—Sabes no hace falta que me arrastres Uraraka.— Dijo el chico mientras era arrastrado por su amiga, que lo llevaba de un brazo jalando de este.

—Es que estoy emocionada, —Dijo la castaña mientras seguía arrastrando al chico—, y en parte si no te llevo yo, seguro ni te levantas de la cama.— El chico solo soltó una risa nerviosa por el comentario ofendido de la castaña.

—Pero, ¿Era necesario que te pusieras a gritar delante de la casa tan temprano? A Shinsou casi le da un paro y Kirishima se cayo de la cama del susto de tus grito.— Contesto en su defensa el chico entre risas de tan solo recordar la escena que la castaña habia provocado en frente de su casa.

—No es mi culpa que alguien haya olvidado nuestro compromiso hoy. —respondió ofendida al chico que solo pudo mirar a otro lado mientras chiflaba. —Además, ¿Qué hacia Kirishima-kun en tu casa?— Pregunto la chica de vuelta.

—Se quedo a dormir— Contestó el chico con toda la calma del mundo.

—¡¿Eh?! ¿Y por que no me dijiste nada?

—No lo se, pregúntele a él. —el chico se rasco la parte trasera de su cuello y resoplo.— El apareció delante de casa ayer y dijo que su mamá habia salido y se le había olvidado darle las llaves a el.

—Mnh... ¿Y Hitoshi-kun?

—Fue a ver a Kuro y se quedo a dormir.

Los dos jóvenes seguían hablando de trivialidades mientras que la castaña aun llevaba arrastrado al pobre chico por las calles tranquilas y refrescantes de Japón ya que al ser principios de otoño empezaba a hacer frio, el chico solo deseaba que llegaran pronto a donde sea que su amiga lo llevaba ya que sinceramente si se había olvidado de que hoy la acompañaría a un lugar pero no recuerda muy bien donde dijo que era. Por lo que seguían hablando hasta que la castaña se paro de repente y le dijo que habían llegado a su destino.

—¡Llegamos!— Exclamo feliz mientras soltaba el brazo del chico que solo miro el lugar donde le había traído su amiga con cara de poker face mientras que en su cien bajaba una gotita de sudor.

—¿Enserio?... Un refugio de animales. —dijo el chico incredulo.

—¡Si!... No me digas que también se te olvido a donde veníamos. — regunto la chica ahora incrédula por lo olvidadizo que podía llegar hacer su amigo.— ¡Si lo hablamos hace tres días! — le reprocho como madre a su hijo.

—Ya ya pero no te esponjes. —dijo en modo de que se calmara. —Bueno si ya estamos aquí, ¿por que no entramos? —La chica aun ofendida solo hizo un puchero para luego seguir a su amigo para entrar al refugio.

La chica ya le habia comentado al chico que quería adoptar a un animalito para que viva con ella y así no se sintiera tan sola en su departamento y por eso arrastro al chico para que viniera con ella para acompañarla, el chico no tuvo de otra que aceptar la petición de su amiga ya que a esta le debía muchos favores por ayudarlo varias veces en varias situaciones.

—¿Puedo ayudarlos?— una mujer hablo llamando la atención de los dos jóvenes mientras se acercaba a ellos con una sonrisa.

—¿Eh? ¡Ah! Si...— hablo la castaña algo nerviosa.— Bueno en realidad solo queríamos ver. —siguió hablando la castaña a la mujer.

—¡Oh! Era eso...bueno en ese caso serian tan amables de seguirme.— hablo la mujer en un tono amable y respetuoso a lo que la castaña asintió y los dos muchachos siguieron a la mujer hasta que llegaron a un patio que estaba dividido en rejas, en un lado del patio estaba repletos de perros de diferentes razas, en otro lado estaban gatos de diferentes razas.

—En este patio hay tanto perros como gatos, hay otras áreas donde hay mas animales pero dejare que vean y decidan ustedes mismos. —explico la mujer y les dio un folleto.— En el folleto viene el mapa del refugio para que no se pierdan y si necesitan algo pueden llamarme o llamar a algún empleado. —después de eso la mujer se fue dejando a los jóvenes con el folleto.

—Bueno... veamos —La castaña abrió el folleto y empezó a leerlo rápidamente que hasta el chico pensó que se le saldría los ojos a la chica.

—Tranquila, el folleto no saldrá volando. —dijo mirando a su amiga con una gotita bajando de su cabeza. —¿Qué es exactamente lo que buscas?— pregunto el chico curioso.

—Jijiji... mnh... sígueme— y con eso la chica comenzó a caminar con el folleto en mano para que no se perdiera, con el chico siguiéndola llegaron a otra área, este era un jardín pero lo que extraño al chico fue que ahi no habían animales, en su lugar habían híbridos.

—¿Híbridos?— murmuro el chico mientras miraba a su alrededor pero la chica alcanzo a oírlo.

—Sip, de hace tiempo e querido adoptar un híbrido. Creo que sería bonito, y le comente a mi madre la idea, me dijo que si realmente quería hacer eso, ella me ayudaría si se lo pidiera.

—Bueno si eso quieres no te detendré pero... ¿Qué sabes al respecto?— pregunto algo inseguro.

—¿A que te refieres?— la chica ladeo la cabeza.

—¿Sabes si necesitan que los desparasiten? ¿Si necesitan vacunas? ¿Un tipo de comida exclusiva para ellos? Cosas por el estilo, solo digo...

—Eh...

—Eso responde mi pregunta... —El chico solo suspiro.— Entonces... ¿Qué harás?

—Mnnh... —la chica poso su mirada en su amigo y este le miro de vuelta.

—NO. —sentencio el chico al darse la idea que tenia su amiga en mente.

—Pe-Pero... —el chico la interrumpió.

—No, tu adoptaras un híbrido y tu serás quien lo cuidara— dijo el chico remarcando el "tu" para que la chica no se hiciera ilusiones. Y resulto ya que la castaña dejo de insistir y se puso a mirar los hibridos que habían en ese jardín. la chica se fue por su lado y el chico por el suyo ya que este sabia que la joven debía elegir a su gusto y el no debía de interferir.