Hola.
—Megan.

¿Me estás ignorando?
—Megan.

Matthew.
—Megan.

Bendito sea Johannes Gutenberg, ¿qué quieres?
—Matt.

¿Y ese quién es?
—Megan.

El que inventó la imprenta.
—Matt.

Ah.
—Megan.

Matt.
—Megan.

¿Qué?
—Matt.

¿Qué haces?
—Megan.

Estudiar aritmética. Deja de molestar, chica hipster.
—Matt.

No estoy molestando.
—Megan.

Estoy aburrida.
—Megan.

Felicidades.
—Matt.

Y estoy triste.
—Megan.

¿Y volviste a la biblioteca otra vez a llorar? Hay algo llamado terapia.
—Matt.

Es más barato hablar contigo.
—Megan.

Querrás decir molestando.
—Matt.

Habla conmigo.
—Megan.

No.
—Matt.

Por favor. Por favor. Por favor. Por favor.
—Megan.

Al menos que quieras discutir los teoremas de incompletitud de Gödel, no estoy interesado.
—Matt.

Eres todo un nerd.
—Megan.

¡Que no soy nerd!
—Matt.

Claro que sí. Tienes esos enormes anteojos y te pondría más feliz que te regalen una granja de hormigas en tu cumpleaños que una chica te coquetee.
—Megan.

¡Claro que no! Eso es pura mentira.
Pd: ¿eso significa que me regalaras una granja de hormigas?
—Matt.

¡Es verdad! Dime de una chica que te guste. O chico....
Pd: no te regalaré nada.
—Megan.

¡Ey, yo no soy gay!
—Matt.

Entonces dime una chica.
—Megan.

No.
—Matt.

Ey, yo te apoyo chico. No tengo nada contra la comunidad LGB.
—Megan.

Que no soy gay. Ugh, Nina.
—Matt.

¡Nina!
—Megan.

Ella es linda.
—Matt.

Awww, la pareja nerd.
—Megan.

¡Ella no es nerd!
—Matt.

¿Estás admitiendo que tú sí lo eres?
—Megan.

Que yo no soy nerd.
—Matt.

Claro, claro...
—Megan.

¿Primero me molestas y ahora me ignoras?
—Matt.

¿Chica hipster? ¿Ahora usas tu teléfono y me dejas de hablar? Gracias.
—Matt.

¿Por qué vuelves a llorar?
—Matt.

¿Qué pasó?
—Matt.

¿Todo bien?
—Matt.

Chica hipster, contéstame. ¿Alguien te escribió? ¿Malas noticias?
—Matt.

Perdón.
—Megan.

¿Qué pasó?
—Matt.

Mi novio.
—Megan.

¿De nuevo?
—Matt.

Sí.
—Megan.

¿Sigues queriendo la terapia con el tío Matthew?
—Matt.

¿Recuerdas el otro día?
—Megan.

Sí, llorabas como desquiciada, chica hipster.
—Matt.

Había discutido con mi novio. Y ahora creo que acabo de confirmar mis sospechas.
—Megan.

¿Sospechas de qué?
—Matt.

Chica hipster, no llores.
—Matt.

¿Chica hipster? ¿Megan?
—Matt.

Getrudith nos observa. ¿Puedes abrir los papelitos y leerme?
—Matt.

Creía que mi novio me engañaba.
—Megan.

Oh...
—Matt.

Acabo de confirmar que la chica fue mi supuesta mejor amiga.
—Megan.

Rayos y centellas, chica hipster. Estas llena de drama. Tendrías que llamar al canal ocho.
—Matt.

¿Acabas de escribir rayos y centellas? ¿Quién diablos dice eso?
—Megan.

Una persona educada. Ahora deja de reír. Getrudith nos sigue mirando con cara fea.
—Matt.

Solo un nerd dice eso.
—Megan.

¿Matthew?
—Megan.

¿Si?
—Matt.

Gracias por tu terapia barata y hacerme reír.
—Megan.

Sí, sí. La próxima no es gratis. Ahora déjame estudiar el teorema de Thales.
—Matt.