Capítulo 46. "La ciudad y el desconocido"
A primera hora de la mañana del día siguiente Kat ya estaba esperando a Eliot en la puerta de la cabaña completamente lista para ir a la ciudad. El muchacho caminó hasta ella, que estaba sentada de forma improvisada en el escalón que daba al exterior y se sentó a su lado mientras se calzaba los zapatos, al mismo tiempo la chica se terminaba una barrita de frutas por lo que ni siquiera pareció haberle prestado atención al castaño. Sin embargo, él no pudo evitar notar el cambio en ella desde el minuto uno. La muchacha estaba vestida igual que todos los días, sí, pero había algo muy diferente en su peinado: su cabello estaba sujeto a una secuencia de plásticos de forma que parecía más una especie de casco rojo que una melena.
- ¿La fiesta será de disfraces? - Dijo el chico a modo de saludo cuando terminó de anudarse la última agujeta. Al escucharlo Kat levanto la vista hacia donde se encontraba él solo para dirigirle una mala mirada.
-Fui con las chicas temprano para arreglarnos el pelo, si todo sale bien para la noche tendré el cabello tan bonito que va a parecer peluca
-Tu cabello ya parece peluca. -Tas escuchar aquello por parte del castaño, Kat frunció el ceño nuevamente al tiempo que le aventaba el envoltorio de su barrita al regazó. - ¡Era un cumplido!
-Avisa- Pidió la pelirroja segundos antes a ponerse de pie, seguido de esto, un risueño Eliot la acompaño jugueteando con la envoltura que segundos antes le había aventado. Por alguna razón ese día lo estaba haciendo muy feliz, no sabia lo que era, si se trataba del cambio, del clima o de la persona que tenia a su lado.
Para cuando ambos estuvieron de pie comenzaron a caminar en dirección a la salida. El cielo estaba tan gris que parecía sacado de una película en blanco y negro e incluso a lo lejos, el castaño habría jurado que se alcanzaba a ver alguno que otro rayo disperso, como si se estuviera asomando para avisarle a los demás rayos si había alguien que achicharrar por el que valiera la pena bajar, a decir verdad, le tenía muchísimo miedo a las tormentas y la electricidad en general. Kat sabia esto, por lo que no dudo un segundo en tomarle la mano, fue entonces cuando el chico descubrió el único choque eléctrico que no le daba miedo.
- ¿Tú no te vas a preparar para hoy?
La pregunta de la pelirroja desconcertó al muchacho, que se encontraba demasiado ocupado pensando en el tiempo que tenían para llegar al autobús antes de que comenzara a llover. -Yo me preparo para todos los días, ¿Por qué reservarlo solo para un momento?
-Porque va a ir la que te gusta.
-Vivo con la que me gusta. Te dije que me preparaba todos los días.
De pronto Kat comenzó a sentir las orejas más calientes de lo usual. Por su parte Eliot se felicitó mentalmente, se había dado cuenta de que le había comenzado a gustar mucho ponerla nerviosa y por suerte para él se le estaba dando muy bien.
-No estoy... ay. ¿Sabes qué? Déjalo- La pelirroja se rindió arrebatándole una risa escandalosa al muchacho, que se encogió de hombros luego de escuchar aquello.
Siendo sincero no sabía muy bien cuál era la intención de Kat preguntando algo así, nunca antes había parecido importarle en lo más mínimo él prepararse antes de una fiesta y mucho menos que él se preparara, si acaso alguna vez recordaba que le había regalado una corbata en su cumpleaños pero ella misma le había contado que eso era porque olvido comprarle algo y le terminó dando lo primero que encontró en el closet de su papá, dado que para ese momento Eliot tenía la (aún maravillosa) idea de no dejar entrar a nadie sin regalo a sus fiestas. Fue hasta su último año de secundaria que ella comenzó a maquillarse. Cuando el castaño la vio ponerse rímel por primera vez se había puesto de los nervios, pero quedo aun peor cuando saco de su mochila un tal delineador, a ese punto juraba que dentro de unos años Kat tendría los ojos tan agujereados como un colador, luego conoció el encrespador de pestañas y de pronto agujerearse los ojos no sonaba tan mal.
Después de caminar unos metros mas en completo silencio llegaron a la entrada del campamento donde sus amigos los esperaban recargados en la pared. Maggie estaba escribiendo algo en su celular mientras que Tom lanzaba piedras a la carreta de tierra que tenía delante.
-Tú también tienes ese casco Maggie- Pregunto Eliot apenas llegar, casi como si hubiera dicho una aberración la chica le lanzo una mirada de advertencia.
-No digas nada mi hermano, a mí ya me dio un cabezazo- advirtió Tom al tiempo que tiraba las piedras que tenia en las manos al suelo para sacudirse el polvo. A su costado la susodicha se limito a rodar los ojos sin apartar la vista del celular.
-¿Qué es eso?- Preguntó la pelirroja ignorando por completo lo que decían ambos chicos mientras se ponía al lado de su amiga para intentar ver lo que escribía, al notarlo la chica le mostro su celular. Segundos después de eso ambas comenzaron a cuchichear y soltar risitas.
Cuando Eliot vio aquello un sentimiento de molestia se instaló en Eliot, nunca le habían gustado las personas secreteándose frente a el y cuando se giró a Tom se dio cuenta de que pensaban igual- ¿Qué es lo que pasa?
-Maggie esta hablando con un tipo de la ciudad, lo conoció hace como un mes y desde entonces se escriben diario. Se van a ir a conocer hoy para que venga a la fiesta de la noche, pero la tengo que acompañar para que no la secuestren. -Contestó Tom apático.
- No es un secuestrador, Oliver es un astrologo ambientalista- Se defendió la castaña pasándole el celular a Kat, quien sin perder tiempo comenzó a teclear algo rápidamente.
-Discúlpame Maggie pero eso suena peor- Cuando Eliot dijo esto Tom asintió en total acuerdo, provocando que la chica rodara los ojos nuevamente.
-No se ni siquiera para que me molesto, con suerte ustedes apenas saben que es él zodiaco.
Tom abrió la boca para responder, pero la cerro a al poco tiempo dándose cuenta de que en realidad no tenia idea. Fue en ese entonces cuando Kat guardo el celular de la castaña en su bolsillo y decidió participar en la conversación. -Dejen de pelear, Maggie y yo les queremos proponer algo. Se trata de un cambio.
- ¿Qué clase de cambio? ¿Van a sustituirnos con el zodiaco ambientalista? - Pregunto Eliot con una ceja elevada.
-Astrologo ambientalista- Corrigió Maggie.
- Pensamos que sería mejor si Maggie y yo vayamos juntas por las cosas para la fiesta mientras ustedes van por Oliver, así tenemos tiempo de llegar y arreglarnos antes de que haya un tercero diciendo que traemos casco.
-Hecho- La respuesta de Tom había sido tan rápida que Eliot frunció el ceño.
- ¿Qué pasa contigo? Una cosa es que secuestren a Maggie, otra es que sea a mí.
-Creo que no entiendes. Es ir por él y traerlo al campamento, te estoy librando de pasar un día entero comprando globos, mientras tanto podemos regresar y tener el resto del día para nosotros, incluso podemos quedar con Zack y Sawer para jugar básquetbol o algo.
El castaño no parecía estar muy de acuerdo con la idea, tenia pensado pasar el día entero con Kat y ahora sentía que sus planes se estaban arruinando, sin embargo, no pudo evitar pensar que si ella quería pasar tiempo con Maggie no era quien, para oponerse, después de todo habían estado juntos todas las semanas anteriores, además la idea de tener un día entero libre sonaba muy bien. Después de unos minutos, cuando finalmente llego un autobús a recogerlos los planes estaban hechos, Eliot y Tom irían por el desconocido mientras Kat y Maggie harían los recados que Hayley pidió. Aun con esto, pensó en sentarse junto a Kat pues al menos así estarían juntos el resto del camino, pero su plan se vio frustrado cuando Maggie comenzó a pelear con el por el lugar junto a la pelirroja, pasaron al menos cinco minutos discutiendo hasta que el chico finalmente cedió y le dejo su lugar para sentarse con Tom quien se había disculpado a nombre de la castaña con una sonrisa de medio lado.
- ¿Por qué no se sienta contigo y ya? - Había preguntado un molesto Eliot.
-Porque no puede secretearse con Kat desde el asiento de enfrente- Respondió su amigo asegurándose de decirlo lo suficientemente alto para que las chicas notaran su molestia. Tras ello, ambos recibieron una ligera patada de asiento que fue suficiente como para ocasionar una guerra de miradas el resto del camino. Para cuando llegaron, Maggie le había pasado apresuradamente el numero de su nuevo novio a Tom antes de irse a paso rápido con Kat. Ni siquiera se habían despedido por lo que a ese punto Eliot ya estaba demasiado confuso.
¿Y si Kat le había dicho que se arreglara aquella mañana porque lo había visto feo? Eliot nunca se había considerado a si mismo feo, al contrario. Podrían acusarlo mil veces de narcisista antes que de inseguro, pero ahora ahí estaba, dudando. ¿Eso era lo que hacia el amor? Por que no se parecía para nada al sentimiento agradable que mostraban en las películas.
Por su parte Tom caminaba a su lado muy tranquilo, ni siquiera parecía estar pensando algo en concreto mientras que sonreía a las personas que veía como si las conociera de toda la vida. Habían decidido caminar hasta el punto de reunión con el supuesto astrologo para ahorrar el dinero del transporte y comprar con ello algo de comida antes de llegar al campamento, a Eliot le había funcionado esta idea porque de esa forma podía estarse viendo su reflejo en los escaparates de las tiendas para descubrir por si mismo su nueva revelación de inseguridad. Pasadas unas cuadras decidió optar por la idea de que era completamente injustificado, lo único que lo había hecho ver mal eran los vidrios empañados, Kat podía decir lo que fuera, él estaba perfecto tal y como estaba.
Y así, con una renovada alegría llegaron a su destino en una pequeña cafetería en la parte del centro. Estando ahí se percataron de que no había ninguna persona con cara de Oliver, de hecho, ninguno lo había visto nunca por lo que optaron por mandarle un mensaje en vista que la opción de imaginárselo no estaba funcionando.
El castaño se puso a un lado de Tom cuando este escribió un "soy el de azul" al número del chico. El desconocido tardo unos minutos cuando finalmente respondió. "VIE n no pro no t beo"
-Necesita un auto corrector- Menciono el castaño intentando encontrar sentido al lo que estaba escrito en el celular. Por su parte su amigo asintió.
-O nosotros un traductor.
Tras ello pasaron la siguiente media hora tratando de explicarle a Oliver el tipo de "energía" que sentían donde estaban para que este pudiera ubicarlos, cosa que para sorpresa de todos había funcionado al final. Por lo que luego de un rato tenían al susodicho delante de ellos, quien únicamente se limito a verlos con aburrimiento detrás de sus lentes amarillos.
El muchacho tenia el cabello rubio tan despeinado que casi se asemejaba a un afro y el cuerpo cubierto de cientos de alhajas, como si de la nada hubiera decidido ponerse todo lo que encontró en el joyero de su mamá. Luego de unos incómodos minutos en completo silencio, el desconocido se aclaró la garganta, y mirando a Eliot dijo:
-Te imaginaba más... Bajita.
Y en ese momento toda la autoaceptación que Eliot había estado trabajando en los escaparates de las tiendas flaqueo.
¿Acaso acababa de confundirlo con Maggie?
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