Capítulo 44. "La cuerda y el ladrón"
Al iniciar la competencia los chicos se dieron cuenta de que los obstáculos eran básicamente los mismos que ya habían tenido en ocasiones anteriores en el campamento, pero claro, la emoción del fin reivindicaba el método. Finalmente, después de un verano tan... competitivo había llegado el momento soñado para Kat.
¿El problema?
Ya ni siquiera sabía si era necesario demostrar que era la ganadora. Era algo que ya había dado por sentado desde su infancia y ahora, aunque el hecho de competir contra Eliot la seguía apasionando, se había dado cuenta de que trabajar junto a él era aún mejor que pisotearlo.
Después de haber perdido unos valiosos segundos en sus pensamientos, la pelirroja giró la cabeza para ver al chico que estaba a su lado, Eliot le sonrió de vuelta sin dejar de poner atención a la cuerda que tenía enfrente. Estaban en la última parte de la carrera final y en el único obstáculo que no habían visto nunca antes. Se suponía que todo su equipo de veinte niños (con ellos incluidos) pasase por arriba de una cuerda sin quiera rozarla, pues apenas esto pasara una campana atorada a esta comenzaría a sonar como una buena y justa delatora haciéndolos volver al principio, todo con el fin de llegar al otro lado.
Indudablemente era el trabajo en equipo más complicado que habían tenido que hacer nunca. Y como si fuera poco tenían a todos los equipos a su alrededor contagiados por su misma competitividad intentando ganar. Y para su propia mala suerte Eliot ni siquiera estaba concentrado en lo que estaba haciendo, desde que habían dejado la cabaña de su hermano solo estaba pensando en donde podrían estar esas llaves. Si Tyler guardaba el cofre en un lugar tan accesible, lo más probable era que también tuviera las llaves a la mano por lo que el chico tenía la mirada fija en el llavero de gato que le colgaba del bolsillo de su pantalón corto. Estaba segurísimo que apenas Tyler se descuidará ese llavero estaría maullando en las manos de Eliot.
- Bueno, entonces me ayudan a pasar a mí y...- Kat estaba intentando explicar un plan a su equipo cuando fue interrumpida por Parker.
- ¿Cómo se supone que hagamos eso? ¿Cuánto pesas?
- Trecientos kilos. Ahora, tú y Eliot se agachan y así yo me subo en su espalda y entonces paso.
- No me parece. – Volvió a interrumpir Parker.
La pelirroja suspiró frustrada.
A su lado Eliot dejó de ver el llavero de su hermano para entrar en la conversación. - A mí tampoco, trecientos kilos son mucho Kat, chance y calculaste mal.
Parker negó antes de que la chica pudiera decir si quiera una palabra. - No me entienden, a mí no me parece que se me suba nadie en la espalda. Más allá de los problemas lumbares que me pueden ocasionar me van a dejar muy sucio, y yo no llevo toda la competencia preocupándome de que nadie me haga rodar en lodo por nada, así que o pasas volando o le dices a uno de estos gritones enanos de bosque que hagan una torre y te suban.
Matt y Oliver lo miraron mal. El resto de los niños ni siquiera estaban prestando atención, ciertamente ese era uno de los desafíos más aburridos que habían visto nunca.
-Que me suba una vez no te va a ocasionar ningún problema lumbar- Intento explicar Kat pero Parker seguía negado a escuchar razones.
-Estoy viendo a futuro.
-Pero no es momento de ver a futuro, mira, paso yo, pasan los niños y los recibo, pasas tu subiéndote a Eliot y al final pasa él.
- ¿Y yo si vuelo o qué? - Preguntó Eliot con el ceño fruncido.
-Puedes saltar, no pasa de ser metro y medio- Kat comenzaba a frustrarse, ninguno de sus compañeros estaba cooperando, unos segundos más y no podía asegurar guardar la compostura.
- Si es "solo metro y medio" ¿Por qué no saltas tú? - Replicó el castaño.
Afortunadamente la chica sabía exactamente qué hacer en esas situaciones.
- Puedo, ¿Acaso tú no puedes?
- ¡Claro que puedo!
Kat sonrió para sí misma.
-Pero yo no, exijo pasar primero. De esa forma nadie va a tener oportunidad de pisarme- Declaró Parker.
Y fue así como esa misma sonrisa se fue.
- Solo veinte niños, porque en ese caso, tú tendrías que recibirlos.
-Pecas rasguña cuando se pone nervioso. –Completó Danielle señalando a uno de los niños más pequeños, quien se limitó a asentir con los ojitos bien abiertos.
Parker miró al niño con los ojos entrecerrados. –No me importa, igual quiero pasar primero. Pero si me llega a doler la espalda en los próximos cincuenta años te voy a demandar. –Señaló a Kat. –Y a pecas.
El niño se rio cosa que Parker tomó como provocación, estaba a punto de explicar las tragedias que le pasan a la gente demandando cuando Kat se metió.
-Iremos contratando un abogado- Segundos después se agachó. –Súbete primero a mí para llegar a la espalda de Eliot, de ahí saltas al otro lado.
El chico asintió mientras hacía lo que la pelirroja pedía, fue entonces cuando ambos se dieron cuenta de que Eliot no estaba. Sin embargo, antes de que alguno pudiera decir algo el castaño llego corriendo hasta ellos, agachándose a tiempo para que su primo subiera y saltara.
Al final (y luego de muchos intentos donde la cuerda sonó más que villancico en navidad) habían triunfado y Parker estaba al otro lado. Casi al instante los niños gritaron felices. Después de todo no había sido tan mala idea que fuera el primero.
Por otra parte, el resto de los equipos parecían estar teniendo los mismos problemas de organización que ellos al inicio, por ejemplo: en el equipo de Mikaela, Zack estaba intentando convencerla de aventar a los niños al otro lado, mientras tanto, en el de Maggie y Tom las cosas habían comenzado muy bien, eran los más adelantados hasta que por desgracia para ellos uno de los niños toco por accidente la cuerda y tuvieron que regresarse todos a órdenes de Ely. Por otro lado, Sawer, Scott y Amanda estaban haciendo un dibujo para organizarse en una cartulina junto con los niños. Las estrategias eran todas diferentes pero todos buscaban lo mismo.
Por fortuna en su equipo, todo parecía ir muy bien, los niños subían en escalón por la espalda de Eliot y Parker los tomaba por las axilas alejándolos lo más que podía de su cara para evitar rasguños mientras estos hacían todo lo posible por no hacer sonar la campana. Secretamente, Kat estaba agradecida de la altura de los Carter pues de otra manera estaba segura de que sería mucho más complicado.
Para cuando todos los niños ya habían cruzado, Eliot le hizo una reverencia. -Señorita- Llamó mientras se inclinaba.
Kat le sonrió y con cuidado subió en su espalda apoyada en sus hombros, así para cuando se incorporó solo tenía que dar un pequeño brinco al otro lado, y sería entonces cuando Parker la atraparía y todo listo para ella. Pero estando arriba se encontró con un problema: había comenzado a ponerse nerviosa, de pronto un metro y medio si parecía demasiado alto. Tal vez esa era la clase de terapia que Hayley debía darle a Tyler para que dejara de llamarla enana.
Debajo de ella Eliot ni siquiera parecía inmutarse, estaba firmemente plantado en el piso para asegurarse de que no se tambaleara. –Puedes hacerlo Kat. Solo brinca, no te vas a caer. Yo te detengo.
De alguna manera eso la tranquilizo, se había encontrado a si misma confiando en su enemigo y lo peor era que le había gustado. ¿Pero que decía? Eliot ya no era su enemigo. Pensar eso le había gustado aún más.
Intentando dejar de meditarlo tanto, la pelirroja asintió a las palabras de Eliot tomando las manos de Parker, seguido de esto paso al otro lado mientras él la empujaba como podía con las manos desde atrás. Para cuando tocó el piso, estaba casi abrazada de un ceñudo Parker. –Última vez- Dijó esté con molestia.
Detrás de ellos Eliot se aclaró la garganta. -Más te vale Parker.
Kat no sabía si estaban bromeando o en serio pretendían que aquello tenía importancia. – No sean ridículos, a Parker ni siquiera le gustan las mujeres y a las mujeres no nos gusta Parker.
-Te equivocas. Si les gustó a las mujeres.
- ¿Qué mujeres? - Peguntó la pelirroja con una sonrisa burlona. Tras esto, el chico frunció aún más el ceño.
- Que te importa.
Eliot, por otro lado, había dejado de lado la discusión para practicar sus saltos alejado de la cuerda. No quería defraudar a Kat, ella se había encargado de toda la estrategia y esta parecía estar funcionando, lo mínimo que podía hacer era seguir sus planes. Mientras tanto los otros equipos estaban casi en la misma posición, el más adelantado era el de Sawer, habían terminado por seguir su mismo método y ahora solo faltaba que Amanda y Scott pasaran al otro lado. El castaño intento animarse a sí mismo, tenían oportunidad.
Fue entonces cuando por fin se decidió. Al otro lado, Kat había dejado su discusión con Parker para apoyarlo con la ayuda de los niños, fue entonces cuando el chico saltó.
Y llegó.
Y un llavero de gato salió de su bolsa volando.
La pelirroja reacciono casi de inmediato, ¡Era el llavero de Tyler!, Fue entonces cuando rápidamente lo levanto del piso para esconderlo, y tras ello, sin poder evitarlo sujetó al ladrón castaño por mejillas para darle un beso, no sabía en que momento lo había conseguido, pero estaba demasiado feliz.
Y Eliot también.
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro