Au después de la tercera película y el especial. Varios años después.

Continuación de "Juguete"

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—Astrid, cielo.. ¿Viste a dónde se fue Zephyr? —se acercó a su esposa al verla hacer una trenza pequeña en el corto cabello de su hijo, que esperaba paciente a que su madre terminara de trenzarla, como solía hacer de repente con él y su padre

—Dijo que iría con Brutilda, le ha estado ayudando con Thora desde la mañana. —le explicó con calma —Ya está, mi niño. —dejó una palmada en el hombro del rubio que sonrió y giró a ella

—Gracias, ma. —dejó un beso en su mejilla —Iré a entrenar con Patán. —avisó a ambos, sonriendo hacia su padre, quien le devolvió la sonrisa

—No le tengas piedad. —le advirtió la rubia con una sonrisa

—Nunca se la tengo. —dijo con gracia, tomando su hacha y avanzando hacia el centro de entrenamiento

—Dioses.. crece muy rápido. —murmuró el castaño viendo a su hijo avanzar lejos de ellos, la rubia asintió con la cabeza mientras se acercaba a tomar su mano —¿En qué momento pasaron tantos los años? —preguntó, haciendo una mueca

—Bueno... en algún momento debían crecer. —le sonrió

—Pero.. ¿por qué? —volvió a quejarse, abrazando a su esposa por los hombros, quien soltó una risa suave

—No pueden ser nuestros bebés por siempre, lo sabes. —jaló su túnica para hacerlo inclinarse un poco y lo besó con dulzura

—Sé que no.. —sonrió a medias

—Jefe.. —el castaño giró la mirada hacia quien le llamaba —Se acerca un barco del este. —le informó con calma —Parecen ser de Berserker.

—¿Berserker? —preguntó desconcertado —Que raro que vengan en esta época del año.

Vio a la rubia que se encogió de hombros sin saber que decirle, avanzaron con tranquilidad al puerto para recibir a quien hubiera llegado, notando que su hija ya estaba ahí. La castaña cargaba a la pequeña Thora, de tres años de edad, mientras sonreía ampliamente al barco que se acercaba.

—Recuérdame por qué está tan feliz de ver a los Berserker.. —murmuró Hipo hacia Astrid al ver el interés de su hija por los invitados inesperados

—¿De verdad quieres que te lo recuerde? —preguntó con una sonrisa divertida

—No, dioses.. no.. —negó con la cabeza, haciendo una mueca mientras la rubia reía en bajo

Él lo sabía bien, sabía que la emoción de su hija se debía a Oswald, ya que tenían una relación desde hacía unos años y que habían mantenido en secreto de él hasta que en una visita del pelirrojo los encontró besándose. Aquella escena no la iba a olvidar, por más que quisiera. Recordaba la promesa que el pelirrojo le había hecho de cuidarla y recordaba la discusión que había tenido con Dagur, Mala e incluso Astrid, por haberle ocultado una información tan importante.

Esperaron a que el barco llegara al puerto. Sonrieron al ver a Dagur y Mala ser los primeros en bajar. Se acercaron a saludar y el castaño le pedía en silencio a los dioses que fuera un viaje sin sus hijos, pues no creía soportar ver a su preciada niña ser cortejada por..

—Oswald. —la alegre voz de Zephyr llamó su atención, giraron a verla y el castaño no pudo evitar hacer una mueca al ver al pelirrojo dejar un beso sobre la frente de su niña

—Hola, preciosa. —le sonrió con cariño —Y hola a ti también, pequeñita. —saludó a Thora, quien reía mientras estiraba sus brazos hacia él para que la cagara

—¿Qué los trae a Nuevo Berk en esta época del año? —preguntó Astrid a los mayores mientras tomaba el brazo de Hipo, queriendo distraerlo

—Bueno.. quisiéramos decir que es por el trayecto maravilloso, sin embargo... —Mala dejó las palabras al aire, queriendo encontrar las palabras adecuadas

—Es un viaje bastante largo. —completó la jefa de Berk con una sonrisa comprensiva

—La realidad es que a Oswald le apetecía venir, le había prometido a Zephyr asistir por su cumpleaños. —comentó Dagu con calma

—Que considerado. —comentó el castaño en bajo, sonriendo ligeramente

—Siempre es un gusto recibirlos. —dijo Astrid con calma para después dirigir la mirada a un rubio que se acercaba de manera tímida hasta ellos —Está entrenando, seguro que le gustará verte. ¿Por qué no vas a buscarlo? —le animó, sabiendo que preguntaría por su hijo menor

—Gracias, Jefa Astrid. —le sonrió, avanzando hacia el área de entrenamiento

—Sigo sin entender cómo es que salió tan tímido. —comentó Heather llegando a saludarles, llevando de la mano a una pequeña pelirroja

—Es un misterio. —le sonrió Astrid, acercándose a abrazarla y saludar a la pequeña Solveig, que era hija de la pelinegra

—Los acompañaremos a instalarse. —dijo el castaño con calma, viendo de reojo a su hija alejarse con Oswald y Thora hacia algún lugar de la isla

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Hipo se sentía intranquilo, Zephyr no había vuelto a casa a pesar de que habían pasado horas y ya había anochecido. Lo cual le preocupaba. Estaba en el marco de la puerta de entrada de su casa, viendo al exterior y esperando por ella.

—Deja de comportarte así, sabes que nadie podría hacerle daño. —le pidió su esposa abrazándolo por la espalda

—Oswald no me da buena espina. —murmuró, haciendo una mueca

—Es un buen chico, lo sabes. —lo hizo girar hacia ella y que apartara la mirada del exterior —Lo conoces prácticamente desde que nació.

—Pero ahora..

—Si.. le gusta nuestra hija. Es no lo hace un mal vikingo. —negó con la cabeza —En realidad, es muy inteligente por elegirla a ella. Zephyr es hermosa, es inteligente, valiente.. Testaruda, como su padre. —dijo con gracia, haciéndolo sonreír a medias —Estará bien. La entrenamos para defenderse y..

—Y es tan parecida a ti que si él hace algo mal.. volverá en pedazos a Berserker. —dijo con gracia, abrazando a su esposa que sonrió divertida por su comentario

—Dudo que le haga eso.. pero al menos, se iría sin una parte. —soltó una risa suave

—Si.. tan parecida a ti. —sonrió, dejando un beso sobre su cabello

—Déjala planear su futuro con el chico que ame. Así como nosotros hicimos. —le dijo con calma, acariciando su espalda para tratar de calmarlo, él suspiró

—Aún tiene dieciséis. —se quejó en bajo

—¿Qué edad teníamos cuando nos hicimos novios? —se separó un poco para verlo, notando que hacía una mueca —Exacto, teníamos diecisiete. Ella está a unos días de cumplir esa edad. —le recordó suavemente —Y nos comprometimos a los diesiocho, casi diecinueve.. Y durante ese tiempo..

—Basta.. —le interrumpió, negando con la cabeza —No necesito ninguna imagen ilustrativa al respecto. Es nuestra bebé. —se quejó, haciendo una mueca

—Ya no es un bebé, Hiccup. —ambos giraron la mirada hacia afuera de la casa, viendo a su hija reír junto al pelirrojo mientras avanzaban hasta ellos —Déjala vivir su amor.. eso no te hará daño. —le pidió en bajo, dejando un beso sobre su mejilla

—Mamá, papá.. La-lamento llegar tarde.. Oswald me invitó a cenar con ellos y..

—Está bien, cariño. —Hiccup le sonrió, deteniendo sus balbuceos nerviosos —Gracias por traerla a casa. —agradeció al pelirrojo, que le sonrió apenado —Les daremos.. algo de espacio.. —murmuró el castaño, avanzando al interior de la casa junto con su esposa, que le sonrió con cariño —¿Qué? —preguntó en bajo al verla

—Es igual que tú cuando está nerviosa. —soltó una risa suave y tomó su mano, jalándolo para llevarlo hacia su habitación —Me siento orgullosa de que no le gritaras o amenazaras a Oswald. —agregó

—Bueno.. tienes razón.. —murmuró, haciendo una mueca —Debo dejarla crecer..

—Así se habla, babe. —le sonrió, atrayéndolo para besarlo con dulzura —Ahora, vamos a dormir. Mañana será un día importante. —murmuró, besándolo nuevamente

—¿Un día importante? —preguntó desconcertado, cerrando la puerta de su habitación

—Dagur no vino solo por el cumpleaños de Zephyr. —le informó con calma —Hay cosas que solucionar, jefe.

—Bien.. eso haremos.. —sonrió, besándola nuevamente antes de cambiar su ropa para poder dormir, escuchando minutos después a su hija subir las escaleras y pasar frente su puerta para ir a su habitación mientras tarareaba en bajo con evidente felicidad

—También en eso se parece a ti. —murmuró la rubia, haciéndolo reír en bajo

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La mañana siguiente, la castaña se despidió de sus padres, diciendo que iría con Oswald a explorar un poco.

—Saben que eventualmente le pedirá matrimonio, ¿No? —preguntó Nuffink con calma mientras terminaba de desayunar

—Cariño, no se lo recuerdes a tu padre, por favor. —pidió la rubia, revolviendo el cabello de su hijo cuando pasó tras él, llevando más comida a la mesa

—Solo digo.. que tal vez.. —hizo una pausa, pensando en qué palabras usar

—Nuffink, solo dilo. —le animó su padre con calma, el menor suspiró

—Tyrrell me dijo ayer que Oswald estaba planeando proponérselo. —dijo al fin, los mayores se observaron un momento en silencio antes de regresar la mirada a su hijo

—¿Dijo cuándo o.. dónde? —preguntó el castaño con la mayor calma que tenía en ese momento

—No, no me dijo.. —negó con la cabeza —Tuvo que guardar silencio porque el jefe Dagur se acercaba a nosotros.

—Dagur... ¿él sabe de la propuesta? —el castaño frunció su ceño

—Hiccup..

—No sé. —el menor se encogió de hombros

—Hiccup. —Astrid lo detuvo en cuanto este se puso de pie —Espera, debes calmarte un poco antes de hablar con él. —le dijo en bajo, jalándolo para que vuelva a sentarse

—¿Hay alguna diferencia si el jefe Berserker lo sabe o no? —preguntó el menor con curiosidad

—Hace unos años, Dagur le propuso a tu padre una alianza. —comenzó a explicar la rubia, sin soltar la mano de su esposo para asegurarse que no se iría —Un matrimonio entre Oswald y Zephyr para asegurar que nuestras tribus estarán unidas siempre.

—Y dijiste que no, quiero suponer. —observó a su padre

—Por supuesto que dije que no. —aclaró

—Por eso le molesta a tu padre. Cree que Dagur podría estar detrás de esa repentina propuesta. —explicó Astrid con calma

—Entiendo.. —asintió con la cabeza —Bueno.. supongo que deben hablar con ellos, yo.. estaré con Tyrrell. Si averiguo algo más, les diré. —sonrió, levantándose con calma de la mesa

—Nuffink. —el menor giró a su madre —No te metas en problemas, por favor. —pidió con calma

—No lo haré, mamá. —sonrió, tomando su hacha y saliendo de la casa

—Se meterá en problemas. —murmuró una vez lo vio salir y giró la mirada al castaño —Termina de desayunar, después vamos con Dagur. —le dijo con calma

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El jefe Berserker se encontraba junto a su esposa, viendo con una sonrisa hacia la pequeña Solveig de 12 años, que jugaba con Heather de manera tranquila entre el césped del lugar.

—Papá. ¿Podemos hablar? —el pelirrojo giró la mirada, asintiendo y alejándose de su esposa para ir junto a su hijo mayor

—¿Qué pasa, hijo mío? —lo abrazó por los hombros, sonriéndole con alegría

—¿Es cierto que le propusiste al jefe Hiccup una alianza de matrimonio? —preguntó sin rodeos

—¿Qué? —preguntó desconcertado —¿Cómo es que..?

—Dagur. —ambos pelirrojos giraron la mirada hacia Hiccup, que se acercaba hacia ellos en compañía de Astrid y su hija mayor, que parecía enojada —¿Podemos hablar?

—¿Le dijiste a mi hijo sobre la propuesta? —frunció su ceño hacia el castaño

—¿Qué? —preguntó el castaño desconcertado —¿De qué propuesta...?

—La propuesta de matrimonio. —aclaró Zephyr hacia su padre para después ver al pelirrojo mayor —No, no fue mi padre.

—Fueron Nuffink y Tyrrell quienes nos dijeron. —aclaró Oswald, los rubios menores se acercaron mientras tanto hacia Heather y su niña, ofreciendo cuidar de la menor para que ella pudiera acercarse a la reunión entre los jefes

—Si, se lo propuse.. pero fue hace mucho. —comenzó a aclarar Dagur, soltando a su hijo y sintiendo la mano de su esposa en su hombro —En cuanto Hiccup se negó, ese tema quedó en el olvido.

—¿Estás seguro que así fue? —preguntó el castaño con calma

—No intervine en el hecho de que mi hijo se enamorara de tu hija. Si es lo que quieres insinuar. —comentó frunciendo su ceño al igual que el castaño

—No, pero tal vez pudiste intervenir en...

—Hiccup... —Astrid intervino antes de que iniciaran una pelea

—Hey, ¿ya se lo dijiste? —Heather llegó a ellos, abrazando a su sobrino mayor con una sonrisa, ganando la atención de todos

—¿Decir qué? —preguntaron ambos jefes, viendo a la pelinegra para después ver al pelirrojo menor, quien sonrió nervioso

—Oh.. no hablaban de..

—Lo hizo. Me propuso matrimonio. —intervino Zephyr, ganando la atención de los mayores —Dije que no. —aclaró a su padre, quien suspiró aliviado sin poder evitarlo —No estamos listos, no aún. —explicó con calma

—Y no se lo propuse por ningún acuerdo, yo realmente quiero estar con ella. —comentó Oswald hacia ambos jefes —La amo y.. no imagino un futuro en el que no esté con ella.. —Zephyr se sonrojó con intensidad por sus palabras, sonriéndole apenada

—Bien.. creo que eso es suficiente para mi. —murmuró el castaño

—Descuida, pa. —la castaña lo abrazó —Si en un futuro vuelve a pedirmelo..

—Lo haré.. —aclaró Oswald

—Más te vale hacerlo. —advirtió ella al pelirrojo mientras su padre le devolvía el abrazo

—Ese día, seguro me sentiré muy feliz por ti. —dijo Hiccup, dejando un beso sobre su cabello —Solo.. que no sea tan pronto.

—Lo prometo, no será pronto. —aseguró con una sonrisa

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Fotitos de inspiración para el capítulo:

Aparentemente, en la primera imagen se trata de Ronnie (Oc que es hija de Hiccup y Elsa en otro universo) y no de Zephyr. Sin embargo, quedaba bien para el capítulo :D