El pequeño niño vestido con su pijama de su héroe favorito se despertó muy temprano ese día, ya era primero de diciembre. Este año le correspondía al país de Ucrania, según sus registros. El pequeño corrió a su armario para sacar unas cajas que estaban cargadas de adornos navideños que tras insistir a su padre, este había aceptado comprarlos. 

Era la primera navidad sin su madre, pero no quería ponerse triste, por ello salió rápidamente al patio donde estaba su pequeño árbol bajo la casita improvisada que él mismo había diseñado y construido.

La sonrisa no se iba de su rostro mientras colocaba todos los adornos en el pequeño árbol que su madre le había regalado. El pequeño tuvo que cuidar mucho ese arbolito después de trasplantarlo al patio de enfrente de su casa. En ese año tuvo que trabajar para sus padres y poder comprar todo lo necesario para que no se dañase.

Estaba colocando la telaraña alrededor del arbolito, cuando un niño de cabellos castaños claros apareció frente a su casa.

_Estás arruinando toda la decoración_ dijo el niño de ojos claros_ eso no se hace, estas arruinando la navidad_ casi gritó el niño.

_Es mi árbol, mi navidad y si quiero colocarle serpientes, lo haré_ gritó el pequeño castaño.

_Eres un tonto_ dijo el otro niño antes de marcharse.

17 años después

_¿No crees que estemos ofendiendo a la cultura brasileña?_ interrogó el de ojos claros, observando el arroz de colores que su novio lo había obligado a cocinar, ya que este año correspondía Brasil.

_ Al menos se ve mejor que el Akoho sy voanio del año pasado_ dijo el castaño soltando una pequeña carcajada recordando esa navidad.

Jackson nunca se hubiese imaginado que ese niño que estaba envolviendo el árbol en telarañas, haría de sus navidades las mejores.

_Eres un tonto, Stiles_ respondió el chico de ojos claros con una dulce mirada cargada de amor mientras besaba de forma tierna a su novio.