millonario de su padre volvió le dejó más dinero.

—No es para tanto —interviene Karla.

—Sí, sí lo es, su padre acaba de comprar la empresa para la que trabajaba, ¿sabes cuánto dinero ganará ahora?

—Con razón te está yendo tan bien, prima, no hay cosa que no puedas comprar.

—Chicas, cálmense, no me interesa el dinero de Adam.

—Pero unos millones no le hacen mal a nadie.

—¡Karla! —advierto

—Lo siento, lo siento —levanta sus manos en señal de rendición—. Pero no me digas que no tengo razón.

Solo pongo los ojos en blanco mientras sigo viéndome al espejo.

La verdad es que tiene razón, Adam solo tuvo que hacer un par de llamadas y ya estaba todo arreglado, aunque sé que dos meses es poco tiempo, lograrlo no fue tan fácil, día tras día teníamos que estar revisando los preparativos tuvimos mucha ayuda de nuestros padres, pero aun así, fueron días agotadores, entre que teníamos que escoger la comida, el tipo de invitación, escoger a los invitados, la gama de colores que manejaríamos, pruebas de vestido, de maquillaje, el pastel, los preparativos de la luna de miel, bueno, no me dijo a dónde nos iríamos, quería sorprenderme y lo entiendo, intenté muchas veces averiguar a qué lugar iríamos, en cada intento fallé o eso cree.

—Luces preciosa —habla Hailey detrás de mí.

—Preciosa y lo que le sigue, mi mejor amiga será la novia más perfecta que haya visto.

—Madre mía, no me dejo de decir que os tendrás a todos babeando.

—Ya te puedo imaginar caminando al altar, Juliette.

—Sí —sonrío al verme—. Será perfecto.

—El pobre Adam sigue pensando que la boda será en una iglesia —suelta una carcajada Chloe.

—Me ha tenido tanta confianza que deja que yo me encargue de eso, además me aseguré para que en caso de que preguntara, todos le dijeran que será en una iglesia, pero le encantará ver la decoración en medio de un bosque —me emociona demasiado la idea —no lo verá venir, yo también puedo sorprenderlo si quiero.

Sé cuánto disfrutará de esta sorpresa.

—¿Cuándo piensas decirle?

—Un día antes de la boda —Karla asiente—. Solo tendrá que dirigirse al bosque en lugar de una iglesia, los chicos pueden explicarle por si tiene alguna duda.

La organizadora de la boda se aseguró de tener el vestido en perfectas condiciones, hoy fue la última prueba, cuando vuelva a ponerme ese vestido será porque estaré a nada de caminar hacia el altar y veré al amor de mi vida ahí enfrente, Dios desde que me pidió que me casara con él creo que me he vuelto más cursi.

Me quito el vestido y lo entrego, de no ser por estas chicas estaría perdida, me han sido de mucha ayuda y es gracia al esfuerzo de todos que logramos en tan poco tiempo organizar esta boda.

Cuando termino de tratar algunos asuntos relacionados con la boda las chicas y yo nos vamos a desayunar, yo insistí que comiéramos algo primero antes de venir a la prueba de vestido, pero no, dijeron que mi estómago podía esperar, pero sus ganas de verme una vez más con el vestido, no.

Fuimos a un lugar que recién abrió, Sandra lo descubrió con Johnny.

—¡Al fin! —exclamé y empecé a comer—. No tienen idea de cuánta hambre tenía, que desconsideradas son.

—¿Nosotras? Perdónanos por querer verte en tan precioso vestido, prima.

—¿Ya quedó todo listo en el salón?

—Sí, tu novio me estuvo ayudando a encontrar un buen salón cerca del bosque, Johnny dice que está a menos de un kilómetro, para cuando lleguemos lo demás estará listo en el salón. ¿Ya tienen los vestidos?

—Por supuesto, el pobre Donovan tuvo que esperar por horas hasta que encontrara el vestido perfecto en el tono que pediste, si seré dama de honor debo estar presentable.

—Por cierto, que buena idea el querer los vestidos fueran vino, y que cada una pudiera escoger su diseño fue un gesto lindo.

—No es nada, Karla, lo más importante es que estén en ese momento conmigo, ya el diseño del vestido será lo de menos.

«Awww» se escuchó por parte de todas.

—¿Ya conseguiste pistas sobre la luna de Miel?

—Nada, es bueno ocultándolo y sus amigos son una tumba, no me quieren decir nada.

—Chicos —Hailey bebe de su café—. Habrá que entenderlos, en su lugar tampoco diríamos nada.

—Y no lo hemos hecho —asegura Sandra—. No hemos revelado la nueva ubicación de la boda.

Ah, sí, mi parte favorita.

—Me alegro, porque en serio quiero que Adam se sorprenda, le va gustar.

—Le va a encantar —confirman todas a una sola voz.

—A todo esto, ¿alguien sabe dónde está mi novio? Le he escrito, pero no me responde.

—Está con Adam y Johnny —responde—. Quisieron practicar un rato en el estudio, se sienten soñados por ser los favoritos de Trackmind, estarán ocupados, puede que por eso no te responda.

—Le escribiré a Adam —comento.

Yo: Señor Stone

Adam: Señorita Graves

Yo: A pocos días de ser señora Stone.

Adam: Dios, no puedo esperar para casarme contigo.

Su comentario solo hace que sonría como boba.

—¿Y bien? ¿Donovan está con ellos?

—Ah, sí, ya le pregunto, espera.

—El amor, el amor —canturrea Karla.

Yo: Oye, ¿dónde estás?

Adam: Todavía no nos casamos y ya te vas a poner de tóxica preguntando mi ubicación y si estoy con alguien más. ¿Qué sigue, Juls? ¿Qué me mandes a vigilar?

Yo: Yo no soy la que manda a vigilar.

Miro que cerca de nosotros está Billy, me sigue a todas partes, bueno para eso le paga Adam, pero igual, a veces es raro.

Adam: Billy es un encanto de persona, uno nunca se aburre de él, además quiero que estés bien y a salvo.

Yo: ¿De los osos?

Adam: Ja, ja, muy graciosa, Juls. Es solo que no quiero que te pase nada, el guardaespaldas es por protección de ambos.

Yo: No veo que te esté cuidando.

Adam: En tanto tú estés bien, créeme que yo lo estaré, respondiendo a tu pregunta, estoy con los chicos en el estudio, recordando viejos tiempos antes de que apareciera la ruidosa, Donovan no deja de decir que la extraña y esas cosas.

Yo: Su novia quería saber dónde estaba.

Adam: Dile que lo atropellaron o algo así.

Yo: ¡Adam!

Adam: Jajaja, perdón. Dile que está bien, su teléfono se quedó sin pila y no lo puso a cargar mientras estábamos ensayando, bueno, tengo que hablar con Ellen y papá, me están diciendo algo de los anillos, si necesitas algo avísame.

Yo: Ya tengo un guardaespaldas que puede ayudarme.

Adam: Nunca está de más la ayuda del gran Adam Stone

Yo: ¿Algún día disminuirá tu ego?

Adam: Crecerá y crecerá hasta el día en que muera, la veré después futura señora Stone. Te amo.

Yo: Y yo a ti.

—Donovan está bien, se quedó sin batería y después se entretuvo en el ensayo, descuida.

—Menos mal, lo extraño

Sonreí ante el comentario.

—Adam me comentó que Donovan no deja de decir que te extraña también.

—¿Quién lo diría? —se sorprende Sandra.

—Sí tiene corazón después de todo —completa Hailey.

—¿Qué? ¿Era como un badboy o algo así?

—Ay, Karla —comenta la morena—. Si supieras, Dono era la clase de chico que no quería estar relacionado con ninguna chica por miedo a salir lastimado, aunque conozco a cierto badboy retirado que está a punto de casarse.

—Adam.

La verdad es que le he contado poco a Karla sobre Adam, le dejé en claro lo importante que era en mi vida y hablé un poco de la reputación que tenía, pero no pasó de ahí.

—Correcto, el chico no quería nada serio, también había salido lastimado varias veces —empieza a hablar, Hailey lo conoce bien—. Desde que lo conozco las chicas han estado detrás de él y Adam solo buscaba un rato de diversión, nada serio lo dejaba siempre claro.

—¿Y luego? ¿Cambió de la manera cliché en la que creo que lo hizo?

—Sí —asiente Sandra—. Nuestra querida Juliette lo enamoró.

—Cambió desde el momento en que te conoció —asegura Chloe mirándome fijamente—. Fue algo así como amor a primera vista.

O a primera conversación.

¿De qué hablas?

Nada, nada, olvídalo.

—Agradezco tanto que mi cita no hubiera llegado el día en que me encontré con Adam.

—¿Te imaginas que hubieras conocido a tu cita y que hubiera sido alguien como Mateo?

—Menos mal que eso no sucedió, Karla.

—No es momento de recordar el pasado sino centrarse en el presente ¡Hoy haremos tu despedida de soltera! Tienes que estar feliz por eso.

—Temo morir, ustedes hacen cosas locas, quiero llegar a mi boda no a mi funeral.

—Relájate, July ¿cuándo hemos hecho algo que ponga en peligro tu vida?

Recordé entonces las veces que salí con Chloe y Sandra, una vez tuvimos que entrar en una casa solo porque Chloe había olvidado sus aretes, pudimos haber ido a prisión por ello, Hailey ni se diga la loca me metió a una app de citas y la primera vez que decidí conocer a ese alguien misterioso resulta que era narcotraficante, y con Karla ni se diga, se ha salvado de ir a prisión más veces de las que me gustaría admitir.

—¿En serio tengo que responder a eso, Chloe?

Todas se quedaron pensando y se avergonzaron al mismo tiempo.

—Tienes razón, mejor no hacemos despedida de soltera —suelta Sandra conteniendo la risa.

—¿Bromeas? Mi amiga no se va a quedar sin su despedida de soltera, me niego.

—¿Por qué hacerla ahora, chicas?

—Porque los días restantes estarás nerviosa y no querrás hacer nada o puede que Adam solo te quiera con él en la cama y no te deje ni respirar.

Chloe hizo un puchero.

—Porque sí has pensando en eso, ¿no? Si tu vida sexual con Adam ya era buena imagínate después de casados, pobres, ni quien los pare.

—¡Sandra!

—Te lo digo porque a veces uno se emociona, Johnny y yo

—Sin detalles —interrumpe mi prima—. No quiero tener traumas.

—Resiste, July —Chloe palmea mi hombro—. Dono y yo no estamos casados y te puedo decir que hemos hecho de todo —lo analiza un momento—. Bueno, casi todo, el punto es que lidiar con un Adam que te verá como bocadillo todo el tiempo no será sencillo.

—¡Chicas! —trato de calmarme—. No todo con Adame es sexo, ¿de acuerdo? —una de ellas iba a decir algo, pero la callé al instante—. Antes de que digan algo solo recuerden que yo soy la que vive en su apartamento, la única que lo calma, la que comparte cama con él y la que se va a casar así que, por favor, no me digan que lo conocen mejor que yo.

—Ella tiene razón.

—Vaya, gracias, Chloe.

—Sí, yo solo conocí a Adam por Landon y, aunque somos amigos y eso, no sé cómo se comporta todo el tiempo que está contigo.

—Yo peleo todo el tiempo con él cuando viene con Johnny.

—Yo hasta hace unos años que me enteré de su existencia y no he convivido con él, te damos la razón, lo conoces mejor que todas nosotras.

Y así al menos el tema de cómo era Adam acabó, lástima que el siguiente tema fue la lencería que me llevaría a la luna de miel, Dios, estas chicas iban a volverme loca con tantas preguntas.

* * *

—¡Lista para la mejor despedida de soltera de tu vida! —grita Chloe emocionada mientras conduce.

Ya oscureció, en serio temo por mi vida, no tengo ni idea de a dónde vamos.

No quiero morir.

Yo tampoco.

Solo relájate y trata de divertirte.

Como si eso fuera posible.

—Hoy también será la despedida de soltero de tu chico —agrega Sandra.

—Escuché que le llevaran a strippers.

—¡¿Qué?!

Karla casi se ahoga con su propia saliva, en el momento en que la veo suelto una carcajada.

—Amiga relájate, punto número uno, no creo que sus amigos sean capaces de hacer eso, hasta eso los chicos son bastante tranquilos y dos, no lo haría.

—¿Cómo estás tan segura?

—Porque me ama, y porque te apuesto que no me quiere ver enojada, no de nuevo, le conviene que no haya chicas en la despedida.

—Calma, no es la gran cosa, los chicos estarán con él, seguro que aún deben estar tan centrados en los videojuegos, le harán algo así como un Escape room en un bosque, pero será hasta tarde, a las 12:00 am, hora perfecta para que haya más tensión —comenta mientras conduce.

—¿Escape room?

Sonrío ante la pregunta de Karla, los chicos sí que se esmeraron.

—Sí, es un juego, depende la temática que hayan escogido, el punto es que se debe sobrevivir, escapar a tiempo de algún lugar o resolver el misterio.

—¿No es muy infantil, July?

—Todo lo contrario —responden entre risas Sandra y Chloe.

—Esos chicos lo llevarán a otro nivel, la idea de fue de Johnny, pero Dono se ofreció a pagarlo.

—Así tu novio se podría encargar de que la organización fuera perfecta —concluyo.

—Exacto, Johnny se puso en contacto con algunas personas, solo durará un par de horas, antes de que amanezca ya debe estar terminado el juego, el punto será que sobrevivan, contrataron equipo realista.

—¿Qué tan realista? —se nota la preocupación en Chloe.

—Hay armas, duelen como no tienes idea, pero solo durante unos segundos, tiempo suficiente para que otra persona escape.

—Los chicos están locos —niega Karla con la cabeza.

—La pasarán genial, ¿a dónde vamos nosotras?

En teoría mi despedida de soltera empezó desde la tarde con un momento entre chicas en el spa y solo me dijeron «nos vamos, ponte guapa»

—A un club, ¿recuerdas que siempre quisiste ir a una noche de karaoke en el club «Dance again» de Forest Coast? El más lujoso del lugar

—No lo puedo creer, ¿en serio? Chloe no juegues con mis sentimientos.

¿El club de Forest Coast? ¿En serio? Aaaaaaah No lo puedo creer, siempre quise ir a ese bar con las chicas, pero nunca se había presentado la oportunidad y bueno, tampoco conocía a Karla.

—Quizá no te llevaremos al bosque para que intentes escapar de un asesino o algo por el estilo, pero sabemos que te hacía mucha ilusión ir, ¿te gustó la sorpresa?

—¿Qué si me gustó, prima? ¡Es la mejor despedida de soltera del mundo!

Llegamos al club y me quedé sin palabras, nunca me había atrevido a entrar y verlo por dentro era asombroso, por fuera un lugar bastante elegante, pero percibes la energía de todos aquí dentro, el sonido de la música inundando el lugar, las personas bailando, las mesas en donde los grupos de amigos beben y las luces neón que se mueven de un lado a otro.

—Primero lo primero —nos detiene Chloe—. Necesitamos cerveza.

Nos acercamos a la barra y cada una pide una bebida distinta, es impresionante el calor que hace en este lugar, comemos solo un poco y cuando vemos que la pareja que estaba cantando ya ha terminado pasamos todas, nos da un micrófono a todas. Chloe será la primera en pasar.

—Yo sé que muchos ya lo saben, pero estamos celebrando a mi amiga, Juliette quién se casa en una semana ¡Aplausos por favor!

Gente que en mi vida he visto comienza a aplaudir y a gritar cosas como «se nos casa» «te vamos a extrañar» «Dale con la silla» lo cual no entiendo.

—¿Qué rayos bebiste, Chloe?

—Descuida, ya pedí que te traigan uno

—Aquí tiene señorita —me entrega mi bebida.

El líquido es negro, no me fío mucho de esto. Sandra está escogiendo junto con Karla alguna canción, Hailey mira a Chloe tan confundida como yo.

—¿Qué rayos es eso?

—¡Es whiro! —nos grita para que podamos escucharla.

—¿Whiro?

—¡Sí, July, whiro! ¿Nunca lo has probado?

—¿Por qué rayos es de color negro?

—¡Whiro se considera el señor de la oscuridad en la cultura Maorí supongo que por eso es negra, la bebida es una locura!

—¿Y qué tiene? —pregunto alarmada.

—Eso es lo mejor, nadie lo sabe —empieza a reírse—. No seas aburrida, Juliette es tu despedida de soltera disfrútala.

Ella se va y me pide que la acompañe a cantar, me sorprende como con solo mirarme ya me convenció, bebo de un solo trago el whiro y quema al pasar por mi garganta.

—¡El primero siempre es asqueroso descuida!

Para variar escogieron una canción de Britney Spears, Toxic.

Sea lo que sea que tenga el whiro me ha puesto más relajada, las chicas, al notar el efecto que tuvo en mí decidieron beber también uno, me puse a cantar junto con Chloe y lo hicimos genial, ella lo hace mejor que todas nosotras, después de todo canta para Hidden, cuando terminamos la canción dejan el escenario solo para mí pidiéndome que me divierta.

—Y con ustedes, la señorita Juliette Graves, esto es gimme more.

Sandra se trae algo con Britney.

Me siento tan relajada y feliz por estar aquí que pido la diadema con micrófono, la música empieza a sonar y yo me pongo a bailar, no es problema tuve que aprenderme toda una coreografía con esta canción para un papel que interpreté, ante cada movimiento que hago las personas aplauden y gritan tantas cosas que no puedo escucharlas con claridad, solo estoy concentrada en el baile.

Las chicas no se quedan atrás y también se ponen a bailar conmigo, todas lucimos tan sensuales con la ropa que traemos. ¿Siempre nos veremos así? ¿Será solo el efecto del alcohol?

Da igual que estemos bailando cosas diferentes, la estamos pasando en grande, ponen canción tras canción y las cantamos a todo pulmón ya no se trata de que pase cada una con una canción diferente, no, ya todas cantamos todo y es genial, Call me maybe de Carley Rae no podía faltar, la gente que nos mira se nos une en algunas partes de la canción, o la están pasando muy bien con nosotras o se están burlando de nosotras.

Estuvimos por muchísimo más tiempo ahí divirtiéndonos, bailamos incluso reggaetón, cantamos algunas canciones de Adele, de Oasis, bueno hasta cantamos All I want for christmas de Mariah Carey, ¿quién canta sobre algo navideño en estas fechas?

—Vamos por más whiro —pido y las chicas se ríen

—Creí que tú nos mantenías calmadas.

—Chicas, estoy tan ebria como ustedes —me acerco el micrófono—. Eso es todo por esta noche, gracias Forest Coast.

La gente pide entre gritos que sigamos cantando, pero los pies me están matando, ya no puedo seguir ahí, nos acercamos de nuevo a la barra, creo que ya no veo con claridad, solo sé que alguien frente a mí se está moviendo y deja las bebidas en la barra, la tomamos al mismo tiempo, al menos ya no arde tanto cuando lo bebo.

—¡Chicas! —grito y me miran—. ¡Las amo, gracias por hacer esto!

Se empiezan a reír y no puedo evitar hacer lo mismo.

—¡También te amamos! —Chloe es la primera en hablar.

—La pasaste —se queda un momento callada y ya no dice nada más.

No tengo idea de cuánto ha bebido Hailey, pero se está riendo en su lugar ella sola.

—Cuéntanos el chiste —pide Karla.

Eso solo causa que se ría con más fuerza.

—¿Escuchan eso?

—Con trabajo te escucho a ti, Sandra.

—Son nuestros fans —aclara—. Quieren que cantemos más —se levanta y toma de la mano a Karla—. Vamos a darles más.

—Vamos. —Chloe se termina la otra bebida que había pedido y se levanta—. Tenemos un show que dar, vámonos, July.

Hailey también nos acompaña, aunque se esté muriendo de la risa.

Ellas llegan hasta allá y vuelven a tomar los micrófonos, antes de dar un paso más me encuentro con ¿Cory?

—July —me mira de arriba abajo—. Wow, te ves preciosa.

—¿Qué haces aquí? —pregunto entrecerrando los ojos.

Sí es Cory, ¿no?

—Te estuve buscando todo el día hasta que supe que tu despedida de soltera sería aquí —añade lo último con un tono más seco.

—Ah, sí —empiezo a reírme—. Me caso, que locura, ¿no crees?

—Vengo a impedir eso.

—¿Eh?

—No puedo creer que caigas tan bajo, después de cómo te trató Adam ¿te casarás con él?

Traté de pensar en algo que hubiera hecho mal, aja, había sido un idiota un par de veces, pero ¿ustedes no se casarían con él? Yo sí y jamás me insultó, ni me golpeó, tampoco es que tenga una relación tóxica con él. Al contrario, creo que jamás ha sido un mal novio, tiene errores, pero ¿quién no?

¿Por qué estoy pensando esto? Ah, sí, Cory.

—Lo siento, me casaré, supéralo.

—July —me toma del brazo antes de que pueda alejarme—. Solo quiero que me escojas a mí, es todo lo que siempre he querido, estás a tiempo de cancelar esto, no cometas un error, aléjate de quién no te hará feliz.

—Tienes razón —me acercó a él hasta sentir su respiración cerca de mí, noto como se tensa—. Me alejaré —sonríe a centímetros de mis labios—. Pero de ti —me aparto con brusquedad—. Me casaré con Adam porque lo amo, ¿por qué crees que jamás te correspondí de la misma manera? Es Adam, siempre será Adam.

Con dificultad encuentro la salida, apenas pongo un pie fuera del club tomo un taxi no sin antes pasar a una tienda y comprar huevos, tantos como alcanzaron en mi bolsa, no cabe duda que es mi día de suerte, en cuanto bajo del taxi me encuentro frente a una casa, luce linda, lástima que va a quedar estropeada, algo falló en mi plan, el idiota de Marcus no está en casa, es raro, se supone que salió bajo fianza, pero lo estarían vigilando me da igual.

Comienzo a aventar los huevos a la casa, cada uno por lo que me hizo pasar.

Por alejarme de Adam.

Por apoyar a Jeremy.

Por golpear a Adam.

Por arruinar la felicidad que tenía.

Por todas las noches que lloré pensando si había hecho lo correcto.

Por idiota y muchas cosas más.

Seguía aventando uno tras otro cuando escuché el sonido de lo que sería mi perdición, tan pronto como el auto se estacionó busqué la manera de escapar, pero no estaba en mis cinco sentidos como para pensar en algo, busqué cómo es que pudieron darse cuenta de eso, bueno, la casa está de paso al club, cualquiera la vería, pero noté a una señora en una ventana, vieja chismosa, ella debió llamar a la policía.

—Buenas noches, oficial —traté de contener la risa.

Negó con la cabeza al notar que estaba ebria, creí que lo estaba disimulando mejor.

—Lanzar huevos, ¿no está grande para hacer eso, señorita?

—Casi señora —aclaro—. Bebí solo un poco de más, pero no es la gran cosa fue mi despedida de soltera, debería entenderlo, oficial.

—Claro —dese la vuelta—. Sacó unas esposas.

—¿Qué? Está loco si cree que iré a prisión, ¿sabe quién vive aquí? Marcus Wright —intenté correr, pero tropecé.

Genial.

—Señorita, por favor, no haga esto más complicado, no quiero lastimarla.

—Y no lo hará —aseguró un hombre detrás de él.

Juro que tuve más miedo al ver a la persona que se acercó hacía mí, que a la misma policía, estoy en problemas.

—Juls —estiró su mano y la tomé

—Adam.

Adam

En verdad esperaba que estuviera bien.

—¿Ya te respondió? —pregunté, preocupado.

Tuve que salir de la cabaña donde me encontraba con los chicos, porque un vídeo de Juls estaba circulando en todo internet donde estaba bailando y cantando Gimme more, no me molestó eso, sino el hecho de que ya se veía bastante ebria.

—Sí, no te vayas a enojar.

Es obvio que me iba a enojar.

—¿Qué ocurre?

—Las chicas la perdieron.

—¿Qué? ¿Cómo carajos pierdes a la novia?

—Sandra dice que estaban cantando y que cuando terminaron ya no la vieron, no responde su celular y no tienen idea de dónde pueda estar.

—Veré si la encuentro, gracias, Johnny.

Sigo conduciendo, no sé ni por dónde empezar, paso por la casa de Marcus y veo que la policía está ahí, ¿habrá hecho algo? Estaciono el auto y bajo para ver que ese idiota no se haya salido con la suya de nuevo, al acercarme más veo lo que tanto estaba buscando: A Juls en el suelo.

—Señorita, por favor, no haga esto más complicado, no quiero lastimarla.

—Y no lo hará —aseguré.

Me importa un bledo si es la policía, nadie le pondrá una mano, paso de largo y la veo ¿qué rayos bebiste, amor?

—Juls —estiro mi mano y ella la acepta.

Es más que claro que está nerviosa

—Adam.

La sostengo de la cintura para evitar que vuelva a caer, hora de usar los encantos Stone.

Le doy un vistazo a la casa. ¿En serio? ¿Huevos? Dios, cada día la amo más.

—Oficial, mucho gusto Adam Stone —remarco mi nombre y él estrecha su mano con la mía.

—¿Stone? ¿Líder de Hidden?

—Así es, lamento tanto que mi prometida haya hecho esto —miro con desagrado la casa para que note que no estoy de acuerdo—. Su actitud no fue la mejor.

—Pero él se lo —tapo su boca con una mano.

—Como verá no está ni siquiera en sus cinco sentidos, fue una noche especial, despedida de soltero, ¿es casado, oficial?

—Sí y con hijos, señor.

—¡Hijos! Que bendición, entenderá entonces que en las despedidas de solteros suelen ponerse algo alocadas.

—Sí —ríe un poco—. La mía fue más alocada que la de la señorita.

—Me imagino, aquí entre nos, los chicos somos más creativos.

—Sin duda.

Juls trata de decir algo, pero le es imposible.

—Me imagino que tiene conocimiento de mi situación y la de mi prometida con el señor Wright, ella solo quiso sacar su enojo, no lo hizo de la mejor manera, lo sentimos tanto, pero no volverá a suceder.

Noto como su semblante cambia a uno más relajado.

—No se preocupe, lo entiendo, lo pasaré por alto esta vez, pero que no se vuelva a repetir.

—Se lo aseguro, oficial.

—Bien, buena noche, señor Stone.

—Igualmente.

El oficial sube a su auto y se aleja de nosotros, en el momento en que suelto a Juls se deja caer y vomita, me hinco de inmediato para recoger su cabello.

—¿Por qué haces esto? —habla entre quejas.

—Porque te amo. ¿Ya salió todo?

—Creo que sí.

La ayudo para que se levante y la llevo al auto, abrocho su cinturón y conduzco.

—¿A dónde vamos?

—A casa.

—¡No! Tu despedida de soltero es hoy.

—Ya será otro día —abre la puerta del auto.

Por suerte tiene el cinturón, me freno en seco y cierro la puerta.

—¿Estás loca?

—Loco tú que no irás a tu despedida, o te das la vuelta y vas al bosque o me bajo del auto cuando esté en marcha, no te quieres quedar sin novia antes de la boda, ¿verdad?

—Testaruda aun estando ebria —sonrío un poco—. Bien, habrá alguien que te ayude en la cabaña, ¿qué bebiste?

—Whiro.

—Con razón, no cualquiera debería tomarlo, mataré a Chloe cuando la vea —rio un poco al recordar lo que acaba de pasar.

—¿Qué? —me mira divertida.

—Lanzarle huevos a su casa, tengo que decir que me sorprende, iremos otro día que estés sobria y los lanzaremos juntos.

—¿Y después? —ríe abiertamente.

—Tendremos que correr al auto y escapar.

Se mantiene callada el resto del camino, por suerte el bosque donde me vería con los chicos está en aquí en Forest Coast.

La llevo entre mis brazos y los chicos corren hacía mí.

—¡¿Está bien?! —pregunta teclitas.

—De milagro, acabo de salvarla de la policía, larga historia, lo siento Dono.

—¿Por qué?

—Te quedarás sin novia —cierra los ojos, ya debe imaginar lo que hizo.

—Dime que no fue Chloe la que le dio tanta bebida.

—¿Y por qué otra razón te quedarías sin novia? La ruidosa le dio whiro ¡Whiro! Antes di que Juls está bien.

La dejé en la cama de la cabaña, fui por un poco de ropa y la cambié, ni siquiera se movió, se había quedado profundamente dormida, la metí entre las sabanas y me aseguré de que estuviera bien, los chicos volvieron a entrar.

—Está esperando.

Sé a lo que se refieren.

—Dile que pase, esto sucede cuando le doy una tarde libre.

Los chicos me dejan y Billy entra.

—Señor Stone.

—Billy, cuídala por favor, bebió de más tienes todo a la mano en la cocina, cuando despierte por favor dale la bebida que me diste a mí durante la gira, no sé qué fue, pero hace milagros.

—Creí que lo cuidaría durante todas estas horas en el bosque.

—Sí, pero Juls es mi prioridad ahora, solo vigila que nada le falte, si hay complicaciones llámame.

—El juego no permite celulares.

—Lo sé, ya les diré a los chicos que no haré trampa, solo quiero tenerlo conmigo en caso de que algo pase.

—La cuidaré bien, señor.

—Lo sé.

La miro una última vez, será divertido verla de nuevo con resaca y avergonzándose por lo que hizo esta noche, salgo de la cabaña y camino hacia el bosque, hay un par de personas esperándome junto con los chicos.

Me entregan mi equipo, armas, linterna, 1 botella de agua, mapa, todo lo necesario.

—El novio se queda aquí —habla un hombre.

Johnny y Dono se suben a distintas camionetas, el lugar se ve inmenso, los chicos hicieron un gran trabajo escogiendo este bosque, sin duda nos perderemos, veo como las camionetas se alejan, una hacia la derecha y otra hacia la izquierda, tras unos minutos por fin dan las 12:00 am

—Le están dando en este momento las instrucciones a tus amigos, Adam, tienes un mapa, tienes que llegar hacia el cetro, el cual está escondido en alguna parte de este bosque, puedes guiarte con la brújula que te dimos.

—Muy vintage, ¿eh?

—Los chicos dijeron que te gustaría, si resuelves los acertijos, encuentras las pistas y sobrevives entonces encontrarás el cetro, estás a punto de entrar a un bosque que tiene una maldición, los habitantes de un pueblo huyeron al bosque en busca de refugio y la maldición solo los transformó en terribles criaturas, encuentra la manera de sobrevivir a ellos y libéralos.

—Wow —no puedo ocultar la emoción en mi voz—. Estoy listo.

—Tendrás que regresar a las 6:00 am, ni un minuto después, las personas ahí dentro traerán trajes para que no sientan el dolor de la bala, pero en el momento en que dispares ya no podrán hacer nada, sabes que la bala duele, ¿cierto?

—Lo sé.

Creo que eso vuelve este juego más interesante.

—Tienes prohibido apuntar a la cabeza, algunos traen cascos, pero otros no, ten cuidado. Hay un botón que llevas en el chaleco que te dimos, si por alguna extraña razón alguno de los pueblerinos te está agrediendo más de lo que permite el juego entonces presionas el botón, se activa tu ubicación e iremos por ti. Gana el primero en llegar, buena suerte.

—Gracias.

—Oh, Adam.

—¿Sí?

—Son seis horas, pero solo tienes una linterna y una botella de agua, te recomiendo que sepas racionar, en caso de que seas sensible —río un poco ante el comentario—. La palabra de seguridad es extinción, las personas que actúan se detendrán de inmediato y se alejarán, solo en caso de que en verdad la estés pasando mal.

—Bien, extinción, anotado, gracias —asiente.

Empiezo a caminar y me adentro al bosque, reviso las instrucciones para asegurarme de que entendí todo, vaya, los chicos, de encontrarme, tienen la oportunidad de disparar cuantas veces quieran. Seguro que se quieren desquitar de todas esas veces que los obligué a ensayar hasta el cansancio, sé que ya estoy lejos porque ya no veo al hombre que me estuvo explicando todo, me detengo en una roca y leo el primer acertijo.

Río ante mi grado de inutilidad, no lo entiendo, pero bueno, habrá que centrarnos en lo importante.

—Justo por donde se oculta el sol —repito para mí mismo—. ¡El oeste! Está hablando de una montaña en el oeste, pero ni siquiera hay montañas por aquí.

Escucho el ruido de ramas romperse y me agacho de inmediato guardando el mapa como puedo, veo a una mujer caminando con lentitud, su rostro está lleno de sangre y no tiene mano, saco mi arma, activo el silenciador y disparo, cae al suelo, cuando me levanto y me doy la vuelta me asusto al encontrarme con un hombre gordo que me avienta y soy yo esta vez quién cae al suelo, me toma del pie y me arrastra, le disparo en el momento en que tomo mi arma y me suelta.

La mujer del suelo se levanta y el hombre deja de atacarme, se supone que los maté, ¿no?

—Buena suerte, Adam, ganaste eso por vencerme —se quita lo que cuelga de su cuello y me entrega una llave.

—Mientras más avances más interacción tendrás con los pueblerinos, vete con cuidado.

—Gracias —respondo con la respiración entrecortada.

Me cuelgo la mochila de nuevo y camino, tendré que utilizar un rato la linterna, la luz de la luna ilumina, pero no lo suficiente, me guio con la brújula y me encuentro con una montaña, es un dibujo bastante grande, frente a él hay una botella de vidrio y dentro se encuentra un trozo de papel, aviento la botella contra una roca y se rompe, creo que fue mala idea.

Empiezo a escuchar ruidos extraños acercándose cada vez más, tomo el papel y me escondo como puedo, son pueblerinos, empiezo a creer que su maldición es ser zombies o algo así, buscan a su alrededor, por suerte no me encuentran, hay una pequeña colina, aviento una roca y todos ellos corren hacia abajo creyendo que me encontrarán.

Yo corro con todas mis fuerzas, tengo que alejarme de ahí, leo el papel, un nuevo acertijo, esta vez creo que es más sencillo descifrarlo, está hablando de un camino, sigo guiándome con la brújula y llego a lo que sorprendentemente, puede ser el camino más oscuro, ¿hay partes más oscuras que otras en un bosque? El acertijo dice que no tengo que usar linterna, no es como que esté muerto de miedo, pero mi corazón no deja de latir más y más rápido cada vez, siento la mirada de personas sobre mí, tal vez por eso me pidieron que no usara la linterna, cuando cruzo el pequeño camino llego a mi destino, un lago.

