Realmente no sabía si podría creerles, gracias a la reputación que llevaban te hacían desconfiar demasiado. No sabía si los rumores eran ciertos sobre ellos, como que Osoro casi mata a un chico a golpes  o que Umeji era un gangster, había también rumores de los demás delincuentes de que eran ladrones o siempre estaban metiéndose con grandes pandillas.

Tendría que pensarlo seriamente.

Retrocedí cuando vi a las bullies acercarse a mí, joder, esto me va a ir mal. Agaché la cabeza, a ellos no les gustaba que yo las mirara.

— Lo lamentamos  — dijeron en coro, me sorprendí cuando las vi a todas cabizbaja.

Lo único que pude decir fue un qué, ¿Es un sueño acaso? ¿Se equivocaron de persona, no?

— ¿Eres sord-  — Momoiro iba a continuar de no ser por Musume que le dio un golpe fuerte en el estomago — D-digo perdón, lo lamentamos mucho, Heiwa.

Sin más se fueron totalmente avergonzadas. No entendía nada. A lo lejos vi a los delincuentes acercarse a mi con una sonrisa... Fueron ellos.