16 | También me dejó ir
Juliette Graves.
21 de junio de 2038
Jamás me había sentido con nadie como me siento con él, saber que estamos el uno para el otro, que me ama tanto como yo lo amo a él o quizá más. No mentiré, saber que sus sentimientos por mi seguían intactos después de tres años me hizo sentir especial, quiero decir, es Adam Stone, ¿acaso no conocen su reputación?
Entre escuelas los chismes llegaban a velocidad luz y no es novedad para nadie que Adam estuviera en boca de tantas chicas, en sentido figurado y también literal, siempre fui una lectora empedernida y aficionada por la literatura juvenil, soñando vivir un amor tan único y maravilloso como el de tantas novelas, era fiel creyente de que eso de que el bad boy no cambia era cierto, Adam fue la excepción, lo defino con bad boy porque andaba tirándose sabrá Dios a cuántas, bebiendo como si no le importara perder la consciencia, drogándose a escondidas, y manteniendo su ego hasta el cielo ¡Dios! ¿a dónde fui a parar?
Él nunca se tomaba las cosas en serio, Landon me decía que su actitud se debía a que entregó su corazón una vez y la maldita lo engañó, lo superó, lo entregó una segunda vez y pasó lo mismo, se sintió soñado cuando empezó a salir con Charlotte, ¿qué sucedió? Exactamente lo mismo, pero bueno, ustedes ya conocen la historia.
Muchos deben verme como la pobre ilusa, otra chica sumada a la lista del gran Adam Stone, la verdad es que me sentí patética cuando empecé a sentir cosas por él la noche que nos conocimos en el bar, pero lo vi tan... diferente, la emoción que tenía, la pasión que desprendía al tocar la guitarra, el brillo en sus ojos, ese aire de «sé que soy perfecto y no temo decirlo» a decir verdad físicamente está como para comérselo, entiendo bien a las chicas que babean por él, debe ser el efecto Stone.
El punto es que el amor no se basa solo en la apariencia, sino que va más allá, cuando descubres el alma de la otra persona, cuando te adentras en la vida de alguien más, cuando recibes su confianza sabiendo que te está dando armas para joderlo y aun así sigue confiando en ti, supe que ante el mundo Adam mostraba una máscara y estaba cargada de ego, de orgullo, superioridad, luciendo ante todos como una persona que no le importa nada, pero aquel día en el bar de Zach, cuando tuvo la oportunidad de llevarme a su cama, le dejé todo en bandeja de plata, insistí en que de alguna manera debíamos pasar a su casa y se negó, pasó la prueba tengo que admitirlo, me llevó de vuelta a mi casa.
Creí que no era lo suficientemente atractiva para él, pero mis dudas desaparecieron cuando me buscó al siguiente día, cuando me registró en su teléfono como Juls, me atrevería a decir que Adam nunca fue ese bad boy de novela, solo aparentaba, porque yo conocí al verdadero Adam, al que me enamoró, al que cambió, quién me estaba dando ese felices por siempre que tanto quise, el chico del que estaré enamorada hasta el último de mis días, y el mismo que está tomando justo en este momento mi mano llevándome al estudio, no puedo creer que tuvimos que estar tres años separados para finalmente poder llegar a este punto, donde todo está bien y nada importa.
Venimos del cementerio, dijo que fue un gesto muy lindo que consiguiera las flores para la tumba de Landon, sabía que querría ir y nada me hizo más feliz que ser parte de eso, parte de su pasado, presente y futuro. Creyó que me iría al ver el ataque de pánico que tuvo, ja, no, no podría hacerlo, en lo último que pienso es en lastimarlo.
Trevor y Marcus entran al estudio, el pobre chico tiene el cabello alborotado y tiene un aspecto que... solo digamos que no es su estilo, se le nota el cansancio y las ojeras, no ha dormido bien, es solo el productor de la banda, pero le tomó tanto aprecio a los chicos que tiene que lidiar también con el caso de Johnny, se lo está tomando personal.
—Chicos, les deseo éxito en el concierto de hoy, sé que lo harán genial —sonríe mientras acomoda su corbata, siempre luciendo tan elegante.
—Gracias. Esperamos que le guste al público.
—Apuesto a que así será. Adam, me gustaría hablar contigo después para tratar lo del segundo álbum, me dijiste que se llamaría Bones ¿cierto?
—¿Qué? —su tono de voz sale más agudo de lo normal, está que no lo puede creer y la entiendo.
—Era sorpresa, habíamos estado tan centrados en las nuevas canciones de nuestro primer álbum que olvidamos meter Bones, queremos que el segundo álbum se llamé así en honor a tu canción, los chicos y yo lo hablamos hace poco y estuvimos de acuerdo.
—Adam no puedes.
—Soy el líder, no me dirás que puedo o no puedo hacer.
—Aceptaré porque me siento alagada no porque sea una orden tuya —sonríe animada.
—Espero su setlist en mi oficina, suerte, chicos. Se vienen cambios importantes para Hidden.
Trevor sigue trabajando en lo suyo, se le ve bastante tenso, los chicos siguen dentro de la cabina viendo la tele o algo así, tenemos bloqueado el sonido de ahí adentro, siempre dejamos que hagan sus cosas y mientras ellos ensayan el chico y yo charlamos, hoy tal vez no tenga muchas ganas de hacerlo, pero me arriesgaré igual.
—¿Todo bien? —pregunto y asiente sin mirarme, tras unos segundos lo hace.
—Esto de la organización se está volviendo un caos, me frustra que Marcus no asuma su papel, se supone que él los quería en la disquera, ¿para qué mover cielo, mar y tierra si no le prestará atención a la banda que acogió?
—¿Tanta era su insistencia?
Eso era nuevo, al hombre parecía no importarle nada que no fuera el dinero.
—Sí y no tengo idea de porqué, desde hace rato que está obsesionado con ellos, en especial con Adam, aquí entre nos, estuvo planeando por mucho tiempo como hacer que entraran a la disquera.
Generalmente es al revés, la banda es la que tiene que hacer hasta lo imposible por encontrar una disquera que quiera apostar por ellos, este es un caso muy diferente.
—¿Sabes a qué se debe el interés por ellos?
—Ni idea —se encoje de hombros mientras reorganiza algo en el holograma que maneja a su antojo—. Tal vez les vio demasiado potencial y los quiso solo para esta disquera.
O tal vez está loco, es una opción más viable.
Puede ser.
—Es triste, Trackmind quería a Hidden con ellos.
—¡¿Qué?! —casi me ahogo con mi propia saliva.
—No se lo digas a los chicos, será un golpe bajo para ellos, hay que aceptar que Marcus le ganó a Trackmind.
Trataba de procesar la información que me había dado, Trackmind no es una disquera que se ande con rodeos, y sí, sé mucho sobre el tema, estoy enamorada de un músico es lógico que lo sepa. Es raro que ellos no hayan intervenido antes, Marcus sin duda debió planear con sumo cuidado todo esto para ganarse a Hidden, ya eran conocidos desde antes, alcanzaron aún más fama con la disquera ¿Por qué arriesgar tanto por una banda que recién empieza en el medio?
Trato de encontrar una respuesta lógica a todo esto, mis ganas de ser Sherlock Holmes se esfuman cuando veo el rostro de Adam, está molesto es obvio.
—Trevor, enciende la pantalla por favor —me mira confundido y lo hace, todo cobra sentido cuando ambos vemos la noticia y abrimos el audio de la cabina.
Es Jeremy haciendo lo que mejor saber: molestar.
—Sí —asiente —pero no los culpo, hoy en día no encuentras bandas talentosas, menos mal que llegamos nosotros para demostrarle a la gente lo que realmente es tener talento.
Sus músculos se tensan mientras apaga la pantalla.
—No vale la pena —comenta Chloe intentando alivianar el ambiente
—Nada que tenga que ver con el imbécil de Jeremy vale la pena y le demostraremos que se equivoca.
—Tengo que llevar el setlist a Marcus, pero Trackmind me está pidiendo una canción de la banda y la quieren con urgencia —añade cambiando radicalmente el tema.
Hasta lo prefiero.
—¿Trackmind? —sus ojos brillan al escuchar el nombre de la disquera, si tan solo Marcus no hubiera aparecido.
—Sí, subirán esta canción a su plataforma también como un adelanto del segundo álbum, pero el setlist
—Si quieres yo se lo llevo mientras los chicos terminan de ensayar —me ofrezco.
Con suerte puedo conseguir algo más de información, nada malo sucederá si se cuidarme dentro de la boca del lobo, Trevor no tiene que pensarlo demasiado para aceptar.
—¡Muchas gracias, Juliette! —me entrega la hoja—. En cuanto sales del ascensor caminas a la derecha y ahí al fondo está su oficina, dile a su secretaria que yo te envié y que le darás el setlist de Hidden, seguro que con eso no te pondrá peros
Sale corriendo del estudio, asegurándonos que volverá pronto, lleva papeles en la mano y su Tablet, a veces me canso de solo verlo, lidia con mucha presión, bueno, es lógico, es parte de una importante disquera.
—Sí que lleva prisa —se centra en mí —Oye, Juls, toma —cuando me acerco a él saca su tarjeta y me la da—. Si quieres cuando termines de entregar el setlist puedes pasar al banco y retirar el dinero.
Las caras de los chicos eran de auténtica sorpresa, supongo que nunca había hecho esto, incluso me parecía un poco vergonzoso, lo digo por mí, no quería que ellos pensaran que estaba con Adam por su dinero, nunca ha sido esa mi intención. Aunque el asombro en sus miradas me deja en claro que es la primera vez que hace esto con una chica, hasta me siento especial.
—Adam yo...
—No está a discusión, ya habíamos llegado a un acuerdo.
Siempre tan testarudo, es difícil hacer que este hombre cambie de opinión.
—Ni siquiera me diste tiempo de pensarlo
—Porque no hay nada que pensar, por favor —insistía sosteniendo la tarjeta.
No debería hacerlo, pero era un experto en conseguir lo que quería así que terminé por aceptarla, se acercó a mi oído para susurra el código de seguridad de la tarjeta 1204, el día y el mes en que nos conocimos, sonreí como tonta al notar ese detalle, siempre tuve presente esa fecha.
—Le daré esto a Marcus —señalo la hoja—. Y me iré por el dinero —me acerco para besarlo, estoy segura de que no quiero probar otros labios que no sean los suyos.
—Váyanse a un cuarto —nos dice Chloe
—Esto tengo que soportarlo todos los días.
Sí, pobre Johnny, ha aguantado tanto mientras vive con nosotros.
—Puedes besarlo después
—¡Ya cállense! —termina el beso y me abraza—. No les creas, amor, tú puedes besarme cuando quieras.
Amor, es lindo escucharlo viniendo de él.
—Eso lo sé —vuelvo a besarlo sin importarme que los chicos nos miren y capturo con mis dientes su labio inferior—. Te veré en un rato.
—Ve con cuidado.
Reviso el setlist mientras estoy en el elevador, sí que supieron escoger sus canciones y el orden en que las pusieron es perfecto, las cosas con la banda en los conciertos salen tan natural que me cuesta creer que se toman toda una tarde de ensayo, hay gritos e insultos solo para que escojan 18 canciones, pero luego recuerdo que yo he estado detrás del cristal confirmando que, en efecto, escoger un setlist puede ser más complicado de lo que parece.
Bajo del ascensor y me acerco a la puerta que esta al fondo, la secretaría de Marcus me sonríe.
—Buenos días, el Señor Marcus no está disponible en este momento.
—En realidad traigo algo para él —me examina por unos segundos.
—Soy Juliette.
—Ah, sí —se acomoda las gafas—. La novia del joven Adam —asiento.
—Sí, traigo el setlist de la banda.
—Por supuesto, pase señorita Juliette.
Le agradezco y entro a la oficina, es muy amplia, con una vista increíble de la ciudad, sus cuadros llenos de reconocimientos y discos tanto de oro como platino están colgados en la pared, nota de inmediato mi presencia.
—Juliette —se recarga en la esquina de su escritorio y deja ahí el vaso de whisky—. Que agradable sorpresa, justo estaba pensando en ti.
Haré de cuenta que no es un comentario incómodo.
—Traigo el setlist de la banda, Trevor tuvo que hacer unas cosas.
—Sí, Trackmind me ha estado pisando los talones para que libere a Hidden de su contrato.
No creí que conseguir respuestas fuera tan sencillo, vaya, ni siquiera pregunté.
—Pero no quiere hacerlo —concluyo—. Está ganando demasiado con la banda, no le dará el fajo de billetes a otra disquera.
—Eres lista —me sonríe—, pero en realidad no es por eso que declino la oferta, tengo planes.
—¿Planes?
—Bastantes personales, Juls.
Cállate a ti no te queda.
No es momento para distraerme con mis propios pensamientos
¿Crees que soy un simple pensamiento?
Solo cállate.
—Es Juliette —zanjo.
—Claro, Juliette —remarca mi nombre—. No mentí cuando dije que estaba pensando en ti, eres la pieza clave en este juego.
Bien, respira, no es la gran cosa, todos aquí están dementes, ¿wué más da lidiar con uno? Dije que me andaría con cuidado entrando a la boca del lobo, pero jamás creí que fuera tan aterrador.
Creo que estás a punto de hiperventilar.
—No entiendo a qué se refiere.
Saca una carpeta de uno de sus cajones y la deja sobre el escritorio.
—Creo que tengo algo que podría interesarte, demasiado diría yo, por favor léela.
Y sin saber por qué, lo hago. Es todo un expediente de Adam
Adam Stone Smith, nacido el 3 de marzo de 2017, hijo de Marie Smith y William Stone, nacionalidad británica, abandonado a los cuatro años por su padre por causas desconocidas, su madre se mudó con él a Hover, creyendo que encontrarían cierta estabilidad en dicho país.
—¿Cómo consiguió esta información?
—Hay gente que hace todo el trabajo por un poco de dinero.
—¿Mandó a un detective a investigar la vida privada de mi novio?
—No me negarás que es interesante averiguar más sobre la vida de Adam. ¿No te interesa? Podrás saber lo que le gusta, cosas como su comida favorita, a qué es alérgico, lo que no te ha contado, o las cosas que hizo mientras estuviste tres años lejos de él, es bastante interesante.
—No, gracias, me diría lo obvio, por si no lo sabe parte de una relación es la comunicación, algo que se me da muy bien con Adam, no hace falta leer todo un expediente.
—Supongo que a partir de hoy esa comunicación se verá un poco afectada.
—¿Qué está tratando de decir?
—Si no quieres saber lo que el expediente dice, apuesto a que este otro será más interesante para ti —deja otro frente a mí.
Sigo leyendo, es información personal, pero se centran en su personalidad, ¿qué es esto?
Por las descripciones que me da, Adam es una persona centrada en lo que hace, actúa como cualquier joven de manera impulsiva y sin razonamiento pleno de lo que hace o las consecuencias que sus acciones podrían tener, pero teniendo un objetivo fijo no hay nada que lo haga cambiar de opinión; es el mejor amigo de un paciente que tuve, no puedo revelar más información dado que es confidencial, lamento decepcionarlo, pero si todo lo que me comenta es cierto, Adam tiene cierta dependencia hacia la banda, por la información que me ha proporcionado puedo ver que tenía problemas de drogas, y que tras la muerte de su amigo tuvo una recaída severa, recomponiéndose sorprendentemente de manera rápida tras recibir ayuda.
Es un chico lleno de vida, ánimo y dispuesto a todo con tal de conservar la única cosa que debe amar más que a nada: Hidden. De haber complicaciones en este ámbito de su vida se puede correr con riesgo de que tenga una recaída, aconsejo que de ser así sea tratado lo antes posible y encantado le ofrezco mis servicios, sobre todo porque conozco al chico, recordándole siempre que bajo ninguna circunstancia permita que se auto medique.
Mis más sinceros saludos.
—Christopher. J. Psicólogo y psiquiatra de la Institución TTSJH (Trato de Trastornos Severos Juvenil de Hover)
La información me deja boquiabierta, no hay necesidad de querer contactar a un especialista para esto, el nombre me suena, creo que fue la persona que estuvo tratando a Hailey hace un par de años.
—No entiendo porque me
—Quiero que te alejes de la banda —suelta sin mirarme.
—¿De la banda o del líder? —me cruzo de brazos y obtengo su atención.
—Ambas —sonríe con malicia.
—¿Qué le hace creer que haré tal cosa? Puedo salir, comentarle todo esto a Adam y entonces no tendrá que preocuparse por cancelar el contrato porque él mismo lo hará.
—¿Le harías eso? Creí que eras mejor novia, junto con todo el expediente de Adam su carrera musical se verá afectada si sale a la luz —saca otra carpeta y la sostiene en la mano—. Me alegra que hayas visto la información de su personalidad, pero yo tengo la verdad de Adam, aquí en mis manos —se entretiene revisando las hojas—. Detenido en más de una ocasión, es bien sabido que consumía drogas, ahondar en cómo las conseguía le traería conflictos.
Sigue hablando de más cosas, cosas que solo lo perjudican.
—La cosa es, querida Juliette, que solo quiero lo mejor para la banda y que te marches es esencial para sacar a relucir el talento de Hidden.
—Miente, nadie llega tan lejos solo para apoyar a una banda, menos si se muestra todo el tiempo indiferente —guarda silencio—- ¿Por qué? No hay necesidad de hacer esto.
—Rómpele el corazón a un músico y serás su mejor canción, tu partida es más benéfica de lo que crees, aunque si no haces caso
—¿Qué? —interrumpo—. ¿Planea amenazarme?
—A ti no —sus ojos se tornan oscuros—. Sal de aquí, cuéntale a Adam lo que sucede, haz que ya no trabaje conmigo, tan pronto hagas eso yo sacaré a relucir el pasado que ha tratado de ocultar estos tres años, espero que sepas que Trackmind no acepta a cualquiera y tan pronto vea qué clase de líder tiene Hidden créeme que nadie más querrá acoger a la banda, estarás arruinando todo lo que importa a tu novio por un simple capricho y por intentar se la heroína de la historia —me quedo inmóvil—. Anda, ve y haz lo que te pido, creo que hasta facilitas las cosas, solo que en cuanto Adam pierda a Hidden el tendrá
—Una recaída —completo.
Los mil y un argumentos que tengo para responder desaparecen de mi mente, no puedo concentrarme, solo pienso en que no puedo ver a Adam de esa forma, no sabía que había estado batallando tanto, quiero decir, sé que se drogaba, ¿pero llegar a estos extremos? No puedo, no quiero que vuelva a eso, una cosa es perderme a mí, se repondrá lo sé, pero perder a Hidden... No, eso lo matará y seguir por ese camino de depresión solo lo llevará a terminar igual que... No, no, no, no, no lo perderé de esa manera.
—No te estoy pidiendo que te mudes a otro país, solo que rompas con él no es muy difícil.
—Solo quiere que le rompa el corazón, ¿qué le hace pensar que eso no lo pondrá peor?
—Porque en serio necesito que lo lastimes tanto, que lo único que espero que sienta cuando todo esto se acabe sea odio, canalizaré ese odio y el dinero vendrá a nosotros, no se pondrá peor porque te odiará tanto que concentrará su atención en la banda.
—¿Qué quiere que haga?
—Sé creativa, tampoco te daré las respuestas a todo.
—Si lo hago, su carrera musical
—Será un éxito —sonríe—. Cumplirá su sueño, seguirá con la banda y todo será mejor.
—¿Por qué deshacerse de mí?
—Te dije que mis planes eran personales, darte mis razones sería exponerme demasiado y si intentas comentarlo con alguien más el resultado será el mismo, Adam sale perdiendo sin importar lo que hagas y creo que te importa demasiado como para permitir que algo tan trágico como esto le suceda, si es que en verdad lo amas, lo harás porque lo amas, ¿no es así?
—Sí —respondo en un hilo de voz.
—Bien, ¿qué harás?
—Romper su corazón.
Salgo de la oficina sin decir más, siento como si todo estuviera dando vueltas, trato de que él no lo note, debo pensar bien esto, quizá aún tengo una posibilidad de arreglar las cosas, actuar sin que Adam salga perjudicado, en eso se va toda mi tarde, físicamente estoy con él, pero mentalmente no tengo cabeza para dejar de pensar en las palabras de Marcus, dudo mucho que su propósito sea realmente ayudar a que Hidden alcance toda la fama que una banda pueda tener, algo pasa, esto es demasiado personal, pero no logro entender qué sucede.
Para mi sorpresa cuando voy a encontrarme con Adam, Hailey está ahí, siento que verla es lo único bueno que ha ocurrido desde el infierno que pasé en esa oficina, charlamos un poco, vino a arreglar un par de cosas y de paso estar en el concierto de Adam, quizá sea el último en el que yo esté con él.
—Supongo que un par de días, tengo que volver a Sydney —Hailey es como una hermana para mí y me conoce bien, parecía que trataba de analizarme—Oye, lindo collar.
—Gracias, me lo regaló Adam —necesitaba cambiar el tema —¿Te veré en el concierto entonces?
—Por supuesto, si tienen tiempo después podemos ir a comer algo o qué sé yo, necesito escuchar todo sobre la banda y saber cómo te va a ti —me miró entrecerrando los ojos —mi tía me dijo que conociste a un director de cine que quiere que trabajes con él.
Me tensé, pero no porque estuviera preocupada sino porque ahora tenía miedo, él era la respuesta, él sería la pieza que yo necesitaba para lograr desatar todo este caos, ahora solo debía convencerlo, si realmente Adam puede perderlo todo por culpa de ese idiota lo menos que puedo hacer es evitarlo.
—Sí, supongo que ya hablaremos de eso.
—Me encantará escucharlo todo, bueno, chicos, tengo que irme el deber llama.
Se despidió de nosotros y subió a su auto alejándose de nosotros.
—¿Estás bien? —me pregunta una vez que estamos solos.
No, no estoy bien, estoy a punto de alejarme de ti para siempre.
—De maravilla.
—Juls...
—Oye, ¿podemos ir de nuevo al estudio? Dejé mi bolsa ahí.
—Por supuesto.
No hubo conversación durante el viaje, me atrevería a decir que este silencio era bastante incómodo, algo que no suele pasar entre nosotros.
El camino era corto, yo lo sentí como si hubieran pasado horas, las palabras de Marcus resonaban en mi cabeza, y puede que tenga razón, si no hago lo que me dice, no importa cuánto me esfuerce, Adam saldrá perdiendo; todavía recuerdo las tardes que pasó en casa conmigo, contándome con una sonrisa de oreja a oreja cuánto le emocionaba la idea de formar una banda, a veces se detenía a sí mismo, diciendo que sería mejor que guardara silencio ya que probablemente me estaba abrumando con el tema, pero no era así, en absoluto, podía pasar horas y horas escuchándolo, ese brillo en sus ojos era especial y me sentía orgullosa de que apareciera cuando hablaba de sus sueños y en especial, cuando me miraba.
Terminar con esta relación es claro que nos dolerá a ambos, a estas alturas ya no sé quién pueda resultar más afectado, sonará exagerado, pero ya no imagino mi vida sin él, sin sus comentarios, sus bromas, su sarcasmo, no puedo pensar un día sin tener sus besos, sus manos recorriendo mi cuerpo, o algo tan sencillo como acostarme sobre su pecho y escuchar su corazón latir ¿En serio renunciaría a esto? ¿A nosotros? Tiene que haber una forma de arreglarlo, una donde los dos salgamos ganando, una donde por fin tengamos el felices por siempre que merecemos.
—¿Todo bien en el banco? —me detuvo cuando estábamos por irnos, ya tenía mi bolsa
—Sí, retirar el dinero no fue problema.
Mentí, ni siquiera había sacado el dinero, otro problema en el que pensar, pero era en lo que menos quería enfocarme en estos momentos.
—Y entonces, actúas raro porque... —esperaba mi respuesta
—No estoy actuando raro.
Maldición, me conoce tan bien.
—Juls, sabes que puedes contar conmigo para lo que sea.
Al carajo todo, lo amo y me ama, podremos salir de esta juntos, tengo que decirle la verdad
—Hay algo que quiero decirte —me quedé callada.
Marcus estaba tecleando algo en su celular, después me miró fijamente, sentí un hormigueo por todo mi cuerpo cuando enarcó una ceja y entendí que me pedía que no arruinara el plan.
—¿De qué se trata, Juls?
—Yo... yo quiero
Su teléfono empezó a sonar, lo sacó molesto del bolsillo y respondió.
—¿Qué quieres? Estoy ocupado —permaneció callado unos segundos que yo sentí como una eternidad—. ¡¿Qué?! ¿Cómo que la posibilidad de que cancelen el concierto? No pueden hacerlo. Ajá. Sí. De acuerdo arréglalo. Bien —colgó.
—¿Qué pasa?
Por favor dime que no tiene nada que ver con la amenaza de Marcus.
—Trevor dice que hay una posibilidad de que nos cancelen el concierto —comenta frustrado—. No sabe qué pasó, pero buscará la forma de arreglarlo, volviendo a nosotros
No, esta vez sé que ese hombre está hablando muy en serio, no hay alternativa, tengo que hacerlo, no dejaré que lo pierda todo, no cuando toda su vida ha luchado por esto.
—No es nada —me acerco a besarlo—. Tengo hambre, ¿podemos ir a comer algo? Tengo ganas de contarte lo que haré en mi nuevo proyecto.
—Claro —respondió dudoso.
Subimos al auto y me llevó a un restaurante
—¿Estás mejor, amor?
—Sí, por supuesto —coloqué mi mano sobre la suya mientras él movía la palanca de cambios y le sonreí, necesitaba convencerlo de que todo estaba bien.
* * *
22 de junio de 2038
Horas antes.
Aproveché cada segundo que tuve para observarlo, verlo dormir tan plácidamente, viéndolo de esa forma parecía que no mataba ni a una mosca, quité un mechón de su cabello y lo acomodé, acaricié su mejilla con suavidad, aprecié cada rasgo de él, me atrevo a decir que incluso lo vi más apuesto que antes, me aferré a esa imagen de él acostado a mi lado.
Dolía, tal vez porque sabía que esta era la última vez que lo vería, para cuando él llegue yo ya me habré ido, que horror, no merece que le haga esto, pero tendré que irme sin dar explicación alguna, es lo mejor, al menos dolerá un poco menos si no hay una despedida, ni él ni yo somos buenos para esas cosas. Adam murmuraba algo entre sueños, dejé un besó en sus labios.
—Te amo —susurré—. Te amo quizá desde el primer momento en que te vi, nunca me había sentido con nadie como me siento contigo, estoy segura a tu lado, siento que puedo ser yo misma, conocía tu reputación desde antes, pero al ver que eras diferente conmigo dije «miren, no es el bad boy que todos pensamos que era»
» Me mostraste la versión autentica de ti, la que sé que no le muestras a cualquiera, me sentí especial por eso, y la primera vez que te besé, wow, te juro que en ese momento supe que no quería a nadie más a mi lado, nadie que no fueras tú, lamento mucho lo que haré, pero es la única manera, te amo tanto que estoy dispuesta a dejarte ir, solo para que cumplas tus sueños.
», Gracias por darme la felicidad que siempre quise, porque fuiste mi principio, lamento que no puedas ser mi final —derramé una lágrima—. Te amo, quisiera encontrar mejores palabras que describan lo que siento por ti, pero no las hay, te amo —repetí—. Es lo más real que he sentido en toda mi vida.
A la mañana siguiente me levanté temprano, en realidad ni siquiera dormí, pasé horas observando a Adam dormir y lo tranquila que era su respiración, escribí una nota y la dejé sobre la cama, hora de iniciar con el plan, pero antes, habrá que aclarar las cosas con mis padres.
Salí del apartamento, subí a un taxi y fui a desayunar con mis padres, por suerte papá y mamá habían organizado su agenda y pudieron darme un par de horas, durante el desayuno todo estuvo tranquilo, me comentaron como les estaba yendo en el trabajo, lo mucho que me extrañaban y claro que les conté algunos detalles de mi audición sin omitir la parte donde Adam entra solo para verme y después es descubierto por un guardia, la anécdota hace que suelten más de una carcajada.
Bueno, ha llegado el momento complicado.
—Sé que ya deben volver al trabajo, trataré de ser breve —empiezo—. Recibí una oferta de trabajo increíble, hace poco un director de cine que fue parte del juzgado en mi audición.
—En la que no quedaste.
Qué directa, mamá.
—Sí, en la que no quedé, me llamó porque dijo que le había gustado mi desempeño y la manera en que me desenvolvía con naturalidad en el escenario, nos conocimos, charlamos un poco, se supone que esa sería mi entrevista.
—Y adivino —intervino papá con una sonrisa—. Ha quedado encantado contigo.
—Afortunadamente, seré la protagonista de su siguiente película —ambos se sorprenden, se levantan y se acercan para abrazarme, emocionados.
No dejan de felicitarme y de decirme lo orgullosos que se sienten de mí, mamá frunce su ceño al notar que no estoy dando brincos de alegría.
—¿No estás emocionada por la noticia?
Pues me duele más dejar al chico que amo en estos momentos.
—Sí, sí, claro que me emociona.
—¿Temes a la reacción de Adam? —pregunta mi padre—. El chico está más que enamorado de ti, seguro que se emocionará cuando se lo digas.
—Sí... la cosa es que grabaremos en Nueva Zelanda.
Me sorprendió que no se opusieran a eso.
—Ve el lado positivo, conocerás Nueva Zelanda.
—Y escuché que hay chicos apuestos ahí —mamá guiña un ojo.
—Pero eso no es lo que te preocupa —concluye papá.
—No —negué—. Estoy aquí por la confianza que les tengo, dentro de unas horas, si todo sale de acuerdo al plan, verán en prácticamente todos los medios de comunicación, que engañé a Adam.
—¿Cómo? —preguntan al mismo tiempo.
—Solo puedo decirles que hago esto por el bien de Adam, porque quiero que cumpla sus sueños, nadie más que él lo merece.
—Hija, creo que no estamos entendiendo.
—Hay una persona —no quiero involucrarlos tanto así que no diré nombres—. Esa persona tiene algo en contra de Adam, y me duele aceptarlo, pero esta vez ganó, es él quien quiere que me alejé de Adam, es por eso que la prensa creerá que lo engañé.
—¿Y quién es esa persona?
—Dar más detalles pone en peligro la carrera musical de Adam.
—Hija, si te amenazaron de alguna manera.
—Ese es el problema, papá —interrumpí—. Que no me amenazaron a mí.
—¿Y entonces a quién?
—Adam —contuve las ganas de llorar al recordar mi encuentro con Marcus—. Tienen información sobre él, información que si sale a la luz arruinará todo lo que tanto trabajo le ha costado conseguir, créanme que de haber otra forma de arreglar esto ya lo hubiera hecho, pero no la hay y lo único que puedo hacer para que él pueda cumplir sus sueños es alejarme, no es lo que quiero, sin embargo, tengo que hacerlo.
—Tiene que haber otra forma.
Mamá siempre suele decir que hay más de una solución a un problema, este por desgracia, no es el caso.
—Quisiera que así fuera, creo que esta oferta de trabajo llegó en el momento adecuado, Adam y yo terminaremos y no dolerá vernos porque estaré a miles de kilómetros de distancia.
—Está comprobado que existe la muerte por un corazón roto —habló en tono serio.
—No será el caso, papá, descuida.
—¿Qué podemos hacer para ayudarte?
—Nada en realidad, mamá, solo necesitaba que lo supieran y no piensen lo peor de mí.
—Eso sería imposible, pequeña.
Creo que ni siquiera me había detenido a pensar cuánto extrañaría a mis padres, estaba tan ensimismada en mis pensamientos, que tampoco me había puesto a pensar que iría a Nueva Zelanda y grabaría una película. Que locura.
—Dudo mucho que venga a verlos, Adam estará ocupado odiándome, pero si lo hace, si viene en busca de una explicación con ustedes, por favor no se la den, díganle que no tenían conocimiento de nada, que a ustedes también les tomó por sorpresa enterarse de esta manera, convénzanlo de que están decepcionados de mí.
—Lo haremos, tranquila.
Centré mi mirada en papá, necesitaba que me dejara en claro que haría lo que le pedía.
—¿Tanto te importa ese chico?
—Más que a mi vida, te lo aseguro.
—¿Por qué?
—Porque lo amo —sonrió de lado.
—Adam dijo exactamente lo mismo —suspiró y habló tal vez no muy convencido—. Bien, si viene a buscar respuestas le diremos que no sabemos nada.
—Gracias.
Se levantaron y yo copié su acción, intercambiamos miradas y segundos después nos abrazamos, dejaron en claro cuánto me amaban y que esperaban que me fuera bien en el rodaje, claro que también les dije que los echaría de menos y prometí llamarlos con frecuencia para que me tuvieran al tanto de cómo iban las cosas en el trabajo y cómo están.
Se me hizo un nudo en la garganta cuando bajé el vidrio del taxi y me despedí de ellos, los mantendría al tanto de todo, pero no sería igual, los extrañaré probablemente más de lo que deba.
* * *
—Sé que es mucho pedir, pero eres mi única oportunidad de que esto se arregle, lo amo como no tienes idea, pero debo hacer esto.
Estaba en el bar de Zach, supuse que aquí tendría más privacidad ya que los chicos se habían acostumbrado a que cuando querían un poco de alcohol lo compraban en alguno de los bares de Bridgen.
Le conté todo a Cory, quizá debe estar pensando que estoy loca, que le pido demasiado, además de que lo estoy involucrando en todo un escándalo que lo perseguirá por un buen tiempo. No mentí cuando dije que habíamos congeniado bien, no creí que tendría que hacer esto, pero era mi única opción.
—Dijiste que Marcus logró que casi cancelaran el concierto —asiento—. Bien, no sé con qué clase de persona esté lidiando tu novio, me parece bastante noble lo que estás haciendo, arriesgas demasiado, pero entiendo por qué, ojalá hubiera más personas que amen como tú, lo haré —finaliza.
No podía creer que en serio me estuviera ayudando.
—Sé que es mucho lo que pido.
—Ser parte de un escándalo es parte de mi día a día —comenta—. La verdad es que estoy acostumbrado a eso y más ahora que estoy por comenzar una nueva película, ya sabes todos especulan sobre cientos de cosas, quieres que nos hagamos pasar por novios ¿no?
—Sí, aunque la prensa irá con todo por mí, tachándome de zorra y quien sabe cuántas cosas más.
—¿Estás lista para eso? —contesto un mensaje sin mirarlo.
—Sí
La verdad es que la cosa sería creíble, sí me iré con él, afortunadamente la película para la que seré protagonista tiene que grabarse en Nueva Zelanda y estaré a kilómetros de Adam, no creo tener el coraje suficiente como para hacerle frente a todo esto, si me quedo en algún momento querré correr a sus brazos y le diré la verdad, en el momento en que lo haga su carrera musical y el mayor sueño de su vida se verán destruidos, no puedo hacerle eso.
Estamos un rato en el bar y después nos vamos al apartamento, tengo que preparar mis maletas, paso horas ahí, la verdad es que no tengo la gran cosa, pero guardar todo esto me está tomando demasiado tiempo.
—Espero que estés segura de lo que haces —dice mientras me ayuda a guardar unas blusas en la maleta—. Si quieres podemos hacerle frente a todo esto y
—No —interrumpo—. Necesito hacerlo, de otra forma él lo perderá todo.
Recibo un mensaje
Adam: Juls, ¿tienes tiempo para comer?
—Incluyéndote —respondo el mensaje sin mirar a Cory.
Yo: Lo siento estoy ocupada, te veré en la noche.
Adam: Claro, impresiona a todos como siempre. Te amo
Yo: :)
—Se repondrá, no será la primera vez que alguien lo lastima de esta manera —me duele mucho hacerlo, me prometí que no lo lastimaría, pero lo haré si me quedo—. Soy una horrible persona —empiezo a llorar—. Le haré lo mismo que le hicieron las otras, Adam cambió por mí y no es justo que
—Shhh —me abraza y no puedo contener las lágrimas—. Eres todo menos una mala persona, estás haciendo esto porque lo amas, sacrificas tu felicidad a su lado para que él tenga lo que siempre ha soñado.
—Lo voy a lastimar.
—Y se va a reponer, tú misma lo has dicho —me limpia las lágrimas—. Debemos hacer que funcione.
Me tranquilizo después de unos minutos. Seguimos guardando las cosas, no sé cuánto tiempo transcurre, solo sé que es tarde.
—Soy todo un bombón, se la creerán —bromea mientras salimos del apartamento.
Mis cosas ya están en la cajuela, solo falta una maleta, pero necesitamos que nos vean los paparazzis.
No miente, es un hombre apuesto, su cabello negro azabache resalta el color miel de sus ojos, las facciones de su cara están marcadas, es imposible no verlo y suspirar, es alto, fornido y desprende elegancia, claro que todo eso vale un carajo porque estoy enamorada de un rubio natural obsesionado con la guitarra, alto y de ojos verdes.
—Es el momento, nos están viendo, sabes que hacer —me dice mientras me sostiene de la cintura, la prensa empieza a acercarse.
—Sí, perderé con un beso al amor de mi vida.
—Eres joven aún, no sabes si es el amor de tu vida.
—Me hubiera arriesgado toda la vida a descubrirlo y si no, me hubiera encantado la idea de seguir con él de todas maneras.
Escucho murmuraciones, la gente se acerca, es ahora o nunca, asiento con la cabeza y él me toma de la nuca acercándome a sus labios, dejo que él tome el control de la situación, es un beso suave, como si fuéramos dos enamorados sin remedio.
Es Adam, es Adam. Es lo único que pienso para convencerme de esto, estoy besándolo, a Adam.
El beso termina, los flashes de las cámaras no me dejan mirar con claridad, todos tienen preguntas, me marcho siguiendo el plan, él se queda y da la explicación, yo regreso al apartamento por el resto de mis cosas, lamento no poder despedirme de él, no hubiera tenido cara para hacerlo, será mejor así, que se entere y todo listo.
Regreso al apartamento, termino de guardar algunas cosas, siento que todo mi mundo se está derrumbando, Cory ya no debe tardar en venir por mí, solo debo apresurarme y salir de aquí antes de que...
—Adam —lo veo frente a la puerta.
Mierda, mierda, no quería estar aquí, no quería enfrentar esto, tengo que convencerlo, tiene que odiarme.
—¿Qué estás haciendo, Juls?
Juls, no volverá a llamarme así, no volveré a escuchar mi nombre saliendo de sus labios, nunca. Sigo guardando mis cosas, no quiero mirarlo, le aclaro que es la última maleta.
—Lo siento, Adam —intento salir, pero me detiene.
Maldita sea, no quiero mirarte, Adam. No puedo.
—Vi la revista, la prensa ya habla de esto, ¿quieres explicarme qué rayos hacías besándote con Cory?
Lo voy a lastimar.
—Lamento que te hayas enterado de esta forma, pretendía decírtelo ayer.
Solo esta vez, espero no delatarme esta vez, sin jugar con mis dedos, sin morder mi labio, sin titubear, tengo que hacer que me crea y empieza a hacerlo, su cara de confusión me lo confirma.
—¿Eso era lo que querías decirme anoche? ¿De qué se trata me diste sexo de consolación?
No, jamás se trató de eso.
—Adam —me quedé callada unos segundos—. Lo que pasa entre Cory y yo es... —es una farsa—. Es inexplicable, me siento bien con él, me siento completa y creo que es mejor que estar aquí contigo viviendo insegura de lo que pueda pasar, quién sabe un día puedes estar conmigo y al siguiente decirme que te irás de gira por meses, no quiero ese tipo de relación.
—Recién cancelé una y sabes que irías a las giras conmigo.
Canceló toda una gira por mí, solo porque quería pasar más tiempo a mi lado ¿y así le pago?
—¿Y qué te hace creer que quiero hacerlo? Ese es tu sueño no el mío.
—¿Y tu sueño y felicidad están con ese estúpido chico?
—Sí, siento por él cosas que no he sentido por nadie.
Miento, Adam, solo te amo a ti.
—¿Esto es por la banda? ¿Quieres que lo deje? Lo haré
Jamás te pediría tal cosa.
—No es solo eso.
—¿Crees que vivir juntos es demasiado precipitado? Puedes volver con tus padres, te prometo que saldremos todos los días, cancelaré ensayos si hace falta, puedo hacer que estés en otro apartamento, todo corre a mi cuenta.
—¡No! Basta, Adam, estás haciendo esto más difícil.
Solo quiero que esto acabe.
—Juls no me hagas esto, por favor... quédate —escucho como se quiebra su voz y eso solo me parte el alma.
—No puedo hacerlo, lo siento, él me está esperando, nos vamos, tenemos un vuelo que tomar, empezaremos la grabación de la película lejos de aquí.
—Dijiste que me amabas y que nada cambiaría eso.
Y no mentí.
—A veces hacemos promesas que no podemos cumplir
—No —se rehusaba a aceptarlo, incluso lastimándolo se niega a desconfiar de mí—. Nosotros siempre hemos sido la excepción, tres años después y al fin pudimos estar juntos, más enamorados, más preparados el uno para el otro, Juls te amo
Y yo a ti.
—Adam.
—No, mírame —sostuvo mi rostro en sus manos—. Te amo, más que a nada, más que a nadie, te amo tanto que me quema, es un sentimiento tan profundo que sé que nadie podrá igualar, que no amaré a nadie como te amo a ti —sostiene mi mano y la lleva a su pecho—. Te dije que este espacio es tuyo, late por y para ti —aparté la mano
—El problema es..., que el mío ya no late por ti.
Salí del apartamento con la maleta antes de que el plan se viniera abajo, mis piernas me temblaban, las lágrimas ya están a punto de salir, no puedo permitirme que me vea de esta manera, sabrá que miento y no lo permitiré. Adam, lo siento tanto.
—Dijiste que no importaba mi pasado ni lo que haya hecho, sea el Adam alegre o el roto ¿Recuerdas? prometiste que me seguirías amando igual.
—Lo lamento.
Cory bajó para guardar la maleta en la cajuela, me susurró que no lo hiciera más difícil y subió a su auto, tenía razón, lo mejor era ya no escucharlo.
—Juls, ¿yo soy el problema?
Esta era la parte que quería evitar, carecía de fuerza para abrir la puerta del auto.
—No, Adam, esta vez soy yo.
—No puedo perderte, no a ti, amor.
—Lo lamento —abrí la puerta, cerré mis ojos con fuerza.
—Espera, mírame —fue inconsciente mi movimiento, me giré hacia él.
—Adam tengo que
—¿Es lo que quieres?
La pregunta me tomó por sorpresa, siempre había exigido sinceridad ante tal pregunta, quizá algunos lo veían absurdo, pero si Adam pregunta eso es porque aceptará sin oponerse cualquiera que sea la respuesta, es algo muy suyo, algo que solo los allegados conocemos, los chicos están ahí, mirándome, esperando que responda, puedo sentir sus miradas asesinas, me odian, espero que él termine haciéndolo también.
Tengo que hacerlo, tengo que romper su corazón.
—¿Es lo que quieres, Juls?
—Sí —no titubeo ante mi respuesta.
Noto la decepción que tiene, me mira como... como si me desconociera, de inmediato cambia su actitud, levanta la mirada, endereza su postura, ya no hay rastro del chico que me amó, me encargué de joderlo.
Misión cumplida. Seguro ahora me odia.
—Buen viaje, Juls —habla sin expresión alguna.
Subo al auto y de inmediato se aleja de ese lugar, no me contengo más, me suelto a llorar de nuevo, Cory mantiene fija la mirada en la carretera, pero acaricia mi espalda.
—Lo hiciste por amor —me recuerda.
—Lo lastimé de la misma manera en que ellas lo hicieron, jamás me perdonará —trato de calmarme.
Ya dejé atrás lo único a lo que me aferraba, lo único que quería, más bien lo único que amaba.
«No» No era lo que realmente quería.
"Buen viaje, Juls" sus palabras me taladraban la cabeza.
Lo convencí, él también me dejó ir.
Debí haber terminado el libro aquí jajaja.
Tranquilos que hay más.
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