
30| Sin ti.
Continuación de "Siempre será Hipo y Astrid".
Nota: Las partes en cursiva son recuerdos de Hipo, el texto en negrita es como una carta que hace para la rubia y el texto normal es lo que pasa en su presente (hasta el final).
°•°•°•°•°•°•°•°•°•°•°•°
Querida Astrid, todo ha sido tan difícil sin ti...
Desde aquella tarde en que salvaste mi vida me prometí a mi mismo que haría de este mundo un lugar mejor, que no me daría por vencido sin importar los desafíos que la vida tuviera para mi. Que te haría sentir orgullosa.
No sé si ya lo he conseguido, pero seguiré esforzándome día con día para lograr el objetivo.
"—Hipo, los tenemos todos. —le informó Patapez sacando a los últimos dragones de las jaulas en aquél barco de cazadores
—Bien, entonces vámonos. —asintió con la cabeza, llamando a Chimuelo con un silbido, este llegó a su lado —Los seguimos. —dijo hacia Dagur, que le sonrió, ayudando a Mala a subir a triple ataque
—Te veré en Los defensores del ala, hermano. —asintió con la cabeza, subiendo a su dragón para emprender vuelo hacia la isla de su esposa, donde resguardarían a los dragones rescatados"
He encontrado en nuestros amigos un gran apoyo, sobre todo ahora que oficialmente soy el jefe. Hemos creado una alianza más fuerte con los Defensores del ala, las Doncellas aladas y la isla Berserker.
Entre todos rescatamos a los dragones capturados por cazadores y atrapadores. Mi padre sugirió dividir a los dragones nuevos entre los distintos clanes y eso nos ha resultado de maravilla.
La mayor parte del tiempo..
"—Estás más inquieto que la última vez, jefe. —le dijo Eret con calma, acercándose con Tormenta hasta él y Chimuelo en otra de sus misiones de rescate
—Siento que algo está mal. —admitió, observando al resto de sus amigos sobre sus dragones
—Todos estamos bien, descuida. —le dijo Heather, que iba detrás de ellos —Nadie nos sigue. —le sonrió, queriendo calmarlo
—Bien.. —suspiró —Creo que solo estoy paranoico. —admitió en bajo, regresando la mirada al frente
Cuando estaban por llegar a Berserker esa ocasión, se llevaron la sorpresa de ver que la isla estaban siendo atacada por otros cazadores
—Tenías que llamar a la mala suerte, Hipo. —se quejó Patán frunciendo su ceño
—Lo podemos discutir después. —le dijo, frunciendo el ceño —Heather.. —la pelinegra les dio indicaciones para atacar y salvar a sus compatriotas Berserker."
Habían pasado seis años desde que te fuiste cuando las diferentes islas aliadas comenzaron a recibir ataques, eran inesperados y con bastante fuerza, lo cual causaba pérdidas materiales y humanas.
En una reunión posterior a estos ataques propuse aquella idea que no a todos les pareció correcta.
"—¿Estás sugiriendo llevarte a todos los dragones a un lugar que no sabes si existe? —preguntó Dagur
—Es una manera de mantenerlos a salvo. —comentó con calma
—¿Y qué pasará si encuentras ese lugar? —cuestionó Mala con calma, acariciando su vientre de manera suave, sintiendo un movimiento de su bebé, que parecía inquieto ese día
—Llevaremos a todos los dragones al mundo oculto, donde estarán a salvo. —giró a ver a su dragón, que permanecía cerca de la puerta del gran salón, viendo hacia los pequeños berkianos que jugaban junto al primogénito de Dagur y Mala
—Y.. con eso quieres decir.. —Estoico lo observó con curiosidad, intuyendo lo que diría a continuación
—Chimuelo es el alfa, cualquier dragón lo seguirá. Él y yo..
—No vas a poder volver si viajas solo. —negó su padre —Tal vez un grupo pequeño puede ir contigo y..
—No. Eso podría ponernos en riesgo. —negó el castaño
—No puedes ir solo. —negó el mayor enseguida
—Tu padre tiene razón, hermano. No puedes hacerlo solo. —dijo Dagur con calma, el castaño frunció su ceño
—Soy perfectamente capaz de..
—¡Jefe! —Patapez lo interrumpió, entrando al gran salón con un pergamino en la mano, llamando la atención de todos —Atacan la isla Berserker."
Debo confesarte que no fue una de mis mejores ideas, no he tenido muchas buenas ideas desde que no estás. Y las cosas solo empeoraron con el paso de los días.
Aquel ataque a Berserker dejó más destrucción de lo que esperábamos. Mas heridas de lo que nos hubiera gustado. Y cicatrices tan profundas que seguramente nunca iban a desaparecer.
"Hipo se encontraba en su cabaña, tratando de descansar después de un largo día de trabajo, Chimuelo se recostó en su roca y el castaño lo observó con una sonrisa antes de avanzar por un poco de hidromiel. Tenía ya cinco años viviendo en su propia cabaña junto a su dragón y disfrutaba de tener esa privacidad.
Se sirvió un tarro de hidromiel y avanzaba de nuevo a su habitación cuando se escucharon suaves golpes en su puerta, lo cual le desconcertó. Dio un sorbo a su bebida y la dejó a un lado para abrir la puerta. Esperaba encontrar a alguno de sus amigos o sus padres, sin embargo, jamás esperó verla a ella..
—¿Heather? —preguntó desconcertado de verla, ayudándole a mantenerse de pie al verla tambalear mientras mantenía una mano en su pierna, donde había sido herida días antes, durante el ataque —Por Thor, ¿Qué haces aquí? ¿Hay problemas en Berserker? —preguntó angustiado, ayudándole a entrar en su cabaña y dejando que Cizalladura entrara tras ella
—No.. no hay.. es que.. —la pelinegra hizo una mueca, sosteniéndose del castaño ante el dolor que sentía
—Tranquila, le llamaré a Gothi. —le dijo con calma, ayudándole a sentarse en una silla cercana
—No. Quédate. —le pidió, deteniéndolo con la poca fuerza que tenía
—Heather, no te ves bien. —admitió, agachándose a su altura —Si todo está bien en Berserker.. ¿Por qué estás aquí? Aún no estás bien.
—No puedo.. no quiero estar ahí. —dijo con calma, su dragona se acercó a ella para asegurarse que estuviera bien —Déjame.. por favor.. No quiero..
—Heather, tengo que llamar a Gothi. —insistió al ver otra de las heridas de la chica sangrando —Si quieres quedarte en Berk, puedes quedarte. Pero por favor, tienes que dejar que te revisen. —ella lo observó un momento, asintiendo con la cabeza. Hipo la cargó con cuidado para llevarla a su habitación, dejándola con suavidad en la cama. Chimuelo despertó ante el alboroto y acompañó a su jinete a casa de Gothi en busca de su ayuda."
Sé que Heather siempre tuvo un lugar en tu corazón, era tu mejor amiga. Y sabes que es como una hermana para mi.
Verla tan mal me partió el corazón. No podía darle la espalda cuando más me necesitaba. No podía solo ignorar el dolor que sentía, no solo físicamente, mucho menos cuando ella estuvo para mi cuando más me dolía tu ausencia. Y me apoyó tal y como tú hubieras hecho.
"Heather sonrió al ver a su dragona interactuar con unos pequeños dragones que habían encontrado, tan pequeños que apenas y podían elevarse unos centímetros en vuelo.
—Tal vez debamos acampar esta noche. —dijo Hipo con calma acercándose a ella y sentándose a su lado —El lugar parece seguro.
—De acuerdo. Te ayudaré a armar el campamento. —asintió con la cabeza, sin apartar la mirada de su dragona
—Gracias por venir conmigo. —le agradeció, viendo a su dragón sacudirse y acercarse a los pequeños dragones para jugar
—No te dejaría venir solo. —sonrió, elevando la mirada al cielo —Ella no me lo perdonaría. —el castaño soltó una risa, viendo igualmente hacia el cielo, sabiendo que hablaba de Astrid."
Al final, logré convencer a mi padre de explorar en busca del mundo oculto y ella me acompañó, sin importar las negativas de Dagur. Desde aquél último ataque a Berserker ella no ha tenido una buena relación con su hermano y permaneció en Berk, ayudando con lo que pudiera. Siendo una gran consejera y amiga, especialmente para mi.
Estuvo conmigo cuando lo encontramos, estuvo conmigo cuando Chimuelo encontró a su pareja. Una preciosa furia luminosa.
Estuvo conmigo cuando tuve que dejarlo ir...
Y después de verlo partir junto al resto de dragones, tuvimos que enfrentar la inevitable realidad. Esa que ambos habíamos querido evitar.
"—No tienes que irte si no quieres. —dijo el castaño con calma a la pelinegra, que empacaba sus cosas para volver al fin a la isla Berserker a petición de su hermano
—No quiero causarte problemas. Dagur puede ser... —se detuvo, sintiendo nuevamente náuseas
—¿Impredecible? ¿Loco? —completó el chico, creyendo que ella estaba buscando la palabra indicada —Si, suele serlo, pero... —se acercó enseguida al verla vomitar en un balde cercano —Dioses.. ¿Estás bien? —la sostuvo, esperando paciente a que ella pudiera responder
—No me siento bien. —admitió una vez pudo calmar su asco y dejó de vomitar
—¿Te llevo con Gothi? —preguntó con calma, preocupado de ver lo pálida que estaba —Es un viaje largo hasta Berserker. —dijo enseguida, al darse cuenta que iba a negarse
—Bien... solo.. terminaré de empacar. —aceptó
—Te ayudo. —ofreció con media sonrisa, ayudándole a ponerse de pie"
Ella debía volver a casa, yo debía liderar Berk. Y de nueva cuenta, estaríamos solos.. O eso era lo que pensábamos.
"—¿Estás segura? —preguntó Hipo a la anciana después de que esta revisó a la pelinegra, esta asintió con la cabeza despacio
—¿Qué? ¿Qué sucede? —preguntó Heather desconcertada
—Gothi... ¿Podrías darnos un momento? —la anciana asintió nuevamente, saliendo de la habitación del jefe con una sonrisa
—Hipo... me estás asustando. —admitió la pelinegra
—Heather.. —se agachó a su altura y tomó sus manos con calma —Estás embarazada. —murmuró
—¿Qué? —preguntó en un murmullo —Pero... —sus ojos se llenaron de lágrimas en un instante, dejando ver el terror que sentía ante aquella noticia —No... Yo no...
—Lo sé. —la abrazó enseguida, dejándola desahogarse —Lo sé, Heather.. Sé que no quieres esto. —ella se aferró al castaño, llorando de manera desconsolada sin poder evitarlo —Estoy contigo. No pienso dejarte sola. —aseguró"
La vida puede tener caminos inciertos y ser dolorosa.
Un día puedes estar haciendo planes de vida con quien más amas y al siguiente perder a esa persona a causa de un dragón..
Un día podrías estar planeando las festividades de Snoggletog junto a tu amiga y al siguiente.. llevarte la sorpresa de que va a ser mamá.
"—Dagur va a matarte. —murmuró la pelinegra, deteniendo sus pasos y al castaño con ella pues la tenía tomada de la mano —Esto es.. es una mala idea.. —insistió
—Es una solución. —le recordó con calma, sonriendo a medias para tratar de calmarla —Heather, no tienes que hacer esto sola.
—Pero no quiero que cargues con la responsabilidad. No te corresponde y...
—Soy el único que sabe lo que pasó esa noche. —le recordó —Nadie tiene por qué saberlo nunca. —la abrazó con cariño —Y nadie va a volver a hacerte daño. Te lo juro. —ella le devolvió el abrazo, suspirando —Déjame cuidar de ti. —pidió en un murmullo —Astrid habría querido que te cuide.
—Van a darse cuenta. —murmuró ella, negando con la cabeza
—Nadie lo va a saber. —insistió —Nadie tiene por qué saberlo. "
Dagur se enojó cuando supo que Heather estaba embarazada. De no ser por mi padre y Bocón, posiblemente me habría golpeado hasta la inconciencia. Pero valió la pena. Ahora Heather tendría un padre para su hijo y Berk tendría un heredero, ese que tanto me habían pedido mis padres.
"Heather sonrió al ver a Hipo regresar a casa. El castaño le sonrió de vuelta, dejando su hacha a un lado y bajando la leña que había ido a conseguir.
—Iba a ir a buscarte. —dijo con calma, manteniendo su mano sobre su vientre
—Ya estoy aquí. —se acercó, dejando un beso sobre su frente —¿Están bien? —preguntó con calma, poniendo su mano sobre el vientre de la pelinegra
—Estamos bien, solo tenemos hambre. —admitió —¿Te parece ir a comer al gran salón? No me apetece hacer comida hoy. —murmuró avergonzada
—¿Estás segura? —le sonrió a medias
—Solo.. no me dejes sola. —le pidió en bajo
—No me alejaré. —prometió, tomando su mano para ir con ella al gran salón"
Fue difícil. Más complicado de lo que esperábamos, pero poco a poco nos acoplamos a vivir juntos y tratamos de ignorar los comentario de algunos berkianos que no estaban de acuerdo con tenerla como jefa. No después de haberte tenido a ti..
"Hipo abrazó a su ahora esposa por la cintura, entrando con ella al gran salón. Dirigiéndose a la mesa donde estaban sus padres. Valka le sonrió con cariño, haciéndole espacio a su lado.
—Ven, hija. —la invitó
—Gracias. —sonrió apenada, sentándose con cuidado junto a la mayor
—Te traeré comida. —dijo el castaño, dejando un beso sobre su cabello
—No, no te vayas. —le pidió en bajo
—Descuida, no tardaré. —le aseguró —Mi madre está contigo, nadie te hará nada. —le aseguró en bajo, ella suspiró y aceptó
—Y.. ¿ya tienen un nombre para el bebé? —preguntó la mayor con una sonrisa
—Pues... pensaba en ponerle el nombre de mi padre si es un niño. Mi padre adoptivo. —explicó enseguida —Dagur se adueñó el nombre de nuestro padre. —dijo con gracia, recordando a su sobrino mayor, Oswald
—¿Y si los dioses les dan una niña? —volvió a preguntar con curiosidad, la pelinegra sonrió, acariciando su vientre antes de responder"
Después de perderte, prometí que haría de este un mundo mejor. Prometí que lucharía cada día hasta conseguirlo. Por mi, por ti.. por lo que fuimos y lo que no pudimos ser..
Ahora.. lo hago también por ella.
—Papi. La cena está lista. —una pequeña pelirroja se acercó a él con una sonrisa, el castaño paró su escrito y sonrió, girando a ver a su preciosa hija de seis años
—Mi preciosa Astrid. —la abrazó con cariño, dejando un beso en su frente —¿Le ayudaste a mamá?
—Si. —asintió con la cabeza, sonriendo ampliamente —Hicimos chuletas de Yak. —dijo orgullosa de poder ayudar en la cocina
—Seguro están deliciosas. —le dijo con cariño, acomodando un mechón de su cabello fuera de su rostro —¿Podrías adelantarte? Debo terminar algo.
—¿Cosas de jefe? —preguntó con curiosidad, viendo los pergaminos de su padre
—Cosas de jefe. —asintió con la cabeza —Voy en un momento.
—Está bien. —sonrió, separándose del abrazo de su padre y avanzando con alegría hacia su madre
Hipo sonrió al verla, recordando el primer momento en el que la tuvo en sus brazos. Suspiró, feliz de ver la alegría de su hija. Cada día que pasaba estaba más convencido de que había hecho lo correcto. Ser padre de esa preciosa pelirroja era la mejor de sus elecciones.
Regresó la mirada a su carta, terminándola antes de dirigirse a la cocina, donde estaba su amada hija, riendo con Heather.
—¡Papi! —la menor estiró sus brazos al castaño, que la cargó con cuidado —¿Terminaste tus cosas de jefe? —preguntó mientras lo abrazaba
—Terminé. —asintió, dejando un beso en la frente de Heather, que le sonrió
Cenaron con calma, entre risas suaves. Cuando acabaron, llevaron a la menor a su habitación y le contaron su historia favorita para dormir, esa que hablaba sobre una valkiria rubia que siempre salvaba a quienes lo necesitaban. Esa valkiria que era tan reconocida y querida en Berk y gran parte del archipiélago... y de quien provenía su nombre.
Heather insistió en ponerle tu nombre, en honor a ti.. la valiente valkiria que siempre nos unió y que ahora nos unirá por siempre. La mujer de mi vida, la mejor amiga que cualquiera de nosotros hubiera podido tener.
Te prometo que siempre tendrás un lugar en mi corazón, te amo con todo mi ser y te extraño como el primer día. Ahora, mi hija y Heather están también ahí. Espero que no te moleste compartir el espacio en mi corazón.
Una vez su niña se quedó dormida, los mayores fueron a su habitación. La pelinegra se recostó y le sonrió con cariño al castaño, sonrisa que él le devolvió cuando se recostó a su lado.
—Creo que ya te lo agradecí antes, pero de verdad.. Gracias. —murmuró la pelinegra
—¿Por? —sonrió a medias
—Por cuidarme, por darme refugio cuando lo necesitaba y.. por aceptar a mi hija como tuya. —sonrió con tristeza
—Es mi hija. —aseguró, poniendo su mano en la cintura de la chica, atrayéndola para abrazarla con cuidado —Siempre será mi hija. —dejó un beso sobre su frente y ella asintió con la cabeza, suspirando y acurrucándose en el castaño, que la abrazó con cariño —Ella es mi familia, igual que tú, Heather. Siempre lo serás.
—Tú también eres mi familia. —murmuró ella con una sonrisa, la cual borró segundos después —Gracias por guardar el secreto respecto al ataque. —el castaño sonrió con tristeza, apretando un poco el abrazo
—Lamento no haber estado ahí para ayudarte. —murmuró, acariciando la espalda de la pelinegra con suavidad
—Tal vez eso es lo que debía pasar.. Quiero decir... fue horrible y doloroso, pero.. —el castaño dejó un beso en su cabello, dejando su mano en la cintura de la pelinegra —Eso nos dio a nuestra pequeña Astrid. Te libró de encontrar una esposa a quien probablemente no hubieras amado y.. nos permitió estar juntos.. —sonrió, separándose un poco para verlo —Gracias a eso, no volveremos a estar solos. —Hipo suspiró y le sonrió, pensando en sus palabras
—¿Crees que ella estaría feliz de vernos juntos? —preguntó en bajo
—Creo que lo entenderá y nos perdonará en el Valhalla. —dijo con calma y se acercó a dejar un beso en su mejilla —Descansa, Hipo.
—Descansa, Heather. —dejó un beso en su frente y la abrazó con cariño, pensando nuevamente en su amada rubia
Astrid Haddock Berserker es el mejor regalo que pudo darme la vida, después de ti, claro. Porque a pesar de tanto tiempo... Te amo, Astrid Hofferson. Con todo lo que tengo. Y siempre lo haré.
Espero poder reencontrarnos en el Valhalla y poder volver a amarte, abrazarte y besarte como la primera vez.
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro