¿Alucinación?
Desperté al sentir algo caliente chocar con mi cara, mas el pitido algo constate de una maquina ya reconocible. Poco a poco fui abriendo los ojos, parpadeando para acostumbrarme a la luz del sol, cuando los tuve abiertos ya, pude ver que estaba en una habitación blanca con una maquina que marca mis latidos y un suero.
Mi cabeza dolía un poco y sentía una molestia en mi costado.
Sin quererlo imágenes llegaron a mi mente.
Fiesta en el bosque.
Molly en modo seducción.
David y sus amigos.
Paul y yo amarrados.
Colgados de unas ramas.
Gritos de horror.
David huyendo.
Paul rezando.
Yo casi en la inconsciencia.
Un animal blanco.
Un lobo.
Unos ojos azules.
Todo negro.
Gruñi cerrando los ojos y moví mis manos a mi cabeza que palpitaba.
-¿Daniel?
Abrí lo ojos encontrando unos ojos azules mirándome con cariño.
-Hola-sonrío.
-¿Como te sientes?-pregunta preocupada.
-Estoy bien Elle-contesto sentándome con cuidado.
Entonces me mira con seriedad, sus ojos se volvieron algo fríos.
-¿Que pasa?-pregunto extrañado.
-Tenemos que hablar-contesta.
-Ay no-murmuro asustado.
Nunca me han gustado esas palabras.
-¿Ocurre algo?-pregunto nervioso.
-Esperaremos a tus padres, están firmando tu alta-responde simplemente.
Trago saliva mirándola fijamente.
Usaba un short negro apretado con una correa igual con una hebilla ovalada, una blusa manga larga gris y unos zapatos negros; su pose de brazos cruzados y mirada fija y seria llegaba a intimidar, tanto, que sentí una gota de sudor recorrer mi espalda.
-Estas muy hermosa Elle-comento sonriendo nervioso.
-Gracias-responde seca.
Ok. Esto es malo.
-Mi...
La puerta se abre interrumpiéndome. Mis padres entran a la habitación con el mismo Doctor que me atendió la otra vez.
-Bueno Daniel, veo que te gusta venir aquí-broma riendo pero nadie hace caso, todos estás serios así que el también se pone serio-Todo esta bien contigo. Solo que volverás a tomar medicamentos para la molestia en tu costado-informa.
Asiento.
-Ya tus padres firmaron tu alta así que ya puedes irte-agrega y camina a la puerta.
Entonces recuerdo a alguien.
-Oiga-el hombre me mira-¿Vine solo...?-dudo.
-Oh si. Tu amigo, esta bien, no le paso nada-sonríe un poco.
-Gracias-murmuro.
El doctor sale y miro a mis parientes. Todos me miraban con brazos cruzados y miradas serias.
-¿Que pasa?-pregunto lentamente cauteloso.
-Ya no saldrás a fiestas
¿Que?
-Solo iras a la universidad, de ahí a casa
¿Ah?
-Tendrás toque de queda
¿Wtf?
-Y solo podrás salir en compañía de Michelle
-¿Perdón?-interrumpo incrédulo.
-Daniel-miro a Michelle-Entiende. Ayer estuviste en peligro. Paul me contó lo de David y sus amigos, además de que en las noticias salió sobre los grandes animales esos que vieron los universitarios-cuestiona severa.
-Pero...
-Hijo, no te estamos prohibiendo mucho. Solo te estamos dando precauciones. Puedes salir pero tienes que estar siempre en compañía, sea con Jesse o Paul...
-Mamá pero ellos...
-Sabemos de los abusos de David-interrumpe mi padre con seriedad.
Aprieto los dientes con nerviosismo.
-Daniel
Michelle se sienta a mi lado en la camilla.
-Te amamos mucho, no queremos que nada te pase. Con tus padres hemos decidido ponerle una orden de alejamiento. ¿Estas de acuerdo?-pregunta con ternura.
Sus ojos azules me miraron con tanta adoración que me era imposible decirle que no, menos cuando había confesado que me amaba.
-Esta bien-contesto.
Sonríe y me abraza, rodeo su cintura mirando a mis padres sobre su hombro, los dos nos miran con ternura.
Sonrío.
***
Me vestí con un jean azul, una camisa manga larga azul eléctrico y unas adidas negras.
Ya había salido del hospital. Mis padres se fueron a sus trabajos, y yo salí con Michelle, uniéndose Paul, que salió conmigo, mas Jesse y Emma que nos interceptaron cuando llegábamos a una cafetería.
-Daniel-gire a ver a Paul-¿Te acuerdas de lo que paso ayer?-pregunta interesado.
-No-miento.
Observe a los demás. Jesse tenía su atención en su teléfono mientras rodeaba los hombros de Emma, quien hablaba con Michelle sobre una niña.
-Vamos hermano-golpeó mi hombro con suavidad-No me negaras que viste lo mismo que yo ¿o si?-dice molesto.
Suspiro.
-¿Y si fue una alucinación?-pregunto desinteresado.
-Oye-toma mi hombro con fuerza, lo miro con molestia-No estoy loco, yo vi un gran lobo blanco con ojos azules-reitera seguro.
-Yo también pero ¿quien nos creerá tal cosa?-digo mirándolo desafiante.
Paul solo me mira neutro.
-Cierto. Solo creí que...
-¡Hola!
Todos volteamos a ese saludo.
Una chica de como 15 o 16 años, baja, cuerpo casi nada esbelto, cabello castaño largo, ojos cafés y sonrisa tierna, nos mira nerviosa.
-Cleo ¿que haces aquí?-pregunta Michelle a la chica con confusión.
-Bueno, pase por aquí, las vi y quise saludar-balbuceo bajo; su mirada se dirigió a Paul, ambos se miraron como hipnotizados.
-¿Y tus padres?-pregunta Emma.
-En casa. ¿Puedo sentarme con ustedes?-pregunta tímida.
-¡Si, claro!-responde inmediatamente Paul sonriendo.
La chica sonríe y se sienta en una silla libre de la mesa al lado de Paul.
Escucho un suspiro de parte de Michelle a mi lado.
-¿Pasa algo?-le pregunto rodeándola con un brazo.
-No-niega sonriendo.
Sonrío y me inclino para besarla suavemente. Nos metimos tanto en el beso que olvidamos todo, sin darnos cuenta que nos observaban de lejos.
***
Ya estaba en casa, en el comedor con mis padres y Michelle, que se quedará hoy a dormir.
-¿Cuando conoceremos a tus padres cariño?
La pregunta que sale de la boca de mi madre me sorprende tanto que hace que me ahogue un poco con el agua, al igual que Michelle que tose.
-¡Mamá!-reprocho.
Mi padre solo se ríe.
-Ahm...-carraspea la rubia con incomodidad-Hablare con mi padre-murmura mirando a mi madre.
-¿Y tu madre?-pregunta ella con curiosidad.
Sentí el cuerpo de Michelle tensarse.
-Lu, creo que...
-Ella murió cuando era bebé-interrumpe Michelle con voz baja.
El lugar quedó en silencio.
La mire.
Su cabeza estaba gacha, sus ojos estaban opacos, tristes y revolvía la comida totalmente ida.
-Lo siento cariño, no quería...
-Descuide-habla levantando la cabeza con una sonrisa cálida-No me molesta ni nada-agrega.
Mi madre sonríe con algo de incomodidad.
-¿Como se llama tu padre?-habla mi padre mirándola.
Mentalmente le agradezco a mi padre por el cambio de tema.
-Maximiliano CollingWood-contesta Elle.
Sin evitarlo sonrío un poco y paso mi mano a su muslo por debajo de la mesa apretándolo. Ella me mira de reojo y sonríe.
Me encantaba esta chica, todo en ella era diferente y me fascinaba.
Después de un rato entre una charla cómoda y cómica, terminamos de cenar. Elle ayudo a recoger y mi madre limpio con mi padre mientras nosotros íbamos a mi cuarto.
Al estar allí la tome de la cintura, asustándola, y nos lance a la cama.
Reímos a carcajadas.
-Hola-susurra abrazando mi cuello.
-Hola-murmuro teniéndola de las caderas.
Ambos sonreímos.
Ambos nos mirábamos a los ojos.
Ambos nos queríamos, era obvio.
***
Eran como las dos de la madrugada. Mis padres dormían, todos dormían menos nosotros. Seguíamos hablando y riendo.
-Oye
-Dime
Elle estaba sobre mi pecho mientras yo acariciaba su cabello.
-Escuche un poco de lo que hablaste con Paul-comenta cautelosa.
Mi cuerpo se tenso un poco. No quería saber que pensaba que soy un lunático por creer haber visto un lobo. Jesse me había contado que por eso todos huyeron del bosque; alguien había visto un gran animal, un lobo, pero no solo uno, sino varios. No hubo heridos pero si hubieron varios que al parecer quedaron locos por eso.
-¿Que escuchaste?-le pregunto.
-Que vieron lo mismo que los demás. Un lobo-contesta.
Me quedo en silencio mordiendo mis labios. No sabia que responderle.
La melena amarilla cae como cascada por un lado cuando levanta su cabeza para mirarme.
-Danny...
-La verdad-suspiro-No se si fue real. Estaba asustado y con mareo. Me dolía la cabeza también. A lo mejor y lo alucine, no se-hablo rápido y ansioso.
No dice nada. Cierro los ojos.
-Seguro crees que estoy loco como los demás que dicen haber visto...
-Daniel-me interrumpe.
Abro los ojos y la miro, Elle tenia una mirada comprensiva y cariñosa.
-Tranquilo, te creo. En el bosque hay muchos animales, además de que hay historias sobre lobos habitando ahí-comenta calmada.
Apoya su barbilla en mi pecho.
-No quiero creer que me estoy volviendo loco-murmuro.
-Yo no lo creo-dice.
Bufo.
-Claro que no-gruño.
Se sentó en la cama mirándome seria.
-En serio, te creo-asegura.
Me relajo un poco y me siento para mirarla.
-Perdón... Es que no se... Cuando vi aquel lobo sentí algo...
-¿Que sentiste?-pregunta muy interesada.
Rasco mi nuca confuso.
-Como una familiaridad... Algo me atrajo de aquel lobo...
-¿Como sabes que es macho y no hembra?-interrumpe.
Me encojo de hombros.
-Creo que era hembra, no se. Lo que se es que no sentí otra cosa que no fuera atracción a ella o él, pero era una atracción muy rara como... como...
-¿Amorosa?-intuye cautelosa.
-Algo parecido-suspiro-Es algo loco, tal vez fue una alucinación y me estoy volviendo loco, no se-gruño molesto.
Aun tengo fresco la figura de aquel lobo o loba blanco de extraordinarios ojos azules.
-Lo mas raro es que...
-¿Que?-inquiere intrigada.
-Tenía unos ojos iguales a los tuyos
Elle abre los ojos con asombro y un brillo aparece en ellos.
Frustrado tomo mis sienes con mis manos y lo aprieto con molestia. La confusión me causa migraña.
-Oye, tranquilo-susurró tomando mis manos para alejarlas y apretarlas con las de ella-No creo que estés loco pero tal vez me creas que estoy loca cuando que diga que, a lo mejor y ese lobo o loba tiene un secreto que te incluya
-No tiene sentido-digo negando.
Ríe con diversión.
-Mejor durmamos ¿si?
Toma mis mejillas y besa castamente mis labios.
Suspiro.
-Esta bien
Sonríe.
Nos acostamos, nos arropamos y abramos.
Beso el hombro de Michelle y ella oculta su cara en mi cuello ronroneando. Sonrío divertido.
Pasan los minutos en silencio y ya sentía mis párpados pesar y mi cuerpo dormirse.
Pero antes de caer en la inconsciencia escuché un susurro muy bajo en mi oído.
-Te amaré y protegeré con mi vida...
Caí dormido con esas palabras de una voz ronca y delicada.
******************************
Ciara Bravo (Cleo)
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro