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ㅡ Buenos días, alumnos.

Mingyu elevó su cabeza al reconocer aquella voz a la perfección, sonrió al ver a su profesor.

Yoon Jeonghan, el caliente profesor de literatura había pisado el aula. Desde la primera vez que lo vio, Mingyu se sintió realmente cautivado ante tanta belleza. Bueno, no solo Mingyu.

Aunque no era un secreto para nadie que aquel profesor de treintaitrés años se acostaba con sus alumnos o hasta los mismísimos profesores de otras asignaturas. No por algo lo llamaban "el caliente profesor de literatura", además que medio instituto lo deseaba, y Mingyu no era la excepción. Esas curvas, caderas anchas, cintura delgada, cabello bonito, su trasero bien marcado por los pantalones ajustados que llevaba, sus muslos, su piel tan suave a la vista y por supuesto su rostro tan angelical.

Mingyu deseaba follar a su caliente profesor de literatura.

Y lo haría.

Tarde o temprano, tendría a su profesor en su cama.

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La hora pasó, leer no era una de las actividades preferidas, pero todo sea por llegar al final de la hora y tener a su profesor solo para él. Habían terminado de leer "El alquimista" de Paulo Coelho, y el timbre sonó. Mingyu esperó en su banca hasta que el aula se vaciara, y se levantó, encaminandose hacia su profesor con una mirada hambrienta.

ㅡProfesor Jeonghanㅡ lo llamó con un tono de voz levemente ronca, el contrario volteóㅡ. Necesito hablar con usted.

El mayor asintióㅡ. Por supuestoㅡ sonrióㅡ ¿Qué necesitas, Mingyu?

El más alto se acercó a él, tomando su cintura, importándole muy poco si estaba invadiendo su espacio personal, y sus gruesos labios se estamparon primeramente en la mejilla de Jeonghan y luego en su cuello.

ㅡOh, ya sé lo que quieresㅡ el profesor deslizó sus delicadas manos por el pecho de Mingyu, dejó un pequeño beso en sus labios. El moreno se separó de él y se acercó a la puerta del salón en donde estaban, y la cerró, poniendo seguro en ella. Sonrió maliciosamente.

ㅡEs hora de divertirnos.

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