Continuación de "Juguete" y "Futuro"

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Hipo sonrió feliz al ver a sus nietos jugando con unas espadas de madera que él les había regalado en Snoggletog. Giró la mirada hacia Astrid, quien soltó una risa baja al notar que Nuffink fingía ser derrotado por su sobrina de tres años, que sonrió y celebró victoriosa.

—Así se hace, mi niña. —le animó Astrid con una sonrisa, acercándose un poco a su esposo, quien la abrazó por los hombros y la atrajo un poco para dejar un beso sobre su sien

—¡Yo gané! —celebró, alzando su espada de madera, corriendo ahora hacia su madre al verla caminar con calma hacia ellos —¡Mami! ¡Gané!

Zephyr sonrió ampliamente y cargó a su pequeña, felicitándola por ser tan fuerte.

—¡Mamá! —Bjorn (7 años) sonrió al ver a la castaña y se quitó a tiempo antes de que su hermano lo golpeara con su espada

—Uh.. casi.. —se quejó Einar (5 años) haciendo una mueca y volviendo a intentarlo

—¿Todo en orden? —preguntó Hipo a su hija, quien asintió con la cabeza

—Oswald se quedó con su padre. —informó con calma, Nuffink se sentó despacio —Tyrrell fue con Patapez y Thora a buscar medicina. —le informó a su hermano, sabiendo que preguntaría por el rubio

—¿Y Mala está bien? —preguntó nuevamente su madre, con calma

—Está bien, cansada por el viaje, pero está bien. —aclaró la castaña con una sonrisa

—Tal vez.. la próxima vez podamos ir nosotros a la isla de los Defensores. —sugirió Hipo, no queriendo que su amigo siguiera esforzándose 

—Lo más seguro es que se queden en Berserker a partir de ahora. —dijo Nuffink con calma, levantándose por completo del suelo y sacudiendo sus manos

—¿Todo bien con los defensores? —cuestionó Astrid mientras Zephyr bajaba a su niña con cuidado, quien corrió hacia sus hermanos para jugar con ellos

—Todo bien. —asintió con la cabeza —Es solo que... Dagur quiere estar... —hizo una pausa, viendo a sus sobrinos correr y reír, alejándose un poco de ellos mientras jugaban —Le ha dicho a Tyrrell que quiere pasar sus últimos días en la isla Berserker. —murmuró, haciendo una mueca

—Tal vez Oswald debería ir con ellos después del festejo de Bjorn. —murmuró Zephyr, haciendo una mueca

—Dagur estará bien... Es Dagur. —les dijo el mayor con una sonrisa

—Abuela, ¿juegas con nosotros? —preguntó Einar con una sonrisa, recogiendo la espada que había usado Nuffink y se acercó a Astrid con alegría

—Claro, cariño. —aceptó enseguida, tomando la espada y levantándose con ayuda de su hijo y esposo

—Tengan cuidado. —advirtió la castaña a sus hijos

—Mi niña, aún sé defenderme. —dijo la mayor con una sonrisa, avanzando hacia sus nietos para jugar con ellos

Hipo volvió a sonreír al ver a su preciosa valkiria jugando con sus nietos y riendo con ellos. Recordó a su madre sin poder evitarlo. La recordaba jugando con sus pequeños Zephyr y Nuffink, recordaba las risas, las historias, las travesuras...

Pensó en su padre, en lo mucho que le hubiera gustado ver la interacción que él tendría con sus pequeños, las historias que les pudo haber contado, las aventuras que hubieran tenido juntos..

—Pa.. —el castaño giró la mirada a su hija, quien se sentó a su lado y lo observaba con atención —¿Está todo bien? —preguntó con calma

—Si.. —le sonrió, para calmarla —Solo.. pensaba en tus abuelos. —se sinceró, regresando la mirada a los niños, viendo que Astrid era ayudada por Nuffink a levantarse tras haber sido "derribada" por los pequeños

—Pa.. —la castaña volvió a hablarle en bajo después de un momento en silencio

—¿Qué pasa, mi niña? —volvió a verla, notando que algo no iba del todo bien

—Sobre la situación de Dagur... —suspiró, viendo a sus hijos un segundo antes de continuar —¿Crees que pueda ir con Oswald y los niños a Berserker un tiempo? —el mayor le sonrió, comprensivo

—Yo me encargo de Berk, descuida. —le aseguró

Zephyr suspiró nuevamente mientras asentía con la cabeza y le agradeció a su padre, quien le sonrió con cariño antes de escuchar a su nieta gritar "abuelo" y prácticamente lanzarse a él.

—¡Eyra! —le regañó la castaña. Hipo, por otra parte, soltó una carcajada y abrazó a la pequeña

—¡Te sorprendí! —celebró la menor, riendo alegre

—¡Me sorprendiste! —admitió el mayor sin dejar de reír con alegría

—¡Yo quiero un abrazo del abuelo! —Einar corrió hacia su abuelo, seguido de Bjorn, que reía y avanzaba más despacio que su hermano

—Vengan aquí mis niños. —abrió sus brazos, listo para recibirlos

Astrid sonrió con cariño al ver a los niños abrazando al castaño y se detuvo de su hijo, quien no dudó en acercarse para abrazarla con cuidado al notar que su madre parecía adolorida.

—¿Estás bien? —le preguntó en bajo

—Estoy bien, mi niño. —le sonrió, abrazándolo mejor —¿Cómo ha estado todo en los defensores del ala?

—Todo ha estado tranquilo. —dijo con calma, avanzando junto a su madre hacia el resto de la familia —Tyrrell cree que deberíamos buscar un heredero. —aquello llamó la atención de la rubia, quien lo vio con curiosidad por sus palabras —Buscaremos a una buena doncella que nos pueda ayudar a concebirlo y... Será mi hijo. —explicó, sonrojándose un poco —Sabes que él no está tan interesado en...

—Lo sé, lo sé. —asintió la mayor, suspirando y volviendo a sonreír —Espero que los dioses me dejen conocer a tus hijos. —dejó una palmada sobre el pecho de su pequeño, quien le sonrió con cariño y dejó un beso sobre su frente

—¿Podemos cenar con el abuelo Dagur? —preguntó el mayor de sus nietos con una sonrisa

—Seguro que eso lo hará sentir mejor. —asintió el castaño —Deberían buscar algo especial para animarlo. —sugirió con calma

—Podemos llevarle algo sabroso de comer. —la menor se separó del abrazo grupal, sonriendo ampliamente

—Uh.. tal vez podamos llevarle un poco de trucha. —dijo Einar con una sonrisa —A todos nos gusta la trucha. —Nuffink soltó una risa baja ante el comentario

—Yo les ayudaré a pescar esas truchas. —dijo el nieto mayor con una sonrisa

—¡Si! Vamos por truchas. —la pequeña Eyra avanzó hacia su tío, tomando su mano —¿Vienes con nosotros? —preguntó con una sonrisa

—Claro que si. —la cargó con cuidado —Vamos por esas truchas. —los menores se acercaron a él para ir a pescar truchas frescas para su abuelo

Hipo sonrió al verlos tan decididos por ayudar a que Dagur se sintiera mejor. Se levantó con cuidado y se acercó a su esposa, quien lo abrazó al sentirlo cerca.

—Deberíamos ir con Dagur. —sugirió el castaño con calma, devolviéndole el abrazo a Astrid —Nosotros podríamos cuidarlo para que Oswald y tú puedan terminar los preparativos del festejo.

Zephyr suspiró y le sonrió a sus padres, agradeciendo en bajo y avanzando con ellos a la cabaña donde se estaban quedando sus invitados.

Mucho había pasado en esos diez años desde aquella primera propuesta de matrimonio que no se había concretado. Zephyr tenía ahora 27 años y era la actual jefa de Nuevo Berk. Después de su boda con Oswald (la cual fue tres años después de la primera propuesta), ambos fueron presentados por Hipo como los nuevos jefes y han dirigido la isla juntos desde entonces.

Nuffink se mudó un par de años después de la boda de su hermana a la isla de los Defensores del Ala, para ayudar a Tyrrell a dirigir dicho clan. Él era el principal soporte del joven Berserker, quien tenía algunos problemas para tomar la iniciativa en diversas cuestiones de liderazgo. Por no mencionar el nulo interés del rubio más pequeño por las relaciones íntimas, lo que ocasionaba que los defensores no tuvieran un heredero todavía. 

Debido a dicha situación, habían optado por contraer matrimonio en unos meses más, y así los hijos que pudiera engendrar Nuffink serían herederos de la isla, ya que él si estaba realmente interesado en las doncellas y Tyrrell lo sabía. El menor nunca le había impedido divertirse siempre que lo necesitara y simplemente se sentía feliz de verlo llegar siempre a la casa que compartían.

En cuanto a la isla Berserker, era dirigida por Heather y su hija Solveig, quien estaba próxima a tener su propio heredero. Dagur les había dado el mando después de hablar con sus hijos y darse cuenta que ambos planeaban dejar la isla al cumplir la mayoría de edad, lo cual le molestó en cierta medida pero terminó por entender sus decisiones después de ver a su primogénito tan feliz junto a quien ahora era su esposa.

—Hermano. Que gusto verte otra vez. —Dagur se sentó con cuidado, siendo ayudado por Oswald

—Hermano, siempre es un gusto tenerte en Berk. —Hipo se acercó para saludarlo, viendo después a su yerno con una sonrisa —Zephyr me pidió que te dijera que necesita ayuda con la ceremonia. —dijo con calma

—Claro. —le sonrió —Volveré en un rato, papá.

—Si, si. Anda, debes tener mucho que hacer. —asintió el pelirrojo y sonrió al ver a su hijo salir de la habitación —Muy bien, ya puedes decirlo. —Hipo se sentó en el borde de la cama, viendo a su amigo con una pequeña sonrisa

—Te ves terrible. —murmuró el castaño, haciendo reír al contrario

—Tú cojeas más que de costumbre. —le dijo con diversión

—La nueva prótesis está siendo difícil de amoldar. —admitió, riendo suavemente mientras alzaba la pierna para mostrar la prótesis al pelirrojo

—Claro, échale la culpa a la prótesis e ignora tu edad. —bromeó, tosiendo un poco entre risas

—Pero si tú eres mayor que yo. —se levantó con calma, acercándose a la mesita cercana por el agua para acercarla a su amigo, que tomó el agua con paciencia

—Pero yo si acepto mi edad. —dijo con calma una vez su tos se calmó

—Claro, eres orgullosamente un anciano. —bromeó el castaño, volviendo a sentarse en la cama

—Seré un anciano, pero aún podría ganarte en un combate mano a mano. —dijo con orgullo

—No tengo dudas de eso, hermano. —Dagur soltó una risa baja y soltó un suspiro sin poder evitarlo

—Gracias, Hipo. —dijo con calma, una calma que rara vez mostraba el Berserker

—¿Por qué? —preguntó desconcertado

—Por ayudarme a tener la vida que tengo. —le sonrió —Me reuniste con mi hermana, me hiciste conocer a mi esposa y.. me haces ser una mejor persona.

—¿Por qué me estás diciendo esto? —su voz era suave, realmente confundido por la situación

—Porque quiero que lo sepas. Quiero que sepas que realmente te aprecio y te agradezco mucho todo lo que haces por mi.

—Dagur...

—Pronto estaré en el Valhalla, con mi padre, mi madre... —le sonrió a medias —Podré verlos de nuevo y luchar una vez más con mi viejo.

—Espero que no te acabes la hidromiel y me guardes una buena espada para pelear cuando sea mi turno de acompañarlos. —comentó con calma, sonriendo

—Te guardaré la segunda mejor espada, la mejor será mía. —le advirtió con diversión

—Tarde o temprano te quitaré esa espada. —se encogió de hombros

—Ya quisieras. —soltó una risa, seguido por el castaño

El ambiente se sentía ligero, a pesar del tema de conversación. Siguiendo con bromas y cambiando de tema para concentrarse en la celebración del séptimo cumpleaños del mayor de sus nietos. La noche se hizo presente y ambos bajaron para poder cenar en familia, escuchando a los pequeños hablar felices sobre su pesca.

Más entrada la noche, cuando todos se disponían a ir a dormir, Astrid vio que Hipo se alejaba de ellos. Zephyr iba a acercarse, pero su madre la detuvo. Tomó una de las pieles que Nuffink le extendía y avanzó tras su esposo, asegurando a sus hijos que ella podía encargarse de llevarlo a casa más tarde.

—Deberías al menos cubrirte, es una noche fría. —comentó la rubia en tono bajo, acercándose a colocar la piel sobre sus hombros —¿Qué sucede, babe? —se acercó a sentarse a su lado

—Solo.. pensaba en lo que Dagur dijo hace rato. —murmuró, tomando la piel de sus hombros para extenderla y abrazó a su amada esposa por los hombros, cubriéndola del frío igualmente

—¿Puedo saber qué es? —preguntó con curiosidad

—Creo que.. se despidió de mi. —murmuró, suspirando con tristeza —Él realmente siente que irá al Valhalla pronto. —continuó el castaño —Y.. solo pensaba.. En lo afortunado que soy por la vida que tengo.

—Babe...

—Y... Pensaba que, si tuviera que vivir toda una vida otra vez.. —giró la cabeza para verla, sonriéndole con cariño —Desearía que estuvieras conmigo. —ella se sonrojó ante sus palabras y le sonrió con cariño

—¿Toda una vida? —preguntó en bajo

—Desearía pasar una y mil vidas a tu lado, mi lady. —le aseguró con seguridad, acercándose a darle un beso —Te amo.

—Te amo. —respondió, dándole otro beso

Pasaron unas horas más, hablando con calma sobre las bendiciones que los dioses les habían dado. Estando plenamente felices de la cercanía entre ellos. Volvieron a su hogar entre risas suaves y cumplidos dulces, como si los años no hubieran pasado y siguieran siendo aquellos adolescentes recién comprometidos que estaban llenos de amor y con un futuro brillante esperando por ellos.

Habían pasado toda una vida juntos y, sin embargo, seguían amándose como el primer día. Y ambos estaban seguros de que así sería hasta el final de los tiempos.

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Gracias por llegar al final de este bonito compendio de historias ❤️✨

Siento que hay historias que podrían desarrollarse más, pero decidí concluirlas para no saturarme y no saturarlas tampoco. Sin embargo, hay una historia en especial que despertó un interés especial en mi en cuanto la estaba escribiendo. 👀✨

Por lo cual, he decidido hacer una historia más extensa con la trama de: "Solo esposos". Y se llamará: 

(No es la portada oficial)

Justo ahora, trabajo en ella y estoy feliz de poder decirles que el primer capítulo se estrenará pronto. ✨

Nuevamente, gracias por sus lecturas, sus votos y sus comentarios. Espero poder seguir contando con su apoyo en esta nueva historia HICCSTRID ❤️✨

✨Nos leemos pronto✨

-Rossy Mar-