23 | Stone's
Llevamos tres meses de gira, todo ha sido una locura, entradas agotadas, concierto tras concierto, las luces, la adrenalina, la libertad con la que nos desenvolvemos en el escenario, todo es un sueño hecho realidad y no podría estar más agradecido por esto.
Nuestros Hidders nos han recibido de la mejor manera, nos sentimos cómodos sin importar el lugar en el que estemos, ellos se encargan de eso, recibimos mensajes con frecuencia en nuestras redes sociales, algunos de odio, otros tantos de amor, les damos peso a los importantes, nos envían cartas, regalos y atesoramos cada objeto que recibimos de ellos, no les negamos ninguna foto cuando nos llegamos a encontrar a alguno de nuestros Hidders en la calle o incluso en el avión, es por ellos que estamos aquí.
Y su talento
Y nuestro talento.
Estamos agotados, esta última semana ha sido la más pesada, nos encontramos justo ahora a punto de tocar la última canción del concierto que estamos dando en San Francisco, se supone que terminaríamos con I hate this, pero hemos estado trabajando en las canciones del quinto álbum, sí, hemos tenido mucho trabajo, saldrá dentro de 4 meses, para ser exactos el 18 de Octubre, hay mucho que hacer, todavía debemos terminar de grabar tres canciones, quiero arriesgarme con una canción que compuse recién, siento que expresé demasiado.
—Toquemos Divided Heart —propongo mientras las luces se están apagando.
—Aún no la tenemos completa —comenta Johnny por el auricular.
—Falta arreglar algunos acordes —agrega Dono.
—Cariño, ni siquiera hemos establecido la estructura de la canción.
—Chicos, es sencillo, verso uno, coro, verso dos, coro y solo de guitarra, regresamos si quieren al final del verso dos y ya, de cualquier forma, ya grabé la secuencia de la guitarra acústica. ¿Nos escuchas, Fernando? —nuestro ingeniero en audio.
—Fuerte y claro, les pondré la secuencia.
—Adam, viejo, no creo que eso sea
—¡Esta es una nueva canción, titulada Divided Heart! Esperamos que la disfruten.
—Eres un maldito.
—Gracias, teclitas, ahora solo disfrútenlo.
Comienza a sonar la secuencia de la guitarra acústica, la canción no sería la misma sin ella, creo que es de nuestras canciones más alegres, en cuánto a música, claro. Canto y los chicos se unen.
I am standig with you in front of me
Estoy de pie contigo frente a mí
And my legs are weak, I think I need more
Y mis piernas flaquean, creo que necesito más
My heart is divided
Mi corazón está dividido
There is still a part that keeps missing you
Aún hay una parte que sigue extrañándote.
Tengo que admitir que la voz de Johnny siendo coro en esta canción es impresionante, me alegra que Donovan esté disfrutando tocar esto.
After so much I finally found myself
Después de tanto, finalmente me encontré
And now you're seeing the best of me
Y ahora estás viendo lo mejor de mí.
Seguimos con la estructura de la canción.
It's hard to see how hard this is
Es complicado ver lo difícil que esto es
When it's not you who feels the pain
Cuando no eres tú quien siente el dolor
And the stupid things we did are, left behind
Y las cosas estúpidas que hicimos se quedan atrás.
That includes the part that still misses you
Eso incluye la parte que aún te extraña.
Bueno, ahora Johnny y Sabrina también lo disfrutan, solo quiero cantar y tocar la guitarra sin preocuparme de lo que —Te amo, Adam
—¿Juls? —el sonido de su voz me obliga a abrir mis ojos
Por un momento todos los chicos dejaron de tocar, tal vez creen que ya me he vuelto loco, yo no me detengo y para tratar de componerlo Donovan hace algunos arreglos en los platillos.
—¿Estás bien?
—Descuida, Dono solo debió ser mi imaginación
Pasamos de nuevo al coro, trato de no darle importancia.
After so much I finally found myself
Después de tanto, finalmente me encontré
And now you're seeing the best of me
Y ahora estás viendo lo mejor de mí.
I would die for you, I would give everything for you
Moriría por ti, daría todo por ti
It's not healthy, you have to let it go
Y no es sano, hay que dejarlo ir.
One, two, three
1,2,3
You have to let it go
Hay que dejarlo ir
Sigo tocando la guitarra mientras que los recuerdos llegan de un momento a otro desconcentrándome por completo.
«—Sal conmigo —solté.
—¿Contigo?
—Podrías fingir un poco de más de emoción —bromeé—. Entiendo si no quieres, de verdad solo que
—Sí quiero.»
«—No me iré —aclaré.
—No hablo solo de ahora.
—Lo sé, no me iré nunca»
Mientras más la recordaba, más difícil se volvía cantar, los chicos estaban diciendo algo en el auricular, pero solo tenía la voz de Juls en mi cabeza. Una
«—¿Crees que soy el amor de tu vida?
—Me aterraría más pensar que no.»
Y otra
«—Hasta que encuentres a alguien mejo, ¿no?
—No quiero a nadie más, solo a ti, porque tú eres la única que puede provocar esto —dejé que sintiera lo acelerado que estaba mi corazón—. Así que es tuyo, tómalo, tíralo, rómpelo, cada pedazo seguirá siendo tuyo después de todo»
Y otra vez.
«—Juls, ¿yo soy el problema?
—No, Adam, esta vez soy yo.
—No puedo perderte, no a ti, amor.
—Lo lamento».
Tenía que alejar los pensamientos, me centré en el solo de guitarra. Música, es todo lo que debe importarme y sé que debía regresar a una parte del verso, pero en estos momentos todo lo que quería era expresarme así que canté lo que quise.
I have to let it go to be at peace
Tengo que dejarlo ir para estar en paz
Mierda, ya no puedo contener las lágrimas, sigue doliendo. Sabrina y Johnny actúan rápido haciendo algún adorno vocal.
—¡Sácalo! —ordena Dono intensificando los golpes en su batería.
—¡Libérate! —pide Johnny.
Y lo hice, no esperes que me haya puesto a llorar, saqué todo el dolor que tenía junto con estos chicos, hicimos un espontaneo, Donovan tocando con toda la intensidad, Johnny acompañando a Dono, Sabrina sigue haciendo el coro y yo improvisé un nuevo solo de guitarra, estamos tan centrados en lo que hacemos que sabemos cuál es el momento perfecto para ir bajando la intensidad, las luces también continúan moviéndose en direcciones aleatorias, la gente está emocionada con el ritmo de esta canción
And not fall, uproot it
Y no caer arrancarlo de raíz.
I'll show you how resist
Te mostraré cómo resistir
After so much I finally found myself
Después de tanto, finalmente me encontré
And now you're seeing the best of me
Y ahora estás viendo lo mejor de mí.
I would die for you, I would give everything for you
Moriría por ti, daría too por ti
It's not healthy, you have to let it go
Y no es sano, hay que dejarlo ir.
Nos despedimos cuando no hubo más que oscuridad y bajamos del escenario.
—¿Estás bien?
—Sí, creo que me liberé como pediste.
—Vengan aquí, chicos —Donovan nos acercó a él para abrazarnos.
Tras unos segundo Sabrina apareció.
—Adam —corrió para besarme—. No sé qué diablos pasó allá, pero lo que hiciste fue estupendo.
—¿No sabes lo que pasó? —pregunté cuándo se alejó de mí.
—Mi auricular estaba fallando solo escuchaba gritos y ya no sabía distinguir de quién era la voz, pero estás bien, ¿verdad?
—Mejor que nunca —traté de fingir la mejor sonrisa que pude.
—¿Seguro? —esta vez yo me acerqué a besarla.
—¿Ya me crees?
—Por supuesto.
* * *
Tocamos en diferentes lugares durante una semana más, seguíamos en el autobús, en serio que este lugar era asombroso, aun teníamos un par de días antes de irnos a otro destino: Canadá.
Nos encontrábamos sentados en los sillones, cada uno metido en sus cosas, Sabrina estaba comprando ropa en línea, Donovan se mensajeaba con Chloe y Johnny con Sandra, yo estaba viendo nuevos modelos de guitarras, tengo ganas de cambiar la que tengo; así nos la pasamos un buen rato y cuando menos nos damos cuenta ya son las 10:00 de la noche, supongo que dormir es lo más apropiado, Billy hace acto de presencia preguntándonos si necesitamos algo a lo que todos respondemos que estamos bien.
—¿Falta mucho para llegar? —pregunto.
—Un poco, aún nos quedan once horas de viaje, pero vean el lado positivo, las entradas para este concierto se agotaron en cuestión de minutos.
—Sí, eso es bueno —concuerda Sabrina.
—¿Podemos detenernos para comer? Creo que moriré si no como algo de inmediato.
—Lo siento señor, Wilson, no puede haber más paradas, la última fue hace poco.
—Yo cocino —me ofrecí.
La idea pareció agradarles a todos porque me miraron impresionados y alegres a partes iguales.
—¿Usted co-cocina, señor?
—Billy ya hablamos de las formalidades.
—Lo siento, Adam, es que no tenía idea de que cocinaras.
—Oh, créeme su comida tiene calidad de profesional —añadió Johnny.
—Sí, hay que admitirlo, tiene un don para la cocina el desgraciado.
—¿Qué les digo? Soy bueno en muchas cosas.
—Nunca he probado la comida de Adam, ni siquiera sabía que cocinaba.
—Hay muchas cosas que no sabes de él —agregaron los chicos al mismo tiempo.
—Sí, ya me di cuenta.
Cocinar a menudo me desestresaba un poco y la verdad es que se me da bastante bien, no cocino para casi nadie, les he preparado a los chicos algo de comida en ocasiones especiales y desde el primer bocado de un postre que preparé para el cumpleaños de Donovan no han dejado de decir que tengo un don para esto.
Aprendí más a fuerza que de ganas, pero no niego que ahora me gusta cocinar un poco más, así que si no estoy en un estudio grabando canciones o emborrachándome en algún lado, seguro estoy en la cocina de mi apartamento en Bridgen.
Invité a Billy a que se quedara, el hombre parecía soñado por estar compartiendo con nosotros, serví la comida y me senté con ellos.
—Es el platillo más delicioso que he probado en mi vida.
—Te lo dijimos, Billy, este hombre debe tener algún pacto con alguien para cocinar así de bien.
—¿Será algún pacto con Dios? —cuestiona Dono
—¿Cómo es que cocinas tan bien? —pregunta mi novia.
—Me hice amigo de youtube hace varios años.
—Oh, vamos —se sorprende Billy—. Youtube daba teoría, nunca práctica.
—Pues tengo que admitir que quemé mi comida más veces de las que me gustaría mencionar, pero después de tanto practicar y practicar creo que lo logré, añadía ingredientes extras a las recetas, las mejoraba o cambiaba a mi antojo, un día la comida no se quemó y dije «oh, no está tan mal» desde entonces me cocino solo y creo que a la fecha nadie ha muerto por mi comida.
—Impresionante.
—Sí que lo es.
Billy en serio tenía una gran admiración por nosotros. No tardamos demasiado en terminarnos la cena, pero nos quedamos un poco más escuchando las anécdotas que tenía para contar nuestro guardaespaldas, la manera en la que entró a trabajar y como hizo hasta lo imposible para poder estar con nosotros, conocimos un poco más de Sabrina, cosas interesantes como que antes de tocar el bajo quería ser bailarina de Ballet, Teclitas y poste estuvieron hablando sobre como ingresaron a la banda y parte de las locuras que han vivido a mi lado, no hubo mucho que yo quisiera contar así que me limitaba a escuchar sus historias.
Sabrina se fue a acostar, ella estaba cerca de la entrada principal, decía que por ser chica necesitaba más privacidad así que optó por dormir sola mientras que los chicos y yo nos quedamos juntos.
—¿No vienes? —preguntó Donovan.
—No, aún no estoy cansado, leeré un rato —respondí mientras me sentaba en el sillón con el libro.
—Músico, chef, bad boy y lector —agregó teclitas—. Ahora entiendo porque las chicas están locas por ti.
—Solo debería preocuparme que Sabrina esté loca por mí, ¿no? —los chicos intercambiaron miradas—. ¿Qué?
—Fui el primero que cedió y te apoyó en la decisión de empezar una relación real con Sabrina.
—Gracias, Johnny.
—Y yo me opuse, pero eres mi amigo y solo quiero verte bien —continua Dono—, pero, Adam, un clavo no saca a otro clavo.
—¿Te crees que estoy con ella solo porque quiero olvidarme de Juliette?
