Se podría decir que Lan WangJi es un chico de aspecto arrogante y asocial que no le gusta entrometerse con personas que están por debajo de él, de muy pocas palabras que no se mete en problemas ni logra ser provocado cuando alguien le quiere buscar alguna riña, no obstante aquella fama fue creada por gente que no conoce a los Lan, está claro que no tienen idea de la clase de educación que él recibió desde muy pequeño.

Su madre desapareció cuando él apenas era un niño de 6 años y su padre decidió dejar su hogar por la depresión al haber sido abandonado por su esposa, no quería estar rodeado de las cosas que le recordaban a ella, ni mucho menos estar cerca de los hijos que dio a luz y que parte de su aspecto lo heredaron de su madre. Lan WangJi y su hermano mayor, Lan XiChen, terminaron al cuidado de su tío Lan Qiren, el cual es un hombre muy estricto y de mente muy cerrada que nunca tuvo la intención de abandonar la ideología que sus antepasados lucharon por mantener hasta la actualidad.

Disciplina

Rectitud

Educación

Armonía

Y otras normas más se arraigaron en el joven Lan Zhan.

Lan WangJi simplemente era un chico muy educado que obedece plenamente las reglas que su tío le ha impuesto desde su infancia. Sabía cómo y cuándo actuar de acuerdo a sus convicciones, no alterarse cuando la situación lo quiere obligar, ni hablar cuando no es necesario. Pasaba horas educándose, si no se sentía satisfecho, lo seguía haciendo hasta el cansancio. Pensaba con cuidado y obedecía a toda orden sin objetar. Así fue como Lan Qiren lo formó, así es como Lan WangJi vive día a día.

—Vi un puesto vacío en el discurso que di, ¿sabes quién hizo falta?

El joven dejó los papeles que su tío le había pedido, sin cambiar su semblante para asentir lentamente.

—Se llama Wei WuXian, de la clase 1-A.

En el pasillo, cuando lo conoció, no tenía ni la más mínima idea de quién era aquel ruidoso chico, ni tampoco tenía la intención de saber su nombre, sin embargo era muy posible que el director se diera cuenta de su ausencia, por lo que ya se esperaba que preguntara por él. La tarea no le fue tan difícil de realizar.

Luego de haberle cerrado la puerta en su cara, Lan WangJi se encaminó a la primera fila de asientos que su tío le había asignado, en su recorrido logró escuchar unos murmullos de uno de los estudiantes. Se detuvo para guiarse a través de su buena audición, en ese momento, por mucha casualidad, Nie Huaisang había preguntado por él en medio del discurso, el nombre de Wei WuXian había salido de la boca de Jiang Cheng junto con otras palabras que lo insultaban; era claro que estaba muy enojado, pero al mismo tiempo se podía sentir una clara preocupación por la clase de castigo que puede recibir su hermano como consecuencia de haber faltado.

Su nombre se le quedó grabado de inmediato, tan sólo necesitaba saber a qué curso va.

—¿Wei WuXian? ¿Por qué siento que se me hace conocido ese nombre?

Los dedos de Lan Qiren frotaban su larga barba mientras rebuscaba dentro de su mente la procedencia de aquel nombre. Luego de unos cortos minutos de haber pensado, sus ojos se le entumecieron al recordar a Cangse Sanren, su compañera de universidad que le hizo sus días un infierno por las travesuras que ella provocaba. Luego de haberse graduado, supo que ella se había casado con un joven llamado Wei Changze, y como resultado de su amor, habían procreado a un bebé llamado Wei WuXian. Recordó haberlo conocido en algún momento cuando apenas era un niño de pocos meses gracias a una reunión que organizaron sus excompañeros de clase. Cuando se enteró de la muerte de Cangse Sanren, por supuesto asistió al funeral, a pesar de que su amistad con ella no era tan buena; aquella noticia lo había dejado muy afligido, en aquel entonces no se le cruzó por la cabeza que esa pareja había dejado a un niño en la orfandad.

Quién hubiera pensado que después de tantos años, el hijo de aquella revoltosa muchacha terminó estudiando en su colegio. No sabía que pensar al respecto, si preocuparse por el hecho de ser hijo de ella o tratar de ser empático con Wei WuXian y guiarlo por el buen camino para que no cometa las mismas diabluras que su mamá cometió. Suspiró, no quería deducir más, quizás esté pensando demasiado y en realidad Wei WuXian es un joven totalmente opuesto a su madre. Sin embargo, el haber infligido una de las 3000 reglas no era un tema que se podía pasar por alto, tenía que recibir su respectivo y bien merecido reproche.

—¿Ahora mismo mandaré al reporte al tutor? —Informó el director mientras agarraba el teléfono y aplastó unos cuantos números.

Estudiar en la Preparatoria Gusu era sinónimo de disciplina, no permitía dejar que los alumnos rompan las reglas, Lan Qiren tenía la obligación de hacer algo al respecto.

—¿1-A? —Se preguntó luego de colgar la llamada, pensativo mientras miraba a su sobrino—. Está en el mismo salón que tú, WangJi.

—Así es, tío —Asintió levemente su cabeza.

—Es mejor que vigiles muy bien a ese muchacho, necesito saber que es de la vida de él luego de la muerte de sus padres.

Lan WangJi se inclinó levemente, como respuesta a la orden de su tío.

Se encaminó a su salón, al estar pocos metros de la puerta, se da cuenta que el mismo chico de hace un rato estaba con la cabeza gacha mientras el tutor le estaba hablando severamente. El joven supo de inmediato que Wei WuXian estaba recibiendo el castigo que su tío ordeno.

—Como tarea tendrás que hacer una lista de 10 páginas donde repetirás la regla que hoy rompiste, además no podrás entrar a la primera hora para que reflexiones y aprendas a que no debes quedarte dormido. Recuerda que aquí tenemos una hora específica para dormir y levantarnos. Espero que no vuelva a pasar.

El maestro de mirada fría entró al salón, dejando a Wei WuXian con un gran puchero debido a la inconformidad de su castigo. Murmuraba mientras disimulaba patear algo, sin darse cuenta que muy cerca de él una mirada penetrante y sin emoción estaba sobre él. Lan Zhan suspiró para seguir caminando, en ese momento el otro muchacho se da cuenta de su presencia.

—Oye, amigo, ¿no me digas que estudiaremos juntos? —La mirada de Wei Ying era de incredulidad, una leve sonrisa se le apareció mientras se acercó a él para colocar su mano sobre el hombro de WangJi. Éste, como respuesta, dio una mirada mucho más arrogante sobre aquella mano que invadió su espacio. Luego, alzó su vista para toparse con la de él.

Wei WuXian, le alguna manera, sintió su cuerpo crisparse por aquellos ojos que lanzaban amenazas. Empezó a carcajear forzadamente mientras con sigilo se retiraba de aquel espacio que Lan Zhan parecía cuidar con firmeza. Por último, aclaró su garganta por lo incomodo que se empezó a sentir, debido a la manera estoica que aquel chico lo trató.

Lan WangJi no dijo ni hizo nada, simplemente retomó su mirada al frente y entro al salón, como si el contacto que tuvo con Wei WuXian nunca sucedió.

El chico, aún confundido y estresado se siguió quejando mientras no dejaba de pensar en lo extraños que eran algunas personas en aquella preparatoria. Nunca se hubiera imaginado que en su primer día ya tenía que cumplir un castigo por el simple hecho de haberse quedado dormido. 

—No, sin duda este no es mi lugar —Wei WuXian negaba con su cabeza, descontento de cómo su mañana había sido arruinada.