Kat miro a Scott por encima de un sobre que sostenía en sus pálidas manos

-¿Esta todo claro?

Hacía más de una hora que la pelirroja repetía la misma pregunta, y hacía más de una hora que la contestación de Scott era la misma.

-¿Estas segura de que quieres hacerlo? ¿Y si no le gusta a Eliot?

-¿Esta todo claro?- Repitió la chica sin pestañar.

-Pero....

-Shh- Interrumpió. -¿Sabes? Quiero que esto sea perfecto, no lo arruines Scott.

-¿Por qué me pediste a mí que te ayudara entonces?

-Porque eres mi mejor amigo, sé que cuento contigo, ¿Recuerdas esa vez que por accidente le di a Eliot en la cara con una pala y pensé que había muerto?

-No fue accidente Katania, te enojaste con él y corriste por la pala, cuando volviste lo perseguiste por toda la casa gritando "Inútil vuelve aquí" mientras Dan lo grababa y yo gritaba que pararan.

-Pero igual me ayudaste a cavar un hoyo en el jardín para esconderlo, de suerte que despertó antes de que termináramos nuestro trabajo.

-¿A qué quieres llegar Katania?

-A que quiero que esta sorpresa sea especial y tu querido amigo me ayudaras.

La palabra amigo se repitió una y mil veces en la cabeza de Scott pero a pesar de eso formo una sonrisa de dientes blancos y brillantes.

-Siempre Kat.

La chica le devolvió la sonrisa dejándole el sobre en las manos.

-Nos vemos en la cena.

Y sin decir nada más se fue en dirección a la oficina de Hayley. Cuando entro, la rubia le entrego una carpeta, Kat pensaba que era una carpeta de actividades. No sabía que equivocada estaba...

Media hora más tarde estaba en la parada de autobuses esperando con Maggie a un desconocido pariente de los Carter.

-Seguro esta guapísimo- Argumento Maggie con los ojos brillantes, segundos antes de meter una fritura en su boca.

-Seguro parece chango mal formado.

-Ha de tener unos ojos increíbles- Prosiguió la chica ignorando a la pelirroja.

-Ha de estar visco.

-Claro que no, además de que tiene muy buenos genes.

Con aquello Kat se quedó callada, no podía negar que los Carter eran muy guapos, pero de igual forma prefería hacerse la tonta, poco a poco se estaba comenzado a preocupar de lo fácil que le resultaba eso.

-¡Mira! Ahí vienen- Maggie estaba entusiasmada, tanto así que había dejado a alguien encargado de hacer un cartel antes de partir del campamento, el único problema es que ese alguien era Dan, y en vez del "Bienvenido Parker" había escrito "El urgido del parque"

Cuando las chicas le preguntaron que quería decir solo se encogió de hombros arrojo los marcadores por el piso, hizo el signo de paz y se fue a buscar a Danielle para jugar.

Pero entonces, frente a ellas se detuvo un autobús. A Maggie le temblaban las manos haciendo que la bolsa de frituras que sostenía se moviera violentamente y saltaran frituras por todos lados. Era la primera vez que Kat la veía así, estaba emocionada lo cual era muy raro en la castaña.

Estaban tan absortas en la puerta que no se dieron cuenta cuando alguien se posiciono a sus espaldas, eso hasta que les toco ligeramente el hombro, ambas voltearon al mismo tiempo encontrándose a un chico de inmaculada ropa blanca y maletas grises. Su cabello castaño caía en rulos a la altura de sus orejas, debían de admitir que era muy atractivo.

El las miro con desdén bajándose sus gafas obscuras y dejando a la vista unos preciosos ojos verdes.

-¿Catalina y Margarita?

El ceño de Maggie se frunció al instante.

-¿El urgido del parque?- Parker elevo una ceja llevando los ojos al cartel tras oír las palabras de Kat.

-Vale, lo siento. Solo que no suelo recordar bien los nombres de cualquier clase de... gente.

-Kat, detén mis frituras, que yo a este lo mato- Y sin decir más dejo las friuras en las manos de la pelirroja al momento que se abalanzaba sobre el castaño. 

Kat no estaba muy segura de el por qué, pero sostuvo las papas de su amiga hasta que llegaron unos guardias acusándolos de alterar el orden publico por gritar tanto. Parker había dicho que nunca paso vergüenza más grande y se había dedicado a mirar con odio a Maggie el resto del día.