Comienzo a cansarme un poco, me sorprende que ya hayan pasado 3 horas, son largos los caminos para llegar de un objetivo a otro, de nuevo, encuentro una botella, hay algo escrito «Sé inteligente, causa distracción» y dentro otro papel.

—Analicemos esto —hablo en voz alta, me concentro mejor—. De los tres, soy el menos miedoso, si no me equivoco debo ser el primero en llegar aquí, ¿cómo puedo crear una distracción? —lo analizo un par de minutos—. Eso es.

Busco alguna rama delgada que pueda entrar por la boca de la botella, saco con cuidado el papel y en su lugar pongo mi acertijo pasado, quién lo encuentre creerá que debe encontrar una montaña, me dará tiempo y habré creado una distracción.

—Soy brillante.

Tan pronto como lo hago llega Donovan vigilando que no haya nadie a su alrededor y rompe la botella sacando el papel de dentro.

—Ilusos —dijo sintiéndose triunfante y bajó la colina.

—Iluso tú —susurré y empecé a alejarme de ahí.

Sabía que con cada acertijo que resolvía y las veces que escapaba de los pueblerinos, más cerca estaría de encontrar el cetro, recibí un par de disparos, sabía que dolería, no creí que tanto, sé que me estoy acercando porque las cosas se ponen cada vez más complicadas, por suerte estuve dejando una especie de guía para mí mismo, he dado tantas vueltas que será complicado volver si no tengo algo como referencia.

El momento decisivo llegó, me encontraba frente a dos caminos, ¿izquierda o derecha? He visto esto en tantas películas y pocas veces logran salir con vida, iré a la derecha, la vieja confiable.

Me quedé sin agua, pero apuesto a que falta poco, enciendo la linterna que a ratos está fallando, nos la dieron a la mitad, muy listos, gracias, mientras camino me cercioro de que nadie me esté siguiendo, lo último que quiero es perder este juego, llego al final, hay una pared, genial camino equivocado veo algo en suelo, otra hoja, tiene algo escrito: «No les tienes miedo, ¿verdad?» Alumbro a mi alrededor en busca de algo que pueda atacarme, grito como loco en el momento en que varias tarántulas caen desde arriba, están en mi cabeza, en mis hombros, en el suelo.

Trato de alejarlas de mí, entro en pánico no puedo pronunciar nada, solo se escuchan mis gritos, ¿cuál era la palabra? Estoy más aterrado que concentrado, no recuerdo, extintor, extinguir... extinción.

—¡Extinción! ¡Extinción! —veo que no sucede nada —¡¡EXTINCIÓN!!

Una persona cuelga de un arnés de seguridad, baja por mí y me lleva de vuelta frente a los dos caminos, mi respiración está agitada y no logro encontrar mi voz.

—Los chicos dijeron que querían que esto fuera tan realista como fuera posible —asiento lentamente—. Si te sirve de consuelo, no debiste ser el único que la pasó mal, buena suerte.

No respondí nada y el hombre se marchó, bien solo queda el camino de la izquierda, con la mano aun temblándome alumbro lo que hay frente a mí, sigo caminando y esta vez encuentro una salida, el cetro está ahí en medio de dos rocas, tiene una roca roja que está brillando, lo tomo y al darme la vuelta hay una chica de pie, pueblerina tal vez, sin pensarlo dos veces disparo.

—Tranquilo —tiene un chaleco, la bala no debió ni hacerle cosquillas—. Ganaste, ya casi son las 6:00, te llevaré fuera del bosque, vamos —me indica con su mano que la siga y eso hago.

Subimos a una camioneta que estaba muy bien escondida y siento que el camino para salir del bosque es más corto de lo que creía, cuando bajo de la camioneta veo a Johnny sentado platicando con el hombre que nos había dado las instrucciones, ¿no gané? A los pocos minutos llega Donovan y baja de la camioneta.

—Tenemos un ganador —anuncia mientras revisa su reloj—. Felicidades, Adam, liberaste al pueblo de la maldición y sobreviviste, no cualquiera lo hubiera logrado.

—Gracias.

Me siento más aliviado ahora que estoy fuera del bosque.

—¿Qué haces aquí, teclitas?

El hombre trata de reprimir su risa.

—Digamos que no la pasé del todo bien, hubo serpientes.

—Conmigo cuervos.

Sé que Donovan les teme a los cuervos.

—Conmigo arañas.

—Bueno, pues me asusté más de lo que creí y después de las serpientes quedé traumado, no dejé de repetir mi palabra de seguridad para cada prueba que se presentaba, terminaron trayéndome aquí y lo agradezco, no hubiera llegado a tiempo.

—Yo tengo la ligera sospecha de que Adam hizo caso y creó una distracción.

—Correcto —sonreí—. Te guie al lado incorrecto, pero miren —levanté el cetro para que lo vieran—. Liberé a un pueblo de una terrible maldición.

—¿Qué tal la pasaste? —pregunta el hombre, feliz.

—Ha sido una despedida de soltero increíble.

—¿Quién necesita strippers cuando tienes un bosque lleno de todos tus miedos?

—Concuerdo con Dono —habla teclitas.

—Bien, es hora de desayunar, ¿nos vamos, chicos?

—Claro —responden.

Le agradecemos a todo el personal que trabajó en esta experiencia, aterradora sin duda, pero la disfruté bastante, regresamos a la cabaña y nos cambiamos, para mi sorpresa Juls ya está despierta y se ve mejor que hace unas horas, está charlando con Billy.

—Buenos días —la miro y se acerca a abrazarme.

—Lo siento tanto, no quería beber tanto y luego el baile, no pienses que estaba provocando a alguien, no fue así, solo quería que

—Juls —la interrumpí y sus preciosos ojos se centraron en los míos—. No tienes que disculparte por nada y mucho menos me debes explicaciones, sé la clase de chica con la que me voy a casar y tampoco soy quien para prohibirte algo, era tu despedida de soltera, lo justo era que la pasaras lo mejor posible.

—¿Dejarás a mi novia tranquila? —pregunta Dono.

—Oh, no, de eso nada, me va escuchar cuando la vea —vuelvo a mirar a Juls—. ¿Hambre?

—Mucha.

—Me iré a cambiar y después salimos de este lugar, suficiente adrenalina por un día.

Cuando ya estamos listos salimos de ahí, dejamos nuestras cosas en la cajuela, me ofrecí a conducir, claro que estando con Billy, lograr eso fue imposible, dijo que yo no tenía ninguna necesidad de manejar estando él presente así que subimos a la camioneta donde él llegó y nos llevó a un restaurante, dijo que dentro de poco vendría por nosotros, tenía cosas que hacer, ya después iríamos por mi auto y podría regresar con Juls a casa.

A pesar de estar solo 6 horas en el bosque, se sintieron como una eternidad y todos estábamos muriendo de hambre, los chicos y yo le contamos con lujo de detalles nuestra aventura a Juls, no paraba de reírse de nosotros, aunque admitió que en nuestro lugar no hubiera resistido ni la primera prueba.

—Fue horrible —aseguró teclitas—. Serpientes, July ¡Serpientes! ¿Qué esperaban? ¿Qué pasara de largo como si no pudiera morir en el intento?

Eso causó que ella se riera más fuerte.

—Nos dejaron en claro que cualquier animal que encontráramos estaría entrenado para que no nos lastimara.

—Pues dudo mucho que te hayas quedado tan tranquilo al ver a los cuervos —bebí de mi jugo.

—¿Qué tal te fue con las arañas, Stone?

—Sí me hubieran escuchado, seguro que se reirían de mí por años.

—Puedo darme una idea —me miró divertida.

Solo una vez me asusté estando con Juls y fue precisamente el día que la invité a almorzar luego de conocernos, se rio de mí durante todo el camino.

—Supongo que en anécdotas no te quedas atrás.

De inmediato se avergonzó.

—Vamos cuéntanos, ¿qué tan mal te fue?

—Sí, apoyo a Johnny, ¿qué hiciste, July?

—No fue la gran cosa.

—Ah, ¿no? —enarco una ceja.

—Bien, tal vez bebí de más, no tenía idea de qué rayos tenía el whiro y me había sentido tan relajada que no le vi problema a seguir bebiéndolo.

—Ese es el gran secreto del whiro, no saben lo que tiene.

—Tu novia me dijo lo mismo, al parecer a ella no le hace el mismo efecto que a nosotros, simples mortales.

—Tiene experiencia —asegura Johnny.

—Y no ha llegado a la mejor parte, vamos, Juls, diles lo que hiciste.

—Antes que nada, actué bajo los efectos del alcohol, ¿entendido? —los chicos se mostraron aún más interesados en lo que fuera a decir—. Compré huevos y los lancé a la casa de Marcus.

—¡Eso es!

Johnny es el primero en felicitarla.

—¡Adam, es la indicada!

—Lo sé —me rio abiertamente—. Le dije que para cuando ya estuviera en sus cinco sentidos tendríamos que ir a lanzar los huevos de nuevo, antes digan que llegué a tiempo, ella quería escapar de la policía.

—¿Policía? —Dono lucía bastante sorprendido.

—Una vecina chismosa me delató, por suerte Adam se aseguró de que no hubiera cargos.

—Stone al rescate —sonrío—. Haciendo a un lado el hecho de que casi vas a prisión, ¿todo bien?

—Sí, no recuerdo todo con claridad, pero sé que nos pusimos a cantar, era noche de karaoke y la pasamos genial, después me puse a bailar, no tenía idea de que me estarían grabando, mi video está en toda la internet.

Por los vídeos que vi estoy seguro que en serio disfrutó esa gran despedida.

—Sí —Dono le muestra su celular—. Es tendencia en My Story.

—Eso no es lo mejor, ¿leíste el encabezado? —niega.

—Sexy despedida de soltera, muy al estilo Hidden —completo.

—No quiero ver los comentarios.

—Descuida, la mayoría son buenos o te felicitan y los que están llenos de odio, bueno, solo te queda ignorarlos.

—Gracias, Dono, creo que será mejor que me contacte con las chicas para decirles que estoy bien.

—No hará falta, Sandra me está llamando —comenta Dono—. Hola, ¿te paso a tu chico? —se queda callado unos segundos y su semblante cambia—. ¿Cómo que me intentaron contactar? ¡¿Qué?! No espera no estoy entendiendo nada —se empezaba a preocupar—. ¿Dónde diablos está mi novia? ¡¿Funeral?! Sandra deja de llorar y explícate, ¿qué le pasó a Chloe? Vamos para allá.

—¿Qué ocurre? —pregunto tan preocupado como él.

—No entendí nada, al parecer algo le pasó a Chloe —su respiración está agitada—. Su papá está preocupado, tenemos que ir a la casa que están rentando, necesito ver a mi novia no sé qué diablos le pasó.

—Dono.

—¿Y si murió? Escuché funeral, alguien murió eso es seguro.

Empezaba a ponerse más pálido de lo normal.

—Tranquilo, iremos contigo.

—Pero los carros...

—Viniste conmigo —habla Johnny—. Me llevaré a Juls conmigo, vamos por mi auto y los alcanzamos.

Saco las llaves de mi bolsillo y se las doy.

—Tu regresas en el nuestro, ¿de acuerdo?

—Sí —tomó de inmediato las llaves—. Los veremos allá.

Pagamos la cuenta y Dono y yo nos subimos a un taxi mientras que veo como Juls y Johnny se alejan en otro.

—Estará bien, Dono.

—Sí, eso espero.

Durante todo el camino solo veo como pasa sus manos por su rostro, lo tenso que está, no deja de ver en qué parte vamos, espera llegar cuanto antes, nunca antes lo había visto tan preocupado.  


Pues con problemas y todo, pero yo creo que se la pasarn muy bien. 

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro