
39| Sí, claro, y yo nací ayer 🧠
Maratón 2/3
Jimin llevaba una pegatina de Aquiles en la frente, se la dieron a la salida del museo como recordatorio, y luego de haber escuchado la historia que le contó Yoongi, quedó encantado con el personaje de la antigua grecia. El pelinegro metió la llave en la cerradura y la giró para poder entrar al departamento. Su amigo pelirrojo se encontraba vestido con unos pantalones grises y remera holgada, listo para salir hacia la casa de Taehyung. —Cuando vuelva, quiero ver todo tal como está ahora— les apuntó con el dedo índice y los miró por encima de las gafas decorativas que llevaba en el rostro.
—Oh, vamos— Yoongi rodó los ojos y dejó pasar a Jimin, cerrando la puerta a su espalda —Sólo hablaremos ¿verdad?
Su menor asintió dos veces con la cabeza, pero Hoseok no les creía ni la cuarta parte.
—Sí, claro, y yo nací ayer— antes de ir por su chaqueta y su morral, se acercó a Yoongi y le susurró al oído, cómplice —En el cajón de mi cómoda hay condones.
El pelinegro lo empujó lejos de su cuerpo, obligándolo a irse lo más rápido del departamento, la verguenza que ese simple comentario le causó impidió que pudiera mirar a Jimin a los ojos, al menos ya sabía dónde conseguir protección. Hoseok se despidió de ellos con un ligero movimiento de mano y la puerta finalmente se cerró, dejándolos solos al interior de ese espacio que sería su hogar durante mucho tiempo más, al menos hasta que pudiera conseguir uno propio.
—Bueno, ahora que Hobi se fue ¿dónde quieres que hablemos?— preguntó Yoongi mientras dejaba su morral y los panfletos informativos del museo sobre la mesa de centro, ahí se dio cuenta que su amigo había guardado toda la cantidad industrial de hojas que dejó esparcidas sobre ese mismo lugar en la mañana, como le haya perdido un solo papel del ensayo, lo iba a descuartizar vivo.
Sintió a Jimin removerse ansioso a su espalda, el pelinegro sabía que tal vez tenía miedo, después de todo, su reacción al enterarse de ciertas cosas no fue la mejor —Hum...no lo sé, me da lo mismo en realidad— se quitó la pegatina de Aquiles y lo miró con los ojos brillantes, llenos de ansiedad. De repente, el ambiente se había vuelto demasiado espeso y triste —Esto...es un poco incómodo, lo siento, hyung.
Yoongi caminó hasta quedar frente a su menor e intentó sonreírle para tranquilizarlo, le hacía sentir feliz el hecho de que Jimin tuviera la suficiente confianza para decirle algo como eso —No tiene porqué serlo, ni tampoco tienes que disculparte— lo tomó con suavidad de la mano derecha y comenzó a guiarlo hacia el balcón, el mismo lugar frío y solitario donde tantas veces lloró, habló con su amigo e incluso se besó con Jimin, los lugares fríos y solitarios no siempre tienen porqué tener un aura de pesadumbre, a veces simplemente son un refugio lejos de todos los problemas.
El cielo estaba surcado con el rastro amarillo que dejaba el sol al estar ocultándose mas allá de lo que ellos alcanzaban a ver, la cuidad comenzaba a iluminarse con los faros y carteles fluorescentes que se veían en los locales de la avenida, Yoongi no podía pedir otro momento ni otro lugar más ameno para conversar. —Ni siquiera tienes que entrar en detalles, Jimin— le dijo —No soy nadie para pedirte que me cuentes tu vida, sé que actue mal ese día, pero sólo tenía curiosidad...y estaba preocupado, cuando te vi discutiendo con Taemin a la entrada de la universidad, pensé que con Taehyung tendríamos que ir a separarlos. Te pregunté muchas veces que sucedía con él porque quería intentar ayudarte de la misma forma en que tú me estabas ayudando, pero sólo huias.
Una sonrisa triste apareció en los labios de su menor al recordar el momento de la discusión —No me gusta la violencia— Yoongi asintió, entendiendo a que se refería, Taehyung le dijo que Jimin jamás golpearía a alguien —De hecho, creo que de ahí parte todo, nunca supe con claridad cuando fue que la relación de mis padres se desmoronó a tal nivel que todo lo resolvían con violencia o gritos. Tengo buenos recuerdos de mi infancia, incluso de mi adolescencia, pero de un día a otro todo explotó.
Jimin se encogio de hombros y bajó su mirada hacia la avenida, los autos pasaban con calma por el lugar, respetando las señaléticas, conscientes de las personas que cruzaban para llegar al otro lado de la calle. Apoyó sus codos en la baranda y Yoongi hizo lo mismo, pero manteniendo su vista sobre el semblante decaído de su menor, cada vez más preocupado.
—Como en ese entonces Taemin era el secretario de mi padre, sabía todo lo que pasaba en su vida y en la empresa— el pelinegro lo vio meter su mano en él bolsillo del pantalón y sacar su celular para buscar algo en internet —Poco a poco comenzó a entrometerse en la vida de mi mamá, y descubrió ciertas cosas de interés, como éstas, por ejemplo— le tendió el aparato rectangular con una pestaña abierta de Google, donde se leía con letras grandes y rojas "El empresario Park Jihyung sufre infidelidad por parte de su esposa" estaba en primera plana de uno de los noticieros más vistos en seul, Yoongi recordó que su amigo le dijo que el padre de Jimin era un empresario a cargo de una farmacéutica prestigiosa —Se lo dijo a mi papá y luego le vendió la información a los periódicos, a la gente parece importarle más la vida sexual de las personas que la inteligencia y habilidades que poseen.
Yoongi le devolvió el celular luego de haber leído el primer párrafo, ya con eso podía hacerse una rápida idea de la noticia. —Cuando mi papá encaró a mi mamá pidiéndole explicaciones, por ahí se reveló que también había abortado hace un par de años atrás, y eso fue lo que hizo que "la familia" que teníamos, se disolviera.
—¿Cuántos años tenías?— preguntó Yoongi. Su cerebro se encontraba intentando procesar toda la información, sin embargo, agradecía que Hoseok no haya querido contarle nada, le gustaba escuchar a Jimin.
—Tenia 18. Estaba en segundo año de universidad.
—¿Y qué opinas tu respecto a eso? ¿Cómo te sientes con el hecho de que tu madre haya abortado?
Jimin levantó la vista hasta encontrar su mirada y pareció pensarlo —La verdad es que no lo sé, me hubiera gustado mucho tener un hermano, o una hermana, o lo que haya sido en realidad— Yoongi soltó una pequeña risita, a él también le hubiera gustado tener una persona menor a quien proteger —Pero tampoco puedo recriminarle algo a mi mamá. Después de todo, está en juego su bienestar, ella tiene que decidir que hacer y que no hacer. Además...no creo que sea fácil traer a alguien al mundo sabiendo que todo tu entorno está lleno de violencia, eso no es vida...— dejo la frase inconclusa, sintiéndose incapaz de continuar.
Yoongi estiró su mano para tomar la de Jimin e intentar transmitirle afecto, él no pensaba juzgarlo por su pensamiento ni por su vida, sólo estaba ahí para escuchar y comprender —Pero...ella te tuvo a ti.
—Y nadie sabe porqué, tal vez para no sentirse sola, o tal vez para que la empresa de mi padre tenga algún heredero. Nunca se lo he preguntado, tal vez porque no quiero saber la respuesta o quizás porque no tengo el suficiente valor para escucharla— entrelazó ambas manos y recorrió con su pulgar las pequeñas e imperceptibles cicatrices de quemaduras, nunca le había preguntado cómo se las ocasionó —Pero sé que ella me quiere, a su manera, pero lo hace, intentó darme todo lo que tenía a su alcance aún cuando mi papá rompió relaciones comerciales con ella y la dejó casi sin dinero. Ese quiebre de relaciones y el posterior divorcio también salió en los periodicos— murmuró con una sonrisa, como si todo fuera una divertida anécdota de contar, Yoongi creía que su vida era un desastre, pero la de Jimin definitivamente lo superaba, no entendía cómo es que aún así seguía siendo tan transparente y cálido en todo lo que hacía. —Luego de que se hayan separado, mi papá estaba tan dolido que incluso dejó de pagarme la carrera, ya sabías que yo estudiaba en la universidad BigHit— Yoongi asintio —Mi mamá no quedó con el dinero suficiente como para seguir gastando esa cantidad, así que tuve que cambiarme a una universidad pública.
—Y ahí solo te quedaban tres años para terminar tu carrera, porque licenciatura en ciencias dura cinco.
—Exacto...¿Pero...sabes un secreto, hyung?
Yoongi ladeo la cabeza, curioso.
Jimin se acercó un poco más, sin dejar de sonreír y mirándolo directo a los ojos —Yo te conocí el mismo día que tú entraste a la universidad, es decir, hace un año y un par de meses.
El pelinegro abrió los ojos con sorpresa —Pero...me hablaste a inicio de este año, creí que...ahí me habías conocido— pero de repente le llego el recuerdo a su mente de todas las veces que Jimin hizo referencia a eso -desde que sé sabía su horario, hasta cuando literalmente se le declaró- y que él, por andar de distraído, casi siempre lo pasó por alto.
—No, hyung, yo te conozco desde el año pasado.
Este era su segundo año de universidad, por lo tanto, la cuenta de Jimin estaba correcta. ¿Por qué no le habló antes? ¿Por qué esperó hasta que sólo le quedaba un año para titularse?
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