Capitulo 28- "¿Donde esta la chica tomate?
Eliot miró el sol filtrándose a través de las finas cortinas de la cabaña, estaba completamente envuelto en sabanas y almohadones. El chico se restregó los ojos con las manos escuchando un tenue ronquido a su lado y retirando la pequeña mano que se aferraba a su abdomen sonrió. Matt permaneció dormido sustituyendo el cuerpo del chico con uno de los almohadones.
Era un nuevo día y sin duda estaba más feliz que de costumbre, ahora sabía que Kat lo quería lo suficiente para rechazar a Scott, y aunque el chico comenzara a agradarle, de ninguna manera bajaría la guardia, no se arriesgaría a perder a Katania.
Con una sonrisa plegada al rostro camino en dirección a la cama que la pelirroja compartía con las pequeñas Danielle y Mara encontrándose únicamente con las niñas mencionadas anteriormente abrazándose.
¿Dónde estaba Kat?
Se detuvo un momento a mirar debajo de la cama encontrándole completamente vacía a excepción de unos envoltorios de caramelos. Eliot suspiro calzándose sus zapatos deportivos y salió de la cabaña. La mañana estaba fresca y el campamento vacío, era muy temprano por lo que era de extrañarse que Kat no estuviera. Pensó que tal vez estaría corriendo por ahí o ayudando a Hayley y Tyler con el desayuno pero se sorprendió al entrar a la cafetería y no ver ni rastro de la pelirroja.
-Eliot ¿Qué haces aquí?- Hayley limpio sus manos en un trozo de tela. Era apenas notable un pequeño bulto en su estómago, la rubia estaba radiante.
Hacia una noche que Hayley había confesado la feliz noticia, precisamente en la fogata poco después de que Eliot y Kat regresaran. Tyler estaba completamente maravillado, sus ojos brillaban como nunca y tenía la sonrisa más grande jamás se le hubiera visto. Eliot deseó un futuro así, con pequeños pelirrojos corriendo por ahí gritando y llamando a su chica tomate "mamá"
-¿Han visto a Kat?
Tyler hizo una mueca volteando una tortilla con la espátula.
-Lo siento Lio, no la hemos visto
-Seguro está dormida- Sugirió la rubia.
-Ya revise, no está en la cabaña y a menos que haya dormido en el bosque con los mapaches no tengo idea de donde pueda estar.
En ese momento las puertas de la cafetería se abrieron de repente. Dan entro con el cabello enmarañado y pantuflas con forma de donas seguido de Maggie.
La chica llevaba en sus manos una manzana que Dan miraba con deseo, al parecer ninguno de los dos se percató de la presencia de la pareja y el chico.
-Deja de ver mi manzana ¡Es mía!
-Tengo hambre- Dan se froto la panza sin despegar la vista de la manzana de Maggie. La chica gruño.
-¿Y desde cuando eso es mi culpa?
-Desde que le diste mi comida a esa ardilla que encontraste en el bosque.
-Primero, el perrito lo encontró Kat y segundo, ¡Era una bellota! ¿Cómo demonios te vas a comer una bellota?
Dan puso su mano delante de la cara de la chica en señal de silencio. –No puedo pensar como discutir con el estomago vació.
- Pues cuando esta lleno no hay mucha diferencia- Argumentó Maggie provocando que Dan abriera la boca con indignación.
-No lo has dicho pequeña bruja.
- De hecho si
- ¡Estas expulsada!
-¡Dan!- Hayley salió de la cocina en dirección a la escena con los brazos cruzados sobre su pecho, Tyler y Eliot la siguieron. -¿Me pueden explicar que está pasando aquí?
-Dan se quería comer mi manzana, no se vale que se metan con la comida de las personas.
-¡Mentirosa! Solo quería morderla y quizá tragarla pero es todo.
-Es lo mismo don bruto.
-¡Maggie, Dan! ¡Basta! Hay comida en el refrigerador y pronto habrá más, siéntense y esperen si no quieren que traiga el sartén.
En cuestión de segundos ambos estaban siguiendo las órdenes de Hayley, ahora con las hormonas del embarazo al cien por ciento nadie sabía que esperar de ella.
Eliot se acercó discretamente a Maggie mientras Tyler intentaba calmar a su prometida.
Para cuando Eliot estuvo frente a la castaña ella ya estaba mordisqueando el corazon de la fruta casi terminada, mientras Dan hablaba con alguien por celular.
-Maggie.
-¿Si?- Preguntó la chica alzando la vista.
-Escuche que has visto a Kat pero ¿Dónde?- En ese instante los ojos de la castaña brillaron con maldad.
-¿Por qué lo preguntas? ¿Acaso te gusta?- Maggie levantó las cejas con picardía al decir aquello provocando que las orejas de Eliot adquirieran un color rojizo.
-Si- Susurró.
-¡¿Qué?! ¡No te escuche!- Maggie llevo su mano izquierda a su oreja con una sonrisa plantada en los labios.
-Que si.
-¡¿Qué?! ¡No escuche!
-¡Rayos, que si me gusta Kat!
La sonrisa de Maggie se extendió.
-Esta con Scott.
Y Eliot prefirió no haber preguntado nada...
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