(N/A: Está Navidad es de hace algunos años antes)
Es gracioso como todo puede ir tan rápido y tan lento a la vez, como de una pequeña flor nace una planta y sobre todo como el querer transforma a las personas. Creo que son los tiempos lo que me hace pensar así porque de alguna otra manera estaría maldiciendo a la vecina de enfrente y sus infernales gritos hacia su esposo sobre no salpicar la taza del baño, extrañaría mi hogar y mi propio molesto vecino de no ser que ahora prácticamente vive en el departamento con Halo y conmigo.

-¿Quieres el árbol en la cocina o en la sala?- Una maraña de cabello castaño entro en mi recamara con la parte superior del árbol artificial que habíamos comprado esa misma tarde. Algo en la manera que tenía él cuando me miraba me seguía poniendo nerviosa.

-¿Quieres el pavo en el baño o en la mesa?

-Buen punto- Con una sonrisa dejo el plástico sobre mi cama y se recostó. -¿Sabes que Dan viene en camino, cierto?

-Por supuesto, ya le dije a los vecinos que guardaran bien sus autos, escondí los cubiertos y cubrí los enchufes de luz. Tengo todo previsto.

Tyler rio. – Y pensar que tiene veintidós años.

-Lo dice el mismo que compra pasta dental sabor a chicle.

-Que no era para mí- Murmuró entre dientes con el ceño fruncido, sin perder el tiempo lo imite con un tono más agudo. Después de unos minutos de poner cara de enojado con indicios de estreñimiento rió y levantándose como un largo resorte de la cama camino hacia la puerta. –También viene Kat, Eliot, Eli y una sobrina de Dan. Por cierto, tus padres esperan afuera, parece que tu mamá ya se dio cuenta que tú y Halo tiene la alacena llena de frituras y galletas, ella está tratando de convencerla de que son orgánicos y sin grasas pero tú mamá no parece muy contenta.

-¡Pero esos son tuyos!

-Lo tuyo es mío y lo mío es tuyo enana- A sabiendas de lo que le esperaba salió corriendo de la habitación dejándome sola con el fututo sermón de mi mamá.

-¡Le daré tu pasta dental de plaza sésamo a Eliot!

Al parecer ya se había ido cuando dije eso porque de lo contrario estaba convencida de que habría regresado para aclarar "que no era suya".

Intente terminar de peinarme en tiempo récor antes de salir y encontrarme con la escena descrita por Tyler. Mamá preguntaba como una bolsa de donas tenía un valor nutrimental mientas Halo daba una explicación que seguramente acababa de inventar, una habilidad envidiable, siempre terminabas por creerle. La había conocido hacia unos años en la escuela, recuerdo haber llegado sin conocer a nadie en clase de matemáticas y en mi vago intento por no hacer el trabajo asignado le había preguntado a la primera persona que tenía al lado si le gusta leer, ella dijo que si y menciono entre sus libros leídos mi favorito, fue amistad a primera vista... o palabra. Al paso de las semanas la había invitado a quedarse en el apartamento conmigo y acepto. Lo único malo es que ella y Tyler no se llevan de la mejor manera, aunque yo estoy segura de que en el fondo hay un lazo fraternal más haya de poner mantequilla en los picaportes o subir el fuego a la comida del otro por las mañanas por que como ya dije, Tyler prácticamente vive aquí, solo llega a dormir a su casa y viene por la madrugada a comer de nuestra comida o incitarnos al mundo de las frituras, quisiera verlo el día que deje de hacer ejercicio y su panza de camionero alcohólico haga su aparición, ahí diré mi añorado "te lo dije" mientras rio a lo maniático.

-¿Qué me dices Halo? ¿Un chocolate bajo en grasa?

Ella no se esperaba eso, nadie sabía del eterno amor de mamá hacia el chocolate. –Eh... Si señora, además es saludable. El chocolate dietético más sabroso del mundo.

Los ojos de mi madre se iluminaron seguramente más de lo que lo hicieron en mi nacimiento o cuando se casó, esta conclusión llego a mi mente cuando vi el odio que papá intentaba transmitirle con la mirada al chocolate que Halo sostenía. -¿Qué marca es?

-hershey's- Tyler rio desde el sofá intentado disimularlo con una almohada, por un segundo quise asfixiarlo con la misma, ¡Era su chocolate!

Él vio mi mirada de enojo haciendo una sonrisa triunfadora a lo lejos pero esta decayó cuando gesticule un "Te acusare" con los labios, en ese momento se levantó de su cómodo asiento hacia la escena. –Halo, has leído mal.

La cara aturdida de mamá se recompuso al ver a Tyler, siempre había pensado en que esta era una de las cosas buenas de que tu madre adore a tu novio. -¿Cómo? ¿Tyler, cariño, tu sabes si en esta casa se come cosas insalubres?

Pff... Que si sabe...

El castaño le lanzo una sonrisa encantadora, de no ser por estar molesta con el habría intentado ayudarlo a salir de ese aprieto. –Por mi parte no podría decirle nada malo, sabe, ellas son muy fitness.

-¿En serio?

-¡Claro! Por las mañanas Hayley no habla de otra cosa que ir a correr. –Halo rio disimuladamente ante la descarada mentira, las únicas veces que corro es cuando se me hace tarde para ir a la universidad y tengo que alcanzar un taxi. –Incluso a veces me acompaña a los cursos de natación.

Bueno, eso era cierto. Tyler había comenzado un entrenamiento pocas semanas después de que llegamos, a veces iba a apoyarlo y algunas otras me ponía a practicar con él, eso cuando iba Halo por que a ella también le encantaba nadar.

-¿En serio?

-Sí, Halo, préstame el chocolate.

La castaña le dio el chocolate con cara de "¿Te mueres o te mato?" antes de apartar algunos mechones de cabello rizado que había caído en su frente con un ágil movimiento.

-Mire señora Blair.- Continuó. –Este chocolate es uno de los grandes, parece que es grasoso pero no lo es, lo describiría como maravilloso pero tiene un defecto.

-¿En serio?- Mi mamá parecía embelesada con la fluidez de mentir de mi novio.

-Me temo que sí, tiene el nombre y aspecto de una reconocida marca de chocolate normal, solo lo venden en navidad y hacen esto porque nadie compraría un chocolate dietético, ha de imaginar que el resto de las personas no tienen la visión que usted tiene sobre la salud, de ser así todos serían tan lindos y atléticos como usted y su familia.

En ese momento Papá saco el pecho y sumió la panza uniéndose a la plática, algo me decía que estaba contendiendo la respiración. –Yo les intento inculcar siempre la buena alimentación y una práctica de ejercicio continuo, es un honor que un jovencito tan apuesto como tú lo reconozca.

Y ese es mi papá, el que finge ir correr y en su lugar compra tacos.

-¿Cómo es que mi hija no te noto diez años antes?

A pesar de las buenas intenciones de mamá Tyler se puso tímido mostrando un ligero sonrojo. –El punto es que ahora está conmigo y yo con ella.

El resto de la noche mis padres se terminaron la reserva de chocolates de Tyler (un buen precio a pagar si me permiten decirlo) mientras yo intentaba no quemar el pavo y Halo arreglaba la mesa. Tyler puso el árbol y ya por la noche el ruido de los basureros siendo chocados alerto la presencia de Dan, Eli y los niños. Todo fue bien, Kat paso el rato jugando con mi gato mientras Eliot intentaba coquetear con Vainilla, la sobrina de Dan, al punto en que estábamos ya no me sorprendían los nombres que la familia de Daniano consideraban normales. De igual forma y a excepción de la confusión del momento y mi padre diciendo "Feliz cumpleaños" en lugar de feliz navidad o un Dan borracho siguiéndole el juego y cantando las mañanitas a las 12: 00 en punto, fue todo genial.

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Solo venía a dejar este capítulo capituloso como regalo de navidad, espero que se la estén pasando genial y que puedan disculparme por la ausencia tan notable.

(Proximamente actualizaciones de Eliot y Kat)

¡Feliz navidad!

¡Son los mejores!

-Adyka.