𝟒𝟏
Sorbí mi nariz mientras iba limpiando mis lágrimas, la sesión ya había terminado. Al despedirse, me sonrió y palmeó mi hombro diciendo que ella estaría ahí para lo que necesitara. Con ella pude abrirme, sentirme libre y llorar sin temer.
— ¿Heiwa? — alcé mi cabeza al reconocer la voz de Osoro-senpai. Se veía preocupado — ¿Pasó algo? ¿Estás bien?
Negué con una sonrisa.
— ¿Ella es tú mamá?
— Así que es tu psicóloga... — pensó por unos segundos — Me alegro de que hayas decido avanzar, mamá te ayudará mucho, igual que los demás. Estamos para lo que necesites.
No me lo esperé en ningún momento, me abrazó con cariño y me sonrió dándome a entender que todo estaba bien.
— Tengo que ir a ver a mamá, cuídate, mañana nos vemos — me guiñó el ojo y fue corriendo a su oficina.
Sonreí, nunca creí que esto pudiera pasar. Era lindo que los amigos se comportaran así, solo había tenido uno en toda mi vida antes de conocerlos a ellos, ese amigo era una mierda total, siempre dejé que manipulara. Luego llegó Midori con su sonrisa inigualable y me hizo sentir como si yo perteneciera ahí con sus amigos, por último, los delincuentes.
Muchas veces nos dejamos llevar por las apariencias y decidimos alejarnos de esas personas, porque creemos que nos harán daño o no aportan nada a nuestra vida.. Pero quizá obra del destino, una casualidad o lo que sea, nos muestra que las cosas no son así y nos da la oportunidad de conocer a personas tan maravillosas, sin importa su fachada.
Abrí los ojos con ellos y ahora soy más que feliz.
— ¿Nos vamos? — preguntó papá ofreciéndome un café y una dona, con una dulce sonrisa de apoyo.
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro