4. Raro.
Capítulo 4.
—Adiós Noel. — saludé con mi mano ya que Ojos grises me tiraba hacia otro lado. Se esta ganando un manotazo.
—Adiós Sky.— giré y me estaba llevando a la pista de baile.
—Suéltame idiota.— susurré en su oído pero no obedeció.
Lisa Morgan era su mejor amiga, por lo tanto sabía sus secretos y de ese chico mayor con el que Cindy salía.
Esta información es encantadora pero sigo prefiriendo investigar sobre mitos, leyendas, piedras y demás. Todas las cosas que no existan.
Sentí una respiración en mi cuello y con eso volví a la realidad. ¿Qué esta haciendo?
—Eh, sal de ahí.— comenzó a dar respiraciones profundas y eso ya me incomodaba. No puedo empujarlo como quiero porque hay directivos en todos lados. ¿Por qué no nos separan?
—Me das sed.— esa voz no era suya o eso creo. Era áspera y dura. ¿Qué dijo?
—Sal de ahí, ahora.— puse una de mis manos en su hombro para alejarlo pero no pude.
Se alejó en el momento que iba a volver a hablar. Sus ojos estaban negros, ya no eran grises. La sensación de saber lo que pensaba me llenaba el cuerpo.
Me llevó a zancadas hacia los baños de primaria. No podía moverme, sólo me dejaba manejar y no sé por qué.
Entramos al baño y puso seguro, me pegó al filo del lavado y subió su rostro.
—¿Qué quieres saber acerca de Cindy? ¿Por qué el interés?— la voz era otra. ¿Qué pasó con él?
—Porque si. Suéltame.— miró mis ojos y estos brillaron. ¿Qué carajo?
—Olvida esto.— me soltó y salió disparado del baño. Dejando como ruido la canción que sonaba en el gimnasio y los latidos de mi corazón.
¿Dónde esta mi ponche? Necesito un trago verdadero.
¿Olvidar qué? Eso fue raro.
Lo más ridículo fue que me ordenara olvidar esto.
El brillo en sus ojos, pareció un resplandor, como cuando las luces del auto se reflejan en la ventana de algún edificio. Pero luego se pusieron otra vez grises.
Un escalofrío recorrió mis brazos. Este chico tiene un secreto, lo quiero averiguar pero no me gustaría entrometerme en su maldita vida.
Como dije antes, averiguo sobre algo no de alguien.
Salí del baño muy confundida y me dirigí a la pista.
—¡Sky!— escuché un grito a mi derecha y era May con un chico que no conocía.
—Hola May.— saludé al otro chico con la mano y volteo para buscar a Ojos grises. Me debe muchas respuestas.
—Estás hermosa con ese vestido. Mike no me lo creía.— me giré para verla.
—¿Mike?—
—Mi hermano. El que quiso hablar en los casilleros pero salió mal.— hizo una mueca mientras agarraba la mano de su acompañante.
¿Era su hermano? Casi le golpeo las bolas de no ser por Ojos grises que habló primero y lo espantó.
—Ah...— asentí en dirección contraría.
¿Dónde estará?
Quiero preguntarle sobre lo que ocurrió. No entiendo porqué habló así o porqué tenía los ojos negros.
—Él solo quería ser amable.— giré al verla y estaba con la mirada baja.
—Pues, su amabilidad no la comparto.— sonreí con los labios sellados.
Si su amabilidad era así, no me quiero imaginar como es su frialdad. Rodé los ojos al ver que ella fruncía el ceño.
No me pasé en mi comentario. Fue pura verdad.
Pero esa mirada no era dirigida a mi, era detrás de mi.
Volteo para ver que observaba y era un charco negro, pero provenía de una persona.
El grito de May hizo que todos voltearan a verla y los directivos prendieran las luces.
La cabellera rubia ya estaba despeinada, no estaba arreglada.
Era Noel.
[*]
Llamaron a los padres de un chico para ver que hacían con él. Por lo que había visto, él había robado por primera vez y venía de una familia con dinero.
¿Por qué robar si lo puedes tener gratis? No lo sé y creo que él tampoco. Sus padres estaban horrorizados con respecto a lo que contaba el policía.
Crucé mis piernas hacia el otro lado por quinta vez.
Ay Ellen. Lamento haberte hecho pasar por esto.
Hace media hora estoy esperando a que llegue, me habían preguntado acerca de mis padres pero lo único que pude decir fue el número de Ellen.
No entendía porque citaron a los estudiantes una misma noche, soy la última en irme claramente porque todos tenían un auto para irse.
Ojos grises no se donde se habrá metido, lo busqué en la comisaria pero no estaba.
Y con respecto a Noel, no dicen nada, solamente a sus padres.
Es extraño que muera o lo maten en el gimnasio donde Cindy murió y le hablé por primera vez. Si no hubiera ido, no hubiera conseguido información de su mejor amiga.
¿Por qué los matan? Hay tanto misterio en este pueblito. Ellen es una loca si quiere seguir viviendo aquí, con todos estos asesinatos.
Pero yo también soy una loca que quiere averiguar sobre ello sólo porque estoy aburrida.
—Sky vamos.— levanté la vista y estaba Ellen.
—Espere señora, ella no es su hija...— Ellen lo interrumpió.
—No lo es, pero yo la cuido hasta que alguien se digne a adoptarla, si quiere que le presente papeles sobre lo que le digo, se los daré mañana a primera hora. ¿Entendido?— el policía no había dicho nada más hasta que salimos de la comisaría.
—¿Te despidieron?— pregunté subiendo al auto porque sabía que no la dejaban salir aun que hubiera un terrorismo.
—No. Me advirtieron. Y yo también te advierto, no quiero que sigas con la investigación de esa chica.—
—Pero es lo único que me mantiene distraída.—
—No importa. Investiga sobre otra cosa, no de eso.—
—Tú has dicho que lo haga ¿Por qué cambias de opinión?—
—Por qué si y ya. Obedece lo que digo.— la miré raro, ella no es así. Quizás de verdad se enfadó conmigo.
No se habló más hasta llegar al departamento, bajamos y subimos las escaleras. El ascensor estaba descompuesto, por lo que vi en el cartel.
Fui hacia mi habitación y me saque los zapatos, dejé el bolsito de May en mi cama y me miré al espejo.
Mierda, que transformación.
Intenté sacarme el collar pero no lograba desenganchar la tuerca de mierda que siempre me hace enojar. Suspire poniendo mis manos en el rostro y pensé.
Si no investigo acerca de esa chica ¿Sobre que investigaré? ¿O con qué no me aburriré?
Sentí que agarraron mi collar e inmediatamente agarré lo que había en mi costado derecho, era la secadora. Que hermoso.
—¿Me golpearás con una secadora?— sentí su voz en mi nuca y la suave respiración en ella. El collar casi cae al suelo de no ser por agarrarlo en medio de mi pecho.
¿Qué hace aquí? O ¿Cómo entró?
¿Qué mierda?
Alcé la secadora a su dirección pero la agarró antes de arrojársela, de una manera rápida. Rodé los ojos y la dejé en el mueble.
—Sal ahora. Gritaré en cinco segundos.— me giré para sacarme la hebilla pero él seguía detrás de mi.
—Uno...—
—Solo quiero disculparme por desaparecer esta noche.—
—Dos...— saqué una toalla húmeda para sacarme el maquillaje.
—Tenía que resolver un inconveniente.—
—Tres...—
—Pero si me dejas, puedo...—
—Cuatro.— tiré la toalla en el cesto de basura y me preparé.
—Puedo ayudarte con la investigación.— giré hacia él y lo consideré.
Me tomó dos segundos pensarlo en que debería irse por donde vino.
Abrí la boca para gritar pero puso su mano en ella rápidamente. Demasiado rápido.
—Cállate.— sus ojos brillaron en cuanto lo dijo y otra vez fruncí el ceño. Saqué mi lengua y se la pasé por la mano. Fue asqueroso.
—Sal ya mismo.— me dirigí hacia la puerta pero me detuvo.
—No es necesario que me eches, ya me iré, sólo necesito preguntarte algo.—
Suspiré frustrada porqué quería sacarme este apretado vestido.
—Yo necesito preguntarte algo.— aclaré mirándolo.
—Dispara.—
—¿Qué ocurre con tus ojos?— susurré, ya que no quería que Ellen me escuchara.
Él no parece sorprendido pero sé que evitara la pregunta.
—Si no respondes gritaré y no lo impedirás.—
—No ocurre nada con ellos, tú eres el problema.— abrí mis ojos más de lo normal. ¿Qué dijo?
—¿Sabes qué? Sal de aquí.— giré para abrirle la puerta pero se puso delante de ella impidiéndome el paso.
—¿Por qué pusiste un papel de chicle en vez de veinte dólares?—
—Eso no te incumbe.—
—No. Pero puedo decirle a Betty sobre eso.—
—¿Ahora defiendes a las plásticas?— rodé los ojos cuando se acercó.
—No seas celosa. Mis ojos son tuyos.— no sé si me molesto por ser tan estúpido o porqué su comentario fue estúpido.
—¡Ah...!— tapó otra vez mi boca y sonreí detrás de esta.
—Eres insoportable.— sonrió cuando lo dijo y me soltó.
—Nos vemos.— abrió la ventana de mi habitación, eso daba al estacionamiento, pero al parecer no le importo porque saltó y no sé como no murió.
Quiero saber por qué de un momento a otro tiene ojos de diferente color y por qué le brillan cada vez que dice una orden.
[*]
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