29 | ¿Él está qué?
Juliette.
Horas antes
Los chicos salen del apartamento, y cierro la puerta con una sonrisa para que vean que aquí no ha pasado nada, tan pronto como me doy la vuelta miro a Adam sorprendida por lo que acaba de hacer.
—¿Prometida? —mi tono de voz suena más agudo de lo normal.
—No es mala idea —se encoje de hombros.
—Estás hablando de matrimonio, no me habías visto en dos años, ¿y lo primero que se te viene a la mente es decir que estamos comprometidos?
No me desagrada para nada la idea, pero tengo que ser realista.
—Sí bueno, sobre eso...
—Sobre eso nada, uno no pide matrimonio así porque sí.
—Pues yo sí, querida, pero supongo que querrás que te lo pida de una manera más creativa.
—No diré nada.
—¿Por qué?
—Porque sé qué harás hasta lo imposible por darme cualquier cosa que te pida.
—Soy todo oídos, Juls ¿cómo tendría que proponerte matrimonio?
No me emociones con tal pregunta, por favor.
—Te diré algo —susurré y se acercó a mí para escucharme mejor—. Sé creativo.
—¡Juls!
—No te pondré las cosas fáciles, pero bueno, sabemos que eso no pasará, tengo que ir a prepararme, te veré en el evento.
Tengo que reconocer que nada me hubiera hecho más feliz que verlo arrodillado y haciendo la gran pregunta, pero mientras Marcus siga de por medio, eso jamás sucederá.
—Seré el chico más apuesto de todo el evento, digo, para que me reconozcas.
—No lo dudo.
Me acompaña hasta la puerta y al bajar tomo un taxi, llego hasta donde me estoy quedando con Karla y ella se encuentra esperándome de brazos cruzados.
—¿Dónde estabas? —reclama.
—Con Adam.
Su indignación total cambia cuando escucha el nombre del rubio.
—¿Qué estaban haciendo? —levanta y baja las cejas.
—Nada, Dios, ¿por quién me tomas?
—Estamos hablando de Adam Stone, uno no solo se queda a contemplarlo, vas y te le montas.
—¡Karla! —me sorprendí por su comentario.
—July no me negarás que el chico está para comérselo.
—Bueno
—¡Ajá! Lo deseas, deja de mentirme.
Sonreí como tonta al recordar la pequeña charla que habíamos tenido «matrimonio» en un mundo paralelo seguro que lo logramos.
—Vienes muy sonriente como para no haber hecho «nada» —simuló las comillas.
—Me atrapó saliendo de su apartamento, fui a dejarle el traje que compramos, le gustó.
—Creo que más bien le gustó la persona a quién se encontró, tardaste mucho como para solo haber dejado el traje.
—Es una interesante historia.
Se sentó en el sofá, de piernas cruzadas como niña pequeña en espera de su dulce y con su mano me indicó que tomará asiento a su lado.
—Dame los detalles —comentó, emocionada.
—No es la gran cosa, le dije que mi vestido era del mismo color de su traje
—Podrían entrar juntos, los paparazzi se volverán locos si vuelven a verlos juntos.
—No haremos eso.
—Aburrida, continua.
—Después unos hombres llegaron y le entregaron el cuadro que le compró a mi prima, gastó un millón, ¿puedes creerlo?
—¡¿Un millón?! July te has ganado la lotería, Adam es tierno, músico, chef, sexy y aparte de eso es rico, ¿qué más quieres mujer?
—No me interesa su dinero, Karla.
—Cierto —lo analizó unos instantes—. Olvidé que tú también te bañas en dinero.
—Eso no fue lo que
—No queremos saber quién tiene más dinero —interrumpe—. Así que continúa.
—Bueno, después de eso alguien le llamó.
—¿Quién? —añadió de inmediato enarcando una ceja.
—No tengo idea no soy tan chismosa como tú, me gusta darle privacidad a mi... quiero decir que Adam necesita espacio, el punto es que cuando terminó la llamada Hailey llegó con su nuevo amigo, o eso dice, como sea, Adam hizo el papel de hermano mayor celoso y le dijo que estábamos comprometidos.
—¡Aaaaaaah, no te pases! —exclamó—. ¿Te imaginas? Juliette Stone Graves —remarcó el nombre en el aire—. Es lo más perfecto que he podido escuchar, imagina que una pequeña tú llevara su apellido, o mejor aún que fuera un pequeño.
—No creo que el mundo esté listo para tener a otro Stone en Bridgen, sé que lo dijo solo para molestarme y divertirse un rato, es claro que por la cabeza de Adam jamás pasará la idea del matrimonio.
—¿Y cómo rayos estás tan segura de eso? —se cruza de brazos
—Karla, le rompí el corazón —respondí como si fuera obvio—. Me fui con otra persona, lo abandoné, no mantuve contacto con él por dos años, ¿tengo que ser más clara?
—Pero no querías —aseguró—. Siempre has estado enamorada de él, no importa que estés a miles de kilómetros de distancia, no importa que le hayas roto el corazón, te sigue amando, se niega a dejarte ir.
—Aun después de todos estos años, Adam se sigue aferrando a nosotros.
Y no entiendo cómo es que puede hacerlo, cómo sigue confiando en que el amor existe aún con todo lo que ha pasado.
—¿Lo ves? El matrimonio podría ser una realidad.
—Sí, claro, ni siquiera tiene anillo y no me lo pedirá sin uno, lo conozco, pero, aunque no haya matrimonio iré a cenar con él terminando el evento, espero que no te importe.
—¿Bromeas? Ve a disfrutar de tu noche llena de sexo.
—¿Karla, que rayos te pasa hoy? —pregunté entre risas.
—Dudo mucho que Adam quiera que regreses conmigo, seguro que te pedirá que te quedes a dormir con él y yo que tú no desaprovecharía la oportunidad de tener el cuerpo de un chico súper sexy a mi lado.
Ni yo, la verdad.
—Supongo que tienes razón, ya veremos qué pasa después del evento ¿Ya tienes tu vestido?
—Sí —señaló el objeto detrás de mí—. Azul, me lo probé y me queda perfecto, seguro que no pasaré desapercibida.
—Amiga, jamás podrías pasar desapercibida, créeme, solo mírate.
—Lo sé, lo sé, soy hermosa, hay comida caliente en la cocina, tengo que terminar de hacer unos pagos, pero volveré y nos iremos juntas.
—De acuerdo.
Comí un poco de lo que Karla dejó preparado y después me puse a leer un poco, sin darme cuenta estaba escuchando a Hidden y estaba sonando la canción I hate this de su tercer álbum, por lo que sabía fue el álbum donde Adam sacó todo lo que llevaba dentro, miedo, ira, dolor.
I hate not understanding you, I hate missing you. I hate that you left and now I'm lost
Odio no entenderte, odio extrañarte. Odio que partiste y ahora estoy perdido.
I hate that I could have done more and just let you go and it's my fault
Odio que pude haber hecho más y solo te solté y es mi culpa.
I hate lonely nights and the sound of your voice in my head
Odio las noches de soledad y el sonido de tu voz en mi cabeza
No podía dejar de pensar que cada canción en donde hablaba de la partida de alguien se refería a mí, después de todo sí me hizo caso y fue en esta canción donde escuché los violines, Nicolás tiene talento sin duda y era notorio el dolor en la voz de Adam, me sentía horrible por haberlo lastimado tanto, pero lo hice por su bien, que si mis elecciones fueron las mejores o las correctas no lo sé, pero todo lo que siempre he querido es que él sea feliz, alguien como él que ha sufrido tanto, perdido tanto, no puede simplemente dejar ir algo por lo que ha luchado, siempre supe que Hidden era todo lo que había querido en esta vida, y ahora lo tiene, merece solo lo mejor.
Llamada entrante: Hailey
—Paso por ti en una hora así que vete poniendo guapa.
—Hola a ti también, prima, parece que fue hace años que te vi.
—Sí, sobre eso lamento haber llegado sin avisar.
—Es el apartamento de Adam, no el mío —aclaré.
—Pues tu prometido —enfatizó en la palabra—. No estaba muy contento de verme con un chico, así que supongo que debí de avisar que iría.
—Es una persona espontánea y le gusta molestarte, ya sabes cómo es él.
Buscaba una manera de justificarlo.
—Pues no te vi del todo incómoda con la idea del matrimonio, querida Juliette.
Y no me incomodaba, me aterraba, pero bueno.
—Me tomó por sorpresa es todo.
—Claro, Jasper nos llevará, le dije que si Karla podía acompañarnos y dijo que no había problema así que ponte tu vestido que llegaremos pronto por ustedes.
—A la orden, jefa.
—Bien, no te tardes —colgó.
Decidí escribirle a Karla para que llegara a tiempo.
Yo: Hailey y Jasper pasarán por nosotras, no llegues tarde.
Karla: ¿Yo? Estás hablando con la persona más puntual del planeta.
Yo: Llegaste dos horas tardes a un ensayo.
Karla: Me quedé dormida, un error lo comete cualquiera, llegaré a tiempo, descuida.
Y ya que no tenía nada mejor que hacer decidí ir a la habitación y ponerme el vestido color vino, arreglé un poco mi cabello y me maquillé, el labial rojo por supuesto que no podía faltar al igual que el collar que siempre tenía puesto, la plumilla de plata que me había regalado, siempre lo consideré mi amuleto de la suerte; no me lo quitaba para nada, lo consideraba una forma de sentirme más cerca de él.
Por suerte estuve lista justo a tiempo, Karla regresó y ya estaba peinada y maquillada, lucía hermosa.
—Mírate, impresionarás a todos en este evento, Karla.
—Ay, ¿lo dices por estas fachas? —acomodó su cabello detrás de su oreja.
—Deja las modestias a un lado, luces preciosa.
—No tanto como tú de eso estoy segura, siempre he dicho que el rojo es tu color, Stone babeará en el momento en que te vea.
—¿Crees?
—Te lo firmo si quieres.
Tocaron a la puerta y Karla se adelantó para abrir.
—Ya veo que es de familia eso de la perfección
Hailey entró con Jasper, traía puesto un vestido negro bastante elegante que resaltaba bien su figura, y su cabello recogido.
—Luces increíble, Karla, ya quisiera verme la mitad de bien que tú —comentó.
—Es lo que dirán todos en el evento —las chicas empezaron a reírse.
—Karla, él es Jasper, Jasper, Karla —estrecharon sus manos.
—Bien, señoritas, ¿listas para el evento más importante de sus vidas?
—Listas —respondimos al mismo tiempo.
Tomé mi cartera y bajé con ellos, el auto de Jasper se parecía al de Adam, aunque se notaba que no era un modelo tan reciente, el ego de mi ex no lo deja salir a la calle si no es con un auto último modelo.
Subimos y lo puso en marcha, no sé por qué, pero me sentía nerviosa, tal vez por asistir al evento, o por ver quién ganará los premios, Hidden sin duda está nominado en varias categorías, ganarán algo sí o sí.
Tal vez solo estás nerviosa porque lo verás.
No, tonterías, lo vi hace un rato.
Pero no traía puesto un traje que lo hiciera ver más sexy.
Ay, buen punto.
—¿Qué tal va la galería, Jasper? —pregunté alejando los pensamientos que empezaba a tener.
—De maravilla, de no ser por Hailey estaría perdido.
Noté como ella se ruborizaba un poco y lo miraba de reojo.
—Veo que mi prima te ha ayudado.
—Bastante, espero que sigamos así por más tiempo.
—Espero lo mismo —respondió la aludida.
Karla por su parte no dejaba de tomarse fotos, algunas conmigo y otras ella sola, quería tener evidencia en My Story sobre este momento, y es claro que necesitaba que todos sus seguidores la vieran portando un vestido tan asombroso como el que llevaba.
Jasper estacionó el auto y bajamos, había cientos de carros, ningún reportero a la vista, el verdadero peligro se encuentra en la entrada, justo donde comienza la alfombra roja, puedo escuchar el grito de varias personas allí dentro. Es claro que Hailey entrará con Jasper, pero permanezco unos segundos más ahí.
—Dijiste que Stone era puntual.
—Lo es, ellos ya no deben de tardar.
—Si quieres me adelanto y
—¡No! —la corté—. Será mejor que entremos juntas, ¿lista para ser fotografiada por cientos de cámaras?
—Yo nací para hacer esto, querida.
—Entonces, vayamos.
Suspiré mientras nos acercábamos, el flash de las cámaras casi me deja ciega, escuché a cientos de reporteros que estaban detrás de la barda haciéndome preguntas, pero eran tantas que no pude responder a todas, Karla —quién lucía más tranquila que yo —respondía a las preguntas que le hacían, ambas nos dejamos fotografiar, el pasillo para llegar al lugar en donde estaría a salvo no era tan largo, pero se sentía como si lo fuera, seguimos caminando y llegamos a un espacio más cerrado, dentro había más reporteros, pero no eran tan molestos como los otros, claro que las preguntas y los flashes no cesaron.
Perdí la cuenta de las personas a las que estaban deteniendo para hacerles preguntas, había varios famosos en el lugar. ¡Oh, por Dios! ¿Ese es Nathan Cox?
—Juliette, ¿nos darías unos segundos de tu tiempo? —se acercó un reportero calvo hacía mí.
—Por supuesto.
—¿Primera vez en un evento de Trackmind?
—Sí y espero que no sea la última.
—¡Esa es la actitud! Sabemos que muy pronto se estrenará la película que protagonizas titulada ¿Un adiós definitivo? Dinos cómo te sientes al respecto.
Los drones que me grababan se acercaron más hacía mí para poder enfocarme mejor.
—Emocionada, sin duda creo que será una película que todos amarán, la historia, los personajes, escenarios, es algo que capta la atención del público.
—Ya lo creo, te hemos visto en otras películas y reconocemos tu talento.
—Muchas gracias.
—Escuchamos que Hidden participará en un par de escenas.
—Así es, los chicos hicieron un trabajo impecable en las escenas que grabaron.
El reportero hizo otra pregunta, pero me quedé observando a los chicos que estaban respondiendo a unas preguntas a unos metros de mí, ¿cuándo llegaron? Chloe está con Dono, ¿en qué momento regresó? Sandra está con Johnny y luego Sabrina. Hay gente que me tapa la vista así que no puedo ver a Adam, aunque seguro que ya debe estar con su magnífica sonrisa cautivando a todos.
—¿Juliette?
—Perdón, ¿decías?
—Comentaba que no te vimos llegar con ningún chico, ¿es que acaso ya no existe esa relación entre el director Cory y tú?
—Hace tiempo que eso terminó —aseguré—. Es mejor dejar las cosas de manera profesional.
—Estupendo, esperamos que disfrutes la estancia aquí, estaremos en espera de la película que seguro será sensación en todo el mundo.
—Esperemos que así sea.
Cuando me alejo de ahí los chicos ya no están, me encuentro con Karla quién dice que ya se cansó de las preguntas, teme que en algún momento diga algún spoiler de la película, mientras tanto observamos a Jasper y Hailey quienes también responden algunas preguntas.
—Se ven lindos juntos, harían una buena pareja —comenta mi amiga.
—Sí, ojalá que se puedan dar una oportunidad, en el fondo Hailey siente que está traicionando a Landon, pero ella merece ser feliz.
—Todos merecemos ser felices —hablan a mi espalda y me giro.
—Cory —lo abrazo—. No te había visto.
—Es que este lugar es inmenso, y espera a que veas la sala central del evento, me asignaron cerca de la banda Chaos, Karla estará con A Court Of Roses.
—¿Y July? —observé como se puso más serio.
—Hidden.
—¿Hidden? —repetí, incrédula.
—July, parece que alguien conspira a tu favor —me golpeó con su codo con una gran sonrisa.
—¡Cory! ¿Nos regalas unos minutos? —el chico asiente.
Por suerte me he librado de ese momento tan incómodo.
Sigo respondiendo a más preguntas, en algún momento pierdo a Karla, me presento con algunas de las bandas que llegan, pero Hidden en ningún momento se acerca, apenas y los dejan respirar, todos los reporteros mueren por tener alguna exclusiva, en tanto no vayan directo con Johnny todo bien, el chico suelta la verdad estando bajo presión.
Cuando menos lo siento ya ha pasado una hora y es momento de dar inicio con el evento, camino hacia la sala principal y los chicos me ven, comienzan a acercarse hacía mí, pero una reportera me detiene, es una chica joven.
—Juliette, buenas noches, creímos que estarías con Adam.
—¿No ha llegado?
Eso es raro, dudo que se haya quedado dormido y por nada del mundo se perdería un evento tan importante como este.
—Veo que no sabes el motivo.
—Es Adam, seguro quiere hacer una entrada dramática.
—Fuentes confiables nos revelan que te sentarás con los grandes, que privilegio estar con Hidden.
—Agradezco a quien haya hecho esto.
—Disfruta del evento —asiento y me alejo
Disminuyo cada vez más la velocidad con la que camino, siento una presión en el pecho y una extraña sensación, los chicos lo notan de inmediato y se acercan.
—Juliette —me sostiene por detrás Johnny, estoy empezando a marearme—. ¿Estás bien?
—Sí, solo un mareo.
—¿Segura? —pregunta Dono.
—¿Quieres un vaso de agua? —añade Sabrina.
La banda consta de cuatro integrantes, no de tres.
—¿Dónde está?
—Creímos que tú podrías saberlo, ¿te dijo algo? —negué.
—Hasta donde sé llegaría a tiempo —eso desconcertó un poco a Jonathan.
—Tal vez tuvo problemas con el traje.
—Sabrina, Adam no llegaría tarde solo por un traje —le responde Dono.
—Y no es por eso —aclaré—. Yo misma dejé hace unas horas un traje en su apartamento, estaba bien cuando lo vi.
—Chicos, es hora de que entren —se acerca Dean con nosotros.
Nos limitamos a asentir y entramos, llegamos hasta el lugar en donde nos asignaron, nos encontramos en la primera fila de mesas, justo frente al escenario, hay capacidad para ocho personas por mesa, a mi lado se encuentra una silla vacía, ¿dónde diablos se metió Adam?
La verdad es que no presto mucha atención a lo que dicen o quiénes son los nominados.
—Y el premio para el álbum más escuchado es para —guarda silencio—. ¡Hidden!
La gente comienza a aplaudir y algunos a gritar de la emoción, los chicos se levantan algo preocupados al ver que el líder no aparece y suben al escenario.
—Gracias —habla Johnny—. Es para nosotros un verdadero honor tener este premio en nuestras manos, no habríamos logrado nada de esto sin nuestros Hidders.
—Gracias por todo su amor y apoyo para con la banda —agrega la rubia.
—Este premio no solo es de nosotros, sino de todos ustedes, y para todas las personas que están viendo este evento, desde el fondo de nuestro corazón, gracias.
Vuelven a aplaudir, pero más de una persona está mirando a su alrededor en busca de Adam, es raro que no esté aquí. Jeremy es el único idiota que parece disfrutar de esto, los chicos regresan y toman asiento.
—Bien, teorías —pide Johnny.
—No lo conozco tanto como ustedes, chicos, ni idea de en dónde pueda estar.
—No me mires así, Johnny, tú eres más cercano a él.
—Amor, tal vez hay tráfico.
—¿No os podéis imaginar algo más realista? —suelta Chloe.
La mirada de Jonathan recae en mí.
—Todo lo que pienso es malo, así lo hubieran secuestrado él habría conseguido un maldito helicóptero de ser necesario para estar aquí.
Permanecemos callados observando un punto en la nada, cada quién pensando una cosa diferente, bloqueo el ruido a mi alrededor y de pronto mi celular empieza a vibrar sobre la mesa, me congelo al ver que es el número de Adam.
—Chicos, es él —aviso y centran su atención en mí.
Respondo la llamada.
—¿Hola?
—¿Juliette Graves?
Esa no es su voz.
—Ella habla —los chicos me miran confundidos.
—Policía de Bridgen.
—¿Policía?
Los chicos ya suponen lo peor.
—¿Conoce usted a Adam Stone?
—Sí, soy su novia.
—Su contacto es el único añadido en favoritos y por tanto el único que hemos podido conseguir, Adam sufrió un accidente, al parecer un tráiler chocó con el auto.
Sentía un hormigueo en mi cuerpo y frío, demasiado frío. El policía seguía dándome los detalles con cautela, pero lo último me dejó desconcertada
—¿Qué dice?
No, no, no, no es cierto.
Terminé la llamada, con dificultad podía hablar.
—Tuvo un accidente de auto, está... tenemos que ir al hospital —se quedaron inmóviles—. ¡Ya!
—Informaremos a los conductores —habla Chloe y la sigue Sandra.
—Manténganos informadas —asiento.
Me levanté y me siguieron, en la entrada nos encontramos con Dean, ya era turno de otro presentador para la siguiente categoría.
—¿Qué ocurre?
Escucho los aplausos para la banda A Court Of Roses.
—Adam está en el hospital, por favor comenta eso en la siguiente categoría que Hidden gane, guarda los trofeos.
—Por supuesto —se quitó para que pudiéramos salir.
Johnny se concentró en lo importante y nos dijo que iríamos en su auto, me senté de copiloto y los chicos iban atrás, no decían palabra alguna.
Encendió el auto y salimos de inmediato de ahí.
—Y yo creí que había hecho algo ilegal, soy tan idiota —se regañó a sí mismo mientras conducía.
Yo no podía mantenerme quieta en mi asiento, estábamos tardando demasiado.
—El policía dijo que tenía heridas que no parecían provocadas por el accidente.
—¿Heridas de qué tipo? —se atrevió a preguntar Donovan.
—De pelea.
Nuevamente el silencio invadió el lugar.
No puedo perderlo, no así, no puedo dejar que, no, él está bien, no me importa lo que hayan dicho, estará bien. Mi corazón amenazaba con salirse de mi pecho en cualquier momento, apenas se detuvo el auto fui la primera en bajar y entrar al hospital corriendo, veía a enfermeras ir de un lado a otro, me acerqué al mostrador.
—Hola.
—Hola ¿Viene a ver a algún...?
—Adam Stone Smith —solté.
—Está en
—Necesitamos ver a Adam Stone —llegó hablando Johnny.
—¿Puede ayudarnos? —intervino el chico.
—Está cruzando el pasillo, pero es porque
De nuevo no esperé a que terminara la oración y corrí hacía la puerta, un hombre salió y me detuvo, lo conocía bien: Paul.
—Juliette debes esperar.
—No me importa necesito verlo.
—Juliette...
Las lágrimas empezaron a derramarse por mis mejillas, puse toda mi fuerza para apartar a Paul, pero no fue suficiente.
—¡Necesito verlo! —grité y me dejé caer al suelo llorando—. Necesito verlo —supliqué.
—Está en quirófano —se quebró su voz —dicen, dicen que perdió mucha sangre, fue un accidente bastante grave. Me ayudó a levantarme—. Está con los mejores, no dejaré que le pase nada.
—Pero
—July, no puedo perder a otro hijo, solo confía en mí.
Lo perdí de vista cuando las puertas se cerraron, Jonathan tomó mi mano y nos quedamos en la sala de espera, Sabrina no decía nada, estaba ida, Donovan estaba a unos cuantos lugares de nosotros, no había dejado de orar.
—Juliette, estará bien —trató de sonar tranquilo, pero era obvio el miedo en su voz.
—No lo entiendes, Landon murió por haber perdido demasiada sangre.
—A Landon le dispararon.
—Y a él lo golpeó un tráiler yo no veo diferencia.
No podía parar de llorar, me parecía imposible, los recuerdos de nosotros se intensificaban cada vez más y más en mi mente.
—No quiero perderlo, Johhny —confesé.
—Yo tampoco quiero eso, pero tendremos que confiar en que está en buenas manos, es como un segundo hijo para Paul, piensa en eso.
—¿Juliette? —se acercó el guardia a nosotros y me entregó el celular.
—Gracias —asintió.
Puse mi huella para ver si lo detectaba y funcionó, el teléfono se desbloqueó.
—No borró mi huella.
—Ni tus fotos, ni tu contacto, nada relacionado contigo —intentó animarme.
—Tengo que hacer una llamada.
—¿A quién?
—A su papá.
Me miró de una manera que no podría describir, creo que nadie había pensado en que William también debía estar aquí.
Con las manos temblando marqué su número.
—¡Hijo! —respondió alegre—. Creí que seguirías en el evento, sé que voy tarde, pero
—Soy Juliette —aclaré—. No sé cómo decir esto —tendría que ser directa no hay manera de suavizarlo—. Adam tuvo un accidente de auto, estamos en el hospital de Paul, él está en quirófano —solté.
Me preocupó que tampoco hubiera asimilado lo que pasaba.
—¿Señor Stone?
—Voy para allá.
Colgó.
Pasaron horas y no teníamos noticias, estar esperando sin poder hacer nada solo me carcomía. Por favor, Adam, lucha por tu vida, lucha, amor.
Tiempo después salió el doctor acompañado de Paul y empezó a dar los informes de lo que ocurrió, estábamos deseando que fuera al punto, todo era confuso y sus tecnicismos no ayudaban, lo último que escuché me dejó en shock.
—¿Él está qué?
Jonathan
Después de horas y horas de espera al fin salió el doctor, ignoré los tecnicismos, solo quería que me dijera si estaría bien o no, pude notar que Juliette se veía más pálida de lo normal al escuchar lo que dijo el doctor.
—¿Él está qué?
—Estable, pero tuvimos que inducirlo en coma solo para la operación, estaba teniendo muchas reacciones y eso complicaba el proceso.
—Este es un nuevo método, pero efectivo —interviene Paul sabiendo que Juliette solo lo escucharía a él—. Despertará en un par de días.
—¡¿Días?! ¿Sí saben cuántos días tiene el año?
—July, no pasará de una semana, pero necesitábamos aplicar este proceso para que pudiera estar bien, de otra forma
—¿De otra forma qué? —interviene Dono.
—De otra forma, sin este método, hubiera tenido lesiones más graves y no hubiera podido volver a tocar la guitarra, sé que ven que ninguna opción es buena por el momento, pero preferible que despierte en unos días y esté en mejor estado, a que despierte ahora y le den la noticia de que jamás volverá a tocar.
Tiene razón, ningún panorama parece bueno para nosotros, pero Adam no le encontraría sentido a la vida sin su guitarra, sería muy doloroso para él.
—¿Puedo verlo?
—Sí, pero me gustaría que Jonathan me acompañara primero, es importante.
—Por supuesto.
Lo seguí hasta donde estaba Adam, ¿cómo describo que mi corazón se rompió al verlo en la cama? Tan quieto, frágil, sin saber con exactitud qué día abriría los ojos.
—Sus pertenencias están en esa bolsa —señaló—. Cartera, papeles, llaves, me imagino que July ya tiene su teléfono —asiento y suspira antes de seguir hablando—. Encontraron esto —me entrega la plumilla que ella le regaló y una caja pequeña.
La abro y me quedo sorprendido, no creí que en serio lo fuera a comprar.
—Supongo que su sorpresa se arruinó, no quería que Juliette lo viera, ¿sabías que le iba a pedir matrimonio?
—No —seguía sorprendido ante la situación—. Hoy lo vi observando el anillo, dijo que era justo su medida, pero jamás creí que lo compraría.
—Seguro que nos matará cuando despierte si se entera que arruinamos la sorpresa —sonrío de lado.
—Sí, cuidaré de la caja y la plumilla hasta entonces.
—Bien, te daré unos minutos a solas.
Salió y me quedé con él, había una silla a un lado así que me senté.
—Matrimonio —guarde la caja en mi bolsillo—. No puedo creer que no me hayas dicho que le ibas a pedir matrimonio, ¿estás seguro de que te iba a decir que sí? Pero qué estoy diciendo, eres Adam Stone, por supuesto que tratándose de la chica que amas te ibas a arriesgar, es todo o nada ¿cierto?
Lo miré, cortadas en su labio, una herida en la ceja, pómulos morados.
—Descubriré quién fue el hijo de perra que te hizo esto, y te prometo que pagará, pero por favor, amigo, despierta, te necesitamos, tenemos que seguir pateando el trasero de Chaos. Por cierto, ganamos el premio al álbum más escuchado y apuesto a que ganamos muchos más, pero necesito que abras los ojos y veas lo trofeos por ti mismo, demuéstrame que eres tan odioso que ni la muerte puede con el gran Adam Stone, abre los ojos, viejo.
No hubo respuesta alguna claro, así que salí de ahí y en ese momento iba llegando el padre de Adam, Juliette se estaba debatiendo entre explicarle o ir a verlo, entendía su necesidad.
—Ve —indiqué—. Yo le explico.
—Gracias —se fue de inmediato con Adam.
—¿Y Sabrina?
—Dijo que esto era cuestión familiar, que no merecía estar aquí así que se fue.
—Johnny —William obtuvo mi atención.
—Está bien, estable al menos.
Su padre soltó todo el aire que estaba conteniendo.
—¿Qué pasó?
A veces me aterra la conexión que tengo con estos chicos, Donovan me miró y se levantó de inmediato para dar la explicación.
—Parece que un tráiler chocó con él, el hombre aún no despierta, pero Adam ya salió del quirófano, tuvieron que inducirlo en coma durante la operación para evitar riesgos, dicen que despertará en unos días, no pasa de esta semana.
—¿Días?
—Es mejor así —aclaré—. Cuando despierte no tendrá tantas complicaciones, Paul fue claro con eso, señor Stone, su hijo estará bien.
—¿Puedo verlo?
—Sí, Juliette debe estar con él.
—Esperaré.
Pasaron algunos minutos cuando Juliette salió, William se acercó a ella y la abrazó.
—Gracias por estar aquí para él.
—Lo amo, no quiero dejarlo.
—Eso lo sé, me alegra que te hayas dado cuenta de que ambos se necesitan.
—Al fondo y a la izquierda, tercera puerta.
—Gracias.
Su papá se fue y ella se quedó con nosotros.
—¿Estás bien? —preguntó el chico.
—Sí, es Adam de quién hablamos, chicos, estará bien y dentro de poco lo verán de nuevo dando conciertos como si nada hubiera pasado.
Yo también intentaba convencerme de lo mismo.
—Sí, mejorará —asegura Dono—. No se deja ganar por nadie, mucho menos por la muerte —sonríe de lado—. No hay de qué preocuparse.
—Es terco hasta para morir.
—Johnny tiene razón.
Nuestros teléfonos empiezan a sonar.
—Es Chloe, tengo que contestar, querrá saber cómo está.
—Y Sandra no deja de enviarme mensajes, así que le diré lo que sabemos hasta ahora.
Ambos chicos se apartan mientras que Juliette responde a su llamada, aunque todo se escucha a la perfección.
—¿Se puede saber en dónde rayos estás? Jasper y yo no te vimos durante todo el evento.
—Estoy en el hospital.
Silencio.
—¿Qué pasó?
—Adam tuvo un accidente, estamos con Paul.
—No te muevas, iré para allá.
* * *
Primer día en cama y no hubo respuesta, segundo día y nada, nos preocupamos al tercero, cuarto, Juliette estaba ahí, día, tarde y noche, no se despegaba de él en ningún momento, quinto día, sin resultados, sexto y nada, esto nos estaba volviendo locos.
Juliette
Séptimo día, estoy cansada, creo que tengo que ir por otro café, me levanto de la silla, me estiro un poco y me acercó a la perilla de la puerta.
—¿Juls?
Me giro de inmediato para saber que no es una mala broma de mi imaginación.
—Adam —hablo en un hilo de voz y me acercó a él y lo abrazó—. Estás bien, amor.
Sigo sin poder procesar todo esto.
—Estás bien —me mira como si no pudiera creerlo—. ¿Estás bien? ¿Te hicieron daño?
—Yo no fui quién tuvo el accidente.
—El tráiler, salió de la nada, ¿cómo está el conductor?
—Bien, lo dieron de alta hace unos días.
—¿Hace unos días? —miró a su alrededor y su rostro cambió de confusión a miedo—. ¿Cuánto tiempo llevo aquí?
—Una semana —responde por mí Paul, sonríe al ver al chico—. Hola, Adam.
—Paul, sabía que no podía estar en mejores manos.
—¿Cómo te sientes?
—Un poco mareado, y me duele el abdomen así que temo ver qué tan grande es la herida, no seré muy apuesto para Juls con una cicatriz tan grande.
—Seguirás siendo el mismo chico que amo con o sin cicatriz, ¿me oíste?
Me miró bastante sorprendido, ¿qué hice?
—¿El chico que amas?
Oh, eso.
—¿Cuándo pueden darle el alta? —pregunto cambiando el tema.
—Si vas a estar diciendo que me amas solo porque estoy aquí puedo quedarme una semana más si quieres.
—Adam —advertí.
—Repítelo.
—Necesitas descansar.
—¿Siete días no son suficientes?
—Te haremos unos estudios más antes de poder darte el alta, Juliette tiene las indicaciones de tu medicamento y todo lo demás.
Empieza a alejarse, pero lo detiene.
—Paul.
—¿Sí?
—El accidente —habla con cautela—. Fue tan grave como para que...
No podía pensar con claridad como para formular la pregunta.
—Adam —sabe qué es lo preguntará—. Me alegra decirte que aún tienes muchos conciertos por delante, descuida, el accidente no afectó nada relacionado con tus manos, intervinimos a tiempo, podrás seguir tocando la guitarra.
—Gracias —suspiró aliviado.
A los pocos minutos las enfermeras regresaron y empezaron con los estudios, me pidió que me quedara con él y así lo hice, aun cuando tuvo que dormir de nuevo, estuve sentada a su lado observándolo, veía la tranquilidad con la que respiraba, acariciaba su cabello, admiraba las facciones de su rostro, esperé pacientemente a que despertara mientras le avisaba a los chicos y a su padre que él ya había despertado, todos respondieron de inmediato que ya venían en camino.
—¿Le estás diciendo a la prensa que estoy bien?
—Tendrías que ver las noticias, todos hablan de ti, eres el tema principal en revistas, redes sociales y básicamente de lo único que hablan las personas.
—Siempre he sido importante, ya va siendo hora de que lo entiendan.
Tocan la puerta y Paul entra un poco más animado.
—Tengo buenas noticias, el tratamiento que llevarás es de los mejores, en cuestión de dos semanas estarás como nuevo.
—¿Dos semanas?
—Bendita tecnología y medicina, Adam, eso sí, nada de giras, para eso tendrás que esperar tres meses, pero conciertos una vez a la semana seguro que puedes dar.
—Eso es genial, Paul esto no sería posible si no fuera por ti.
—No me agradezcas, hijo. Dejé ropa limpia, tan pronto como te cambies podrás salir, es importante que la primera semana no hagas esfuerzos, de esta forma el tratamiento actúa de mejor manera.
—Descuide, me aseguraré de que siga todo al pie de la letra —me levanto y me aseguro de que Adam no nos escuche —muchas gracias, en serio.
—Te dije que no perdería a otro hijo —susurró—. Confío en que está en buenas manos.
—Me haré cargo, no se preocupe.
Ayudé a que se cambiara, le costaba trabajo mantenerse en pie y en cuanto salimos los chicos y su padre ya se encontraban ahí.
—¿Necesitas un chofer?
—Papá —se abrazaron.
—Me alegra que estés bien, hijo, no sabes lo preocupados que nos tenías.
—Gracias por estar aquí.
Fue el turno de abrazar a Dono.
—Creí que me había librado de ti —bromeó—. Me alegro que no haya pasado.
—También te quiero, Dono
El turno de Sandra.
—Me alegra tanto que ya estés mejor.
—No te librarás tan fácil de mí.
El de Chloe.
—No vuelvas a asustarme de esta manera, ¿entendiste?
—Ruidosa, ya estoy bien.
Y luego el turno de Johnny.
—La próxima vez todos saldremos juntos a los eventos, ¿me oíste? Nada de que tú por tú parte, nos vamos juntos y yo conduzco ven acá. —Lo abrazó con fuerza.
—Bien, saldremos juntos.
—Por un momento creí que
—Pero ya estoy aquí, Johhny, tranquilo.
—Te llevaremos al apartamento, vamos, hijo.
—No me olvido de mi sexy enfermera —estira su mano hacía mí.
—No te emociones, Stone —la acepto y se acerca a susurrar.
—Me dices que me amas, te preocupas por mí, me cuidarás esta semana y me llamas «amor», no sé, Juls, ya es tarde para que me pidas que no me emocione.
No puedo evitar sonreír ante el comentario. Se apoya en mí durante todo el camino hasta que llegamos a su apartamento, lo veo más cansado.
—Creo que necesitas descansar —comenta su padre una vez que lo ve sentado en el sofá.
—Vendremos mañana por la mañana, para asegurarnos de que estés bien —habla Dono.
—Porque ni de chiste te librarás esta semana de nosotros.
—Ya sé, teclitas.
—Y cuídate mucho —comenta Sandra.
—Y más te vale seguir las indicaciones del doctor, seguiremos al pendiente de ti —habla Chloe.
—Supuse que no me dejarían, gracias.
—Si necesitas algo, llámame —indica su padre.
—Llámanos —corrige y Dono se cruza de brazos.
—Sí, llámanos.
—Lo haré.
Todos se despiden de él y se ve más relajado cuando se van.
—Estoy agotado, pero tenía que disimularlo mejor con ellos, el dolor me está matando.
—En un rato iremos a descansar, primero lo primero.
—¿Y eso qué sería?
No respondo y me voy unos minutos mientras preparo el agua, regreso y él está observando el cuadro de Hailey.
—Listo —anuncio.
—¿Qué haremos?
—Tienes que darte un baño, órdenes del doctor.
—Dile a Paul que estoy eternamente agradecido con él.
—No entraré a la bañera contigo.
—Retiro lo dicho.
Lo ayudo a levantarse y lo llevo hasta el baño, voy quitando su camisa y me mira con una sonrisa.
—¿Qué? —enarco una ceja.
—Podrías entrar conmigo, pero no puedes entrar con ropa, ¿quién se baña con ropa?
—No entraré desnuda ahí contigo.
—¿Por qué no? No es nada que no haya visto antes.
—¡Adam!
—¿Te he dicho cuánto me encanta que digas mi nombre?
—No —intentó ocultar una sonrisa, mientras termino de quitarle la ropa y entra a la bañera.
—¿Segura que no puedo hacerte cambiar de opinión?
—Deja de insistir.
Lo único que me quito es la chaqueta para quedar solo con la blusa de tirantes, coloco el shampoo en mis manos y empiezo a ponerlo en su cabello, jamás había hecho esto y no sé quién lo disfruta más, si él o yo; cuando termino con su cabello me paso a su cuerpo, dejé lo más difícil para el final.
—Haremos esto —empieza—. Ya que no dejas que yo limpie la herida entonces usaremos una señal, si grito es porque me estás lastimando y debes detenerte, ¿bien?
—Hecho, ¿listo?
—Listo.
Empiezo a limpiar de manera suave y me estoy acercando más y más a la herida hasta que de pronto
—¡Aaaaaaah! —grita y me aparto de inmediato.
—¡¿Qué pasa?! ¿Te lastimé?
—No —ríe un poco—. Quería asegurarme de que habías entendido mis indicaciones.
—Adam.
—Solo te quería probar, Juls, puedes continuar.
Él y sus malditas bromas, por suerte ya no se queja y afortunadamente ya no grita, termino de limpiar la herida con éxito y cuando salé de la bañera me apresuro a ayudarlo con el bóxer y el pantalón para no sufrir ninguna tentación, está tan cansado que ni siquiera nota mis nervios.
Es Adam, claro que los nota, pero disimula.
Agh, odio que tengas razón.
Termino de colocar la inyección que pedían, se queja un poco, pero lo tolera, después coloco la venda y lo ayudo con su camisa, le preparo algo de comer y cenamos juntos, no hay mucha plática y no porque sea un ambiente incómodo, sino que lo veo desconectado del mundo, seguro estará concentrado pensando en algo.
Y bueno, el momento decisivo llegó: dormir. Vamos a su habitación y se queda de pie frente a la cama, creo que es momento de irme, sin embargo, siempre encuentra la forma de dejarme callada, hace una pregunta que no veía venir.
—¿Qué lado quieres? ¿Izquierdo o derecho? Hasta donde recuerdo te gusta dormir de lado izquierdo.
—No tengo ropa —me excuso.
—La primera vez que dormiste aquí tampoco es como que trajeras tu pijama, siempre tengo sudaderas para ti en los cajones.
Hablaba como si esta conversación fuera lo más normal del mundo.
¿Y no lo es?
No, porque se supone que no estamos juntos.
Decídete mujer.
—Juls —se acerca y toma mi mano—. Mírame a los ojos y dime que no quieres quedarte a dormir.
Ya le mentí una vez, puedo hacerlo dos veces, será pan comido.
—No quiero quedarme a dormir.
—Muy bien, pero te pedí que me miraras a los ojos —habló con cierta diversión.
—Adam —lo miré.
—Juls.
Era absurdo intentar mentirle, me delataría con facilidad.
—Lado izquierdo —ensanchó su sonrisa.
—Eso creí.
Me puse ropa que encontré en uno de sus cajones, noté que seguían los mismos pantalones y sudaderas que usaba cuando estaba con él, me acosté a su lado y me giré para verlo mejor, él solo giró la cabeza, no debía moverse mucho por la herida.
—¿Cómo te sientes?
—Como si me hubiera aplastado un tráiler —río un poco al notar mi expresión—. ¿Mal chiste?
—Pésimo.
—Estoy mejor, gracias por quedarte conmigo y hacer todo esto, me gusta molestarte, pero en serio no tienes que quedarte, no es tu obligación.
—Quiero quedarme.
—Juls no quiero que sientas que me debes algo, en serio no tienes que
—Adam —lo corté—. No lo hago porque siento que te debo algo, me quedo porque quiero estar contigo, y, además —sonreí—, nadie te tolera tanto como yo.
—Ese es un buen punto, no sé quién de los chicos te avisó del accidente, pero qué bueno que lo hicieron.
—De hecho, yo les avisé a ellos.
—¿Qué?
—El policía que se había quedado con tu teléfono dijo que yo era el único contacto que aparecía entre tus favoritos, supuso que era importante así que se contactaron conmigo.
—Menos mal que estabas aquí en Bridgen y no en Nueva Zelanda.
—Te apuesto a que hubiera venido igual.
Y no mentía, en serio lo hubiera hecho.
—Gracias.
Tenía que preguntar, quizá obtenía información.
—Dijeron que tenías heridas que no fueron provocadas por el accidente, heridas de una pelea, ¿qué pasó?
Noté que no debía ser un buen tema en estos momentos, pero respondió igual.
—Unos idiotas me golpearon en el estacionamiento, me dijeron que irían tras de ti, quedé inconsciente en el suelo, Jimmy me encontró y temía que algo te pasara así que subí a mi auto y conduje, Jimmy me dijo que no debía conducir en el estado en que me encontraba.
—Pero lo hiciste igual.
—Estaba preocupado por ti, nada que no fueras tú me importaba más en ese momento, por lo que escuché yo no causé el accidente, el conductor del tráiler estaba ebrio y bueno, después pasó lo del coche, en teoría él provocó el accidente.
—Pero
—Todos tenemos culpa, debí notar que un tráiler se estaba acercando, aunque no trajera las luces prendidas.
—Por eso preguntaste si estaba bien.
—Y no sabes el alivio que sentí al ver que sí estabas bien.
—¿Sabes quienes te golpearon?
—No es importante.
Creí que sería el fin de la conversación, pero volvió a hablar.
—¿Extrañas a Cory?
No veía venir esa pregunta.
—Te dije que no somos nada.
—Eso no responde a mi pregunta.
—No, no lo extraño.
—¿Y a mí?
El estarlo mirando a los ojos, a ese verde que tanto me encantaba solo me obligaba a ser honesta con él.
—A cada minuto —sonrió satisfecho—. ¿Qué es esto? ¿Un interrogatorio?
—Por ahora es suficiente —se inclinó un poco para besar mi frente—. Descansa, Juls.
—Descansa, Adam.
Era la primera vez en estos dos largos años que sentí que podía dormir cómoda y sin preocupación alguna, me sentía tranquila y solo porque sabía que él estaba a mi lado, nada me importaba más que este momento, aunque en el fondo temía que el estar haciendo esto llegara a oídos de Marcus, por el simple hecho de estar el día de hoy en esta cama con Adam, ya estaba arriesgando mucho.
Siempre dije que era algo a lo que me podía acostumbrar, a verlo cada día al despertar y cada noche antes de dormir, y apuesto a que nada me hubiera hecho más feliz que eso.
A la mañana siguiente me levanté y le preparé el desayuno, que absurdo, pero me estaba emocionando mucho solo por hacer esto y eso que no era la primera vez que lo hacía, se levantó y me sonrió al notar que ya estaba todo listo en la barra.
—Alguien despertó de buen humor, no está envenenado, ¿cierto?
—Solo siéntate y come.
Estuve constantemente preguntándole si se sentía mejor, si necesitaba algo al final solo me dijo que se volvería loco si seguía llenándolo de preguntas.
—Les avisé a los chicos que todo estaba bien, aceptaron venir hasta mañana.
—Genial —notó mi expresión—, ¿pero?
—No logré convencer a tu padre, vendrá, pero en la noche.
—Supongo que será bueno que te conozca sin que nos estemos gritando en medio del bar, empezarán de cero, por mi está bien.
—¿Me presentarás con tu padre? —se encogió de hombros.
—Ya ha escuchado mucho sobre ti, guardé las experiencias más vergonzosas para este momento, será una velada muy divertida, querida Juls.
—Qué pesado eres.
—Me amas igual.
Antes de que pudiera responder su celular comenzó a sonar, se lo pasé, creí que se alejaría, era un número desconocido.
—¿Puedes ponerlo en altavoz?
—¿Seguro?
—No tendría por qué esconderte algo
Hice lo que me pidió y se escuchó del otro lado la voz de una mujer.
—¡Adam! Me alegra saber que ya estás estable.
—Sí, ¿la conozco? —revisó el numero—. ¿Oficinas de Trackmind?
—Es correcto.
—¿Y con quién tengo el placer?
—No puedo darte mi nombre, soy la dueña.
Casi se ahoga con el jugo y por primera vez lo veo nervioso,
—¿La dueña? —empezó a toser—. Hola, yo..., hola
Se escuchó su risa del otro lado de la línea.
—Tu doctor me dijo que dentro de dos semanas estarás en un mejor estado, logrando así que al menos puedas dar un concierto por semana.
—¿Conoce a mi doctor?
—No, pero conseguí su número.
—Ya veo.
—Tengo buenas noticias, me encargué personalmente de informarles a los chicos y quise cerrar con broche de oro.
—Soy todo oídos.
—Felicidades, Hidden ganó, el publicó voto e incluso los mismos miembros de Trackmind lo hicimos, ustedes darán el concierto en celebración al aniversario de la disquera.
—¿Qué?
Ambos estábamos emocionados.
—Prepárense para el evento más importante hasta ahora de su carrera, porque puedo asegurar que tendrán más oportunidades como estas.
—¿Está hablando en serio?
—Completamente, será dentro de tres semanas, tiempo perfecto para que puedas darle el mejor show a tus Hidders.
Está que no se lo cree, se ha quedado sin palabras.
—¿Adam?
—Perdón, la noticia me tomó por sorpresa, muchísimas gracias, por todo lo que ha hecho hasta ahora y por votar a nuestro favor.
—¿Cómo sabes que lo hice?
Es un don, señora, él sabe lo que hacen o piensan los demás.
—Porque siempre se ha mostrado extrañamente interesada en nosotros, en más de una ocasión, supongo que su voto fue para Hidden.
—Y no te equivocas, son una banda con un potencial increíble y tú, Adam, tienes un don con la guitarra.
—Se lo agradezco, en verdad.
—Estaremos en contacto, les estaré enviando informes del concierto, que te mejores pronto y salúdame a tu chica.
—Gracias, lo haré.
Se queda callado unos segundos y me miró.
—La dueña de Trackmind te ha mandado saludos.
—¡Vas a dar un concierto! ¿Y te preocupas por qué me envió saludos?
—No puedo creerlo, vamos a dar un concierto ¡Juls, el concierto más importante de todos! —exclama alegre.
—Y bien merecido —rodeo la barra para abrazarlo—Nadie mejor que Hidden para cumplir con esto ¡Darán un concierto!
Estoy tan emocionada como él.
—¡Un concierto a petición de Trackmind!
—¡Y los Hidders!
—¿Acaso este día puede mejorar?
No sé qué es lo que estoy haciendo, cuando menos me doy cuenta ya estoy besándolo, me corresponde de inmediato, cualquier cosa diré que fue la emoción del momento y en parte es cierto.
—Olvídalo —comenta sonriendo a centímetros de mis labios—. Este día sí que ha mejorado.
No hay tensión ni incomodidad después de ese beso, hasta parece que es algo que hacemos todo el tiempo, mientras sigo alegre pensando en que dará su concierto más importante no dejo de pensar en la promesa que le hice, tendré que estar ese día en primera fila.
Tuvieron miedo, no mientan.
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro