Au moderno

Siguiente parte de "Vuelo romántico" y "Primer contacto".

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Hipo abrió sus ojos despacio, extrañado de no sentir a su preciosa rubia a su lado. Frotó sus ojos con cuidado y observó la tienda que sería su habitación la siguiente semana.

Estaban en "Obscuridad profunda", una isla que aún no exploraban y despertar esa primera mañana sin ella a su lado, no le parecía una buena señal.

Se levantó con cuidado, estirándose para despejar su sueño y bostezó. Salió de la tienda en busca de Astrid y sonrió aliviado de verla llegar al campamento con leña, siendo acompañada por Dagur.

—Buenos días, babe. —le saludó al darse cuenta que estaba despierto, viéndola desde la entrada de la tienda

—Buenos días, hermano. —saludó el pelirrojo

—Buenos días. —saludó el castaño con una sonrisa

—El desayuno no debe tardar en estar listo, anda a cambiarte. —dijo la rubia, acercándose a él para darle un beso

—¿Por qué no me despertaste? —la abrazó por la cintura y la besó nuevamente, un beso dulce y fugaz

—Necesitabas dormir. —se encogió de hombros, pasando sus manos por el pecho del chico en una caricia suave, sonriendo al ver nuevamente el tatuaje con su nombre —¿Descansaste bien?

—Si, pude descansar. —asintió con la cabeza, abrazándola y dejando un beso sobre su cuello —Pero no estabas cuando desperté. —se quejó, ella soltó una risa suave

—Lo siento. Tenía que salir al baño y después me encontré con Dagur.

—Y me dejaste abandonado por irte con él. —le acusó, sonriendo contra la piel de su cuello

—Oh, mi bebé dragón. —sonrió, abrazándolo por los hombros —Te lo voy a compensar, lo prometo.

—Buenos días tortolitos, el desayuno está listo. —avisó Heather con una sonrisa

—Ahora vamos. —dijo la rubia, separándose un poco del castaño, que no la soltó

—Si... solo necesitamos buscar algo en la tienda. —dijo el castaño con una sonrisa —Sostente. —murmuró a la rubia, que lo vi desconcertada y soltó una risa al sentir que él la cargaba con cuidado haciéndola enrollar las piernas en su cadera —Ahora vamos. —dijo a Heather

—No tardamos. —dijo la rubia con una sonrisa hacia su mejor amiga

—No prometo nada. —Hipo sonrió divertido, acariciando al trasero de su novia con calma mientras volvía con ella en brazos hacia su tienda, haciéndola sonrojar 

La pelinegra asintió, riendo suavemente y acercándose para ayudar a su hermano con la leña que habían llevado.

—Hipo, no podemos hacer nada de lo que estás pensando. Hay más personas en el campamento. —le recordó en bajo, el castaño soltó una risa suave y se acercó a la cama para bajarla ahí con cuidado

—¿Sabes lo que estoy pensando? —preguntó con curiosidad

—Me imagino un par de cosas que.. —él la interrumpió, tomando su nuca con una mano y acercándola con cuidado para besarla

—Lo único que quiero es besarte. —murmuró sobre sus labios una vez se separaron para tomar aire, ella sonrió

—Hipo.. —volvió a interrumpirla con un beso rápido

—No vuelvas a hacerme eso.. no me gusta despertar sin ti. —negó con la cabeza —Por favor..

—No es la primera vez que despierto primero que tu. —le recordó en bajo

—Pero no estamos en casa. —acarició su rostro con suavidad —Es una isla desconocida, no sabemos que puede haber ahí afuera. Por favor, despiértame si necesitas salir a cualquier cosa. —pidió con calma —Yo sé que sabes cuidarte, pero..

—Lo haré. —le aseguró con una sonrisa —Te hablaré cuando necesite salir de la tienda. Lo prometo.

—Gracias. —murmuró, volviendo a besarla con ternura antes de separarse para iniciar a cambiarse de ropa

Astrid sabía que se preocupaba por ella, entendía ese sentimiento. Ella solía preocuparse por él cuando no lo acompañaba a sus expediciones y le pedía mantenerse en contacto lo más que el trabajo o el lugar le permitiera. Entendía que él le hiciera esa petición esa ocasión, pues era una isla completamente desconocida, a diferencia de otras veces.

—Dagur mencionó que Mala planea explorar un poco hoy y comenzar el trabajo hasta mañana. —dijo la rubia mientras lo veía cambiarse

—Aún así llevaré mi mochila, en caso de necesitar alguna cosa. —comentó el castaño, poniéndose su playera verde de manga larga y girando a verla —¿Tú llevarás algo, amor?

—Mi arma, en caso de necesitarla.. —le sonrió a medias

—¿La trajiste? —preguntó desconcertado

—Nunca voy sin ella, lo sabes. —se encogió de hombros, él sonrió y negó con la cabeza

—Bueno, eso me gano por salir con una policía, supongo. —sonrió divertido, ella soltó una risa suave

—Y tienes suerte de que no traje las esposas. —dijo con gracia, él se acercó hasta la cama, donde ella seguía sentada

—En realidad, es una pena que no las trajeras. —sonrió, volviendo a besarla

—Si las hubiera traído, me habrías atado a la cama para que no me fuera en la mañana, antes que tú. —bromeó

—Y no solo para eso. —dijo con una sonrisa coqueta, acercándose a besar el cuello de la rubia, ella se sonrojó

—Hipo.. —suspiró ante los besos y trató de empujarlo por los hombros, él la abrazó para no darle oportunidad de alejarse —Oye.. Espera, espera.. —soltó un gemido bajo, él sonrió, alejándose de su cuello para verla —Nos esperan para desayunar. —le recordó, sonriendo apenada y sonrojada

—Entonces, vamos a desayunar. —dejó un beso en sus labios y le ayudó a levantarse de la cama —Después del desayuno volvemos por las cosas que necesitemos.

Astrid asintió con la cabeza, tomando su mano y avanzando con él fuera de la tienda para ir a comer.

—Vaya, fue muy rápido. —dijo Heather con gracia al verlos llegar

—Si necesitas ayuda para durar más tiempo..

—Dagur. —le interrumpió Mala con tono de advertencia, sabiendo lo que iba a insinuar

—Solo quiero ayudar. —se encogió de hombros, Heather soltó una risa

—Descuida, Dagur. Hipo no necesita ayuda extra, es bastante bueno en lo que hace. —dijo la pelinegra con una sonrisa, ganando la mirada curiosa de todos los demás

—¿Qué dijiste? —preguntó la rubia, desconcertada 

—Si.. ¿que? —Eret la vio un momento para después ver al castaño, que se sonrojó

—No sé, a mi no me veas. —se defendió, tomando su comida

—No quise.. no lo digo por.. —Heather se sonrojó, titubeando al querer explicarse —Ay, no cariño, no es.. —se acercó a Eret

—¿Cariño? —preguntó ahora Dagur, viendo desconcertado hacia su hermana y su amigo

—P-puedo explicarlo.. —dijo hacia su hermano

Hipo se sentó para desayunar, viendo a Astrid sentarse a su lado y verlo en espera de alguna explicación. Escuchando de fondo como es que los Berserker hablaban sobre el noviazgo secreto de Heather con Eret.

—No sé qué quiso decir. —dijo el castaño en bajo hacia la rubia —Pero no estuve con ella, nunca. —le aseguró, hablándole con calma

—¿Me lo juras? —preguntó ella en un murmullo

—Te lo juro. —dijo con una sonrisa, la rubia le sonrió de vuelta y volvieron a prestar atención a la conversación del resto

—Es que Astrid no es nada callada, por eso me daba cuenta de cuánto tiempo...

—¡Heather! —le interrumpió la rubia, sonrojándose con intensidad al darse cuenta que hablaba de ellos

—Perdón.. a eso me refería hace un rato.. —se disculpó, bajando la mirada a la comida

—Dioses.. —Astrid desvió la mirada, queriendo calmar el calor en su rostro

—Y.. ¿cuál es el plan para hoy? —preguntó Patapez con calma, queriendo aligerar el ambiente

Hipo sonrió, tomando la mano de su novia mientras desayunaban y organizaban su plan para ese día.

Una hora después, se encontraban explorando el lugar todos juntos, dispersándose un poco para cubrir un poco más de terreno y estando constantemente comunicados gracias a los radios que llevaban. Astrid iba inusualmente callada, observando su alrededor con atención y cuidando del castaño.

—¿Qué sucede, mi lady? —preguntó Hipo una vez estaban algo alejados de los demás —Estás muy callada.

—No pasa nada. —negó con la cabeza, rodeando un hueco en el suelo para después señalarlo —Cuidado ahí.

—Babe.. —rodeó el hueco y tomó su brazo para detenerla —¿Qué pasa? —preguntó con suavidad, viéndola con atención

—¿Heather tiene razón? —preguntó en bajo, levantando la mirada

—¿Sobre que? —la vio desconcertado

—¿Soy muy ruidosa cuando..? —dejó las palabras en el aire, haciendo una mueca

—Un poco, si. —admitió con calma, sabiendo a qué se refería

—¿De verdad? —preguntó angustiada por ello

—Mi amor, a mi me encanta que lo seas. —le aseguró, acunando su rostro en su manos y sonriéndole con cariño —Me parece verdaderamente erótico escucharte. —le dio un beso suave —Me encanta.

—¿Lo juras? —preguntó con una sonrisa apenada

—Te lo juro mi lady. —asintió con la cabeza —Además.. eso me hace saber que te gusta cómo te lo hago. —murmuró sonriendo coqueto y sonrojándose ligeramente, ella soltó una risita

—Esa es otra cosa en la que Heather tiene razón.. Eres bueno en lo que haces. —murmuró —Aunque fue raro que lo dijera así. —hizo una mueca

—Si.. bastante raro. —concordó —Pero no, nunca he estado con ella ni lo estaré. —aclaró, volviendo a besarla

—Más te vale. —le advirtió separándose de sus manos para seguir avanzando, él soltó una risa baja y la siguió

—Descuida, mi lady. Soy solo tuyo. —le aseguró —Cada parte de mí, lo es. —le sonrió, ella le sonrió con cariño

—Cada parte de mi, es tuya también. —le aseguró, volviendo a acercarse a él para darle un beso

—Lo sé, preciosa. —sonrió después del beso —Te amo.

—Te amo. —dejó otro beso fugaz en sus labios antes de continuar con su recorrido —Y ya no voy a huír en la mañana, lo prometo. —él volvió a reír en bajo

—Más te vale. —se acercó, palmeando su trasero con calma y abrazándola por la cintura después —La próxima vez te ataré a la cama. —le amenazó acercándose a dejar un beso en su cuello

—Mmm.. tal vez debería hacerlo otra vez. —dijo con gracia, sonriendo ante el beso

—No deberías tentar a tu suerte, Astrid. —sonrió, dejando otro beso en su cuello antes de separarse

Ella soltó una risa y siguió avanzando, teniendo cuidado con su alrededor. Hipo la siguió, cuidándola tanto como ella lo cuidaba a él.

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Los chicos al escuchar el comentario de Heather:

¿A alguien más le pasó así? Jaja 🤣