💉|Capítulo 19. |💉
PAIN–OFF
CAPÍTULO 19.
“¿QUÉ SIENTO?”
—–¿Y bien? ¿Tienes información?—preguntó mirando seriamente al hombre que estaba frente a ella.
Llevó el elegante cigarro a su boca, aspirando el humo y volviendo a soltarlo con lentitud a la espera de una respuesta. El hombre que estaba frente a ella era conocido en su propio mundo por hacer parte de un legado de asesinos o sicarios profesionales. Hasta ahora, la policía no ha podido encontrar a ninguno, y él no era la excepción. Tsuki lo había contratado para que se encargase del trabajo sucio y raptar a la joven violeta, para reunirla con sus padres aún fuese por la fuerza, aprovechando que aún ella y su escuela estaban en Kioto. Primero debía asegurarse de conseguir la suficiente información pedida por su empleadora, cosas como ¿con quién estaba casi siempre?, o si estaba comiendo bien. Tsuki quería saberlo todo ya que no podía averiguarlo por su cuenta gracias a la severa orden de alejamiento que su hermano menor Tadaomi le puso a ella y a su cuñado para que no pudiesen acercarse a Kira.
El esposo de la señora que vestía de negro estaba sentado en un sillón cercano, observandolos y escuchándolos hablar, permaneciendo en silencio.
—–Tomé algunas fotografías para que confirmara por usted misma.—dijo el hombre con lentes negros, sacando del bolsillo de su saco unas fotos en donde se veía a Kira pasear en compañía de otros chicos de su edad.—–Son del día de ayer. Pasó un tiempo y les perdí el rastro, pero son suficientes.
Tsuki apagó el cigarro y lo dejó a un lado para recibir las fotografías, observandolas con cierta melancolía. Podía ver que Kira había crecido mucho desde la última vez. Estaba mucho más alta de lo que suponía, su cabello era típicamente largo y recogido en trenzas para evitar estorbar, y llevaba consigo una sombrilla del color de su cabello y ojos. Se veía en la mayoría de las imágenes a un pelirrojo, que casualmente la hacía ver un tanto incomoda o a gusto, dependiendo de la situación. También en otra imagen la capturaron conversando con otras dos chicas más, pero esas ya eran otra historia y sin importancia. Lo único que le interesaba a Tsuki era saber cómo estaba su hija.
—–Está perfecta.—sonrió ampliamente, dejando las imágenes en la mesita cercana.—–¿La traes contigo? ¿Necesitas más dinero? Eso no es problema. Sólo quiero que la traigas a mí.
—–Siento pena por esa niña ahora.—murmuró su esposo bajamente, observando con desdén a su mujer.—–¿Porqué no dejas ese capricho? De todas las personas en el planeta, la última a la que ella querría ver eres tú.
—–Ya calla.—soltó en un tono más bajo, cambiando su semblante a uno más oscuro.—–Quiero que la traigas, lo más pronto posible.—ordenó fríamente al asesino, mostrando la parte inestable de su personalidad.
—–Sólo quiero un favor a cambio. No necesito más dinero.
Y sin más que decir, el asesino de traje y corbata se fue de la habitación a cumplir con su orden, por la que su empleadora le había pagado muchísimo, con tal de que se hiciera rápido dicho trabajo.
—–Así que, ¿secuestrarte sin hacerte nada? Es un poco aburrido... Pero, órdenes, son órdenes...
ೋ❀❀ೋ═══ • ═══ೋ❀❀ೋ
ೋ❀❀ೋ═══ • ═══ೋ❀❀ೋ
En el pequeño hostal en donde la clase del “End” se hospedaba, había un pequeño lugar de juegos en el que varios de los compañeros se metieron a jugar. Dardos, juegos de máquinas, cosas por el estilo para hacer que su aburrimiento cesara. Y aunque algunos los disfrutaban, otros estaban metidos en las habitaciones, charlando y discutiendo de un par de cosas.
Este era el caso de Kira, pues ella estaba en una habitación acompañada de su fiel, peludo y tierno conejito blanco Kotaro, mirando una película sanguinaria en compañía de la primera amiga que hizo tan pronto ingresó a dicha clase de marginados. Esta era Kirara, la chica con nombre adorable pero personalidad y gustos espeluznantes, que le había propuesto a Kira ver una película que pasaban por el cable. Junto a ellas, estaban un par de chicos también, que habían sido arrastrados por la más alta a ver dicha película. Todos ellos habían hecho una apuesta, por ver quién de todos soportaba más el hecho de ver cuerpos desmembrados frente a la pantalla, salpicando todo el lugar de ese líquido rojo del que los humanos se compone. Hasta ahora, los más aterrados eran dos de ellos, los amigos más cercanos de Terasaka, mientras que el mencionado seguía imitando una postura de valentía, aunque sabían bien por dentro que él estaba muerto del terror.
Kira por otro lado, ni siquiera parecía pendiente a la película, más bien, miraba a la pantalla fijamente, pero sus manos seguían acariciando suavemente el blanco pelaje del animal. Aún así, Kira, pese a presenciar todas esas escenas, estaba más perdida en su mundo que concentrada en la película.
—–Nee~ Kira. ¿No crees que esto es fantástico?—preguntó la azabache, esperando a que su amiga le mirara.
Kira cerró los ojos por un momento y asintió, escuchando después que tocaban a la puerta con lentitud y varias veces.
Los presentes desviaron su mirada del televisor para ver quién abría la puerta, y la aparición de un hombre alto con cabello negro no se hizo esperar. Él se mostraba aliviado al ver que su pequeña sobrina estaba bien, tranquila, y más importante que todo, sana.
—–¿Karasuma-sensei?
—–Lo siento. No quería interrumpir.—habló con voz calmada, aunque no dejaba de ser firme.—–Kira, es hora de
—–Mi medicina.—murmuró la violeta de largas trenzas, levantándose del sillón con lentitud, luego acomodó al pequeño conejo sobre su hombro.—–Nos vemos, Kirara-san. Terasaka, Muramatsu, Yoshida.—habló mientras caminaba hacia su tío.
Se despidió con la mano, y se fue, adelantando el paso a su tío, quien la seguía a cierta distancia.
Tadaomi comenzó a notar algo extraño en ella, quizá su forma de caminar, o quizá su tono de voz. Algo no le gustaba en su actitud, y lo ponía nervioso.
—–Kira.—dijo él, causando que ella se detuviera.
Puede que Kira sea completamente inexpresiva en su estado natural, sea callada, o sepa ocultar muy bien sus emociones y expresiones, pero su tío la conocía mejor que nadie, y podía notar cuando había algo que no estaba bien con su misteriosa sobrina.
—–¿Si, tío?
Kira se giró sobre sus talones para ver al mayor, notando en él una mirada preocupada. Ay no, de nuevo le preguntaría si está bien... No la malentiendan, Kira adora a su tío, sobre todas las cosas él y su conejo mascota son sus cosas y personas más preciadas en su vida y mundo, pero le era algo cansado tanta preguntadera. Además de que ella no sabía mentirle, y si él se daba cuenta no la dejaría poner un pie fuera de la habitación, ni más faltaba.
—–¿Cómo te sientes?
Desde que empezó el viaje, Kira ha estado recibiendo llamadas del número privado de su madre. Hasta ahora, ha recibido al parecer siete llamadas, ninguna ha sido contestada, pero, su insistencia le molestaba y también le preocupaba. Ella sabía que Tadaomi, su tío, había notado su preocupación, por lo tanto también sabía que le preguntaría sobre su estado y su notable preocupación. Antes de responderle a su querido tío, Kira tomó un poco de aire, logrando hinchar sus pulmones un poco, para después soltarlo, y a la vez, contorsionar un poco sus manos.
—–Bueno... Estoy... Bien...—murmuró en respuesta, sosteniendo después su codo. Estaba un poco confundida, no sabía cómo sentirse al respecto.
Quizá estaba preocupada por sí misma, y por lo que podría pasarle si su madre llegase a cruzar la línea. Ella sabía que era muy probable que lo haría, por ello, se encontraba un tanto paranoica. O al menos, logró relacionar ese estado gracias a la película de terror que estaban viendo, en donde la protagonista era perseguida y terminaba volviéndose loca porque ya no soportaba su propia paranoia.
—–¿Estás segura?—preguntó acercándose, palmeando un poco la cabeza de su sobrina.—–Arrastras más los pies que de costumbre...
Tadaomi no tenía ni remota idea de lo que su hermana estaba haciendo, o que intentaba de alguna manera volver a acercarse a su hija, de lo contrario ya hubiese tomado cartas en el asunto. En su lugar, pensaba que Kira se estaba aburriendo lejos de casa, y que quizá estaba siendo demasiado estricto. Después de todo ella ya era adolescente, necesitaba un poco de libertad, tener su propio espacio y también convivir con otros de su edad. Es algo necesario. Él comenzaba a culparse un poco por verla de esa forma, pensando en que la estaba aburriendo por ser tan sobreprotector.
—–Ya sé.—murmuró el mayor, causando que Kira abriera los ojos levemente, más de lo que acostumbraba, reflejando su sorpresa.
Ella estaba nerviosa. No quería ni tampoco necesitaba un regaño o reprimenda. Tan sólo quería descansar un poco y olvidarse de ese asunto, ignorarlo un día más. Si su tío se atrevía a decir algo sobre su madre, ella estaba completamente frita.
—–Necesitas algo de espacio.—mencionó él, dejando a su sobrina mostrar un gesto confuso.
—–¿Eh...?
—–Ya tienes dieciséis. Estoy siendo demasiado sobreprotector contigo ¿no es verdad?—preguntó Tadaomi, agachandose a la altura de la violeta.—–Necesitas algo de espacio, estar con tus amigos... Convivir con ellos. De todas formas, este viaje también fue para eso.
—–Tío... Ammm... Yo...
—–No es necesario que hables.—dijo él, negándose a escuchar algo. Seguramente serían palabras de negación para no hacerlo sentir mal.—–¿Sabes algo? Creo que he sido demasiado... Asfixiante estos días. Así que, te dejaré acostarte a la hora que quieras hoy.
¿A la hora que ella quisiera? Claramente él no se daba cuenta cuando ella esperaba a verlo dormirse para mirar Internet o leer boberías en Wikipedia. Kira tenía muchas reglas que seguir, pero las rompía a la mínima oportunidad. Sin embargo, él seguía pensando que su sobrina aún era inocente y pura como siempre. Lo que no sabe es que lo pura lo perdió tan pronto se dio cuenta de la existencia de un manga, llamado “Banana Fish”. Desde entonces, es tan fanática del género “yaoi/gay”, que cuando tiene tiempo suele leer muchas páginas de esto en una app que mantiene escindida en su teléfono.
—–Ah...
Kira notó como la ceguera de su tío la había salvado un día más. Aveces solía abusar de su confianza, pero, así es todo adolescente ¿o no?
—–Gracias... —murmuró ella, bajando un poco la mirada para sonreír tranquilamente.—–Gracias, Tío Tadaomi... Ammm... En serio.
El se levantó mostrando una sonrisa de alivio, viendo que Kira recuperaba un poco el leve animo que se refleja en sus ojos cuando se muestra de buen humor. Luego de ello, tomó a su sobrina de la mano con delicadeza y la llevó a la habitación para darle la medicina, un par de cucharadas de un jarabe amargo que, aunque ella odiaba, cuando su tío imitó el sonido de un “avioncito” ella aceptó tomarlo sin saborear. Aveces Kira era tratada como una bebe por su tío, pero eso a ella le tenía sin cuidado. Le gustaba ser así de consentida, y no quería cambiar eso.
ೋ❀❀ೋ═══ • ═══ೋ❀❀ೋ
ೋ❀❀ೋ═══ • ═══ೋ❀❀ೋ
Así como lo prometió, Tadaomi le dio permiso a Kira para que ella padeara por el hotel, y se fuera a su habitación a la hora que ella quisiera. Y fue gracias a eso que, la joven violeta, comenzó a vagar por los pasillos del hotel imaginando cosas, o también bailando un poco con ayuda de sus finos y delicados pies, curioseando levemente según los sonidos, aquellas cosas que pasaban en las habitaciones.
Fue así hasta que se detuvo frente al cruce de un pasillo, viendo que él pelirrojo extraño caminaba hacia una habitación en particular. Por curiosidad, Kira decidió seguirlo, y tan pronto lo vio meterse a la habitación, se acercó a la puerta apoyando ahí su oído para escuchar. Esta habitación, al parecer era el punto de reunión de los chicos, por lo que la violeta no le vio mucha importancia o interés en escuchar de lo que hablaban. Sin embargo cuando estaba a punto de partir, escuchó una pregunta que despertó todo su interés.
“¿Qué niña de la clase te gusta” o “cual te parece más linda”?
En muchos grupos de amigos, esta pregunta siempre suele desatar algunos debates o discusiones entre los chicos, quienes opinan sobre la seleccionada basándose en el cuerpo y la personalidad de la chica, o bien también el cómo se llevan con ella. Muchas cosas influyen, pero casi siempre las confesiones que dicen son acertadas, por ello la joven Issei decidió quedarse a escuchar, esperando a que tornaran la conversación un poco más interesante.
ೋ❀❀ೋ═══ • ═══ೋ❀❀ೋ
ೋ❀❀ೋ═══ • ═══ೋ❀❀ೋ
—–Entonces, es un listado.—habló con cierto interés el pelirrojo, mostrando su sonrisa de siempre.
—–Sí, anotamos a las más bonitas de la clase. Después de todo, para esto se hace esete viaje ¿no?
Kira, quien aún tenía el oído pegado a la puerta, alzó una ceja con confusión. ¿“para eso se hacen viajes así”? ¿En serio? Ella pensó que este viaje era más que todo para asesinar a Koro sensei de una buena vez, ¿porqué habría otro motivo?
Bueno Kira, tampoco te tomes las cosas tan literal. Recuerda que todos ustedes son adolescentes.
—–Para Nagisa claro está para todos, que Kayano se lleva el primer lugar.—habló la voz de Maheara, a quien Kira logró diferenciar.—–¿Y para ti Karma?
—–¿Quién te gusta a ti?—respondió con otra pregunta, mientras quizá se sentaba en el suelo en ronda, con los demás.
Al escuchar la pregunta que le hacían al pelirrojo, Kira no pudo evitar que algo dentro de ella comenzara a molestarle. Una sensación extraña en su estómago, algo que de alguna manera quería obligabarla a salir corriendo de ahí para no escuchar, pero también junto a esa, otra sensación que le pedía a gritos que se quedara para seguir escuchando la conversación. ¿Podía significar algo? Y si era así, ¿entonces qué era lo que significaba? ¿Porqué se sentía de esa forma?
Bueno, su estómago era muy delicado. Tendía a dormir con una almohada y faja al rededor para que este no se lastimara o se sintiese mal. ¿Acaso, se le había olvidado dormir con ello y por eso se sentía mal?
No, ¡Claro que no! Su tío siempre se lo recordaba, y si no era él ¡Kotaro lo hacía! Por lo que descartó esa opción.
Además, algo importante. No podría ser dolor de estómago, ya que, como se sabe y es consciente, ella no puede sentir dolor físico de ninguna manera, interno o provocado por el exterior. Entonces, eso significaba que esa molestia no era dolor...
Aquello la logró confundir aún más, y sin darse cuenta se dejó caer al suelo con las rodillas juntas pero piernas separadas la una de la otra, con la espalda apoyada en la puerta esperando a que él respondiera pronto. Sus manos estaban temblando un poco y, podía escuchar su corazón latir fuertemente por la espera. Podía ser ¿que ella estaba nerviosa?
Kira muy rara vez experimentaba nervios, era por eso que se sorprendía cuando se sentía así. Siempre tuvo mucha facilidad para controlar sus emociones antes de que ellas lo hagan consigo, pero esa vez, parecíese que el corazón la estuviese dominando. En ese instante, Kira sólo pensaba “Vamos, ¡di algo!”
ೋ❀❀ೋ═══ • ═══ೋ❀❀ೋ
ೋ❀❀ೋ═══ • ═══ೋ❀❀ೋ
—–Hmmm...
Mientras él pensaba, Kira desde fuera de la habitación sentía como su corazón resonaba fuertemente en sus oídos y retumbaba fuertemente en su pecho. Nunca había sentido algo así, ni siquiera cuando tenía una presentación como solista en una gran competencia. ¡Este sentimiento la estaba asustando!
—–Supongo que Okuda.—exclamó con voz suave el pelirrojo, observando a los demás chicos.—–Me refiero a, es muy buena preparando químicos y venenos. Así que ella nos podría ayudar mucho con Koro sensei.
—–¡Nos referíamos a quién te parece linda, idiota!—exclamó de nuevo Maehara, queriendo saber el chisme.
Kira no lo sabía, y de hecho tampoco había escuchado lo que él había dicho. Sólo podía estar pendiente de su corazón y sus manos frías, que la asustaban cada vez más. Pero, entre las chicas de la clase, si había una en específico que despertaba mucho el interés del pelirrojo, y si llegaba a enterarse lograría gritar como una niña emocionada. Así que, siguió escuchando, aunque desconcertada en realidad.
—–Oh. ¿Linda?—preguntó el pelirrojo, soltando un suspiro pensativo.—–Creo que... Si tuviera que verla como linda... Que despertara mi interés... Sería Issei-chan.
—–¿Issei?
—–¿Kira?—preguntó también Nagisa, mostrándose algo sorprendido.—–Eso fue inesperado.
Para el momento en que el pelirrojo había soltado su nombre, la de cabello violeta y largas trenzas colgando de su cabeza se había levantado, pues había escuchado un ruido acercarse. Si era algún chico, no quería quedarse para escuchar cómo le decía a los demás que ella estaba ahí de curiosa espiando, y tampoco quería quedarse si era una chica. En ese instante su corazón la había cansado al punto de sólo buscar irse a dormir, pero, como estaba casi tan fuera de sí, no podía recordar bien para qué camino llegar a su habitación. Se sentía extraña, pero también frustrada. ¡Nunca le había pasado algo como eso!
“Okuda... Manami...”
Era lo único en lo que podía pensar, con mucha frustración y quizá algo de rabia, solo que en ese instante ella no lo identificaba. ¿Manami? Bueno, es linda, pero ¡es tímida y tonta!
—–... Tenemos... —murmuró llevando una mano a su cabello, tomando sus trenzas con sus manos temblorosas.—–Y tenemos el mismo... Peinado...—soltó finalmente.
Ahora un tic nervioso se apoderaba de sus ojos. Soltó un alarido lleno de fastidio, ira y también algo de capricho, yéndose de ahí rápidamente para buscar no llamar la atención. Nunca lo había notado, ambas tenían esas tontas trenzas colgando, eran calladas, ¡pero eran diferentes!
Soltando un suspiro, al encontrar finalmente la puerta de su habitación, entró observando que en ella, además de su tío, se encontraba esa mujer rubia con sensual vestimenta, y ni hablar de pijamas, charlando con él sobre un nuevo plan de asesinato en contra del pulpo amarillo. Kira no pudo evitarlo, y tampoco se dignó a esconder el profundo desagrado que sentía al tener que ver tan cerca de su tío a esa mujer.
—–¿Qué hace ella aquí?—preguntó con voz calmada, pero claro estaba que en sus ojos se reflejaba la rabia.—–¿Sabes qué? No me importa.
Antes de que su tío pudiera decirle algo, o que Irina le respondiera con un insulto de vuelta o algo en su defensa, la violeta prefirió cerrar la puerta fuertemente e irse de ahí. Aún no quería dormir. O al menos, el sueño ya se le había quitado. Definitivamente ahora no quería hacer otra cosa más que desquitar su rabia con algo o con alguien, así que simplemente comenzó a vagar por el hotel hasta encontrar una habitación solitaria para poder salirse por la ventana y sentarse en la escalera de incendios, observar la luna le ayudaría a calmarse.
Por otro lado, ¿Quieres saber qué q1fue lo que dijo Karma después?
Mientras los chicos discutían un poco curiosos, sobre porqué la violeta le llamaba tanto la atención al pelirrojo, Karma calmó sus curiosas ansias con una breve respuesta, llena de sinceridad. Pero lástima, que Kira no pudo escucharla...
—–El misterio en sus grises ojos es lo que más me atrae.—admitió, alargando una sonrisa más agradable.
Porque en esos momentos, al encontrarse sola, Kira estaba inconsciente y siendo llevada a un auto negro, de camino a un lugar que seguramente...
Ha de ser su perdición...
¡Hola mi lector! Espero que te haya gustado este nuevo capítulo, déjame saberlo con una bonita Estrellita así como tu sonrisa :'3
Comentame algo si gustas, disfruta de tu vida ¡y lava tus manos muy bien!
Gracias :D
Además, sígueme en mis redes si quieres xD
Twitter: MissReferences
Instagram: miss_references
Si me equivoqué, disculpen xD
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro