💉|Capítulo 13.|💉
|PAIN–OFF|
CAPÍTULO 13.
“PUP”
El día de hoy, nuestro querido Koro sensei se encontraba más alegre que de costumbre. El viaje escolar se acercaba, como él adoraba los viajes y conocer nuevas culturas, no podía esconder toda su emoción por ese próximo viaje. Ahora estaba vestido de Geisha, lo cuál para algunos estudiantes era una imagen divertida de ver, mientras que para otros pocos era extraño, sin embargo admitían que le quedaba muy bien.
En realidad, Koro sensei no podía esperar a que llegara el viaje.
—–¿Dos noches en Kioto...?—se oyó balbucear a la violeta de trenzas largas, quien estaba en sala de profesores.
Acababa de llegar a clase, pues en la mañana había tenido una cita de control medico como siempre. Llevaba en su brazo al menos tres marcas que dejan las jeringas, ya que al no ver progreso en los tratamientos, tuvieron que duplicarle la dosis solamente por una sesión, mada más para asegurarse de que ella pudiera estar sana hasta la llegada del viaje.
—–Pensé que te lo había dicho.—murmuró Karasuma, mirando a su sobrina.—–¿No te gusta la idea, verdad?
—–En Kioto es en dónde viven mis padres...—balbuceó Kira, mirando a su tío con suma seriedad.—–¿De verdad es obligación que vaya...?
Tadaomi miró a su sobrina con una ceja levantada, solta do un cansado suspiro viendo que no habría forma de convencerla de ir al viaje escolar. Él conocía más que nadie la mala relación que Kira tenía con sus padres, siendo aveces que detesta que la llamen para preguntar cómo está, sobretodo su madre. Bueno, en parte, se lo merecían por ser tan crueles. No obstante, era obligación asistir al viaje escolar, y aún si no lo fuera, Kira tendría que ir pues no puede quedarse sola por nada del mundo.
El mayor observó a su sobrina nuevamente, quien levantaba las cejas un poco y además ladeaba ma cabeza, mostrando un tierno gesto de gatito curioso y manipulador, culpado de usar su ternura para su propio beneficio. Él se cruzó de brazos, no caería ésta vez. Por esa mirada, se había gastado más de 700.000¥ en muñecos dango, cosa que en realidad no le molestaba, pero también necesitaba dinero para otras cosas.
—–No me pongas esa cara, Kira. Sabes bien que no puedes quedarte sola.
—–No quiero ir.
—–Kira...
—–No.
—–¡Kira...!
Ella se rehusaba completamente a ir a ese viaje. No quería estar ahí, mucho menos porque sabía bien que sus padres también sabían y que la encontrarían. Y su había algo que ella odiara, es encontrarse de frente con esos bastardos que le dieron la vida.
Y no se atrevan a pensar que el mal agradecida. Ustedes ya saben por lo que Kira ha pasado. Sólo abusos y poca comprensión.
Karasuma sabía bien que a Kira no le agradaba la idea. Pero no podía arriesgarse a dejarla sola, además, era algo obligatorio.
—–... Bien, a ver...—él aún intentaba convencerla. Pasó una mano por su cabello hacia atrás algo cansado.—–No puedes quedarte sola aquí, Kira, y eso lo sabes...
—–No quiero tener que encontrarme con mis padres allá... Es molesto... Los odio tanto como ellos a mí.
Tadaomi levantó una ceja algo frustrado, hasta que alzando la mirada observó a Irina y enseguida le llegó una idea.
—–Bueno. Es eso o... Tendrás que quedarte con Irina para que te cuide.
—–¿¡QUÉ!?
La rubia claramente se veía alarmada con esa propuesta. Ella no le agradaba a Kira, y siendo sinceros, la rubia temía de ella.
—–¡NUNCA!—gritó Kira, enseguida aferrándose a su tío como un mono.—–Todo menos eso... Voy a ir...
Un suspiro y una sonrisa superior por parte de Tadaomi hicieron que la Violeta se molestara un poco. Pero él era su tío favorito, no podía molestarse más de tres segundos con él, después de todo él siempre hacía sacrificios para que ella estuviera bien, tenía su custodia, la cuidaba todo el tiempo, y hacía lo posible para tenerla un día más con vida. Si eso no es amor, entonces, no sé qué carajos sea el amor.
Karasuma tomó de la mesa cercana un bloqueador especial, se huntó un poco en sus dedos y luego lo hizo en las mejillas de Kira, todo con sumo cuidado para no lastimar su sensible piel. Su sobrina cerró los ojos un poco. Comenzaba a arruyarse levemente, después de todo, se sentía como cuando era una bebé y estaba a los cuidados de su tío.
Esas veces en que ella lloraba sin razón y sus padres estaban de viaje por trabajo, Tadaomi se quedaba con ella para asegurarse de que las niñeras y las enfermeras hicieran bien su trabajo. Él preferia quedarse despierto en la noche para cuidarla en esos momentos.
Recuerda muy bien aquella vez en la que ella despertó llorando. Pero no tenía hambre, ni tampoco se había hecho en el pañal... ¿Entonces qué era?
Es simple.
Era una bebé, se sentía sola. Y si hay algo a lo que los bebés los incomoda es sentirse solos. Ellos necesitan de alguien que los cuide y los mime de vez en cuando, es por eso que son bebés, no sienten nada más que eso.
Esa vez en la que Tadaomi dejó a la bebé Kira en su cuna, todavía sin saber que hacer, con mucha paciencia le acarició esas gordas, rojitas y adorables mejillas de bebé. Con mucha suavidad... La bebé Kira se durmió en cuestión de segundos, colocando sus débiles manitas sobre las de su querido tío, queriendo estar siempre así.
Esa imagen le llegaba de nuevo a la mente, por lo que Tadaomi sólo sonrió y dejó un beso pequeño en la frente de su sobrina.
—–Ya es hora de que vayas a clase. Necesitas buscar un grupo para el viaje.—le dijo, a lo que Kira asintió inexpresiva, pero claramente le agradaba ese acto.
—–Está bien...
Sin decir nada más, Kira se fue arrastrando sus pies y acomodandose un poco más el bloqueador en su rostro, sin saber que aún le quedaba un poco más en la punta de su nariz.
Irina se giró un momento para ver a la de trenzas alejarse, con tranquilidad y parsimonia como siempre. Después, se giró de nuevo para observar a su compañero de trabajo, ahora había cambiado su semblante a uno más serio, mientras lo miraba evaluar unos cuantos papeles que tenía regados por todo el escritorio. Una pequeña sonrisa por parte de la rubia demostró la ternura que sentía por la escena, ese hombre no es tan gruñón después de todo. Escondía un corazón realmente adorable. Casi ni recordaba el porqué se había jurado que nunca le agradaría Karasuma.
Tadaomi por otra parte, viendo que la rubia lo miraba de una forma extraña, chasqueó levemente sus dedos para traerla de nuevo al mundo y que reaccionara.
—–Oye. ¿Que haces ahí? Te recuerdo que tienes trabajo que hacer.
Ah si, por eso era...
—–¿¡Es en serio!?
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Kira llegó al aula. Koro sensei no estaba, y los demás se encontraban haciendo su grupo para el viaje. Tal vez llegó tarde, pues no veía a algún grupo disponible.
O tal vez eso pensaba ella.
—–¡Kira-chaaaaaaan!~
Escuchó una voz juguetona la llamaba. Por su tono, ya se imaginó quién podría ser, y de hecho acertó cuando parpadeó y se encontró al pelirrojo más alto mirándola con esa típica sonrisa. Aún así, Kira no se inmutó para nada, y sólo lo miró fijamente esperando a que él hablara.
Karma Akabane por otro lado, miraba curioso a los enigmáticos ojos de ella que por cierto, lo atraían como un imán al metal. También observó ese poquito de bloqueador en la punta de su pequeña nariz, pero prefirió no decirle nada ahora.
—–¿Ya tienes grupo para el viaje?—preguntó ladeando un poco la cabeza, observando a la espera de un posible gesto por parte de Kira.
—–No...—respondió de inmediato, manteniendo aún su mirada. No hizo más preguntas, a lo mejor, él hablará ahora.
En su lugar, la chica pequeña de cabello verde, aquella de la que Kira tanto desconfía, se apareció a un lado de ella con una agradable sonrisa. Aún así, ese gesto hacía a Kira desconfiar aún más sin saber por qué.
—–¿Te gustaría unirte al nuestro? Nos hace falta uno.
—–¿Quienes están en ese grupo?—respondió ella como pregunta, mirando a Kayano fijamente.
En vez de responder ella, Nagisa, quien también se apareció, le respondió amistoso a su amiga. En su grupo estaban Sugino, Kanzaki, Kayano y Karma; y por supuesto se incluía a él. Les hacía falta uno y pensaba en guardarle un lugar, después de todo eran amigos desde pequeños y pensó en la gran posibilidad de que Kira se quedara sola. La violeta no lo consideró mucho, aunque tampoco le importaba en realidad saber quienes estaban, por lo que simplemente asintió con la cabeza y en silencio, para después escuchar como Kayano y Kanzaki celebraban un poco en compañía de Sugino y Karma se quedada mirándola sonriente.
Después de ello, se sentaron en una mesa para planear qué lugares podrían visitar. Los que más hablaban, logicamente eran Nagisa, Kayano y Sugino. Kanzaki de vez en cuando sugería algo, de todas maneras ella era un poco tímida. Kira no decía nada, sólo comía dangos a un lado de Karma, y el pelirrojo no prestaba atención.
Éste último andaba perido en su propio mundo.
Un mundo llamado KiraVille.
En el momento que Kira quiso decir algo, fue interrumpida por la mano del pelirrojo que le tocó la nariz de repente.
—–¡Pup!—fue el sonido que él usó para acompañar su acción.
Ella se quedó extrañada por un momento, pero luego él le explicó lo que tenía ahí. A ella le dio igual y continuó comiendo, pero no pudo evitar pensar entonces en ese toque tan repentino que hizo que su mundo se detuviera por un momento.
Un “Pup” divertido del pelirrojo y su dedo sobre su nariz. Esa fue la escena que inundó su pensar durante todo el día, incluso cuando tenía que practicar en la escuela de danza, causa por la cual la notaban un poco distraída y no de la forma casual.
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Con el pelo suelto llegandole a las rodillas y hondulado como las apacibles olas del hermoso mar, la hermosa violeta se miraba al espejo sin descanso, imaginandose de nuevo ese “Pup”. Llevó su dedo índice a la punta de su pequeña nariz, y de nuevo, su mente revivió la escena una y otra vez.
—–... Pup...
Aún no sabía porqué le permitió a Karma hacerle eso. Se supone que el único que tocaba su rostro era su tío, era el único con el que no se quejaba o refutaba.
Pero esta vez fue muy distinto.
Ahora se sentía más extraña.
—–Diablos...
Oh mi querida Kira, no eres la única que revive ese momento una y otra vez en su cabeza. Créeme que no.
En algún lugar de la ciudad, en una gran y fabulosa casa, un chico solitario con divertida y escalofriante mirada, picaba con su dedo índice a la punta de la nariz de un personaje que yacía en un cuadro.
“¡Pup!”
Para él recordar la mirada ingenua y confusa de la violeta hacía que su emoción subiera de cero a cien en tan sólo pocos segundos.
—–Je... Ahora comprendo bien porqué Asano tenía tanta obsesión con ella...
“Tiene una inocencia tan... Adorable...”
Ay dios... Cupido... ¿Qué haz hecho?
.
Uuuuh CUPIDO, SÓLO DEBÍAS FLECHAR A UNO COÑO XD
¿Extrañaron ésto? Yo si.
Ahora, espero que hayan disfrutado del cap y que realmente les haya gustado ^^ voten y comenten si les agradó
Y por favor cuídense de el Coronavirus
Por favor, haganlo :3
Lavense bien las manitos, tomen muuucha vitamina C y cuiden a sus abuelitos que son los más vulnerables :D
¡Hasta la vista, Baby!
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