💌| Final
Los nervios crecen en mi interior, mientras termino de subir la escalera que me lleva a la azotea.
Vamos, Shin, él ya lo sabe, solo hay que encararlo.
Una vez estoy frente a la puerta doy un suspiro y seco en mi suéter el poco sudor que ha comenzado a empapar las palmas de mis manos.
Vamos, Shin, tú puedes.
El plomo de la puerta se siente frío, mientras mi mano se encarga de darle vuelta hasta por fin lograr hacer que la puerta se abra.
La luz del sol me ciega, por lo que tengo que poner una mano sobre mis ojos.
Una pequeña mirada a mi alrededor me basta para darme cuenta de que hay una silueta masculina a unos cuántos metros de mí dándome la espalda.
Un nuevo suspiro sale de mis labios, llamando la atención de quien, por instinto, voltea hacia mí.
—¿Yuna?
Quiero correr debido a los nervios, pero, como si ahora mis piernas tuvieran consciencia propia, comienzan a moverse, ocasionando que la distancia ahora sea diminuta.
Sus ojos me miran de arriba hacia abajo, hasta que se detienen en mi rostro, el cual escanea con cuidado durante unos segundos.
—Nunca pensé que encarar esto sería tan difícil —hablo después de los que resultaron ser los segundos más incómodos de toda mi vida.
Él se encoge de hombros —Nunca pensé que esto llegaría a pasar, al principio creí que serías una de esas chicas que se creen la gran cosa, pero en cierto punto me alegra que seas tú.
—¿Por qué?
—No eres de llamar mucho la atención, mucho menos de querer hacerlo, y está bien, eso me agrada de ti.
Sonrío de manera inconsciente.
—Mira, hasta tu sonrisa es linda.
Un ligero rubor comienza a crecer en mis mejillas, y de pronto comienzo a sentir calor en mi rostro.
—Lo siento.
—¿El qué?
—Por intentar parecer segura de mí misma a través de unas simples notas, cuando en realidad no sé ni cómo reaccionar ante ti.
Sus orbes me miran fijamente, mientras las comisuras de sus labios comienzan a levantarse, mostrando una tenue sonrisa.
—Oh, vamos, Shin, tu inseguridad no es un obstáculo para atraer mi atención.
—Sé que debí de ser directa desde un principio y no serlo a través de unas notas.
—Está bien, me diste el tiempo para darme cuenta de que hay una chica linda intentando llamar mi atención.
Linda.
—Pero y Wonyoung...
—Eso ya no importa ahora, Yuna —me toma de mis hombros, acercándose más a mí—. Te he estado viendo durante este corto tiempo y me he dado cuenta de que ni Wonyoung es tan linda como tú.
Él sonríe y como si a mi cuerpo no le importara, mi ritmo cardiaco aumenta y mis piernas tiemblan.
La campana había sonado, ocasionando que ambos bajaran a la planta baja y se separaran para ir a sus respectivas clases.
Yuna por fin lo había confrontado y como si ahora toda aquella inseguridad se hubiera esfumado, se dirigió directamente al casillero de Kai, en donde el mencionado se encontraba echando algunos libros en su mochila.
—Yuna —dice una vez la mira.
Ella le extiende un pequeño papel y Kai lo toma con cuidado.
—¿Qué es esto? —pregunta mirando el papel y comenzando a desdoblarlo.
¡Hey, Kai!
¿Tienes tiempo este sábado?
Y.
Él mira con una sonrisa el papel, para después mirar a Yuna.
—Adelante.
FIN.
Llorooo, me encantó hacer esta adaptación, me gusta muchísimo el Yunkai y creo que esta historia va muy bien con ellos. ^^
Muchas gracias si llegaste hasta aquí, espero que lo hayas disfrutado como yo.
Nos vemos en otra adaptación. 😼🩷
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