—Adam —Johnny tuvo mi atención—. Dijiste su nombre en el concierto que dimos en san francisco y después —trataba de encontrar las palabras—. Después sentí como si el recuerdo de lo que tuviste con ella te estuviera destrozando, Sabrina no merece eso, que ante las cámaras todo sea una linda relación y después solo pienses en tu ex.
—Ese es el punto de una relación falsa.
—Te recuerdo que tú pediste que fuera algo real y la chica está que babea por ti ¿cómo se iba a negar?
—Tiene razón y lo sabes, Adam.
—¿Creíste que Juliette se iba a enterar? ¿Por eso lo hiciste?
—No, ni siquiera consideré que se enteraría, quiero decir, tampoco es como que esté varada en una isla, quizá ya lo sabe, pero no estoy con ella por eso.
—¿Entonces?
¿Cómo describes con palabras lo que se siente tener el corazón roto?
—Creí que si me aferraba a la idea de que podía sentir algo por Sabrina las cosas podrían funcionar, si Juliette pudo largarse sin remordimiento alguno con ese director de quinta, entonces ¿por qué yo no puedo ser feliz también? Quería darme una oportunidad con otra persona, pero si esperaba a sanar por completo, bueno —reí amargamente—. Entonces al día de hoy seguiría solo —tenía que ser honesto con ella—. Pero, supongo que tienen razón, mañana hablaré con ella y dejaremos que todo siga siendo solo una relación falsa, detendré esto antes de que llegue más lejos.
Genial, le dije a Marcus que haría que funcionaría, incluso me lo prometí a mí mismo y aquí estoy de nuevo haciendo cosas que no debería hacer solo por ella, agh, maldito amor.
—Si necesitas cualquier cosa
—Lo sé, Dono, sé que puedo contar con ustedes, ahora váyanse a dormir porque cuando están cansados tienen un humor insoportable.
—Habló el bipolar.
—Solo váyanse, teclitas —les lancé un cojín y empezaron a reírse mientras se alejaban.
Estaba cansado como para pasar lo que quedaba del viaje pensando en qué decirle a Sabrina, tampoco es como que llevemos varios años juntos, mañana solo improvisaré. Abrí el libro y en la primera hoja encontré una tarjeta con un nombre Aarón Brown, seguido del título Detective privado y su número de teléfono, fue inevitable no sonreír ante el recuerdo de Landon.
—Jódete, Adam.
—¿Más?
—Toma — Landon me entregó una tarjeta—. Lo creas o no hay muchos favores hacia la familia Leith, dile que te envié y explícale tu caso.
—Qué extraño que siempre cargues con la tarjeta de un detective —se quedó callado y yo me sorprendí—. Espera, ¿ya lo sabías?
—Eres mi mejor amigo, no creas que no noté que había algo extraño en ti.
—No dijiste nada.
—Sorprendentemente a veces soy prudente.
Centré mi atención en el número de teléfono, seguro no perdía nada intentando llamar, ni siquiera recuerdo de dónde era el detective, tal vez esté dormido, tras esperar un par de segundos respondió.
—¿En qué puedo ayudarlo?
—¿El detective Aarón Brown?
—¿Quién lo busca?
—Mi nombre es Adam Stone, un amigo me recomendó sus servicios.
—Señor Stone, es un placer, el joven Landon debió esperar por mucho tiempo este momento, siento la perdida en serio, mi más sentido pésame.
—Gracias, ¿me conoce entonces?
—Sí, Landon Leith Jones, fue él quien recomendó mis servicios ¿no es así? —asentí, que idiota, recordé que no puede verme.
—Sí, fue él.
—Supongo que al fin se animó a dar con el paradero de su padre.
Oh, Landon, maldito seas.
—Eso creo, el dinero no es problema, pero quisiera saber el costo de su servicio.
—No hay costo.
—¿Disculpe? —creo que no nos estábamos entendiendo.
—El joven Landon supo que en algún momento se animaría a hacer esto, así que
—Dejó pagado todo —concluí, el desgraciado siempre un paso delante de mí.
—Así es, me dio detalles del caso, información básica que necesito que usted complemente.
—Por supuesto, pregunte, soy un libro abierto.
Estuve varios minutos dándole la información que solicitó, nombres de personas cercanas a mí, posibles motivos de su partida, cuando me mudé a Hover, entre otras cosas, el detective me dijo que esperaba tener noticias muy pronto sobre mi padre aclarando en todo momento que sus servicios eran los mejores. ¿Por qué Landon conocía un detective? Ese chico nunca dejará de sorprenderme.
No quería empezar a atormentarme con la idea de encontrarlo, tampoco quería tener esperanza porque si todo salía mal solo me llevaría otra decepción y me arrepentiré por haberlo buscado, no hay justificación para lo que hizo, es frustrante pensar que ni siquiera mi madre me dio una explicación de porqué papá se fue, solo recuerdo verlo marcharse con sus maletas y desde entonces no sé más, salvo por una fiesta de cumpleaños a la que asistió, dejó un regalo y se largó, como si necesitara su estúpido regalo.
Me fui a acostar, los chicos estaban roncando, babeando o balbuceando algunas cosas, por suerte dormir fue algo sencillo, al menos por esta noche.
A la mañana siguiente Sabrina estaba moviéndome con brusquedad mientras reía.
—Despierta, bello durmiente, ya casi llegamos.
—¿Qué hora es? —pregunté tallando mis ojos.
—8:30 am, al llegar bajaremos del autobús y desayunaremos en alguna parte, Billy dijo que conoce un lugar. Estaremos al final del autobús, Jonathan está trabajando en una canción.
—Claro, los veo en un rato.
En cuanto se fue fui a ducharme y al salir me cambié, los chicos estaban creando la melodía de una nueva canción.
—Suena bien —me recargué en el marco de la puerta.
—Y espera a que escuches el resto —agregó emocionado teclitas.
—Estuvimos tratando de que la letra encajara con esto y no funcionó.
—En conclusión, somos un desastre para la letra, dejaremos que tú te hagas cargo de ella.
—Chicos —interviene Sabrina—. Deberían darse más crédito.
—Zapatero a sus zapatos —Dono levanta sus hombros—. Oye, Adam, encontramos esto en el sillón —me mostró la tarjeta.
—¿Al fin te animaste, amigo? —asentí
—Pronto descubriré si fue una buena o mala idea.
Sabrina tenía cara de no estar entendiendo nada de lo que pasaba.
—Oye, Sabrina, me gustaría hablar contigo.
Tan pronto como terminé la frase los chicos salieron del lugar dejándome a mi suerte, me senté a su lado, la decepción en su rostro me dio a entender que ella ya sabía que es lo que diría.
—Entiendo —se adelantó a hablar—. No soy ella.
—Y no quiero que lo seas, porque apuesto a que cualquier otra persona te amará justo como eres, virtudes, defectos, todo.
—Pero duele que la persona que amas no te ame.
Todo lo que hubo por unos instantes fue silencio, pude ver como dejábamos atrás varios edificios, esta parte del autobús tenía buena vista.
—Y es porque amo a otra persona que puedo decir que sé cómo te sientes, míralo de esta forma lo que tu sientes por mí no es amor, no sé nada de ti y tú no sabes nada de mí, no es amor, sino mera atracción.
—Creo que tienes razón, solo te quiero, pero no te amo.
Sonará mal, pero sentí un inmenso alivio al escucharla decir eso.
—Tendremos que seguir con la relación ante las cámaras, seré el mejor novio que puedas tener lo prometo —eso provocó que sonriera.
—Apuesto a que sí, aunque, ahora que estamos siendo sinceros, creo que hay algo que tienes que saber.
—¿Qué cosa?
—Ese día de la audición, no llegué tarde, ni siquiera tenía planeado presentarme.
—¿De qué estás hablando?
—Desde hace tiempo Marcus me contrató, me pidió que me presentara como si fuera una persona más de la lista, sabía que no podrían resistirse a mí y que tu pensarías que estaría bien que hubiera otra chica en la banda.
—Pero eso no tiene sentido,
—Marcus me contactó antes de que Chloe dejara la banda, no dio más indicaciones solo me pidió que aceptara, al principio tuve mis dudas porque ustedes ya tenían una bajista, no era lógico que buscaran a otra, semanas después me aclaró que Chloe se había ido de la banda y fue cuando me presenté.
Okey, demasiada información para procesar.
«—Créeme, fue la mejor.
—¿Para quién?
—Para el chico que amo, el amigo incondicional que adora tocar el piano y para el ser más irritante de todo el mundo y mi mejor amigo, tú. Hice lo mejor para Hidden y espero que algún día puedas entender por qué hice lo que hice».
¿Cómo demonios eso se relacionaba con Marcus? Esto se volvía más complicado a cada segundo.
—¡Chicos! —entró Dono sonriendo—. Hora de desayunar.
—Ven —Sabrina tomó mi mano—. Ya habrá tiempo para aclarar esto.
El problema es que fue algo en lo que estuve pensando en lo que restó de la tarde; aunque no por eso dejé de prestarle atención al lugar en donde nos encontrábamos: Utah
Calles limpias, árboles por doquier, las casas eran hermosas, tocaríamos en Salt Lake City, la capital del lugar. Estuvimos recorriendo un poco la ciudad y comprando algunas cosas, después tendríamos que preparamos para el concierto, antes de comprar la ropa la prensa nos alcanzó ¡Dios! Uno no puede escapar de ellos. Empezaban a acercarse a nosotros como si vinieran en manada.
—Recuerda ser el mejor novio —habló Sabrina entre dientes mientras sonreía.
—No arruinemos esto, chicos, o Marcus nos cortará la cabeza —comentó Johnny de la misma manera.
—Ya no sé quién quiere cortarle la cabeza a quién —canturreé y la prensa llegó hasta donde estábamos.
—Chicos, ¿tendrán un momento para nosotros? —asentí, la mujer le hizo una seña a su camarógrafo y él activo unos cuantos drones.
Alta tecnología.
—Estamos aquí con Hidden quienes dentro de unas horas estarán dando un concierto ¿cómo se siente al respecto chicos?
—Nerviosos —responde Dono
—Y emocionados —agrega Johnny.
—Sí, la verdad es que mi novio y yo queríamos venir desde hace tiempo a Utah y ha sido una oportunidad extraordinaria que podamos dar un concierto aquí.
Yo solo asentí a todo lo que decían.
—Adam, hemos visto de cerca la relación que tienes con Sabrina, ¿será que estás listo para dar el siguiente paso?
Matrimonio.
Matri
Ma
«—Señores quiero ser claro, esto es demasiado nuevo para ambos y creo que es muy pronto para pensar en bodas, hijos y todo eso, solo sé que quiero a Juls en mi futuro sin importar lo que pase, y después, quizá sí considerar el matrimonio, pero ahora solo me importa que estemos juntos.
—¿Por qué? —el hombre se había cruzado de brazos enarcando una ceja mientras me miraba.
—Porque la amo como no tienen idea y lo último que quiero es lastimarla si eso les preocupa.»
—¿Adam? —la voz de la reportera me trajo a la realidad.
—El tiempo dirá —fue lo único que se me ocurrió decir.
—Esperamos ver a nuestros Hidders listos y con toda la actitud en el concierto de hoy, si nos disculpan tenemos cosas que hacer.
Dono y Johnny se apresuraron a alejarnos de ese vergonzoso momento, por fortuna no lo mencionamos después, compramos la ropa que necesitábamos y nos preparamos, fuimos al lugar donde nos presentaríamos y nuestro equipo ya se encontraba conectado, el lugar se veía inmenso, ¿cuántas personas podrán estar aquí?
Después de prepararnos subimos al escenario y nos recibieron los gritos eufóricos de nuestros Hidders, nos divertimos en el concierto, interactuamos con ellos, dejábamos que de vez en cuando cantaran una parte del coro o de algún verso, gritaban, aplaudían, se emocionaban, tomaban fotos, lloraban, se divertían, pero lo más importante, conectaban con nosotros y nuestra música.
El concierto se extendió un poco más, teníamos energía suficiente y canciones que denominamos comodín, siempre hay que estar preparados. Cuando todo terminó los asistentes se encargaron de recoger nuestras cosas y nosotros nos quedamos en un club celebrando, Billy y otros guardaespaldas nos vigilaban todo el tiempo, salí un poco para tomar algo de aire fresco, no quería amargarles a los chicos la celebración, fumé un poco, descuiden, todo con medida y recibí una llamada, número desconocido.
—¿Hola?
—Señor Stone, tengo la información que me solicitó.
—Señor Brown, no creí que fuera tan rápido.
—Bueno, el hombre no hizo un gran esfuerzo por esconderse.
Y aquí viene la pregunta del millón, creo que hasta me sudan las manos.
—¿Dónde está?
—Esto le parecerá interesante —hizo una breve pausa, mi corazón empezó a acelerarse—. En la capital de Utah, lo curioso es que su residencia permanente está en Hover.
Sí que me tomó por sorpresa, el día de hoy se encuentra justo en el mismo lugar que yo y su residencia está en Hover, todo este tiempo estuvo cerca y el maldito no hizo nada para si quiera saber cómo me encontraba.
—¿Podría enviarme la dirección?
—Por supuesto, está hospedándose temporalmente en un hotel, tiene poco que llegó, pero le enviaré la dirección cuanto antes, al llegar al hotel pregunte por William Caswell
—¿Caswell?
—Es el apellido con el que se registró.
—Sí, es su segundo apellido.
—Así es, ahí podrá encontrarlo.
—Le agradezco —era ahora o nunca—. De hecho, quería solicitar una investigación más, entiendo si tiene un costo extra, no será problema.
—Descuide, esto fue pan comido, no habrá costo extra, ¿de quién se trata?
—Marcus
—¿Adam? —interrumpió una voz y me giré para ver quién era.
Oh, por Dios.
—¿Marcus? —regresé a la llamada—. Me comunicaré con usted más tarde —colgué—. ¿Qué haces aquí?
—Darles apoyo a mis chicos, lamento estar tan ausente, como sabrás hay muchos proyectos para la disquera.
—Me imagino
—¿Hablabas de alguien conmigo?
—Sí, comentaba lo maravilloso que estar trabajando con Marcus Wright.
Está claro que no me creyó en absoluto.
—¿Con quién?
—Mi madre, preguntó si estabas soltero, ya sabes ¿quién no babea por un hombre reconocido y rico?
Creo que ahora sí lo convencí.
—Supongo que tienes razón, me encantaría conocerla si es lo que ella quiere.
—No, no quieres, créeme.
—Es una lástima.
Antes de que las cosas se volvieran incomoda los chicos salieron y pusieron la misma cara de asombro que yo al notar que Marcus estaba ahí.
—¿Esto es real?
—Por supuesto que soy real, Jonathan.
—¿Qué haces aquí?
—Mira, Donovan, yo esperaba que se mostraran un poco más contentos con mi llegada, la verdad es que Trackmind me envió para que me asegurara de que todo estaba bien, los acompañaré en el avión para ir a Canadá, saldremos mañana por la tarde.
—¿Marcus? —Sabrina con trabajo salió del bar—. ¿Qué haces aquí?
—Llegas tarde a la explicación, querida, ¿qué tal va todo con la banda?
—Bien —respondimos todos al mismo tiempo, estábamos nerviosos.
Billy se hace presente, saluda a Marcus de la manera más formal posible, aunque lo mira como si le diera igual su presencia, no intercambian más que miradas.
—¿Y la relación falsa? —enarca una ceja centrándose en Sabrina y en mí.
—Tan falsa como puede ser —añade ella.
—Estamos complaciendo a la prensa, ¿no es lo que querías?
—Sí, en tanto Hidden esté en boca de todos no habrá problema —acomodó los botones de su manga—. Bueno, chicos, dejaré que su celebración continúe, disfrútenlo, se merecen este respiro.
Regresa a su auto sin decir más y lo pone en marcha, nos aseguramos de que realmente se vaya.
—¿Qué diablos está haciendo aquí?
—¿De qué hablas, Dono? Nos dijo que Trackmind lo mandó.
—¿Y te crees ese cuento? —Johnny se cruza de brazos—. Está aquí por otra cosa.
—Que exagerados. Adam, diles que exageran.
Lo considero un momento.
—Exageran en muchas cosas, pero no está vez, quizá Trackmind no es nuestra disquera, pero conozco como trabajan y la forma en que nos apoyan, ellos confían en nosotros, no hubieran enviado a Marcus, los chicos tienen razón, está aquí por otra cosa.
—¿Y qué es?
—No tengo idea.
—Deberíamos hacerle caso y seguir disfrutando de la celebración, creo que es lo único cierto que dijo, nos merecemos este respiro.
—Yo te acompaño, Johnny.
Agradezco que teclitas me haya salvado del interrogatorio de Sabrina, menos mal que ella encantada se metió para seguirse divirtiendo.
—Noté que no hablaste con él —observo a Billy.
—No es de mi total agrado.
—¿Por qué? —pregunta Dono.
—No lo sé, su actitud, la forma en la que mira a las personas como si analizara cada movimiento que haces, te mira como si tratara de decir «estoy un paso delante de ti sin importar lo que hagas».
—Tienes razón —concuerdo.
—No lo sé, el señor Wright no me da buena espina.
Intercambio miradas con Donovan, agradezco tanto la conexión que tengo con él y Johnny porque de inmediato me entiende y se apresura a actuar.
—Oye Billy, Adam y yo estamos grandecitos para cuidarnos, me quedaré un rato con él ¿Por qué no mejor vas a vigilar a Johnny y Sabrina?
—Sí, Billy, me preocupa que alguien trate de aprovecharse de Sabrina estando ebria y teclitas, bueno, dudo que si quieren hacerle algo se defienda a puño limpio.
—Esa etapa ya quedó atrás, necesitarán que los vigiles —completa.
—Bien, los dejaré, tengan cuidado y si requieren que venga solo tienen que
—Presionar el botón que nos diste, lo tenemos claro, gracias, Billy.
—Los veré en un rato en el autobús, entonces.
Regresa al bar para cuidar de los chicos.
—Bien, cuéntamelo todo, es claro que tienes algo que decir.
¿Por dónde empezar? Bien, vayamos por orden de prioridad.
—Cuando iniciamos la gira en España y nos encontramos con Chloe ella nos acompañó hasta el autobús, me quedé un rato hablando con ella.
—Aja...
—Le pedí que regresara a la banda.
—¡¿Qué?! ¿Por qué no nos dijiste?
—¿La vez aquí ahora? —negó—. Exacto, creo que sabrás cuál fue su respuesta, el punto es que me dijo que lo hacía por el bien de la banda en pocas palabras, es lo que te dijo a ti, ¿no?
—Sí —asiente sin entender bien a qué punto quiero llegar—. Dijo algo de proteger nuestras carreras.
—Pues Sabrina me ha dicho que Marcus la contrató, no dijo nada obvio.
—¿Qué tiene que ver eso con mi novia?
—Que contrató a Sabrina desde antes de que Chloe dejara la banda, ¿cómo pudo haberlo hecho si ni siquiera sabía que Chloe dejaría la banda? No tiene sentido.
—¿Crees que Marcus y la partida de Chloe están relacionados?
—Quiero creer que sí, pero si fuera el caso y tratándose de Chloe Moreno, es claro que no se dejaría manipular por Marcus, aunque se tratara de nuestras carreras, nos hubiera dicho algo al respecto.
—Sí, pero sabes cuánto nos quiere.
—Y es por eso que ya no sé qué creer, tú fuiste el encargado de recibir las actualizaciones del detective que contraté, ¿te dio novedades?
—No, dijo que no había mucho que hacer, que al parecer no había información suficiente para averiguar lo que en realidad había ocurrido.
—Le pediré al detective Brown que investigue a Marcus, esto es muy raro.
—¿Seguro que quieres saber lo qué pasó?
—No, pero dudo que Chloe regrese por voluntad propia, y ahora con Marcus merodeando cerca de nosotros será mejor ir con cuidado.
—¿Le temes a Marcus?
—Me preocuparía más no hacerlo.
—¿Qué quieres que haga?
Admiraba que los chicos en cosas importantes no se cuestionaran nada y solo hicieran los que les pedía, confían plenamente en mí.
—Por ahora nada, regresa al bar con los demás.
—¿Y dónde irás tú? —me miró preocupado.
—A buscar a mi padre.
—Adam...
—Descuida, tampoco sabría qué decir en una situación como esta, entretén un rato a Billy y los demás, nos veremos en el autobús.
—Ten mucho cuidado, por favor.
—Siempre lo tengo.
Él también se marchó. Con mi corazón latiendo a toda velocidad y mis manos temblando pedí un taxi, por suerte pasaban cada cinco minutos así que no fue problema, al subir le pedí que me llevara al hotel ULC, tardé alrededor de quince minutos en llegar, era inmenso y se veía elegante, entré.
—Buenas noches, ¿tiene reservación? —la señora seguía tecleando en su computadora.
Estaba tan nervioso que ni siquiera pude pensar en una buena mentira, al diablo, esperaba que decir la verdad me fuera útil esta vez.
—No, estoy buscando a mi —la señora me miró.
—¿Adam Stone? Adoro su música, ¿podría darme un autógrafo?
Casi todas las edades nos escuchan al parecer.
—Por supuesto —me entregó una libreta y me dijo su nombre—. Con cariño para Greta —firmé.
—¡Muchísimas gracias! Lamento quitarle su tiempo, ¿tiene reservación?
—No, busco a mí —recordé que no usó su primer apellido—. A mi guardaespaldas, la verdad es que le di vacaciones y se hospedó aquí, pero necesito pedirle algo, ¿será que me puede decir en qué habitación se encuentra el señor William Caswell?
Dijiste que ibas a decir la verdad.
Lo siento, pero no quiero que nadie se entere que es mi padre.
—Por supuesto —revisó algo en el holograma de al lado—. Habitación 125, tercer piso.
—Muchas gracias.
Tomé el ascensor y presioné el botón del tercer piso, creo que incluso estoy sudando. ¿Y si no está? ¿Y si no quiere verme? Bonito trauma voy a tener si me corre y me echa en cara que me abandonó porque no me quería,
Sigo caminando y siento que mis piernas me fallarán en cualquier momento, veo a los lados buscando su puerta, 120, 121, 122, 123, 124...
—125 —digo para mí mismo.
Detrás de esa puerta están las respuestas a todas mis preguntas. ¿Y si en verdad yo soy el problema? No sé si estoy listo para esto.
Lo estás.
No, no lo estoy.
Esto es demasiado para mí. ¿Y si no hay una gran explicación detrás? ¿Y si solo no nos amó? Me niego a sufrir más.
Empiezo a alejarme de la puerta, no quiero verlo, camino más y más y de pronto me detengo en seco.
Estoy harto de huir, necesito saber por qué demonios no fui suficiente para él, regreso y vuelvo a estar frente a la puerta, ya no me importa si es lo correcto o no, no quiero salir herido, pero es necesario correr el riesgo. Antes de tocar la puerta solo puedo recordar el dolor que sentí al no verlo llegar a mis fiestas de cumpleaños, y aunque tenía solo tres años, recuerdo bien cuando se fue.
Toqué.
—¡Si eres de servicio adelante! ¡la puerta está abierta!
Su voz... en verdad está aquí.
No respondo nada, a estas alturas ni siquiera puedo encontrar mis cuerdas vocales, abro la puerta y me adentro en la habitación, él está sentado dándome la espalda mirando la televisión, en concreto una noticia, una noticia de la banda.
«Y Hidden lo ha hecho de nuevo, sus entradas para el concierto de Utah se agotaron en cuestión de minutos, estos chicos han sabido mantener una buena racha y siguen posicionándose como una de las bandas más importantes del momento, la gira que están haciendo nos deja con ganas de más, morimos por escuchar el siguiente álbum de los chicos y saber un poco más de sus vidas, de Sabrina Weller —muestran su foto—. Donovan Wilson —hacen lo mismo con él y con el que sigue—. Jonathan Miller y por supuesto —mi foto está al centro—. El gran Adam Stone.
—Mi muchacho —habla en voz baja al ver mi foto y sus palabras solo quiebran más mi corazón.
Mi respiración se vuelve irregular, tengo que respirar profundo antes de poder hablar, mi labio inferior tiembla.
—¿William? —puedo ver como el hombre se tensa.
Apaga de inmediato la televisión, se levanta, no quiere darse la vuelta, ya no sé si yo quiero que lo haga, pero termina haciéndolo.
Está frente a mí, un hombre que para mi sorpresa se ha sabido cuidar, aunque tenga sus años, es alto, delgado, se mantiene en forma, tiene barba no tan definida como la de Zach, sus ojos son verdes y su cabello es café, a penas y se notan un par de canas, me sorprende que se vean tan formal a pesar de que trae ropa que no es la gran cosa, su ceño está fruncido, no ha dicho nada y empiezo a creer que tampoco dirá algo como «hijo, te he extrañado tanto», empiezo a creer que sí fue una mala idea averiguar dónde estaba.
—¿Adam?
—Hasta donde sé tú escogiste el nombre, a menos que me hayan mentido, sí, soy yo.
No logro descifrar tu expresión.
—¿Cómo me encontraste?
—Larga historia.
—¿Tu madre sabe que estás aquí?
—No te he visto desde hace trece años, ¿y solo te preocupa saber si mi madre sabe que estoy aquí?
—No lo entiendes, hijo.
—¡No me llames así! —amenacé—. No te lo has ganado, ¿se puede saber qué carajos haces aquí?
—No lo entenderías.
—¡Ilumíname! —grité—. ¡Tu estúpida residencia está en Hover! —estaba molesto—. ¡Estuviste cerca de mí todo este tiempo y jamás te dignaste en ver cómo estaba mi madre o yo!
—Adam...
—¡No te me acerques! Eres un idiota.
—¿Y a qué has venido, entonces?
Me estaba irritando la tranquilidad con la que me hablaba, yo quería lanzarle cualquier cosa a la cara y él solo intentaba calmarme.
—Vine por respuestas, necesito la verdad de una maldita vez. ¿Por qué nos abandonaste? —mis ojos se cristalizaron—. ¿Por qué me abandonaste?
Perfecto, llorando patéticamente frente al hombre que me desechó como basura.
—Tienes que irte.
—¡No! ¡No hasta que me respondas! ¿Por qué me dejaste? ¿Qué hice mal?
—Nada, tenías solo tres años.
—¡Tres años y te atreviste a dejarme! ¡Merezco saber por qué! ¿No fui suficiente para ti? —mi voz se quebró—. ¿No me amabas?
—Hijo —lo miré de mala manera—. Adam —corrigió—. Te daré respuestas, pero no sé si estés listo para ellas.
—Solo dime que no fui suficiente para ti —limpié mis lágrimas—. Dilo y acabemos con esto, tengo una gira que dar.
—¿Quieres...? —señaló una silla.
—No me voy a sentar, así que habla.
Temía por lo que fuera a decir para este punto no sabía qué esperar, la tensión en el ambiente era palpable, tenía tantos sentimientos encontrados, por fuera siempre mostré odio hacía él por lo que nos hizo, pero por dentro... solo era un niño que necesitaba a su papá.
Por mucho que cueste admitirlo, sigo siendo ese niño.
—No te abandoné.
Palabras simples, sencillas y fáciles de entender, solo que en ese momento mi cabeza no las procesaba, ¿cómo que no me abandonó?
—¿Eh? —negué, seguro está bromeando—. Lamento no haber notado tu presencia en la casa todos estos años, que tonto fui.
—Lo que quiero decir es que —guardó silencio unos segundos como si estuviera debatiéndose entre decirme o no—. Me fui no porque quisiera hacerlo, sino porque era lo mejor para ti —reí abiertamente.
—Debes estar bromeando —seguía callado—. No, no es cierto, no tienes idea de cuantas veces me fracturé, cuantas veces me quemé intentando prepararme algo de comer, cuantas veces caí de la estúpida bicicleta y ni tú ni mamá estuvieron ahí para ayudarme, no me vengas a decir que alejarte fue porque querías lo mejor para mí, el haberte ido no le sirvió a nadie.
—No tenía idea —confiesa con la mirada perdida.
—Es claro que no, ¿cómo podrías saberlo si me abandonaste?
Silencio, nada más que silencio, lo sabía fue un error.
—Olvídalo —me di la vuelta sujetando la perilla de la puerta y fue cuando habló.
—Tu madre me fue infiel.
—No es cierto.
Aunque a estas alturas no sonaba tan descabellado, me giré de nuevo para mirarlo, se veía sincero.
¿Cómo lo sabes?
Es una versión vieja de mí, me conozco bien.
—Es la verdad.
—¿Y te largaste solo porque rompió tu pobre corazón?
—Algo así —me crucé de brazos—. Tenías tres años, la banda a la que me uní dio su último concierto un día antes de que me fuera, invité a Mary a cenar, solo los dos, le dije que una niñera cuidaría de ti, la banda se deshizo y bueno es una larga historia, llegué a casa y te escuché llorar, fui de inmediato a ver qué tenías, se había caído tu mamila y no podías alcanzarla, entonces te la di y el llanto cesó, pero los ruidos no, tu habitación estaba al lado de la nuestra —lo escuchaba con atención—. Gritos, golpes en la pared, gemidos, creí que estaba alucinando por tanto estrés que tenía, fui a mi cuarto y encontré a tu madre con otro hombre, ni siquiera me centré en él sino en tu madre, el idiota tomó sus cosas y se marchó, le pedí explicaciones, la única respuesta que me dio fue un «ya no te amo»
—¿Cómo me involucro en esto?
—Bueno, entendí que ya no me amara, estaba bien, de cualquier forma su afecto hacía mi había disminuido, sobre todo porque decía que eras una carga muy grande para ella, aún era joven, dijo que todo un mundo la estaba esperando y que no quería estancarse siendo madre, pero tampoco quería verme feliz a mí, le dije que se podía ir, pero que me quedaría contigo, yo te cuidaría y juro que lo hubiera hecho, pero se negó, dijo que se beneficiaría de alguna manera al ser madre soltera, la gente la ayudaría y las cosas serían fáciles para ella, después de todo ¿quién no velaría por una mujer abandonada que tenía un hijo? Insistí en que tú tenías que venir conmigo, pero me amenazó.
—¿Y qué podías perder?
—Yo nada, tú, todo.
—No te entiendo.
—Me dijo que si me volvía a acercar a ustedes se encargaría de arruinarte la vida, ella sabía cuánto te amo, intenté cumplir esa promesa, pero cuando los busqué en Hover ella me dijo que la amenaza iba muy en serio, ¿recuerdas que le pasó a la guitarra que habías encontrado en la casa?
No es cierto, por favor que esto no sea cierto porque entonces, todo el tiempo que lo odié, habrá sido un error.
—Desapareció, mamá dijo que no sabía que le había pasado.
—Ella sabía que te gustaba la música y justo el día en que fui tu guitarra desaparece, curioso ¿no? Y tampoco se equivocó en eso de que alguien velaría por ella solo por tenerte a ti, la familia Leith te acogió bien.
—¿Cómo lo sabes?
—Mi residencia está en Hover, tú lo has dicho, me aseguré de que estuvieras bien, vivo ahí porque quería estar cerca de ti, de alguna manera, vine a Utah porque voy a cada concierto que das, cumpliste tu sueño y es todo lo que me importa.
—¿Y por qué no te acercaste entonces? Ya no había nada que yo pudiera perder.
Mi corazón en estos momentos amenazaba con salirse de mi pecho con cada palabra que decía.
—Ese es el problema —continuó—. No lo sabemos, si regresaba y algo salía mal, no me imaginaba lo que sentirías si la banda se deshacía, no conoces los alcances de tu madre, pero creo que al menos cuidó de ti, cada mes sin falta le enviaba dinero suficiente para que ambos pudieran
—Espera —interrumpí—. ¿Dinero?
—Manutención, aunque la ley no me hubiera obligado a hacerlo.
—¿No te estarás confundiendo de esposa? —intenté bromear.
—¿De qué hablas?
Y fue justo ahí donde su semblante cambió a uno más serio.
—Jamás recibí dinero, no de tu parte, con dificultad mi madre podía pagar la escuela, por años viví sin dinero suficiente, las escuelas terminé pagándolas gracias a una beca, desayunos, comidas y cenas, muchas veces era la madre de Landon quien me alimentaba, mamá ni siquiera estaba en casa, pasaban días, semanas, llegó a desaparecer meses.
—¿Y cómo es que tú...?
—Por mi cuenta, aprendí a cocinar a base de vídeos, trabajando en cualquier cosa que encontrara, ganaba un poco de dinero, Landon me apoyaba mucho, pero jamás recibí ni un centavo de tu parte —estaba listo para reclamar, pero William se había quedado sorprendido.
He confiado tantas veces en las personas y la gran mayoría traicionó mi confianza, cuando te han lastimado tantas veces dejas de confiar, crees que todo el mundo te hará lo mismo, pero esta vez, esperaba no estarle dando mi confianza a la persona equivocada.
Sí, le creí a Will.
—Lo curioso es que —obtuve su atención—. Mi madre siempre tenía dinero para irse de viajes, nunca logró mantener una relación estable, tampoco se volvió a casar, había dinero para viajes, sexo y alcohol, pero nunca para mí.
—Adam —escuchaba la tristeza en su voz—. Como lo siento, creí que
—Está bien —soné tranquilo—. Tampoco podías acercarte y comprobar que en serio recibía el dinero, lo entiendo.
Se acercó y creí que me echaría de su casa, me quedé paralizado en el momento en que me abrazó, tardé más de lo esperado, pero correspondí a su abrazo.
—Lamento haberme ido.
—Lamento haberte gritado.
—Me lo merecía.
—Lo sé.
No me soltó, tampoco quería que lo hiciera, claro que un abrazo no compensa todos estos años, pero por algo hay que empezar.
Un paso a la vez, al menos ya no estaba tan molesto con él.
—No quiero que sigas tratando de protegerme, necesito a mi padre no una versión a medias de ti que solo me ve a lo lejos en mis conciertos.
—Tu madre
—Ya veremos qué hacer —lo corté—. Pero no vuelvas a irte —se apartó terminando el abrazo.
—¿Estás seguro de que me quieres de nuevo en tu vida?
—Siempre he querido que seas parte de ella.
—¿Café?
—Sí, por favor.
Me senté en el sillón con él mientras bebíamos nuestra taza de café, me dijo cuán arrepentido se sentía de no haberse cerciorado de que estuviera recibiendo el dinero, no dejó de decirme cuanto me extrañaba y la falta que le hacía, tocamos temas de mi vida, como la ayuda que recibí por años de la familia Leith, la pérdida la Landon, como nació la idea de formar una banda y cómo poco a poco encontré a las personas correctas para que fueran parte de Hidden.
Sería imposible actualizarnos en una sola noche.
—¿Y el amor? Escuché que sales con Sabrina Weller.
Hasta donde sé él no se había vuelto a casar, supongo que no ha estado interesado en conocer a nadie.
—Sí, es una relación falsa, publicidad solamente, al principio propuse que la relación fuera real.
—¿Qué cambió?
—Hace tiempo que terminé con una chica, ya que te puse al tanto, ella me dejó de la misma forma cruel que el resto de mis novias, engañándome con otra persona.
—Juliette —asentí.
—Te hubiera encantado, es una chica brillante, inteligente, terca cuando quiere, el tipo de persona que te brinda un apoyo incondicional, hermosa, autentica y —me detuve ¿por qué estoy hablando de ella?
—Se nota que fue muy importante para ti.
—¿Por qué lo dices?
—Tus ojos brillaron cuando empezaste a hablar de ella.
—Sí, bueno, no salió bien, supongo que prefiero ser el soltero millonario y codiciado de las revistas.
—Apuesto a que lo serás —soltó una carcajada.
Miro la hora, Billy me matará.
—Ya es muy tarde, tengo que regresar con los chicos.
—Te llevo, irán a Canadá, ¿no?
—Sí, podrías venir con nosotros —propuse.
—Hasta no aclarar las cosas con tu madre, preferiría que no sepan que me encontraste.
—No quiero que vuelvas a desaparecer.
—Te prometo que no lo haré, ya no más.
Estar en una situación como esta me parecía irreal, jamás creí que volvería a encontrarme con él y mucho menos que las cosas entre nosotros estuvieran mejor, hay un largo camino que recorrer, pero creo que podemos con esto, somos Stone, no hay imposibles.
—Te quiero, hijo —se acercó de nuevo para abrazarme.
Y esta vez me permití ser sincero.
—Te quiero, papá.
Aún recuerdo que todo empezó con Landon y un mejor amigo de relleno, un amigo que fue evolucionando poco a poco y convirtiéndose en un personaje tan épico que necesitó su propio libro, un joven que mencionaba lo dolido que estaba por el abandono de su padre y que, ahora, después de un largo camino recorrido, se vuelve a encontrar con él ❤️🩹
Quizá tengo un cliché con las familias destruídas, pero cuando se vuelven a reconstruir, la satisfacción es inmensa, el amor puede nacer de muchas maneras.
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro