Enamorados (Parte I)
Yo
Lleva un traje de baño y ropa extra por si acaso
Le envío a Daniel y dejo el teléfono en la cama, al lado del bolso marrón. Me senté en la cama y me coloque las botas marrones de tacón. Me levante y me miré en un espejo de cuerpo completo. Un suéter blanco manga largo, un pantalón negro y un collar largo con dije de Búho.
-¿Michelle?-preguntan del otro lado de la puerta.
-Un momento-contesto.
Me alejo del espejo, tomo el bolso marrón y salgo del cuarto. Bajo las escaleras donde están todos para despedir al Alfa y la Luna.
-Buenos días-hablo terminando de bajar las escaleras.
-Buenos días-contestan todos.
-Bueno, fue un placer volver a visitar esta manado y ser alguien de ayuda-habla el Alfa educado y cortés.
-Siempre sera de ayuda Alfa-contesto amable.
Junto a mi padre y el Alfa y La Luna salimos de la mansión.
-Hasta pronto-dice el Alfa dándonos la mano.
-Hasta pronto Alfa-contestamos.
-Nos vemos-murmura la Luna sonriendo, dándonos un beso en la mejilla como despedida.
Sonreímos mientras vemos como se suben a una camioneta y arrancan yendo tras ellos un camión con los rogues.
-Bueno papá, yo también me voy-volteo a verlo y le doy un sonoro beso en su mejilla sorprendiéndolo-Ayer deje a Daniel plantado y esta molesto-comento irritada-Tendré que hacer méritos...-me alejo caminando-Lo bueno es que es fácil de engatusar-agrego divertida.
-Nos vemos hija-lo escucho decir con confusión.
Me subí al Jeep y lo encendí arrancando y saliendo de la mansión. Mientras conducía el sol apenas salia y los rayos daban a mi cara por eso me pongo unos lentes oscuros y sigo mi camino.
***
Estaciono el auto frente a la acera y saco mi teléfono del bolso.
Bebé❤
Ya estoy listo
Suspiro y toco el claxon dos veces. Al minuto se abre la puerta dejando ver a dos hombres, Daniel y su padre. Ambos caminan, se despiden y se separan. El hombre mayor se sube en un auto plateado frente a mi y Daniel abre del lado del copiloto y sube, sin mirarme y serio. Nos quedamos en silencio mientras él miraba al frente y yo lo miraba, aún sin arrancar.
-¿Porque no arrancas?-pregunta con fastidio.
-Estoy esperando-contesto simple.
Entonces se digna a mirarme.
-¿Esperar que?-gruñe molesto.
-A que me digas porque estas molesto-reclamo.
Sus ojos se achican con molestia.
-¿Es en serio?-suelta molesto-Ayer no me cogías las llamadas, tuve problemas en la Universidad y fuera de ella ¿y tu que hacías? Cosas, cosas que yo no se. Se supone que estamos juntos y tendría que haber confianza entre nosotros pero tu me ocultas cosas y...
-Daniel-lo interrumpo con tristeza-Lamento si crees que no te tengo confianza o que solo juego contigo-me mira a los ojos con tristeza-Te quiero, no... Te amo-murmuro.
-¿Que?-balbucea.
-Que te amo, mucho. Si te oculto cosas es por algo... Solo, dame tiempo para poder arreglar esas cosas ¿si?-pido suplicante.
Sus ojos cafés brillan con ilusión, entonces asiente lentamente.
-Yo también te amo-susurra tímido.
Sonrío y tomo su cara con mis manos acercándolo a mi y beso sus labios de forma suave y lenta.
-¿Nos vamos?-susurro entre sus labios.
Hace un sonido de afirmación mientras chupa mis labios.
Nos separamos y arranco.
***
-Maldición...-gruñe Daniel removiéndose en su asiento, reí un poco.
Llevábamos casi dos horas de viaje.
-¿Falta mucho?-pregunta cansado.
-Nope-contesto divertida.
-Elle-se queja a dolorido.
Río.
Cinco minutos después entro por un portón de paja y el suelo se vuelve arenoso.
-¿La playa? ¿No es muy temprano?-pregunta inocente.
-Mejor así, estamos solos-murmuro.
Ambos sonreímos.
Estacione quedando a metros frente al mar. Los colores del cielo eran raros ya que estábamos en una parte donde el sol apenas salia.
-Que lindo-murmura embobado.
Sonrío.
-Cambiate, esperare a fuera-le digo.
Sonríe. Apago el auto y salgo para subirme al capo a mirar un rato los colores del cielo. En dos minutos escucho la puerta, volteo. Tenía una bermuda color amarillo y naranja, y su torso iba al descubierto. Se acerca a mi poniéndose entre mis piernas mientras sonríe pícaro.
-¿Que?-sonrío abrazando su cuello.
-Te amo
-Yo también
Me acerco para besarlo pero baja su cara a mi cuello.
-Daniel...-balbuceo ronca, cuando lame debajo de mi lóbulo, muerde y gruño-Daniel-aprieto sus hombros pero solo vuelve a morderme y chuparme-Ah...-gimo, sus manos aprietan mis caderas acercándome a él-¡Dan!-jadeo cuando chupa mas fuerte.
Sube a mi cara y besa castamente mis labios entreabiertos.
-Ve a cambiarte-se aleja dejando caer mis brazos.
Inhale mirándolo con molestia, aun sentía mi cuello picar y húmedo.
Me baje del capo y entre al auto,en cinco minutos salí encontrando a Daniel sentando en la arena apoyado en sus brazos, me acerco a él parándome frente a el, dejando relucir mi bello traje de baño. Era celeste de escote con manchas y con tiros caídos en mi torso como blusa y en mis muslos como falda.
-Uau-murmura sonriendo-Que linda-halaga.
-Oh, mira
Hago un movimiento con mi cuerpo batiendo los tiros.
Daniel se hecho a reír tirando su cabeza había atrás. Reí y pare.
-Vamos al agua-sugiero sonriendo.
Deja de reír de apoco y me mira.
-Ok
Se levanta sonriendo malicioso y lo miro confusa, hasta que me siento en el aire sostenida por sus brazos.
-¡Daniel!-chillo sorprendida pero riendo.
Él solo ríe mientras camina al agua.
Mi trasero toca el agua y tiemblo al sentirla algo fría, ambos reímos. Y pasa lo que creí que no pasaría.
Daniel me deja caer al agua pero por inercia sujete su cuello llevándolo conmigo. Al salir ambos nos sonreímos divertidos y maliciosos.
Pasaron los segundos, los minutos, las horas, estando nosotros dos allí jugando como niños, besándonos como adolescentes y amándonos con el corazón. El momento era único. Solo podía ver su cara iluminada por esa sonrisa. Sentía mi loba ronronear cuando me abrazaba o besaba. Sentía mi piel encenderse cuando me daba el mas mínimo roce. Estaba feliz, él estaba feliz, pero sabia que no duraría mucho pero poco me importan en esos momentos. Ambos tirados en la arena, uno al lado el otro, mirando el cielo encendido.
-Tengo hambre-murmura algo ido.
Sonrío.
-Yo también-susurro y me siento.
Sentía vacío el estómago y es que no había comido nada desde ayer.
-¿Nos vamos?-le pregunto.
Se sienta.
-Si, me estoy arrugando-comenta frotando sus dedos arrugados.
Miro los míos que estaban iguales.
-Entonces buscaremos donde bañarnos y vamos a un restaurante-digo y asiente.
Nos levantamos y sacudimos un poco antes de subir al jeep. Arranco y ando por la arena hasta estar donde esta la gente, que no es mucha, y estaciono donde están los autos. Nos bajamos y nos acercamos a unos baños, Daniel se mete en el de hombres y yo en el de mujeres, no había nadie así que me bañe rápido en una ducha de allí y me vestí con la misma ropa, guarde mis cosas de aseo y salí, al tiempo que Daniel quien llevaba una camisa roja clara y un pantalón junto a unos zapatos negros. Lo mismo de esta mañana.
-¿Ahora a donde?-pregunta emocionado.
-Comeros aquí, en un restaurante-contesto sonriendo.
Asiente y salimos. Caminamos tomados de la mano, mirando a nuestro alrededor. Había poca gente, unos en el agua, unos recostados en sillas, otros jugando. También habían algunos locales abiertos. Nosotros entramos en uno de comida.
No había casi nada de gente y fue demasiado fácil sentarnos en una mesa para los dos y casi al instante un hombre se nos acerco.
-Buenas tardes jóvenes-nos sonríe simpático, le devolvimos la sonrisa-¿Que desean?-pregunta dándonos una carta.
Entre Daniel y yo observamos el menú.
-Tengo demasiada hambre-me murmura.
-Yo igual-susurro-Que tal ¿tacos?-sugiero mirándolo.
-Si pero también quiero una pizza-comenta dudoso.
-¿Pedimos las dos cosas?-sugiero.
-Si-responde y baja la carta.
-Queremos dos tacos y una pizza de...-dudo y miro a Daniel.
-Extra quedo tamaño mediana-finaliza él.
-¿De tomar?-pregunta anotando.
-Coca-cola-contesto.
-Pronto les traigo la comida. Permiso-se va.
-Oye-tomo las manos de Daniel llamando su atención-¿Que paso ayer?-le pregunto interesada.
Suspira cabizbajo y prosiguió a contarme lo que ya sabia. Pero que él me dijera que me estaba llamando para que pudiera calmarlo me hizo sentir pésimo, mal. Pero tome la decisión, de que apenas tenga un poco controladas las cosas, le diré la verdad, sea cual sea su reacción.
-¿Sabes algo de ella?-pregunto con referente a la chica.
-Si-sonríe poco, note un brillo especial, cariño-Recibí una llamada de su parte antes de venir. Le hice muchas preguntas, Dana solo me respondió que solo apareció en el bosque sin ningún daño, se oía confusa-comenta con una mueca al final.
-Después, si quieres, vamos a verla-murmuro calmada.
Daniel me mira algo sorprendido.
-¿En serio?
-Si-sonrío, sonríe y besa mis dedos.
-Jóvenes
El mismo hombre llega con un carrito en ruedas con la comida, deja todo en la mesa y se despide con una sonrisa.
-Dios, me rugen las tripas-sisea Daniel mirando la comida.
Sonrío divertida, porque era verdad, podía oír su estomago rugir de hambre, igual que el mio. Empezamos a comer primero los tacos y después la pizza, mientras él me hablaba de su infancia, también hable de la mía, exceptuando partes lobunas. En ningún momento faltaron los halagos, las risas, sonrisas y los mimos. Al terminar entre los dos pagamos, a pesar de ser yo quien lo había invitado. Salimos de allí y nos fuimos a la ciudad.
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