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15 | ¿Es lo que quieres?

Creo que solo nosotros somos realmente conscientes del caos que una simple acción desató. No teníamos cabeza como para estar pensando en una celebración, tampoco quisimos dejar a Donovan solo, en especial Chloe así que fuimos a su apartamento, Cindy aseguró que se quedaría en un hotel y eso lo calmó un poco. Estuvimos horas con él tratando de conectar los acontecimientos, investigando.

—La edad coincide con la fecha en que se alejó de mi —habla pensativo.

—Igual pudo mentir —aclaré.

—Sí, no te fíes mucho de lo que te dice, puede que el niño ni siquiera tenga esa edad.

—Gracias, por estar aquí, chicos.

—Por nada, poste.

—Para eso estamos.

Seguimos investigando lo más que pudimos, no obteníamos nada que nos asegurara que ese hijo era suyo, así como tampoco encontrábamos pruebas de que no lo fuera, y yo que creí que mi vida no podría tener más drama. Donovan intentó contactar a sus padres, pero cada intento fue en vano.

—Dejaron muy claro que tras cruzar esa puerta tendría que olvidarme de mi familia, creo que lo decían en serio —habló mientras tecleaba en su teléfono.

Por más horas estuvimos ahí, sigo sin creerme que la loca haya tenido las agallas de regresar, ¿con qué cara lo hace después de todo lo que lo hizo pasar? ¿Quién se cree que es? Es claro que la ruidosa es quien más está indignada con esta situación, me sorprendió que no le soltara un golpe, ella puede llegar a ser algo impulsiva, y si se trata de comparar, un golpe de Chloe y la pobre Cindy terminaría en el suelo, recuérdenme no meterme con una Chloe enfadada.

—Esto lo cambia todo, chicos —se notaba la preocupación de su voz.

—Estaremos bien —Chloe sostuvo su mano y pareció que se relajaba un poco—. Siempre salimos de los problemas —asiente.

—Debe tratarse de un malentendido, con suerte tú tienes razón y solo viene por dinero —interviene Juls—. No hay que sacar conclusiones apresuradas.

—No tenemos idea de cuáles puedan ser sus intenciones —habla Johnny—. Esto se salió de control.

No era momento para ponernos negativos, al menos no ahora, ni siquiera tenemos la información completa, Juls tiene razón, no hay que sacar conclusiones apresuradas de lo contrario solo nos preocuparemos más.

—¿Qué más podemos hacer? —obtengo su atención.

—Nada, solo queda esperar que amanezca para que podamos ir a la clínica, menos mal que ahora este tipo de cosas son más rápidas y se pueden hacer en sitios especiales.

—No queremos dejarte solo —opina Johnny.

—Solo quiero descansar un rato, necesito aclarar mis pensamientos.

—¿Y si es tuyo?

—Chloe —habla entre dientes Sandra.

—No soy tonta, estuve ahí, si resulta que ese hijo es de Dono entonces él —toca su cabeza como si estuviera a punto de explotar—. No puedo creerme que tengas un hijo

—Tampoco lo sabía hasta hace unas horas, escúchame si el niño es mío entonces

—Te irás —completa—. Y eso cambia todo —se levanta del sillón molesta—. Lo cambia todo, para ti y para mí, para nosotros y de paso se jode la banda —limpia las lágrimas que resbalan por sus mejillas con brusquedad, como si le molestara estar llorando.

—Chloe —se levanta y se acerca a ella, se escucha el pesar en su voz.

—La maldita le está poniendo fin a algo que ni siquiera hemos empezado, nosotros.

—Estás sacando conclusiones apresuradas —interviene Johnny.

—Soy realista.

—Ven, vamos a prepararte un té —se ofrece Juls y la lleva a la cocina junto con Sandra.

Aprovechando este pequeño momento de privacidad Donovan se desahoga con nosotros, nos deja en claro cuánto le aterra saber la verdad y lo mucho que le preocupa que el niño pueda ser suyo, hace unos años hubiera estado encantado de ayudar en esto a Cindy, se supone que estaban enamorados, pero ahora, él asegura que ya no siente nada por ella y que le hubiera fascinado empezar ese romance con Chloe. En verdad se le veía entusiasmado con eso.

—Supongo que no puedo hacer nada, solo esperar, la llevaré a una clínica y la prueba me dirá que tengo que hacer —sorbió su café.

—Debes considerar la idea de que tal vez no es tu hijo —a diferencia de él le doy un trago a un vaso con tequila.

—Adam tiene razón, piensa que puede tratarse de un error.

—Pues está montando todo un show para ser solo un error, ella está segura de que es mío, ustedes la escucharon, dijo que no abortó y eso puede ser una posibilidad, jamás supe a dónde se fue, si mi padre le pagó para que se marchara debió dar por hecho que se deshizo del bebé ya que no habíamos recibido en nuestra vida interferencia de su parte después de eso, pero no podemos asegurar que haya abortado, ¿qué gana haciendo todo esto?

—A ti —ambos me miran frunciendo el ceño—. O tu dinero, como quieras verlo, el punto es que por muy loca que esté y los cientos de errores que haya cometido ella debe quererte de una extraña y retorcida manera y hasta cierto punto es normal querer que las cosas vuelvan a ser como antes, ustedes juntos, siendo felices en Canadá, tu vida estaba allá y la suya también, quiere recuperar eso.

—No suena tan descabellada la idea, Dono, entra dentro de las posibilidades.

—Sé que quiere regresar a los días donde éramos dos jóvenes estúpidos y enamorados, pero mi vida ya no está en Canadá, está aquí en Bridgen con ustedes, con la banda, con Chloe y no quiero renunciar a eso solo porque una persona de mi pasado regresó alegando que tiene un hijo que es mío, ¿se dan cuenta de lo alarmante que suena eso?

Sí, esa chica está loca.

—Lo sabemos, pero por más tonto que suene debes mantenerte positivo y a la vez realista, pensar en que existe la posibilidad de que esto se salga de control y termine mal, así como también está la posibilidad de que esto se trate de un error, ese niño no sea tuyo y ella se marche de tu vida finalmente.

—No sé si puedo ser positivo en estos momentos, Johnny.

—Pues tendrás que hacerlo —afirmo—. Y si no lo haces por ti, hazlo por ella.

Nuestra mirada se centra en Chloe quién nos está dando la espalda, está hablando con las chicas, se le ve más tranquila, no puedo evitar ver a Donovan, sus ojos brillan cuando se centra en aquella chica

—La villana del cuento regresó justo cuando iba a empezar mi felices por siempre.

—Vas a tener el final que quieres —aseguro—. Porque la quieres y ella te quiere a ti ¿viste lo molesta que se puso cuando apareció? Cualquier otra chica se hubiera alejado de la situación y aquí está contigo, sí, claro que está alterada, preocupada y asustada, lo último que quiere es perderte, pero sigue aquí.

—Siempre ha estado aquí para mí, no es como las demás y eso me enamoró de ella, que en vez de tratar de ligar conmigo el primer día que me conoció empezó a molestarme —sonríe de lado—. cuando nos conocimos dijo que nada pasaría entre nosotros por ser miembros de la misma banda y que esperaba que actuara como un profesional.

—Es muy exigente, ¿eh? —asentimos todos de acuerdo—. Supongo que todos vemos especial a la chica con la que estamos, tu aseguras que Chloe es diferente a todas, yo creo que Sandra es única, centrada y perfecta para mí, aunque yo no sea ni la mitad de lo que merece, y Adam enamorado llega al extremo de pensar que Juliette es la perfección andante.

—¿Qué te digo? —levanto los hombros—. Me complementa de muchas maneras.

Tras asegurarnos de que Donovan está mejor nos marchamos del apartamento, menos cierta Señorita morena que permanece a su lado, supongo que pasará la noche con él, Juls y yo nos despedimos del resto y subimos al auto, la veo un poco triste, es una de las personas más empáticas que conozco y creo que estar con Chloe le afectó un poco, llegamos al apartamento y nos dirigimos a la habitación, dudo que Johnny llegue hoy, seguro se quedará con Sandra.

Nos cambiamos y minutos después ya estamos dentro de las sábanas, siento algo extraño, como de esas veces que crees que algo malo sucederá y el ambiente en el que te encuentras tampoco ayuda mucho, un presentimiento quizá.

—¿Estás bien?

Me atrevo a preguntar esperando que no se suelte a llorar, siendo honestos, entro en pánico cuando lo hace.

—Sí, es horrible lo que están pasando los chicos.

—Sí, ambos están mal.

—¿Qué pasará con la banda si Donovan se va? —se voltea para mirarme.

—No lo sé —suspiro.

—¿Dejarás todo?

—Tampoco lo sé, Hidden no es un grupo de personas que tocan instrumentos, Hidden somos nosotros, lo de menos es conseguir otro baterista, pero sentiría que mi familia está incompleta sin Donovan, o si no estuviera Chloe, o si Johnny se marchara.

—La banda lo es todo para ti, ¿no es así?

—Todo es decir poco, después de ti la banda es lo mejor que tiene mi vida, si algo arruinara eso me volvería loco, la música siempre ha sido el escape que usé durante todo este tiempo, destruir la banda es destruir parte de mi vida, no podría soportar eso, Juls.

—Tranquilo —acarició mi mejilla con delicadeza—. Eso no sucederá, nadie destruirá la banda.

—¿Por qué estás tan segura de eso? —su silencio me preocupó hasta que finalmente habló.

—Porque eres Adam Stone y sé que no dejarás que eso suceda —deslizo mi dedo hasta su mentón.

—¿Te he dicho cuánto te amo?

—Sí, pero repítelo —la acercó más a mí.

—Te amo demasiado —acomodo el cabello detrás de su oreja.

—Y yo a ti —se acerca para besarme.

—Adam, hay, hay algo que tengo que decirte —habla con la respiración agitada.

—Te escucho.

—Es importante —me detengo en seco y la miro.

—¿Qué pasa? —no responde—. ¿Juls?

—Solo quería decirte que no te preocupes, la banda estará bien, tenlo por seguro.
Ni siquiera yo podría sentirme tan optimista, pero sí, habrá que creer que será así.

* * *

Los rayos del sol entran por la ventana, quiero dormir un poco más y me giro para abrazar a la chica que duerme conmigo, pero no hay nadie en la cama, abro los ojos al notar que su lado está vacío, me dejó una nota.

Tengo que ensayar con el director de cine, tenemos mucho trabajo pendiente, espero regresar para la noche —J.

—También te quiero, Juls.

Esta chica y sus actitudes extrañas no dejan de sorprenderme. Bueno ya estoy despierto, se supone que tengo que estar en el estudio a las 10:00 y no sé en qué rayos invertiré hora y media que tengo de tiempo; tomo una ducha, me preparo algo de desayunar, como era de esperarse Johnny no está, debe estarla pasando mejor que yo eso es seguro, decido no perder más tiempo y salgo del apartamento para ir al estudio, me sorprende que los chicos ya estén ahí, todos menos Donovan, me imagino por qué.

—¿Está en la clínica?

—No lo sé, no responde mis llamadas, quiero suponer que sí —analiza a mi amigo—. Me alegra ver que al menos uno de nosotros la pasó bien, ¿tu buen humor se debe a un polvo mañanero?

—Últimamente están muy interesados en saber sobre mi vida sexual —ambos reímos.

—Es que hemos pensado todo este tiempo que tu vida sexual era un tanto aburrida.

—Ahora veo que no —habla la chica—. Se ve que la pasas mejor que todos nosotros.

—Bueno, es que Sandra y yo nos ponemos

—Sin detalles —intervengo antes de quedar traumado—. Nos consta que la pasas bien, ahórrate lo demás.

Esperamos pacientemente en la cabina, cada uno está centrado en su instrumento, le comentamos a Marcus lo que ocurrió así que recorrimos la hora de nuestro ensayo, la verdad es que creo que a ese hombre todo le da igual, cualquier cosa que no le genere dinero debe pasar desapercibida ante sus ojos, me dijo que no tenía problema con eso que nos aseguráramos que la noticia no corriera hacia los medios de comunicación, algo que en mi opinión es imposible, no sabemos qué hizo Cindy o si ya le contó a alguien más sobre el niño, quizá solo quiere que los medios lo sepan para que Donovan no tenga más remedio que responder por el niño, Marcus fue claro en ese aspecto "¿Jodieron algo? Arréglenlo a como dé lugar y no dañen su imagen"

Lo único que debe interesarle es que sigamos siendo los ídolos de cientos de personas.

Habrá pasado cuando mucho una hora cuando Donovan entró a la cabina molesto, azotó la puerta y empezó a maldecir a cada ser viviente, de milagro nos excluyó entre esa larga lista de insultos, no hicimos nada, no comentamos nada, dejamos que sacara todo lo que tenía que sacar y poco a poco él mismo se había tranquilizado, jamás lo había visto tan frustrado.

—¿Qué pasó? Creí que recibirías la prueba hasta la 12:00, ¿acaso no llegó?

—Sí llegó, Chloe.

—¿Y entonces qué pasó? —preguntó Johnny

Caminaba de un lado a otro, no pronunciaba palabra alguna, tal vez tenía un debate interno entre decirnos o no.

—Suéltalo —pedí.

Antes de responder miró a Chloe.

—Ella sí llegó.

—¿Pero?

—No llegó sola, la acompañaba un abogado, mismo que me enseñó un papel

—¿Qué papel? —preguntó la castaña.

—Una

—¿Una qué? Dilo ya, Donovan —exigió Johnny.

—Acta de matrimonio —permanecimos callados esperando a que continuara—. Tenía mi firma, el abogado dijo que mientras estuviera casado con ella tenía que responder por el niño, ya sabes las leyes ahora son diferentes.

—¿Estás casado?

—¡No! Dios, no, Chloe, no estoy casado, debió falsificar mi firma y eso no debió salirle barato.

—Significa que tiene dinero

—Significa que solo vino a joderme más la vida, Trevor me consiguió un abogado, ya está arreglando el asunto, exigí primero la prueba de paternidad y que después analizaran el acta.

—Debe estar desesperada —hablé sentándome en el sofá.

Los chicos hicieron lo mismo, era mucho para procesar y pensar que todo había cambiado de un momento a otro, ahora vemos lo necesitada que está por obtener la atención de Donovan.

—¿Dónde diablos está Marcus? Se supone que debería estar al tanto de esto.

—No tengo idea, Adam, debe estar en algún viaje de negocios.

—Iré por un vaso de agua —habla Chloe.

Cindy está llegando demasiado lejos con todo este espectáculo, primero regresa después de tres años, luego saca a relucir el tema del bebé, ahora quiere que nos creamos que está casada y lo peor de todo es que la ley se ve involucrada en esto, es comprensible que Dono esté tan molesto, no sé cómo me sentiría en su lugar, las cosas se están complicando y lo que le afecta a uno le afecta al resto, siempre ha sido así.

—Siento mucho lo que está pasando.

—También yo, Johnny, sigo sin creerme que haga todo esto solo para que regrese con ella.

—Eres difícil de olvidar, ¿eh? —intento bromear, se toma a bien el comentario.

—Y yo creyendo que todo este tiempo no podría quitármela de la cabeza.

—Hasta que apareció Chloe —añadió mi amigo y Dono asintió.

—No entiendo cómo es que está soportando todo esto.

—A veces hacemos muchas cosas locas solo por amor, esto debería dejarte claro cuánto le importas.

—Adam tiene razón, céntrate en ella, en que Chloe sigue contigo.

Estaba mirando el suelo, como si encontrara en él las respuestas a todos mis problemas.

—Sigo sin creer que haya falsificado tu firma.

—Yo tampoco me lo creo, cuando llegué a la clínica moría de nervios, solo podía pensar en qué es lo que tendría que hacer si en verdad resultaba ser mi hijo, minutos después ella apareció con un hombre, me lo presentó como su abogado y ahí dentro de la clínica se puso a exponer el caso, me mostró el acta de matrimonio, en ese momento dije «wow, ahora sí se lució con esta broma», pero el abogado me exigió que me hiciera responsable del niño por ser, básicamente, su padre.

—Cada vez entiendo menos la ley —comenté.

—Dímelo a mí, fue una buena jugada, se libró de la prueba de paternidad.

—¿En serio regresarías con ella a Canadá?

—Johnny, le dije que lo haría.

—Sí, pero decir y hacer son cosas diferentes.

—No quiero dejar la banda, Adam, y obvio a ustedes.

—Créeme, es lo último que queremos que hagas.

—Pero, pase lo que pase, no se detengan por mí.

—¿Eh?

Johnny y yo lo miramos enarcando una ceja.

—Si esto se sale de control.

—¿Más?

—Sí, más, Johnny, si eso pasa necesitarán a otro baterista, alguien que haga las cosas mejor que yo por favor.

—No, me niego a aceptarlo.

Si algo en serio me daba miedo era el simple hecho de pensar en perder a Hidden. Esto es todo por lo que he luchado.

—Adam, hay que pensar

—Que las cosas saldrán bien —completé—. La loca se larga, el bebé no es tuyo, te deshaces del acta de matrimonio, estás con Chloe y todo vuelve a la normalidad, eso es lo que hay que pensar.

Los chicos intercambiaron miradas, sabiendo que el tema me pone un poco tenso, por suerte Chloe llegó a interrumpir el silencio en el que nos estábamos sumergiendo.

—Chicos tienen que ver esto —entra Chloe y enciende la pantalla.

"Y seguimos con Jeremy, estamos encantados de tenerlo en el programa"

—¿Qué está haciendo ahí? Es un programa de chismes.

—Sí —aclara Chloe—. Es el más popular del momento.

La televisión sigue encendida no me centro en el programa no tiene sentido lo único que necesito para empeorar mi día es pensar en el idiota que está en televisión justo ahora.

—¿Por qué tendríamos que prestarle atención a un programa de chismes?

—¿No lo ves, Jonathan? Cualquier persona puede llegar, hablar pestes del otro y aunque sea un chisme, la gente lo escucha, se cuestiona, arma sus propias teorías y los problemas surgen, y todo para que llegue a oídos de la prensa.

—Sabemos que lograste enfurecer a los seguidores de Hidden al afirmar que la banda no tenía apoyo y creo que demostraron todo lo contrario —añade la chica y empiezan a salir imágenes de nuestro concierto, de la multitud de gente que había y de nosotros tocando.

—Sí, tengo que admitir que quizá no fue mi mejor elección de palabras, quería asegurarme de que la banda fuera consciente de que sí tienen apoyo, ya sabes para que pudieran apoyarse en sus fans al recibir el golpe, espero que lo vean como yo, solo quise ayudarlos.

—¿De qué carajos habla?

—¿Os parece coincidencia que el tema del programa sea secretos y revelaciones?

—¿De qué golpe nos hablas, Jeremy?

—Oh, creí que lo sabían, no sé si sea mi deber decirlo, puede que solo sean rumores.

—Dime que no está a punto de hacer lo que creo que hará —comenta Dono.

—Ay, Jeremy, nosotros amamos los chismes, ¿verdad, chicos? —se escuchan gritos y aplausos—. Así que cuéntanos lo qué sucede con Hidden.

—Bueno, pues ayer —los chicos cerraron los ojos decepcionados—. Al terminar el concierto uno de los integrantes de la banda recibió una visita inesperada.

—Cuéntanos más —añade intrigada.

—Se dice que el baterista de Hidden estaba en una relación con Chloe Moreno, la bajista de la banda y que llegó una chica alegando que Donovan debía hacerse responsable de un niño, al parecer es su hijo —se escucha la sorpresa de la audiencia

—¿Donovan tiene un hijo?

—Eso parece, ya sabes los rumores dicen que estaba con esta chica y al mismo tiempo con Chloe, no imagino el dolor de las chicas al saber que fueron usadas, pero, ¿qué se puede esperar de un músico? Dicen que somos los peores.

—Nunca imaginé una noticia de esa magnitud, ¿sabes quién es la chica?

—Ni idea, solo sé que es parte de su pasado, pero vaya sorpresita que trajo consigo.

—Ni que lo digas, gracias por haber estado con nosotros. Chicos, Jeremy tiene que irse, pero al regresar sabremos datos curiosos sobre la banda Give My Life ¡Quédense con nosotros!

Chloe apagó la televisión y nos miró preocupada, lo que más me sorprende es que esperaba que al menos yo, estuviera al margen de la situación, como se nota que aún no terminan de conocerme.

—¿Dónde está? —apreté mis puños.

—Adam, creo que no tienes que

—Pregunté dónde está, Chloe, nunca pedí tu opinión.

—A tres cuadras de aquí, el estudio está cerca de la barbería y

No esperé a que dijeran algo más, me levanté y fui directo a mi auto, conduje y llegué al lugar que me había indicado justo a tiempo para ver al imbécil salir del edificio, me acerqué furioso a él, lo sujeté de la camisa y lo arrastré hasta que chocó con la pared, parecía satisfecho con mi actitud.

—Veo que sigues siendo un chico impulsivo, te recuerdo que eso no le fue útil a L —antes de si quiera pronunciar su nombre ya estaba en el suelo limpiándose la sangre de la boca—. Tienes coraje para estar aquí —sonríe el muy idiota—. Creí que te quedarías a consolar a tu baterista.

—¿Qué demonios crees que estás haciendo? ¿Tanto es tu afán por joder a la banda?

—O joderte a ti más específicamente.

—¿Qué carajos quieres, Jeremy? ¿Cuál es tu maldito problema conmigo?

—Como si no lo supieras.

—Ilumíname.

—¿Tengo que recordarte cómo arruinaste mi oportunidad con una disquera importante hace años?

No creí que estuviera tan molesto por eso, hace un tiempo, después de la muerte de Landon, me enteré de todo lo que hizo para joderle la vida a Hailey y cómo incluso le propuso a la chica que se acostara con él para que ella pudiera asistir a la universidad que quería, claro que lo exhibí como pude y lo hice público, ese día el padre de una estudiante de intercambio era parte de una disquera importante que había puesto los ojos en Jeremy —ya que yo estaba ocupado ahogando las penas en alcohol —el día que le mostré a cuantas personas pude el tipo de persona que era, se arruinó su oportunidad con la disquera, y puede que incluso haya arruinado una oportunidad muy buena para asistir a Harvard, sí, quizá metí un poco la pata.

—¿Es todo lo que te preocupa? Cosechas lo que siembras, fuiste una mierda. ¿Qué esperabas? ¿Reconocimiento mundial porque eres bueno tocando la guitarra?

—Lo reconoces.

—Te costó años aprender, tuviste que estudiar el doble, para algunos de nosotros, tener talento en la guitarra es como respirar, ahora dime, ¿qué diablos pretendes hacer con todo eso?

—Como dije en el programa, solo trataba de ayudarlos —con dificultad se levanta.

—No creo ni una mierda de lo que dices.

—Ese es tu problema no el mío ¿qué tal está el niño? No, no —se detiene a sí mismo—. Mejor preguntar por algo más interesante, ¿cómo está tu novia? Hay que reconocer la perfección con la que carga una Walker.

—Vete a la mierda —escupo.

Estoy a punto de golpearlo de nuevo cuando alguien me detiene, la mano de Charlotte.

—Adam, por favor déjalo —me aparto y me libero de su agarre con brusquedad.

—Debí suponer que eras parte de esto, Charlotte, no haces nada que no sea darle a Jeremy lo que quiere

—Eso no es cierto.

Por primera vez vi algo que jamás había visto en su mirada: Honestidad. Ella me miró molesta como si no estuviera de acuerdo con lo que acaba de pasar, pero vamos es Charlotte, jamás cambiará, no cuando se trata de Jeremy.

Los chicos bajan del auto de Donovan y se acercan a nosotros, Chloe se pone frente a mí evitando que vuelva a atacar a alguien más, su mirada lo dice todo, quiere que me detenga.

—Pero si es el equipo maravilla —comenta con sarcasmo—. ¿Vieron también el programa y vienen a golpearme? Creo que eso los haría verse como los malos de la historia, ya es bastante feo que haya un rumor tan grande alrededor de Hidden, supongo que debemos agradecerte, Donovan.

—Jódete, Jeremy.

—¿Quieren unos tragos? Yo invito, chicos, creo que los necesitan, se ven algo tensos.

Me lo doy la vuelta y trato de alejarme de ellos, lo mejor es ignorarlo, la voz de la chica me detiene.

—Adam, espera.

—¿Espera? ¿Qué te hace pensar que tengo que esperar a que me digas algo?

—Yo no sabía que

—¡No, Charlotte! —la corté—. ¡Siempre sabes lo que haces! Esto es caer demasiado bajo, revolcarte con Jeremy no debió ser la gran cosa para ti, aunque para mí sí, ¿pero llegar a esto? En serio es bajo hasta para ti, apoyar los chismes que tu novio está creando solo para afectar a Hidden, en el fondo te creí más lista.

—No tenía idea de lo que haría, en serio, mi intención nunca ha sido que

—¡Y una mierda, Charlotte! ¿Te crees que en serio voy a creer una sola palabra de lo que digas? ¿Qué te hace creer que aun confió en ti? O que si quiera me importa un poco lo que tengas que decir.

—Sé que te lastimé.

—Pues no fuiste la primera, lamento que tu jueguito haya fallado en eso.

—No quiero afectar a Hidden, sé cuán importante es para ti es la banda y lo mucho que te importaba crear esto, una banda que conecte con sus fans.

Me tomó por sorpresa sus palabras, siempre creí que cuando le contaba algo relacionado con lo que quería hacer con la banda, ella estaba pensando en algo como bolsos o maquillaje, veo que después de todo, sí me prestaba atención.

Lástima que ahora eso no tenga ningún peso en mí.

—¿Y entonces por qué establecerse en Bridgen?

—Yo también quiero triunfar, Adam, la oportunidad de tener fama y reconocimiento no debería ser solo para una banda, tú mismo lo has dicho.

—Cuídate, Charlotte.

Me marcho de ahí, lo único que necesito es un poco de paz, subo de nuevo a mi auto y lo pongo en marcha, llego al bar de Zach en cuestión de minutos, creo que ni siquiera tomé precauciones al conducir, bueno veamos el lado positivo, llegué en tiempo record, antes de si quiera entrar veo que una chica se acerca corriendo a mí: Hailey.

—Vi el programa.

Seguro viene a decirme que hice mal al reaccionar de esa manera.

—Hailey si vienes a —me quedé sin palabras en el momento en que ella me rodeo con sus brazos, eso me había confundido un poco—. ¿Estás molesta?

—Vi lo que le hiciste a Jeremy, cosas como esas no tardan en aparecer en My Story.

—Reaccioné de manera impulsiva, quizá si yo

—No —me corta—. Adam sé que lo único que hiciste fue defender a las personas que quieres, ni siquiera fuiste a ese estudio porque tú te sintieras ofendido.

—Ah, ¿no?

—Por supuesto que no, lo único que hiciste fue defender la imagen de tu amigo, te molesta que se metan con las personas que te importan, siempre ha sido así, por eso reaccionaste de esa manera, porque te molestó tanto que Jeremy exhibiera algo que es privado y sobre todo si es una noticia de gran magnitud como la de un bebé.

—Olvidaba que ese idiota tampoco te caía bien.

—Conmigo al menos disimula, trata de comportarse mejor, pero no es de mi total agrado.

—Creo que tienes razón, en serio me molestó que sacara a relucir los problemas de Donovan, este asunto se salió de control, afecta a la banda, sí, pero me preocupa más que está desanimando a mi amigo, además de que la dichosa Cindy llegó justo antes de que Donovan pudiera iniciar una relación con Chloe.

—Todos merecen su final feliz, entiendo que quieres que él lo tenga, haría lo mismo en tu lugar, pero provocarte de esta manera es justo lo que Jeremy busca, sabes cómo es, solo quiere arruinar tu imagen y quitarte a toda costa lo que con esfuerzo y talento has logrado.

—Con frecuencia llego a considerar que no tengo nada.

Es horrible porque se siente como si todo mi esfuerzo fuera en vano.

—Tienes a Hidden, amigos y una chica que te ama más que nada, creo que eso ya es tenerlo todo —golpea ligeramente mi hombro—. Y eres famoso, no cualquiera puede decir eso.

—Y tengo talento, soy excelente en esto.

—Y cocinas bien.

—Y soy Adam Stone, nada más perfecto que eso.

—Olvidaba tu gran ego.

—Así me quieres, Hailey no lo niegues.

Me había calmado un poco, eso no quitaba que por dentro seguía molesto, este idiota lograba sacarme de mis casillas.

—Gracias —hablé—. Por haber llegado hasta aquí corriendo solo para hablar conmigo.

—Somos amigos —se encoje de hombros—. Es lo que hacemos, sé que hubieras hecho lo mismo por mí.

—Después de golpear al idiota que te hubiera hecho algo, claro está.

Se giró para ver el lugar en donde nos encontrábamos.

—Alcohol, ¿en serio, Stone?

—Supongo que es mejor que los rollos blancos, ¿no?

—No te excedas —pide en lo que parece una súplica.

—No lo haré, tengo una cita esta noche con cierta señorita que no he visto en todo el día, créeme, lo último que quiero es estar ebrio.

—Cuídala bien.

—Te prometo que lo haré.

—Hazla feliz.

—Es todo lo que he querido desde que la conozco.

—Tú se feliz.

Lo soy solo cuando estoy con ella.

—Bueno, tengo que regresar al trabajo, Jasper debe estarse preguntando dónde estoy —noté cierto brillo en sus ojos.

—Jasper, pareces interesada en regresar con tu nuevo amigo —enfaticé.

—Él es interesante.

—Por tu sonrisa quiero suponer que es más que interesante, ¿apuesto tal vez?

—Es atractivo, sí, al igual que muchos otros chicos —añadió de inmediato.

—Espero que no te sientas culpable.

—¿Por qué habría de estarlo?

—Por sentirte atraída por otro chico que no sea el pesado de Landon ¿recuerdas lo que te dije del sueño?

—Sí, lo recuerdo.

—En el sueño él me dijo que esperaba que algún día su recuerdo fuera solo una anécdota que sacara a relucir tu hermosa sonrisa, y que espera que encuentres a alguien que te ame en verdad.

—¿En serio?

—Dijo y cito «claro que nadie la amará ni la mitad de lo que yo la amé».

—Sí —rio un poco ante el comentario—. Suena como algo que Landon diría.

—Estate tranquila, pero no intentes nada con Jasper aún.

—¿Por qué no?

—No ha pasado por mi autorización, soy el encargado oficial de ver si te conviene tu siguiente pareja,

—Recién nos estamos conociendo.

—Lo mismo dije yo cuando conocí a Juls y mira como ha terminado eso, con ella viviendo en mi apartamento.

—Te lo presentaré después, lo prometo, cuídate mucho y no bebas demasiado.

—No lo haré, mamá —me acerqué y le di un abrazo—. Llámame si me necitas, ¿okey? Sé que hay días donde no todo es sencillo.

—Lo haré.

Me sonrió y se alejó de ahí, al entrar al bar varios chicos y chicas se acercan para pedirme un autógrafo, se toman unas fotos conmigo, insisten en que somos la mejor banda que han escuchado, que tenemos potencial y que mueren porque demos otro concierto, luego de eso se marchan.

—Estás molesto —asegura—. No creo que beber sea la solución a lo que sea que pase.

Y aquí vamos con el sermón del padre sobreprotector.

—Supongo que ya te enteraste.

—Sí, sabes que a los clientes les encanta el programa de chismes, no tenía idea de que todo eso estuviera sucediendo.

—Sí, bueno, todo pasó muy rápido.

Mi teléfono no dejaba de vibrar, estaba recibiendo mensajes en el grupo que tenía con los chicos.

Johnny: Amigo por favor dinos dónde estás.

Chloe: No es gracioso, Adam, deja de ser un capullo y responde.

Donovan: No hagas nada estúpido.

Ignoro los mensajes.

—Parece que cada vez se vuelve más complicado seguir con esta banda, hay problemas por doquier, frustraciones entre nosotros, lo del padre de Johnny, las hormonas alteradas de Chloe, el asunto del bebé —paso mis manos por mi cabello, odio estar frustrado—. No sé, todo es raro ahora.

—Y súmale la extraña actitud de Juliette —deja una cerveza en la barra frente a mí.

—¿De qué hablas?

—La noté rara hoy.

—¿Vino al bar? —pregunto confundido.

—Sí con un chico, quería que habláramos, pero debió ver que tenía mucho trabajo y se fue.

—¿Y vino temprano?

—Sí, ¿por?

—Me dijo que estaría ensayando y que regresaba hasta la noche.

Eso pareció extrañarle.

—Me comentó que estaría ocupada el resto de la tarde, pero no dijo nada de ensayos.

—Vaya —bebí mi cerveza y tomé mi celular.

Yo: Juls, ¿tienes tiempo para comer?

Juls: Lo siento estoy ocupada, te veré en la noche.

Yo: Claro, impresiona a todos como siempre. Te amo

Juls: :)

¿Carita sonriente? ¿Quién responde a un te amo una carita sonriente?

—¿Tienes algo más fuerte?

—Adam —dejé un billete sobre la barra y la respuesta cambió—. Tequila, una ronda y es todo.

—¿Sí sabes que puedo ir a emborracharme a otro bar?

—Pero estás en el mío ahora.

Chloe: Te estaremos esperando en el estudio por si quieres venir y hablar.

Johnny: El abogado me llamó, hay novedades en mi caso, me quedaré más tiempo, y como dice Chloe, estaremos aquí.

Donovan: Si no vienes te golpearé yo mismo, lo último que necesita Hidden es que el pilar de la banda desaparezca.

Yo: Los veo en un rato.

—¿Seguro que estás preocupado solo por lo que pasa en la banda? —está limpiando un vaso, no me mira.

—¿Por qué más tendría que preocuparme?

Johnny: ¿Estás bien?

—No lo sé, dímelo tú.

—Tuve un ataqué de pánico ayer, si no fuera por Juls eso se hubiera salido de control.

Chloe: ¿Adam? :(

—¿Y cómo te sientes ahora?

Zach siempre habla con tanta tranquilidad que a veces te transmite un poco de ella, no te bombardea con preguntas ni muestra preocupación, deja que hables, que te expreses y trata de hacer todo lo que esté en sus manos para ayudarte.

—No lo sé, todo es confuso.

—¿Y las drogas?

—Las dejé desde que Juls se quedó a dormir conmigo la noche del accidente en el bar.

—Te repito, ¿cómo te sientes?

—Mal, desde ayer siento un vacío en el pecho, aparte soñé con Landon y eso de alguna manera me dejó tranquilo, pero esta presión que siento es

—¿Extraña?

—Sí, es una horrible sensación, supongo que en el fondo sigo teniendo miedo.

—¿De qué? —esta vez me mira.

—De que todo lo que está pasando destruya a Hidden.

Donovan: Solo dinos que estás bien y dejamos de joder.

Apago el celular, no quiero saber nada de nadie, al menos no en un par de horas.

—¿Recuerdas el día que llegaste a este bar y te presentaste conmigo? En serio querías tocar aquí y creíste que si te dejaba estaría abriéndote una oportunidad para que tu carrera musical despegara.

—Sí —sonrío de lado—. Estaba desesperado por tocar, creo que te caí bien desde ese entonces.

—Sin duda, te vi tan decidido, tan lleno de energía, dispuesto a hacer todo con tal de que pudieras tocar y lo mejor fue tu argumento para que te dejara hacerlo, ¿ya olvidaste lo que me dijiste?

—Te dije «Hey, Zach, vamos dame una oportunidad, soy Adam Stone, dentro de unos años te sentirás alagado de que toque aquí porque todo el mundo me conocerá».

—Exacto, y tal vez en el momento y lugar equivocado esas palabras hubieran sonado llenas de ego y algún otro bar te hubiera cerrado las puertas.

Lo analicé unos segundos, nunca imaginé que sentirme la única persona especial en el mundo y darme valor de más también podría cerrarme algunas puertas.

—Tienes razón, no es novedad lo de mi ego, pero ¿por qué dejaste que me quedara aquí?

—Porque yo creí en esas palabras, que dentro de unos años yo me sentiría alagado de que tocaras aquí, mírate hoy en día, la gente te admira, te reconoce en la calle, te piden autógrafos, la gente te conoce.

—Aún no lo hace todo el mundo —bromeo.

—Por algo hay que empezar, ¿no?

El tiempo con él se pasa rápido, seguimos charlando, me cuenta como le ha ido, lo que ha hecho, las cosas en las que invierte su tiempo cuando no está aquí en el bar, algunas personas que entran al bar me reconocen, se acercan y piden un autógrafo, esos pequeños momentos son los únicos en donde sonrío, no quiero ser malagradecido con las personas que han confiado en nosotros. Veo la hora 8:00 pm

—Agh, es tardísimo, les dije a los chicos que los vería en el estudio.

—Con suerte siguen ahí —me anima.

Me levanto y me pongo la chaqueta.

—Gracias por todo, Zach.

—Espera ¿No te puedo cobrar la terapia? —añade sonriendo.

—Te la pago después.

Salgo del bar y me dirijo a mi auto, conduzco hasta que de nuevo estoy frente al edificio de la disquera, mientras camino hacía el estudio enciendo mi celular, son muchas las notificaciones que tengo, llamadas perdidas, mensajes sin leer, novedades en My Story y otras cosas, lo ignoro y entro a la cabina con los chicos quienes están murmurando algo, parece que vieron un fantasma y se quedan callados.

—Estoy bien si es lo que se preguntan.

—¿No has visto lo qué pasa?

—Chloe, apagué mi teléfono y Zach decidió poner música en el bar así que, si es otro chisme entonces no, no lo vi.

Jonathan sostiene algo en su mano.

—¿Qué es eso? —señalo el objeto.

Donovan se levanta y va a cerrar la puerta, se queda de pie frente a ella impidiendo el paso. ¿Y a estos qué moscos les pico?

—Adam —ella trata de sonar lo más tranquila posible, pero escucho cómo le tiembla la voz—. Quiero que te calmes.

Jeremy, es lo único que se me viene a la mente, o tal vez me vieron golpearlo y ahora estoy en la jodida revista, genial, arruinar mi imagen, lo que me faltaba.

—Si es sobre Jeremy.

—No, es peor —aclara Johnny, quien está ¿molesto?

—¿Qué sucede?

Me es imposible no preocuparme, por alguna razón mi corazón empieza a acelerarse, hace demasiado frío ¿solo yo lo siento?

—Lo publicó una revista importante —me entrega la revista y no me lo creo.

Debe ser un error, una equivocación, Photoshop, los medios siempre distorsionan los hechos.

La imagen central de la porta es de Juls besándose con un chico, quien supongo es el director de cine. ¿El encabezado? «Nuevo romance, no se conformó con un músico y ahora va tras un director de cine».

—Si lo publicó una revista importante entonces

—La prensa ya debe estar hablando de esto —asiente Chloe.

Mi mano tiembla cuando la pantalla se enciende dentro de la cabina, ya hay una reportera con el chico. Es alto, puede que tengamos la misma estatura, su cabello es negro, sus ojos son color miel, viste un traje y tiene un maletín en mano, muy formal para mi gusto y también para el de Juls, ella no se fijaría en él.

—Señor Cory

—Oh, solo Cory por favor.

—Nos enteramos de su nuevo romance ¿va en serio con esta chica?

—Solo quiero dejar que las cosas fluyan, aunque no negaré que tuve suerte de encontrarla.

—Maldito.

—Nuestras fuentes nos informan que estará trabajando con ella.

—Le informaron bien, tiene mucho talento y estaré encantado de que sea la protagonista de mi nueva película, aunque en realidad es la señorita Stella Remington quien dirige todo esto.

—¿Cuándo surge este amor?

—Desde que nos conocimos, la verdad es congeniamos tan bien que lo supe, lo nuestro era inevitable, Juliette es por mucho la mujer más increíble que he conocido y mi carrera me ha permitido conocer a varias.

Incluso su nombre sonaba horrible saliendo de ese estúpido chico.

—No le quitaremos más su tiempo, gracias por habernos respondido.

—Es un placer.

Apago la televisión, siento como si todo me pesara y la imagen de Juls besándose con ese chico es como una puñalada al corazón, no pienso creer ni una sola palabra de lo que él dice.

—Tengo que irme —me acerco a la puerta, pero Dono sigue sin moverme

—Las cosas son claras —interviene molesto Johnny.

—No pienso creer nada de lo que Cory diga, me da igual si lo publicó una revista importante, me vale un carajo si lo dijo la mismísima presidenta y lo que ustedes piensen, necesito escucharla a ella, su versión, porque si estoy seguro de algo es que conozco muy bien a Juls.

—¿Y en serio crees que hay una razón coherente para que se haya besado con otro chico?

—Jonathan no hagas esto.

—No, Adam, la verdad es que estoy muy interesado en saber qué te dirá para que sigas a sus pies, creí que lo que sentías por ella era amor.

—¡Y la amo! ¡Maldita sea lo hago!

—Si la amaras te darías cuenta de la realidad, pero te niegas a aceptar lo que realmente pasó.

—¿Y qué es lo que pasó?

—Ella te engañó.

Sus palabras se repiten una y otra vez en mi mente, siento que me han arrebatado la respiración. No, no es verdad, ella no lo haría, no puedo estar pasando por lo mismo, no de nuevo.

—Jonathan —habla entre dientes Chloe

Los ignoro y me centro en el chico alto frente a mí.

—Muévete

—No.

—Si fueras yo también querrías respuestas, estuviste sufriendo por meses tratando de encontrar una respuesta lógica a la partida de Cindy, mi respuesta está en el apartamento, déjame ir por ella.

Veo como su semblante cambia, entiende mi dolor, sabe cómo me siento, no lo piensa dos veces y se aparta dejándome salir, Jonathan lo regaña claro, pero es lo que menos me interesa, con las manos aun temblando giro las llaves para que el carro encienda, el camino hacia el apartamento se vuelve eterno.

Cuando llego un auto está estacionado en frente y me impide el paso, no pierdo tiempo y me bajo, entro y pulso el botón para el ascensor, al salir temo lo que encuentre detrás la puerta, la abro arriesgándome a llevarme una decepción, pero no veo a nadie, siento que puedo respirar de nuevo, pero tan pronto avanzo veo que la luz de mi cuarto está encendida, camino hacia la puerta, hay alguien adentro, palidece cuando me ve.

—Adam.

—¿Qué estás haciendo, Juls?

No responde a mi pregunta y sigue guardando sus cosas en la maleta, me dice que es la última que le falta.

—Lo siento, Adam —toma su maleta e intenta salir, pero la detengo.

—Vi la revista, la prensa ya habla de esto, ¿quieres explicarme qué rayos hacías besándote con Cory?

Su mirada está vacía, fría, inexpresiva.

—Lamento que te hayas enterado de esta forma, pretendía decírtelo ayer.

Relacioné todo con el momento en el que estuvimos en el estudio, justo cuando recibí la llamada de que quizá el concierto se cancelaría, y cuando intentó decirme algo anoche...

—¿Eso era lo que querías decirme anoche? ¿De qué se trata me diste sexo de consolación?

—Adam —se queda callada unos segundos—. Lo que pasa entre Cory y yo es, es inexplicable, me siento bien con él, me siento completa y creo que es mejor que estar aquí contigo viviendo insegura de lo que pueda pasar, quién sabe un día puedes estar conmigo y al siguiente decirme que te iras de gira por meses, no quiero ese tipo de relación.

—Recién cancelé una y sabes que irías a las giras conmigo.

—¿Y qué te hace creer que quiero hacerlo? Ese es tu sueño no el mío.

—¿Y tu sueño y felicidad están con ese estúpido chico?

—Sí, siento por él cosas que no he sentido por nadie.

Por favor, Juls, cállate, me lastimas más con cada palabra que dices.

—¿Esto es por la banda? ¿Quieres que lo deje? Lo haré —mi pecho dolía demasiado.

—No es solo eso.

—¿Crees que vivir juntos es demasiado precipitado? Puedes volver con tus padres, te prometo que saldremos todos los días, cancelaré ensayos si hace falta, puedo hacer que estés en otro apartamento, todo corre a mi cuenta.

—¡No! Basta, Adam, estás haciendo esto más difícil.

—Juls no me hagas esto, por favor... quédate.

—No puedo hacerlo, lo siento, él me está esperando, nos vamos, tenemos un vuelo que tomar, empezaremos la grabación de la película lejos de aquí.

Traté de buscar algo que me indicara que esto era una jodida broma.

—Dijiste que me amabas y que nada cambiaría eso.

—A veces hacemos promesas que no podemos cumplir

—No —me negaba—. Nosotros siempre hemos sido la excepción, tres años después y al fin pudimos estar juntos, más enamorados, más preparados el uno para el otro, Juls te amo.

—Adam.

—No, mírame —sostuve en mis manos su rostro—. Te amo, más que a nada, más que a nadie, te amo tanto que me quema, es un sentimiento tan profundo que sé que nadie podrá igualar, que no amaré a nadie como te amo a ti —sostuve su mano y la llevé a mi pecho—. Te dije que este espacio es tuyo, late por y para ti —apartó la mano

—El problema es, que el mío ya no late por ti.

Salió del apartamento con su maleta, por supuesto que la seguí, pero sentí que las fuerzas en mis piernas fallaban, los chicos llegaron y estaban presenciando todo, el idiota de Cory bajó para guardar la maleta en la cajuela, le susurró algo y subió al auto.

—Dijiste que no importaba mi pasado ni lo que haya hecho, sea el Adam alegre o el roto ¿recuerdas? prometiste que me seguirías amando igual.

—Lo lamento.

—Juls, ¿yo soy el problema?

—No, Adam, esta vez soy yo.

—No puedo perderte, no a ti, amor.

—Lo lamento en serio —abrió la puerta del copiloto

—Espera, mírame —me hizo caso.

Ya no había rastro del brillo que siempre albergaban sus ojos, no había rastro de la Juls de la que me enamoré.

—Adam tengo que

—¿Es lo que quieres?

La pregunta sorprendió a todos, incluyéndola, sabemos bien lo que significa, es momento para que me diga que no, que es un malentendido, que me ama y quieres estar conmigo o que al menos cambie el tema para que yo sepa que no quiere marcharse.

—¿Es lo que quieres, Juls?

Lo dudó un segundo, solo un segundo, pero no fue suficiente.

—Sí —respondió manteniendo el contacto visual.

Ojos en los que ya no había rastro de amor por mí.

—Buen viaje, Juls

Subió al auto y desapareció entre la amplía carretera, no lo soporté más, me dejé caer de rodillas, rendido, no la volvería a ver, se ha ido. Las lágrimas corrían por mis mejillas, ya no era necesario hacerme el fuerte ¿para qué?, ¿para quién?

«» Era realmente lo que quería.

Me había roto el corazón y esta vez no titubeó. 

Soy lágrimas.

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