Maratón 1/2

Suspiré aburrido, tomé un cigarrillo encendiéndolo con ansiedad. Salí de mi casa dirigiéndome a la escuela mientras fumaba, las calles estaban casi desoladas y hacía un frío de mierda que me jodía. A lo lejos vi acercarse a Osoro con rapidez. 

— ¿Cómo te fue? — preguntó. Sabía a que se refería, papá se enteró de mis malas calificaciones y me castigó todo el fin de semana obligándome a estudiar, ya que esta semana comenzaban los exámenes y querían puros dieces. 

— Sé hasta de que se murió la abuela de Colón — dije con malhumor tirando el cigarrillo y aplastándolo así apagándolo. 

Osoro se carcajeó y palmeó mi espalda.

— Hoy fui a verla — él y su madre no tenían la mejor relación, estaban tratando de arreglarla y conocerse el uno al otro — Y me encontré con Heiwa-chan saliendo del consultorio — paré en seco mirándolo — ¿Ella tomo la decisión? — pregunté con una sonrisa.

— No sé muy bien, habría que preguntarle pero sin entrometidos. No somos chismosos.

— Ajá, ¿te recuerdo la vez que andaban mirando como Heiwa me besaba?