Existen momentos donde no sabes cuánto puede empeorar una situación, luego están esos donde aparece Dan y comprendes de ante mano que las cosas van a salir mal desde un principio.

Eso es en lo que piensa Kat mientras lo ve frente a ella forcejeando por algo que ella claramente vió primero.

La situación está así, había un día de descanso en el campamento que era  la oportunidad perfecta de los asesores para ir a la ciudad a despejar sus mentes, algunos lo pasaban comprando u otros (Como Zack) metiendo caramelos al campamento en secreto (No tan secreto por parecía ser que él era el único que no se había dado cuenta que la bolsa en la que los transporta es transparente).

Kat era la primera opción, gracias a que Ann estaba convencida de que ella y Maggie debían renovar su guardarropa.

Volviendo a la peculiar escena Kat trataba con sus menudos brazos atraer el objeto hasta ella mientras que Dan con una sola mano lo jalaba de su lado.

-¡Basta Dan! ¿Para qué diablos necesitas esto?

Dan miró el sostén en sus manos para segundos después regresar la mirada a la chica y decir de un modo petulante:

-Debería preguntar lo mismo.

Lo cierto es que lo había confundido con alguna nueva clase de resortera y para cuando se dio cuenta de la verdadera utilidad del objeto estaba tan avergonzado que prefirió fingir que era algo que realmente necesitaba.

Kat, quien ya está acostumbrada a los malos chistes del chico únicamente la sacó la lengua.

-Me tienes envidia- Afirmó la pelirroja.

El chico estaba a punto de decir algo cuando Eli apareció con unas hermosas corbatas en las manos. Entusiasmada, su esposa le entrega los artículos y le sonríe abiertamente.

-¿Tan poco me amas que ya me quieres amarrar?- Detrás de Eli, Kat se atragantó con su propia saliva ante las palabras del castaño.

-No seas payaso Daniano.

Entonces Kat estalló en carcajadas con un sonido similar al de un cerdo.

-¿De qué te ríes?- Daniano le lanzó una mirada recelosa mientras ella se secaba disimuladamente unas lágrimas de risa que le brotaron de los ojos.

-De nada, nada de nada- La pelirroja alzó la vista al techo distraídamente. Dan trató de rezongar cuando Eli lo interrumpío nuevamente.

-Pruébatelas- con una mano señaló las corbatas de suave tela que reposan en las manos del chico. Dan gruñó en protesta pero tomó las corbatas.

-Si quieres dame una casita en el jardín y un juguete ya que estamos en plan "Hacer de Dan un cachorro"

-No seas llorón cariño, te verás más guapo- La pelinegra le giño un ojo tomándolo de la mano y sacándolo de ahí. Kat suspiró aliviada de no tener que lidiar más con Daniano mientras guardaba el sostén en su carrito de compras.

Todo iba perfecto hasta que Tom apareció con las manos en sus bolsillos y la mirada caída. Inmediatamente Kat se preocupó pensando que le había pasado algo a Eliot, después de todo el y Tom eran mejores amigos.

-¿Qué ocurre?- Preguntó la chica acercándose a él y tomándolo por los hombros. -¿Eliot está en problemas? ¡Oh dios! ¿Necesitas que llamemos al 911?

-Ese no es el caso, además sabes que el 911 bloqueo nuestro numero desde que Dan llamo una semana consecutiva pidiendo taxis.

-Cierto- Kat se llevó la mano a la barbilla pensativa. -¿Entonces por qué estás tan cabizbajo?

-No es nada.

En el tiempo que llevaban hablando el chico aún no había levantado la cabeza y entonces lo hizo, solo para ver de tras de sí y soltar un suspiro ahogado.

La pelirroja llevo sus ojos en la dirección que Tom lo había hecho encontrándose a Maggie persiguiendo a Parker con un perfume de muestra de la tienda mientras este trataba de cubriste detrás de Zack que comía dulces de su bolsa transparente al momento que charlaba con Dan de cómo sería la vida si se convirtieran en perros, Eli solo observaba la escena con la mano en la cintura y una mueca en el rostro.

Era raro notar a Tom tan deprimido, generalmente era el típico chico simpático que le caía bien a todo el mundo ¡Incluso a Maggie! Eso era una cosa verdaderamente sorprendente. Fue solo entonces cuando Kat reparó en lo que ocurría. Sus labios se entreabrieron soltando balbuceos sintiéndose completamente incapaz de completar una frase coherente.

-¿Qué ocurre Kat?

-Tu...uu. Mag...dios... gusta...- La ceja de Tom se elevó aun sin comprender las lo que sea que estuviera diciendo la chica. -¡Por los calzones de mi abuelo Leoponcio! ¿Es verdad?

Para esos momentos las cejas de Tom estaban casi perdiéndose entre su castaña cabellera.

-¿Qué cosa?

-¿Te gusta?- Kat señalo tras de sí donde hace unos segundos había visto a Maggie, entonces las cejas de Tom se elevaron más si eso era posible.

-No pensé que eras la clase de chica que al ver dos buenos amigos piensa que son pareja, ¿Es por qué el otro día nos bañamos juntos? Si será... le dije que no te dijera, sabía que harías burla, solo no había mucha agua ¿Bien?

-¡¿Qué?!

-Pero ambos teníamos boxers, tampoco es para tanto. Además nos conocemos desde siempre, tú cada que podías también te bañabas con Maggie

-¿Solo boxers?

-Claro, ni que usara sostén, estaría de mente, aunque no lo dudo- Sin poder evitarlo Kat se sonrojo, ¿Era eso cierto? ¿Por qué Maggie no le había contado nada? ¿Qué estaba pasando entre ellos?

-¡Eso es demasiado! Calla de una vez.

-¿Por qué? Eres una exagerada, ni que fuera tan malo.

-No pero....-

-Además ya me he bañado con Eliot antes y es mi mejor amigo, nada más, estoy seguro de que me gustan las chicas, demasiado seguro de hecho.- Tras escuchar eso ahora la ceja de Kat era la que estaba elevada, con duda volteo hacia donde había apuntado encontrándose a Eliot viendo las corbatas, solo entonces comprendió, Tom había estado hablando del todo el tiempo, no de Maggie.

¡Pero que tonta!

-Oh, sí, está bien, perdón, yo solo pensé que... nada ya olvídalo

-Bien extraña pelirroja, ¿Y qué harán con el loro?

-No lo sé, supongo que lo dejaremos libre, en la boda de Hayley, tal vez para entonces ya este recuperado. Cuando lo examinamos nos dimos cuenta que tenía una ala rota así que no lo dejaremos ir por ahora.

El chico asintió mirando a un costado, aun se le notaba bastante deprimido. Pero Kat decidió que ese no era momento para preguntas, así que se dedicó el resto del día a ver accesorios y ropa al lado de sus amigos y claro, Eliot.